Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

The hermitage of San Tirso and San Bernabé is the best known image of the Ojo Guareña Natural Monument and is one of the 18 caves that form part of the largest karst complex in Spain.

The hermitage, which takes advantage of the entrance to the cave and is closed to the outside with ashlars, is thought by some to date from the 8th-9th centuries, but others place it in the 13th century. However, it is quite possible that the site was used during the Palaeolithic period, as the footprints and parietal artistic representations that appear in numerous rooms and galleries of the complex would suggest. In its time it could also have served as a hermitage and would continue to evolve until it became the present-day hermitage. At first it was dedicated to San Tirso, and it was in the 18th century when it brought together the two dedications, that of San Tirso and that of San Bernabé. This is why the altar has a carving of San Tirso from the 13th century.

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Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 1
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 1

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Exterior. Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 2
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Exterior. Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 2

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 3
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 3

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 4
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 4

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 5
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 5

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 6
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 6

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 7
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 7

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 8
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 8

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 9
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 9

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 10
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

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Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 11
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 11

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 12
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 12

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 13
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

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Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 14
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

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Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Pinturas que narran los suplicios que sufrió San tirso que salió indemne. Interior. Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 15
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Pinturas que narran los suplicios que sufrió San tirso que salió indemne. Interior. Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 15

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 16
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

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Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 17
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 17

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 18
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

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Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 19
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 19

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 20
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 20

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 21
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

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Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 22
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

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Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 23
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

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Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 24
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

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Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 25
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 25

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 26
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 26

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 27
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 27

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Martirio de San Tirso. Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 28
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Martirio de San Tirso. Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 28

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Martirio de San Tirso. Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 29
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Martirio de San Tirso. Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 29

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 30
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 30

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Martirio 1º. El Gobernador Combricio manda a sus ministros que atándole de pies y manos con unas fuertes correas le dislocasen todos los miembros y que lo arrastrasen por las calles de la ciudad. Tirso no presentó el menor sentimiento con aquel castigo. El juez Cumbricio ordena descoyuntar los miembros al santo, pero San Tirso aguanta. Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 31
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Martirio 1º. El Gobernador Combricio manda a sus ministros que atándole de pies y manos con unas fuertes correas le dislocasen todos los miembros y que lo arrastrasen por las calles de la ciudad. Tirso no presentó el menor sentimiento con aquel castigo. El juez Cumbricio ordena descoyuntar los miembros al santo, pero San Tirso aguanta. Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 31

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Martirio 2º. Indignado, Combricio dispuso que le quebrasen las piernas a fin de que no pudiera dar paso alguno y que le arrancasen las pestañas de los ojos con unas agujas agudísimas, para que sirviese de espectáculo risorio a cuantos lo contemplasen. Este castigo no altera la tranquilidad del ilustre mártir. El juez Cumbricio ordena a los soldados a arrancarle las pestañas, cortar sus párpados y deformarle la cara para que se mofen de él, pero el santo se mantiene firme en su fe cristiana. Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 32
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Martirio 2º. Indignado, Combricio dispuso que le quebrasen las piernas a fin de que no pudiera dar paso alguno y que le arrancasen las pestañas de los ojos con unas agujas agudísimas, para que sirviese de espectáculo risorio a cuantos lo contemplasen. Este castigo no altera la tranquilidad del ilustre mártir. El juez Cumbricio ordena a los soldados a arrancarle las pestañas, cortar sus párpados y deformarle la cara para que se mofen de él, pero el santo se mantiene firme en su fe cristiana. Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 32

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Martirio 3º. Los ojos de Combricio echaban centellas de fuego al ver la serenidad de Tirso, y mandó a los verdugos que le quebrasen los brazos con unas bolas de metal, de modo que quedasen los péndulos sin movimiento alguno. Pero Tirso no experimenta castigo alguno. El magistrado, lleno de ira por el fracaso, decreta que le rompan los dientes y sea azotado rematado por bolas metálicas, sin embargo San Tirso sigue soportando el martirio. Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 33
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Martirio 3º. Los ojos de Combricio echaban centellas de fuego al ver la serenidad de Tirso, y mandó a los verdugos que le quebrasen los brazos con unas bolas de metal, de modo que quedasen los péndulos sin movimiento alguno. Pero Tirso no experimenta castigo alguno. El magistrado, lleno de ira por el fracaso, decreta que le rompan los dientes y sea azotado rematado por bolas metálicas, sin embargo San Tirso sigue soportando el martirio. Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 33

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Martirio 4º. Entonces el Gobernador dispuso que lo extendiesen sobre una cama de hierro y amarrado a ella con cadenas bañasen todo su cuerpo con plomo derretido. Oró Tirso suplicando al Señor que convirtiese su tormento contra sus enemigos, a fin de que conociesen el Poder y la Gloria de su Santo Nombre. Saltó el plomo contra sus enemigos y otros infieles que asistían al espectáculo, quedando Tirso sin lesión. Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 34
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Martirio 4º. Entonces el Gobernador dispuso que lo extendiesen sobre una cama de hierro y amarrado a ella con cadenas bañasen todo su cuerpo con plomo derretido. Oró Tirso suplicando al Señor que convirtiese su tormento contra sus enemigos, a fin de que conociesen el Poder y la Gloria de su Santo Nombre. Saltó el plomo contra sus enemigos y otros infieles que asistían al espectáculo, quedando Tirso sin lesión. Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 34

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El cuarto suplicio es cuando los esbirros echan plomo fundido sobre San Tirso, pero el líquido rebota y salpica a todos los espectadores que se encuentran alrededor. Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 35
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

El cuarto suplicio es cuando los esbirros echan plomo fundido sobre San Tirso, pero el líquido rebota y salpica a todos los espectadores que se encuentran alrededor. Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 35

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Martirio 5º. Llega a Nicomedia el Gobernador Silvano, al que dijeron que se encontraba en prisión el inobediente Tirso a los edictos imperiales. Mandó que le atase a Tirso con una fuerte cuerda a una carrucha, y que introduciéndole muchas veces en una caldera de agua hirviendo, lo azotasen el resto con la mayor crueldad. Oró Tirso y reventase la caldera de agua. Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 36
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Martirio 5º. Llega a Nicomedia el Gobernador Silvano, al que dijeron que se encontraba en prisión el inobediente Tirso a los edictos imperiales. Mandó que le atase a Tirso con una fuerte cuerda a una carrucha, y que introduciéndole muchas veces en una caldera de agua hirviendo, lo azotasen el resto con la mayor crueldad. Oró Tirso y reventase la caldera de agua. Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 36

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La quinta pena es decretada por otro juez, Silvano, que decide escaldar a San Tirso en una caldera, pero el mártir se encomienda a Dios y el perol se rompe. Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 37
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

La quinta pena es decretada por otro juez, Silvano, que decide escaldar a San Tirso en una caldera, pero el mártir se encomienda a Dios y el perol se rompe. Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 37

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Martirio 6º. El Gobernador enfadado dio orden a sus ministros “para que precipitasen al valeroso joven por uno de los muros de la ciudad, en el que dispuso hubiese una terrible máquina de puntas de hierro aguadas para arriba” Pero ejecutase el castigo, le libró una mano invisible. No pudiendo los jueces resistir por más tiempo a tantas maravillas, lo llevaron a prisión. Por orden de los Gobernadores Silvano y Combricio, fue conducido a Apamia, de Frigia, azotándolo por verdugos todo el camino y al cuarto día de llegar a la ciudad ambos gobernadores mueren y se levanto un incendio tan voraz que casi quema toda la ciudad, tal y como profetizó el Santo. El juez establece situar espadas boca arriba para lanzar el cuerpo del santo contra ellas, pero tampoco funciona y San Tirso sale indemne. Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 38
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Martirio 6º. El Gobernador enfadado dio orden a sus ministros “para que precipitasen al valeroso joven por uno de los muros de la ciudad, en el que dispuso hubiese una terrible máquina de puntas de hierro aguadas para arriba” Pero ejecutase el castigo, le libró una mano invisible. No pudiendo los jueces resistir por más tiempo a tantas maravillas, lo llevaron a prisión. Por orden de los Gobernadores Silvano y Combricio, fue conducido a Apamia, de Frigia, azotándolo por verdugos todo el camino y al cuarto día de llegar a la ciudad ambos gobernadores mueren y se levanto un incendio tan voraz que casi quema toda la ciudad, tal y como profetizó el Santo. El juez establece situar espadas boca arriba para lanzar el cuerpo del santo contra ellas, pero tampoco funciona y San Tirso sale indemne. Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 38

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Martirio 7º. Vino a Apamia otro gobernador llamado Baudio el cual después de entrevistar a Tirso para persuadirlo de que abandonase la fe cristiana, y negase, “mandaron que lo arrojasen al mar cosido en un costal para que quedase sumergido en el agua”. Y por medio de los ángeles rompióse el saco y del mar fue liberado. Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 39
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Martirio 7º. Vino a Apamia otro gobernador llamado Baudio el cual después de entrevistar a Tirso para persuadirlo de que abandonase la fe cristiana, y negase, “mandaron que lo arrojasen al mar cosido en un costal para que quedase sumergido en el agua”. Y por medio de los ángeles rompióse el saco y del mar fue liberado. Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 39

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En el séptimo martirio otro togado entra en escena, Baudo, que ordena que aten al santo varón con cadenas y le arrojen al mar, pero unos ángeles le desatan y le llevan a la orilla. Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 40
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

En el séptimo martirio otro togado entra en escena, Baudo, que ordena que aten al santo varón con cadenas y le arrojen al mar, pero unos ángeles le desatan y le llevan a la orilla. Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 40

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Martirio 8º. Baudio teniendo que partir para Apolonia mandó que lo llevaran azotando aquella ciudad, donde “metieron a Tirso en el anfiteatro y soltaron las fieras para que lo despedazasen” Pero éstas se postraron como mansos corderos a los pies del Santo. Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 41
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Martirio 8º. Baudio teniendo que partir para Apolonia mandó que lo llevaran azotando aquella ciudad, donde “metieron a Tirso en el anfiteatro y soltaron las fieras para que lo despedazasen” Pero éstas se postraron como mansos corderos a los pies del Santo. Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 41

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La octava sentencia es más dura pues trasladan al santo al circo para que le devoren las fieras, pero estas se acercaban a San Tirso y le lamían las heridas. Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 42
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

La octava sentencia es más dura pues trasladan al santo al circo para que le devoren las fieras, pero estas se acercaban a San Tirso y le lamían las heridas. Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 42

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Martirio 9º. Quedó pasmado Baudio y “mandó que lo azotasen los verdugos, delante de todos los gentiles del templo de Apolo”. Oró Tirso y el templo se llenó de espantosos truenos que hicieron caer todas las estatuas de los dioses romanos. Un famoso sacerdote romano llamado Calinio que allí se encontraba, abandona sus vestiduras en el fuego del incienso desengañado de los errores que habia seguido hasta entonces, y reconoce como verdadero Dios al de Tirso. Baudio oyendo la confesión, mandó degollar a Calinio. De nuevo, la ira del gobernador exige azotarle en el templo de Apolo para que renuncie al cristianismo, sin embargo cuando se ejecuta el castigo las estatuas del templo se desploman. Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 43
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Martirio 9º. Quedó pasmado Baudio y “mandó que lo azotasen los verdugos, delante de todos los gentiles del templo de Apolo”. Oró Tirso y el templo se llenó de espantosos truenos que hicieron caer todas las estatuas de los dioses romanos. Un famoso sacerdote romano llamado Calinio que allí se encontraba, abandona sus vestiduras en el fuego del incienso desengañado de los errores que habia seguido hasta entonces, y reconoce como verdadero Dios al de Tirso. Baudio oyendo la confesión, mandó degollar a Calinio. De nuevo, la ira del gobernador exige azotarle en el templo de Apolo para que renuncie al cristianismo, sin embargo cuando se ejecuta el castigo las estatuas del templo se desploman. Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 43

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Martirio 10º. El Gobernador tan deseoso de dar muerte a Tirso “manda a los ministros que lo encerrasen en una caja de madera bien oprimido y que le aserrasen miembro a miembro”. Estuvieron nueve horas haciendo uso de la sierra que haciéndose más y más pesada se cansaron no pudiendo herir al santo. Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 44
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Martirio 10º. El Gobernador tan deseoso de dar muerte a Tirso “manda a los ministros que lo encerrasen en una caja de madera bien oprimido y que le aserrasen miembro a miembro”. Estuvieron nueve horas haciendo uso de la sierra que haciéndose más y más pesada se cansaron no pudiendo herir al santo. Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 44

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Llega el último martirio, y los jueces deciden cortar al beato con una gran sierra, pero los dos verdugos no logran su cometido; cuando, de pronto, se escucha una voz indicando a San Tirso que «ha llegado tu tránsito a los cielos». Todos quedan postrados mientras los jueces responsables del martirio expiraban entre horribles padecimientos, los mismos que habían realizado a San Tirso. Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 45
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Llega el último martirio, y los jueces deciden cortar al beato con una gran sierra, pero los dos verdugos no logran su cometido; cuando, de pronto, se escucha una voz indicando a San Tirso que «ha llegado tu tránsito a los cielos». Todos quedan postrados mientras los jueces responsables del martirio expiraban entre horribles padecimientos, los mismos que habían realizado a San Tirso. Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 45

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Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 46
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 46

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 47
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

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Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 48
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 48

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Sepulcro, Mazmorra, Silo. Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 49
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Sepulcro, Mazmorra, Silo. Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 49

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Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 50
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

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Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 51
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

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Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 52
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

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Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 53
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

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Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Localización. Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 54
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Localización. Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña 54

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña
Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña

Hermitage of San Bernabé de Ojo Guareña
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