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Berna

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Tipo: Urbanismo

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Continente: Europa

País: Suiza

Localización:

Año: 1191

Estado: Terminado

Descripción:Berna, capital de Suiza y patrimonio mundial

26 de mayo de 2006 - 19:20

El casco viejo de la ciudad de Berna, en la lista del patrimonio cultural de la humanidad de la UNESCO, es un magnifico legado medieval y un punto de interés para miles de turistas.

"La historia de Berna está íntimamente ligada a su río, el Aare", describe a swissinfo Soledad Michel, guía en español de Berna Turismo.

Visita obligada para muchos autobuses turísticos que cruzan Europa Central, el casco viejo de Berna, si bien puede ser recorrido sin gran detenimiento en unas horas, merece dedicarle más tiempo para disfrutar de su oferta cultural y de entretenimiento.

Caminar antes del anochecer por alguno de sus puentes, ver el reflejo de los rayos del sol en las aguas del Aare y tomar una bebida en alguna de las terrazas de las concurridas calles de la ciudad en las tardes de sol puede ser una buena excusa para hospedarse en alguno de los hoteles de las calles adoquinadas de la capital de Suiza.

El Jardín de Rosas (1902) ofrece una vista panorámica magnifica de su casco histórico, los verdes campos en su entorno y a la distancia, el contorno de los Alpes.

Desde allí comenzamos a recorrer el mismo sendero en el que la ciudad fue avanzando en los primeros siglos de su desarrollo.

Antes de este encuentro con la historia nos distrae la muchedumbre congregada alrededor de la fosa de los osos. "Estos fosos fueron construidos a mitad del siglo XIX como representación del escudo de Berna, el animal heráldico, el emblema de la ciudad", nos introduce Dolores Michel, guía en español y otros idiomas de la Oficina de Turismo de Berna.

Y allí, con una anécdota, inicia nuestro encuentro con los comienzos del casco viejo: "Hay una leyenda que acredita la presencia del oso en el escudo de Berna y es que en - en el año 1191 - el duque fundador declaró que la ciudad llevaría el nombre del primer animal cazado."

"Oso, en alemán se dice 'Bär' por lo que de allí se desprende la palabra 'Bern'. Los que no creen en leyendas piensan que el nombre tiene origen céltico", apunta nuestra guía de origen español, que desde hace 21 años recorre con los turistas las calles de la ciudad.

La energía hidráulica del Aare

La historia de Berna inicia en el meandro del Aare donde su fundador, Bertoldo V de Zeringen, erigió una fortaleza que tras su muerte fue destruida por los pobladores de la ciudad entre los años 1268 y 1270.

La Iglesia de Nydegg fue construida justo sobre las ruinas de la fortificación entre 1341 y 1346. "Edificar una iglesia era una forma de decir 'por encima de nosotros no hay ningún emperador, sino sólo Dios", comenta al respecto Michel que con sus descripciones nos transporta con la imaginación a esa Berna medieval.

Desde el puente de Nydegg vemos el barrio de Matte, en la parte más baja de la ciudad diseñada por el cauce del Aare.

"Antiguamente vivía aquí el artesanado. Había por ejemplo, curtidores de pieles, personas dedicadas a la cerámica y también había muchos molinos de harina y aserraderos. Actividades que requerían del agua. Hoy día hay muchos artistas que viven aquí."

A mediados del siglo XVI vivían allí 600 personas, el 10% de la población de la ciudad. Actualmente viven 1.400.

Una central en funciones desde 1891 abastece actualmente la demanda de electricidad de 1.700 hogares.

"La historia de Berna está íntimamente ligada a su río, el Aare", subraya Michel, con más de cuarenta años viviendo en Suiza.

Sólo basta recordar que a finales de agosto de 2005 el barrio afrontó una nueva inundación que llevó a la evacuación temporal de sus habitantes debido a que el cauce del Aare creció hasta cuatro veces más de lo normal tras las persistentes lluvias que se presentaron en la región.

Los soportales berneses

Al llegar al otro lado del puente nos encontramos en la Calle de la Justicia, revestida con decenas de banderas de todos los cantones de la ciudad.

Allí destacan por supuesto las famosas y muy bien conservadas arcadas. "Son casi seis kilómetros de soportales. Se dice que es el circuito comercial más largo de Europa", agrega nuestra guía, quien hace alusión a los comercios actuales que a nuestro paso aparecen: tiendas de antigüedades, boutiques, galerías o cafés.

En el callejón de Junkergasse doblamos a la izquierda para llegar a la catedral, la más destacada del gótico tardío en el país.

El pórtico, en el exterior, y dentro, la sillería del coro (la primera renacentista, 1525) y la vidriera del Juicio Final, situada en la capilla central (1460) son los elementos destacados en las guías turísticas y también son motivo de explicación por parte de nuestra anfitriona.

"La parte del coro es la más antigua. Cuando llegó la Reforma en 1528, la construcción no se había terminado". No obstante, "concientes de la importancia del edificio, los protestantes la continuaron", apunta Dolores Michel entre la rica explicación que hace sobre los detalles de la Catedral.

Conocer la mayor construcción religiosa de Suiza (iniciada en 1421) requiere de tiempo y no todos los turistas que la visitan lo tienen. Al año se calcula que unos 70 mil de ellos se deciden a subir su torre, también la más alta del país (con 254 escalones y terminada en 1893).

De regreso a la vía central del casco viejo hacemos una parada rápida ante la Casa de Einstein en la Kramgasse 49. (Ver en MÁS SOBRE EL TEMA: Einstein, suizo por convicción y La Berna de Einstein)

600 años de la Torre del Reloj

Pero como en toda visita guiada, el tiempo apremia. Hay que estar cuatro minutos antes de la hora ante La Torre del Reloj, el edificio civil más apreciado por el turismo.

Esta torre que hacía las veces de prisión se convirtió en campanario tras el devastador incendio de 1405.

Debajo del gran reloj se encuentra "el reloj astronómico con la hora solar". Al lado se encuentran las figuras mecánicas (1527-1530) que ocupan nuestra atención.

"A tres minutos antes de la hora el gallo canta por primera vez y lo hará tres veces en relación con la frase que dijo Jesucristo a San Pedro: 'Antes de que el gallo cante tú me negarás tres veces'. Después, el bufón toca las campanas y los osos -a los pies de Cronos- también giran. El gallo de nuevo canta y a la hora en punto Cronos gira el reloj de arena que tiene en su mano, cuenta las campanadas moviendo su boca y el cetro que porta en la otra mano."

Con el tercer canto del gallo termina el espectáculo. "El mérito es que se ha conservado el mecanismo de origen. El reloj funciona como funcionaba en el siglo XVI".

Soledad Michel aún nos muestra el Palacio Federal, sede del gobierno suizo, y dos de las once coloridas fuentes históricas que adornan las calles.

No obstante, la tarde soleada invita ahora a disfrutar de alguna especialidad suiza -un Rösti, por ejemplo- en alguna de las mesas de la Plaza de los Osos, (Bärenplatz), "llamada así en recuerdo de la primera fosa con esos ejemplares que existió aquí, cuando la ciudad aún estaba amurallada".

Una visita guiada interesante, pero que apenas resulta el marco introductorio para conocer el casco histórico de Berna. Por ello, una pareja de turistas de Valencia comenta que esta es su segunda vez en Berna: "La primera vez hicimos un viaje de dos semanas por Europa y visitamos Berna en unas horas, pero esta vez vinimos solos porque queríamos ver todo con más detenimiento". ¿Quién dijo que Berna podía conocerse en poco tiempo?

swissinfo, Patricia Islas Züttel

http://www.swissinfo.ch/spa/cultura/Berna,_capital_de_Suiza_y_patrimonio_mundial.html?cid=5171508

26 de mayo de 2006 - 19:45

El Zentrum Paul Klee, el Estadio de Suiza, la remodelación de la estación de ferrocarriles y una nueva política de promoción de la Oficina de Turismo de Berna conforman el nuevo rostro de Berna.

'Berna, capital de las impresiones', es el eslogan que sustituye al de 'Berna, Patrimonio de la UNESCO' para invitar al público a visitar la capital suiza.

El 'Stade de Suisse' - en Wankdorf, zona periférica de la ciudad- se prepara para ser una de las sedes de la fiesta del balompié europeo en 2008 mientras que el 'Zentrum Paul Klee' se convierte en uno de los atractivos de la oferta cultural de la ciudad que cosecha éxitos aún este año junto con la exposición sobre Einstein, en el Museo de Historia.

Más de 200 mil visitantes han acudido a ver la muestra. El gran interés que ha despertado la mayor de las exposiciones en el mundo sobre el científico que vivió en Suiza a principios del siglo pasado ha llevado a postergar su cierre.

Puerta internacional

Berna, junto con sus 127 mil habitantes, pareciera que extiende sus dominios con la construcción de un gran almacén en su periferia y con el impulso de su pequeño, pero internacional Aeropuerto de Berna-Belp.

En invierno, este aeródromo vio crecer en 50% el número de aviones que allí descendieron, en comparación con las cifras del mismo periodo del año precedente.

Los vuelos charter llegados de territorio británico, que trajeron consigo a un turismo ávido de nieve y que se dirigió hacia los Alpes berneses para esquiar (Interlaken, Lauterbrunnen y Grindelwald), fueron el factor principal de este crecimiento.

A final de cuentas, este aeropuerto es la única puerta internacional del cantón de Berna y, por supuesto, una buena carta de visita para la ciudad y sus alrededores.

En marzo pasado el gobierno cantonal aceptó apoyar con tres millones de francos el proyecto para hacer una segunda prolongación de la pista del aeródromo (de 1.510 a 1.730 metros), y así poder cumplir con las normas actuales de la aviación internacional.

Sólo para enmarcar su impacto en el turismo local cabe mencionar que este invierno generó 95.000 pernoctaciones en las montañas bernesas.

145.000 usuarios de la estación de tren

La otra nueva cara de Berna se observa en su remodelada estación de tren que es utilizada diariamente por un promedio 145 mil viajeros, según indicó Lauira Zurbriggen de Ferrocarriles Federales Suizos (FFS) a swissinfo.

Capital del cantón con el mismo nombre, Berna también es la capital federal. Un hecho que le permite acoger a los representantes diplomáticos del mundo acreditados ante el gobierno suizo en una de las zonas residenciales más bonitas de la ciudad, la del barrio de Kirchenfeld, rodeada de verdes arboladas y casonas patricias que tuvieron origen a finales del siglo XVIII y principios del XIX.

En las tiendas y comercios de la capital se escucha el bernés, un dialecto de origen germánico de cadencia un poco lenta y que concede cierta personalidad a los berneses, distinguidos por sus compatriotas ante su aparente lentitud al hablar y al actuar.

No obstante esta fama podría tener que ver más con su actitud discreta. A los berneses les interesa poco acaparar reflectores y eso pareciera también repercutir en la posición de su ciudad que no lucha por colocarse entre las grandes urbes europeas ni cuenta con la popularidad de sus hermanas, Ginebra, Zúrich o Lucerna.

Oferta diversa

¿Qué mayor reconocimiento pueden querer si saben que viven en la ciudad cuyo nombre ha quedado inscrito en la lista del patrimonio cultural de la humanidad de la UNESCO en 1983?

Justamente este sello había sido hasta el año pasado el distintivo en la propaganda turística de la ciudad, pero con esta nueva brisa por el cambio que ha llegado a Berna, se ha adoptado el nuevo lema 'capital de las impresiones', una forma de marcar que si bien es importante el valor y cuidado al casco viejo de la ciudad, Berna tiene otros motivos para ser visitada, además de ser, por supuesto, la capital de Suiza.

swissinfo, Patricia Islas Züttel

http://www.swissinfo.ch/spa/archivo/Berna_cambia_y_se_reinventa.html?cid=5171562

Viaje a Berna, guía de turismo

Publicado por José Manuel Vargas

Curioso que una ciudad tan relativamente pequeña como Berna sea capital de Suiza. Sin embargo es uno de los rincones más bonitos de la Europa central. Fundada en el siglo XII, y declarada Patrimonio de la Humanidad desde 1983, su centro histórico medieval nos transporta a una ciudad pintoresca, antigua y con encanto.

Rodeada por el río Aar, hoy en día mezcla de forma hermosa lo antiguo con lo moderno. Torres y murallas medievales, una catedral del siglo XVII, edificios de todas las épocas y calles empedradas y peatonales forman un conjunto que fue completamente restaurado en el siglo XVIII, de ahí la hermosura que hoy pende de la ciudad. Sin ir más lejos, si uniéramos todos los arcos medievales de la ciudad, formarían un todo de más de seis kilómetros.

Pasear por el maravilloso casco antiguo de Berna, disfrutar a orillas del río Aar o perdernos por las largas avenidas comerciales de la zona moderna. Los atractivos de Berna son muy numerosos, de ahí que no debamos perdernos ningún detalle en nuestra visita.

VISITAS EN BERNA

- Catedral de San Vicente

Construida en estilo gótico en el siglo XV, se trata de la iglesia más grande e importante de la Suiza medieval. Destaca poderosamente su campanario, que no fue terminado hasta finales del siglo XIX. Podemos subir hasta la cima de sus 95 metros para contemplar algunas de las mejores vistas de la ciudad. Frente a la catedral, en la Munsterplatz, veremos la Fuente de Moisés, construida a mediados del siglo XVI.

Más información: La Catedral de Berna

- Casco antiguo de Berna

Data del siglo XII y aparece rodeado por el río Aar. Su carácter medieval se mezcla con algunos edificios de la época tardobarroca. Patrimonio de la Humanidad desde 1983, cuenta con algunas visitas de interés, como la célebre Zytglogge, una torre del reloj de principios del siglo XV que cada hora ofrece un precioso juego de figuras. Acercaros también al Lauben, seis kilómetros de arcadas medievales que nos llevan por callejuelas y plazas de la ciudad.

- Parque de los Osos

Una de las mayores curiosidades de Berna es este parque de los osos, animal símbolo de la ciudad que vive aquí desde el siglo XVI. Este parque es de reciente creación (2009) ya que lo que existía anteriormente era una simple fosa. Este parque cuenta con 6.000 metros cuadrados de terreno, donde los osos campan a sus anchas. Está situado a orillas del río Aar, y cuenta con árboles, cuevas y un estanque.

Más información: Barengraben, la fosa de los osos en Berna

- Parlamento de Berna

Edificio renacentista, fue inaugurado en 1902 y destaca tanto por su fachada como por la cúpula de cristal que alberga los escudos de armas de los 23 cantones suizos. Es la sede del gobierno suizo y el Parlamento y se halla en la Bundesplatz. Desde principios de la primavera, y hasta finales de octubre, una hermosa fuente en la plaza lanza sus chorros de agua para realzar aún más el conjunto.

Más información: Palacio del Parlamento en Berna

- Centro Paul Klee

Situado a unos 5 kilómetros de Berna, este museo alberga más de 4.000 obras del artista Paul Klee, pintor nacido en Suiza en 1879. La colección contiene 40 óleos, más de 2.000 dibujos y otros elementos artísticos. El edificio en sí es ya una maravilla, obra del arquitecto italiano Renzo Piano. Abre de martes a domingo, de 10.00 a 17.00, y los jueves hasta las 21.00 horas. Hay tranvías y autobuses que van desde el centro hasta el museo.

Más información: Zentrum Paul Klee, arte en Berna

- Jardín de las Rosas

Además de las vistas que podemos obtener desde el campanario de la catedral, este parque es otro de los hermosos miradores de Berna. Lo encontramos precisamente encima del casco antiguo, y además de atalaya este parque alberga una colección de más de 200 especies diferentes de rosas, 200 clases de iris y bancales, así como 28 rododendros. Un relajante paseo por este parque se torna más que imprescindible.

Más información: Descansa en el Jardín de las Rosas

- Museo Histórico y Museo Einstein

El Museo Histórico de Berna alberga una colección de piezas arqueológicas, etnográficas y numismáticas, así como siete tapices del siglo XV, muebles y otros objetos de la época. Junto a él encontramos el Museo Einstein, con todo lo relacionado al célebre físico. Se trata de la exposición sobre Einstein más grande del mundo, con un hermoso viaje virtual a través del cosmos. Ambos museos abren de martes a domingo de 10.00 a 17.00 horas.

Más información: La Casa Museo de Albert Einstein en Berna

EXCURSIONES DESDE BERNA

Apenas 28 kilómetros al oeste de Berna se halla Murten, a orillas del Lago Brienz, un pueblo pintoresco que destaca por sus murallas y sus viñedos. Casi a la misma distancia, pero al norte de Berna, se encuentra Burgdorf, donde veremos un hermoso castillo. Hacia el sur, a unos 30 kilómetros, la hermosa y pintoresca Thun, con un magnífico centro histórico y también bañada por el río Aar.

CLIMA EN BERNA

El carácter alpino de casi toda Suiza provoca que el clima de Berna sea bastante frío en invierno, incluso con nevadas, y temperaturas suaves en verano. Las temperaturas en verano oscilan entre los 20-25 grados, llegándose en ocasiones a los 30, pero no más. Entre los meses de diciembre y febrero las temperaturas suelen estar bajo cero, y la nieve cubre la ciudad. Las lluvias suelen aparecer en los meses de otoño y primavera.

http://sobresuiza.com/2012/01/27/viaje-a-berna-guia-de-turismo/

Qué ver en Berna

Artículo sobre Suiza, enviado por Alma Camacho y publicado el 23/06/2012

El nombre de Berna procede del alemán Bär, oso y este es el símbolo que ondea en sus bandera. Durante siglos campó a sus anchas por entre los bosques y los meandros en los que se edificó la ciudad.

Los testimonios sobre su fundación datan de finales del siglo XII y Bertoldo V de Zäringhen eligió para hacerlo una ubicación de fácil defensa, confinada en el interior de uno de los meandros del río Aar. Hasta 1834 no se construyen los primeros puentes y a partir de entonces Berna se permite crecer en todas direcciones.

La UNESCO decidió incluir a la capital suiza en el catálogo de su Patrimonio de la Humanidad y es comprensible. Es una ciudad admirablemente conservada, en la que se han aplicado para preservar la esencia de calles y edificios.

Es un placer deambular por vías que conservan su viejo empedrado, bajo soportales que protegen de lluvias y nieves y cuyo trazado es lineal y simétrico. El discurrir bernés es apacible y merece la pena caminar despacio los seis kilómetros de su casco antiguo.

Los 100 metros de altura de la torre de la catedral, en realidad colegiata, te darán una perspectiva de privilegio sobre la ciudad. La catedral se erige en este punto desde el siglo XV, momento en que bajo las órdenes de la Orden Teutónica y el Cantón de Berna comenzó a levantarse en torno a la capilla medieval existente. La construcción se alargó durante centurias, por lo que comenzó como gótica y se terminó en estilo neogótico.

En cualquier caso, desde la cúspide puedes otear los que serán tus próximos destinos.

Seguro que verás sobresalir la cúpula del Bundeshaus o Palacio Federal, sede del Gobierno y el Parlamento suizos. Aquí se toman las decisiones de la Confederación y tú podrás acceder a un auténtico centro de poder, puesto que permiten visitarlo.

Justo delante, está la Bärenplatz, Plaza del Oso, que te dará una excelente excusa para descansar un instante en alguno de los cafés que la circundan, observando el bullicio de la multitud y, por qué no, aprovechando la conexión WI-FI libre.

La impresión que causa Berna en su conjunto es la de armonía. Tanto las calles como los edificios singulares mantienen unas proporciones y sobrio equilibrio sin perder por ello ni un ápice de belleza.

Sucede así con el edificio del Ayuntamiento o la espléndida Puerta del Reloj, Zitglogeturm. Fue punto de acceso a Berna hasta el siglo XIII y llama la atención por el precioso y elaborado reloj astronómico, así como por el carillón situado al margen. Su función fue vital durante un largo período de la historia.

Algo estupendo de Berna es que su patrimonio se incardina dentro de las calles más comerciales, lo que te facilitará enormemente la tarea de las inevitables compras. La Puerta del Reloj y la de Prisión se abren precisamente en una de ellas, la Marktgasse, centro comercial al aire libre, bajo soportales, que divide la ciudad en dos mitades y famosa también por haber tenido a Einstein como residente.

Berna no es amable sólo por su legado arquitectónico y la animación comercial sino por la importancia que le ha concedido siempre al mantenimiento de un importante patrimonio vegetal y por algo que la caracteriza, la presencia de fuentes en todo el casco urbano. Hay más de 100, todas ellas de cuidado y artístico diseño, ya que constituían una muestra fehaciente de la riqueza de quien las mandaba construir.

http://www.europaturistica.com/suiza/que-ver-en-berna.php

Berna (en alemán Bern, en francés Berne, en italiano y romanche Berna) es la ciudad federal (Bundesstadt) y capital de facto de Suiza. Es también capital del cantón homónimo.

En octubre de 2012 contaba con una población de 134 760 habitantes,1 La aglomeración de Berna, que incluye 43 municipios,2 tiene una población (2011) de unas 355 600 personas.3 El área metropolitana de Berna, que en el año 2000 incluía 123 comunas, contaba con 660 237 habitantes.4

El río Aare atraviesa la ciudad. La ciudad vieja de Berna está inscrita en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1983, gracias a su arquitectura medieval conservada a través de los siglos. El idioma oficial en Berna es el alemán, aunque el idioma más hablado es el alemán bernés, un dialecto del alto alemánico.

Según el Mercer 2011 Quality of Living Survey, Berna es la novena ciudad del mundo con una mayor calidad de vida.5 La ciudad ostentó la sexta posición de las ciudades con mejor calidad de vida del mundo en 2003, y la novena en 2009.6

Etimología

La etimología de Berna (Bern) es incierta. Según la leyenda local, basada en la etimología popular, el duque Bertoldo V de Zähringen, fundador de la ciudad, prometió que le daría su nombre según el primer animal que encontrara en la cacería en la que iba a tomar parte, y el primer animal que vio fue un oso (Bär en alemán).

Durante mucho tiempo se consideró que la ciudad recibió su nombre a partir del de la ciudad italiana de Verona, que era conocida como «Bern» en alto alemán medio. En los años 1980 se encontró una placa de zinc, conocida como la placa de zinc de Berna, y a partir de ese momento se hizo más común la teoría de que la ciudad recibió su nombre de un topónimo preexistente de origen celta, posiblemente *berna «grieta o hendidura».7

El oso ha sido el animal heráldico en el escudo de Berna desde al menos los años 1220. La primera referencia que habla de osos vivos en la fosa de los osos o Bärengraben, cerca del Puente de Nidegg, data de los años 1440.

Geografía

Berna está ubicada geográficamente en la zona del Mittelland, en la meseta suiza. La ciudad se limitaba a su centro histórico encerrado entre un meandro del Aar y los muros de la ciudad hasta 1834. Con la apertura de los muros y la construcción de puentes para atravesar el río, la ciudad se expandió en todas direcciones. La ciudad limita al norte con las comunas de Frauenkappelen, Wohlen bei Bern, Kirchlindach, Bremgarten bei Bern, Zollikofen e Ittigen, al este con Ostermundigen y Muri bei Bern, al sur con Köniz y Neuenegg, y al oeste con Mühleberg y está situada en el distrito administrativo de Berna-Mittelland.

La comuna se divide en seis Stadtteile (distritos), a su vez subdivididos en Quartiere ('barrios'). Los barrios de Berna son: Engeried, Felsenau, Neufeld, Länggasse, Stadtbach, Muesmatt, Holligen, Weissenstein, Mattenhof, Monbijou, Weissenbühl, Sandrain, Kirchenfeld, Brunnadern, Murifeld, Schosshalde, Beundenfeld, Altenberg, Spitalacker, Breitfeld, Breitenrain, Lorraine, Bümpliz, Oberbottigen, Stöckacker, Bethlehem.

Las fuertes concentraciones de población de los barrios centrales y de Bümpliz-Bethlehem se ven contrarrestadas, al oeste del territorio comunal, por zonas rurales y grandes superficies forestales (bosques de Bremgarten y de Könizberg).

Berna es centro de una aglomeración en pleno crecimiento, conformada por 34 comunas (1990), desde Schalunen al norte hasta Wichtrach en el valle del Aar y a Kaufdorf en el valle del Gürbe, de Wünnewil-Flamatt (FR) al suroeste hasta Worb al este. Berna es un centro regional educacional, cultural y sanitario (once hospitales).

Clima

Berna tiene un clima semi-continental, influenciado por su posición en la meseta suiza y su cercanía a los Alpes. Los inviernos son fríos con nevadas regulares, y veranos relativamente cálidos y húmedos. En promedio llueve alrededor de 85 mm por mes y 1000 mm por año, y en verano las precipitaciones son aproximadamente el doble que en invierno.

La temperatura media anual es de unos 8 °C. En verano la temperatura mediase sitúa entre 15 y 20 ºC. El mes más cálido es julio con una temperatura media mensual de 17,4 ºC. En invierno la temperatra media ronda los cero grados centígrados y el mes más frío es enero con una temperatura media de -1,0 °C.8 9

Historia

Situada al borde de la baja meseta, el territorio de la comuna, donde el Aar describe varios meandros, se encontraba desde la época prehistórica sobre el eje de comunicación norte-sur, que desde Alsacia va hacia los pasos alpinos por el Jura y el Oberland. Pero la transversal este-oeste, más importante, iba por el pie del Jura y los lagos, al norte de la región central, dejando de lado la región bernesa.

En la época galo-romana, Berna tampoco se encontraba en la vía que unía el lago Lemán con Vindonissa, vía Aventicum y Petinesca, sino sobre el camino, suficientemente frecuentado, que seguía el Aar hacia el Oberland.

Edad Media

Las más antiguas fuentes que evocan la fundación de la ciudad, en 1191, son la Crónica de Berno (primera mitad del siglo XIV) y la crónica de Honrad Justinger (después de 1420). Berna debe su existencia a la dinastía de los Zähringer que, edificando ciudades y castillos, quería reforzar su posición en el espacio prealpino, de cara a los Hohenstaufen y a las familias nobles locales. El tramo del Aar, sitio en que fue fundada la ciudad, pertenecía al dominio real de Bümpliz.

A mediados del siglo XII la población era densa, pero aún se ignora si existía junto al castillo de Nydegg, construido por Bertoldo IV de Zähringen, un hábitat anterior a la fundación del burgo.

El duque Bertoldo V de Zähringen fundó la ciudad sobre tierras del Imperio, y le dio derechos de franquicia según el modelo de Friburgo de Brisgovia. Con la muerte del duque en 1218, la ciudad pasó a manos del Imperio (primera mención de su inmediación imperial en 1223) y obtuvo de Federico II del Sacro Imperio Romano Germánico una carta, llamada Goldene Handfeste, que la mayoría de los historiadores consideran una falsificación de la segunda mitad del siglo XIII. Este diploma enumera los derechos, confirmados en 1274 por Rodolfo I de Habsburgo. Adolfo de Nassau confirmaría y alargaría las franquicias en 1293. La Constitución fue modificada en 1294: el pueblo elige a los Dieciséis, que designan el nuevo Consejo de los Doscientos o Gran Consejo. Los Dieciséis y los Doscientos controlan el Pequeño Consejo y al representante ante el Imperio.

Reyes y emperadores confirmaron esta Constitución desde el siglo XIV, y Carlos IV y Wenceslao otorgaron privilegios suplementarios. En 1353, Berna se conviertio en el octavo cantón de la Confederación Helvética.

Restauración

La confusión entre la ciudad y el cantón desde el punto de vista administrativo y financiero cesó con el Antiguo Régimen. En 1803, una comisión federal procedió a la repartición de la fortuna. La dote atribuida a la ciudad generó algunas disputas con el cantón, que durarían hasta 1841.

Bajo la Mediación, las autoridades municipales estaban compuestas de un Gran y de un Pequeño Consejo, las corporaciones servían como órganos electorales. La Restauración logró conservar un Gran Consejo municipal de 200 miembros, que junto con las trece corporaciones elegía una administración de 35 miembros.

La Constitución de 1831 quita toda preponderancia a la ciudad de Berna sobre el cantón. Se constituyó una comuna política en 1832; todo ciudadano domiciliado y que poseyera una cierta fortuna, tenía derecho a votar. El número de electores fue creciendo gracias a la fuerte inmigración y a las leyes federales y cantonales promulgadas en 1852, 1859 y 1861, que extendían el derecho de voto. Las mujeres obtuvieron la igualdad política en 1968 y la mayoría del Consejo Comunal de 1993 a 1996. La edad de derecho al voto pasó de 20 a 18 años en 1988.

Contrariamente a Zúrich, Berna incorporó dos comunas, Bümpliz, en 1919. Las negociaciones con otras, como Ostermundigen y Bolligen, han sido todas en vano. Berna se convirtió en capital federal en 1834. En 2010 dejó de ser la capital del distrito de Berna tras la disolución de éste y su integración en el nuevo distrito administrativo de Berna-Mittelland.

http://es.wikipedia.org/wiki/Berna

http://de.wikipedia.org/wiki/Bern

http://en.wikipedia.org/wiki/Bern

Pinche para ver las Fuentes seleccionadas

Vídeo:

Web recomendada: http://www.bern.ch/

Contador: 10130

Inserción: 2014-05-10 16:15:15

 

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