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Nombre:

Tiro

Otro: Tyr, Sour

Localización:

Tipo: Urbanismo

Categoría:

Foto:

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Continente: Asia

País: Líbano

Localización: Distrito de Tiro, Gobernación Líbano-Sur

Año: III milenio a.

Estado: Terminado

Descripción:Tiro, la antigua isla de Líbano en el Mediterráneo

Viajero Crónico

En una de nuestras últimas etapas en nuestro viaje por Líbano, poníamos rumbo a Tiro (Tyre en inglés y Sour en árabe -se pronuncia Sur-), la mayor ciudad al sur de Beirut y donde fenicios y romanos dejaron una gran huella.

La mayoría de viajeros opta por visitar Tiro y Sidón en una excursión de un día desde Beirut. Es una alternativa ideal para quienes quieran hacerlo todo desde la capital libanesa y prefieran no alquilar coche, dada su cercanía con la ciudad.

Tiro, una historia ligada al mar

Tras días de ruta por el país, ya estábamos en el sur; Tiro es el punto más cercano a la frontera con Israel que visitaríamos en el viaje,. Es una ciudad capital en la historia reciente de Líbano, pero cuya relevancia todavía es mayor si nos remontamos a sus inicios.

Empecemos por el principio, porque llegar a Tiro es hacerlo a una ciudad con más de 5.000 años de historia y una de las más importantes de Líbano.

Los fenicios levantaron aquí una de las ciudades más importantes del planeta allá por el 3.000 a.C. y la fortificaron con una gran muralla que la rodeaba.

La principal peculiaridad de aquella antigua ciudad de Tiro es que, a diferencia de otras grandes ciudades fenicias que sencillamente se construían en buenas posiciones en la costa, esta fue una de las dos únicas que se conocen (la otra es Arwad, en Siria) que fueron erigidas en islas junto a la costa, lo que las convertía en ciudades casi inexpugnables.

Esta manera de construir aprovechando islas cercanas a la costa, les permitía ser defensivamente más fuertes, así como un acceso más cómodo para sus barcos, una doble ventaja y también una de las mayores curiosidades de Líbano.

Y justo encima de esa isla estamos hoy nosotros, rehaciendo los pasos de aquellos fenicios que convirtieron a Tiro en potencia mundial y estrecharon lazos con numerosos pueblos, como la relación comercial que mantenían entre los siglos XIII y XVI a.C. con los faraones egipcios Amenophis III y Akhenaton.

O la relación con Israel, que aparece mencionada en el Antiguo Testamento y que cuyo resultado fue, entre otros, el envío de los mejores materiales y constructores de Tiro, quienes levantaron grandes edificios en Jerusalén, entre los que se encuentra el Templo de Salomón.

En aquel momento, durante el siglo X a.C., Tiro tuvo su mayor esplendor. Se podría decir sin muchos tapujos que Tiro fue la reina del Mediterráneo.

Estos lazos y prosperidad pudieron consolidarse porque dominaron el mar. De hecho, se dice que los comerciantes tirios fueron los primeros en navegar el Mar Mediterráneo y crear las primeras colonias en las costas mediterráneas.

Aquellas primeras expediciones marítimas alrededor del año 1.000 a.C. se dirigieron a India y al Mar Rojo, pero Tiro ya dominaba las costas de Chipre e Israel. Más tarde, en el siglo IX a.C. Tiro marcó como objetivos de su expansión el lejano oeste, llegando hasta las costas de Túnez.

El dominio de Tiro se prolongó durante siglos y estuvo basado en el comercio de productos como el tinte de color púrpura que se inventó en la cercana Byblos– Este fue el motivo que la llevó a ser objeto de deseo de los grandes imperios.

Un ejemplo de ello fue el asedio al que el rey babilonio Nebuchadnezzar la sometió durante 13 años en el siglo VII a.C. que, sin embargo fue infructuoso. ¿Os acordáis de esa construcción inteligente de la que os hablaba?

Pero la resistencia de Tiro cayó cuando Alejandro Magno incluyó esta ciudad de Líbano entre sus deseos en el año 332 a.C.

El conquistador macedonio trazó una estrategia sin precedentes basada en la completa destrucción de la ciudad de Tiro que quedaba unida a tierra firme y extender todos los escombros en una gran estructura que llegase hasta la isla.

De esta manera se produjo un intenso asedio a Tiro que duró más de siete meses y que acabó con la resistencia de esta ciudad de Líbano. Finalmente cayó rendida a Alejandro Magno y el imperio griego.

Más tarde llegaron los romanos, que controlaron Tiro desde el siglo I a.C. De ahí es el mayor legado que hoy observamos en los yacimientos de esta interesante ciudad de Líbano.

Bizantinos, árabes, cruzados, mamelucos y otomanos se fueron sucediendo en el dominio de la ciudad durante siglos.

Muchos de los vestigios de esta larga historia pueden verse en la actualidad en Tiro, principalmente en los yacimientos Al-Bass y Al-Mina, donde destacan las ruinas romanas.

La historia más reciente también habla de la resistencia de Tiro, aunque en este caso una resistencia a las bombas y las ametralladoras, ya que en la guerra que enfrentó a Líbano e Israel en 2006, la ciudad fue uno de los grandes objetivos por considerarse uno de los bastiones de Hezbollah.

Pocos podían llegar hasta allí por ser uno de los puntos de conflicto más calientes de la guerra, algo que explica de maravilla el escritor vasco Mikel Ayestarán en el libro ‘Oriente Medio, Oriente roto’, una lectura que os recomiendo antes de viajar a Líbano.

Qué ver en Tiro

La ciudad, que fue declarada como Patrimonio de la Humanidad en 1984, rebosa historia y casi todo lo que hay que ver en Tiro gira en torno a sus yacimientos arqueológicos.

Yacimiento de Al-Mina

Estamos metidos de lleno en lo que fue la isla que ocupaba inicialmente la ciudad de Tiro. Sorprendente, ¿no? A mi sencillamente me alucinaba pensar que hace no demasiado aquello era una isla.

Accedemos sin dudar a las ruinas y lo primero con lo que topamos es con una enorme calzada flanqueada por columnas cuyo final conduce hasta el mar.

En la parte central, entre las columnas, hay un gran mosaico. A mí siempre he han sorprendido los mosaicos por el nivel de detalle con el que eran capaz de trabajar.

Las ruinas de Al-Mina, que significa literalmente «puerto», son principalmente de la época romana, aunque también pueden verse algunos vestigios de la época bizantina.

A un lado de esta gran calzada se encuentra la “arena”, un recinto cerrado en el que tenían lugar espectáculos de lucha y en el que cabían hasta dos mil personas para presenciarlos.

Al otro lado vemos lo que eran unos baños romanos donde se diferencian perfectamente las diminutas columnas en el suelo que servían para que circulase el agua caliente y de ahí el vapor de agua calentase los baños.

Al lado vemos una palestra que según leemos podría haber sido una fábrica de tinte de púrpura, aunque apenas se distinguen unas cuantas piedras.

Yacimiento de Al-Bass

Este es el segundo de los yacimientos importantes que ver en Tiro y, de hecho, no tiene nada que envidiar al de Al-Mina.

Estas ruinas también son principalmente del periodo romano, aunque igual que en las otras, se observan restos bizantinos. Poco tiene que ver con la magnitud de Baalbek, sin embargo, es un lugar apasionante y lleno de sorpresas.

La entrada conduce directamente a una calzada bizantina sobre la que caminamos. A los lados, hay una enorme necrópolis y decenas de sarcófagos con diferentes inscripciones y tallas.

En un cementerio enorme en el que también se aprecian diferentes estancias y mosaicos. Bizantinos y romanos dejaron en Tiro un legado inmenso.

Al final de la calzada se atisba un arco de aspecto bastante nuevo al que nos acercamos.

Es un arco de triunfo construido en el siglo II, aunque nuestra impresión se confirma, ya que está totalmente reconstruido tras los daños que le produjo el enorme terremoto del año 551.

Cruzamos el arco y las diferencias con lo que hemos podido ver hasta aquel momento son evidentes; el nivel de la calzada baja de repente y estamos en la parte romana de Tiro.

Hay dos grandes hileras de columnas en las que se encontraban los comercios de la ciudad y los restos de un acueducto que utilizaban para traer el agua hasta Tiro desde las fuentes cercanas.

Justo al lado observamos una enorme explanada de césped y unas gradas, es el Hipódromo romano más grande y mejor conservado del mundo y se encuentra en Líbano, lo que vuelve a confirmar la magnitud del viaje para quienes adoran ver ruinas.

Es divertido estar en el hipódromo, caminamos sobre el césped y subimos a las gradas, sintiéndonos como aquellos espectadores que presenciaban carreras de carros. En el Hipódromo de Tiro cabían 30.000 personas, pero hoy solo somos nosotros cuatro.

También se puede caminar por debajo de las gradas, el lugar donde se preparaban los corredores y los carros para salir a la carrera.

Otros lugares que ver en Tiro

Además de los dos yacimientos principales, hay otros lugares interesantes que puedes ver en Tiro. Y cuidado, que no todo son ruinas, porque la ciudad respira un ambiente tranquilo junto al mar al que acuden numerosos libaneses.

El puerto de Tiro es uno de los centros neurálgicos en cualquier época del año. Hay tiendas, restaurantes y cafés encarados al mar. Es un espacio agradable por el que pasear y relajarse. Además es la zona cristiana, por lo que es fácil encontrar algo de alcohol si quieres tomarte una cerveza.

Desde allí puedes caminar a través de la playa rocosa de Al Gamal, un rincón agradable en el que los tirios se acercan durante el día a tomar el sol, pescar o pasear a sus mascotas.

Si te alejas del puerto, hacia el interior de la ciudad, encontrarás varios vestigios interesantes, como la Torre Mameluca o las Ruinas de los Cruzados. Están prácticamente junto al yacimiento del Al-Mina, donde se pueden ver los restos de una Catedral Cruzada y un gran complejo en ruinas. No se puede entrar, pero se ve perfectamente desde el camino.

Una última visita que puedes hacer, aunque nosotros no tuvimos tiempo, es al campo de refugiados palestinos más grande de Líbano. Está ubicado tras el yacimiento de Al-Bass y viven más de 10.000 personas. Nosotros solo lo vimos desde las ruinas y no nos aventuramos a visitar el interior, pero si tienes tiempo, seguro que es un lugar en el que aprender muchísimo.

https://cronicoviajero.com/que-ver-tiro-libano/

Tiro, la ciudad fenicia que sólo Alejandro Magno consiguió conquistar

Tiro está a unos 80 kilómetros de Beirut. Prácticamente no la vimos, ya que fuimos derechos a los yacimientos arqueológicos de la antigua Tiro. La ciudad fenicia de la que Heródoto y Homero escribieron.

Los fenicios construían en estas costas de una manera peculiar. No lo hacían en el continente, sino que aprovechaban las islas cercanas para edificar sus templos y fortalezas. Esto les permitía tener un acceso para sus barcos más metido en el mar, sin depender de que la costa ofrezca buenos fondeaderos, y por lo que he leído también aprovechaban así el cambio de los vientos. Ni que decir tiene que a nivel defensivo es mucho mejor porque se podía evitar el acceso a las murallas.

Fue en el siglo diez antes de Cristo cuando la ciudad alcanzó su época dorada. Por aquél entonces era la ciudad fenicia más importante, y el Rey Ahiram la comandaba logrando una importante expansión geográfica y económica.

Su éxito radicaba en el comercio de productos de lujo, en especial el tinte de color púrpura, y en la calidad de los barcos construidos en sus astilleros.

En el año 814 antes de Cristo la princesa Dido (¿no te encanta este nombre?) salió de Tiro y navegó hacia el oeste hasta llegar a lo que hoy es Túnez. Allí fundó la ciudad de Cartago.

Un buen ejemplo de esa construcción inteligente de los fenicios es que hacia el final del siglo siete antes de Cristo el rey babilonio Nebuchadnezzar asedió Tiro durante 13 años, y no logró conquistarla.

Después llegaron los persas, pero estos prefirieron establecer relaciones de colaboración y no de sometimiento, así que Tiro se convirtió en el proveedor de barcos y soldados para la flota persa durante las guerras con los griegos.

Todo terminó cuando Alejandro Magno llegó dispuesto a conquistarla, en el año 333 antes de Cristo. Acababa de someter al Rey Darío en la batalla de Issus, así que venía con ganas… Teniendo en cuenta lo que les había pasado a los babilonios, Alejandro Magno decidió destruir la ciudad que se extendía en la costa y con los escombros unió la isla de Tiro al continente. Así pudo atacar y asediar a sus habitantes con saña durante siete meses, entre enero y julio, hasta que no pudieron más.

Alejandro entró en Tiro y masacró a su población, que alcanzaba ya los 30.000 habitantes. La ciudad se sometió a las leyes griegas y se adoptaron las costumbres y cultura helenística. Luego vinieron los romanos, que por cierto les gustaba imitar a los griegos en eso de las artes y las buenas maneras, sobre todo los ricos… Y después les siguieron los bizantinos.

La UNESCO declaró Patrimonio de la Humanidad de arquitectura romana a Tiro en 1984. En verano se hace un festival internacional de música y artes en los mismos yacimientos.

Los restos de toda esta historia son visibles en varios puntos alrededor de la ciudad. Los más importantes son dos: Al-Bass y Al-Mina. Son muy distintos y están llenos de sorpresas, así que no te recomiendo saltarte ninguno. Ahora mismo te los cuento :)

Yacimiento de Al-Bass

Llegamos a la entrada y se advierte poca cosa desde fuera. Empieza a lloviznar un poco, y empiezo a dudar del interés del sitio. Qué equivocada estoy. En cuanto nos aproximamos me doy cuenta de que este es un lugar muy especial.

En el yacimiento de Al-Bass confluyen de forma muy visible las épocas romana y bizantina, y es único por varias cosas.

Empezamos andando por una antigua calzada bizantina. A los lados hay sarcófagos de mármol y piedra con algunos relieves e inscripciones. También hay casas, templos y capillas de distintas épocas. Muchas con habitaciones que aún lucen suelos cubiertos de mosaicos, o de baldosas de distintos mármoles.

Detrás de las ruinas empiezan las casas modernas. Se las ve algo destartaladas. Hay un minarete que llama a la oración a las horas correspondientes, y algunas banderas. Es uno de los campos de refugiados palestinos más extensos de Líbano. Allí viven, encerrados en el guetto, unas diez mil personas. Probablemente más.

Seguimos en la calzada bizantina. Mirando hacia delante, al fondo, un gran arco de triunfo del siglo II marca la “frontera” con la antigua ciudad romana. Pudo ser levantado durante el reinado del emperador Adriano. Está totalmente reconstruido porque un fuerte terremoto lo tiró abajo allá por el año 551.

A partir del arco la calzada está a un nivel más bajo. A continuación se despliegan dos hileras de pórticos y columnas que albergaban las tiendas del mercado de entonces. Como en la antigua Jerash.

A la izquierda se extienden los restos de un antiguo acueducto. Servía para llevar el agua a las fuentes de Ras Al-Ain, a seis kilómetros de distancia.

Y junto al acueducto, el Hipódromo. Una extensión enorme de hierba alrededor de la cual quedan algunas gradas. Allí se sentaba el público para disfrutar de las carreras de carros. Estos tenían que rodear una gran columna que hay más o menos en el centro. Dicen que es el hipódromo más grande del mundo, o el segundo más grande, según la versión, con una capacidad de 30.000 personas.

Hoy puedes subir a las gradas como entonces y contemplar las ruinas desde arriba. Y andar por los bajos de las mismas. Allí donde los corredores y carros se prepararían, se encomendarían a los dioses…

Volviendo hacia la salida caminamos de nuevo por la zona bizantina y observamos más y mejor la enorme necrópolis. Hay cientos de sarcófagos que siguen ahí, mojándose bajo la lluvia o tostándose bajo el sol, según el día. Impresiona.

Yacimiento de Al-Mina

Después de comer en la ciudad moderna de Tiro, cerca de la playa, nos vamos a Al-Mina. Estamos frente a la costa y en realidad esta fue la isla que Alejandro Magno conquistó con su estrategia de unirla al continente a base de escombros.

La entrada ya promete mucho. Al final de una pasarela se alzan varias columnas enormes recortándose en el horizonte de mar. Entre ellas hay un mosaico enorme, en una colina cercana destaca un sarcófago con la cabeza de Medusa exquisitamente cincelada en el mármol…

Incluso hay una “arena” donde hasta dos mil espectadores disfrutaban de espectáculos de lucha y boxeo. Me acuerdo de un espectáculo de kik boxing que atraía a muchos espectadores en la noche de Amman, en el antiguo teatro romano. No hemos cambiado tanto.

Un poco más allá, donde las nueve columnas, había una palestra que más tarde pudo ser una fábrica de tinte de púrpura. Al lado se extienden los baños romanos, en los que se distingue claramente las pequeñas columnitas formadas con discos de arcilla que sostenían el suelo y dejaban un espacio vacío para que pudiera circular el aire caliente. ¿Quién dijo que el suelo radiante es un invento moderno? repito: no hemos cambiado tanto…

Andando por aquí y por allí descubrimos restos de escoria del vidrio que también fabricaban aquí los fenicios. Aprendo que el color le viene de los minerales que hay en los materiales naturales con que se hace. Si hay cobre, tornará a verde. Si hay hierro, a rojo. Fascinante el mundo de los colores.

El mito de Tiro y la púrpura

Cuenta la leyenda que el dios fenicio Melqart se encontraba un día paseando por la playa con la ninfa Tiro, a la cual pretendía. Les acompañaba el perro de ella, que mordió un molusco. La boca del animal se volvió de color púrpura y la ninfa decidió que le encantaría tener un vestido de ese color así que aprovechó la coyuntura y le dijo a Melqart que o le regalaba un vestido de color púrpura hecho para ella, o no la volvería a ver…

https://losviajesdeali.com/tiro-y-sidon-excursion-de-un-dia-desde-beirut/

Tiro (en árabe: صور‎ Ṣūr) es una ciudad situada en el sur del Líbano. Con 117 100 habitantes, Tiro se encuentra en la costa oriental del mar Mediterráneo, unos 37 km al norte de Acre, y 32 km al sur de Sidón. El nombre de la ciudad significa ‘roca’. A sus habitantes se les denomina «tirios» en español. La ciudad fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1984, por sus vestigios arqueológicos de diversas civilizaciones.

***

Historia

Tiro fue la más importante de las ciudades de Fenicia, fundada al mismo tiempo que Sidón (hoy Sayda), Biblos (hoy Iubail) y Beritos (hoy Beirut), en el III milenio a. C.

La situación de la ciudad de Tiro no ofrece dudas, está en el lugar conocido como Sur.

Tiro originalmente consistía en dos distintos centros urbanos, uno en una isla y el otro en la costa adyacente ―aproximadamente a 30 estadios (5,6 km) según Estrabón en su Geografía xvi―, antes de que Alejandro Magno conectase la isla con la costa durante su asedio de la ciudad.

Era una ciudad isleña fuertemente fortificada en medio del mar (con muros defensivos de 45 m de altura) y la más antigua, originalmente llamada Ushu (Palaetiro, para los griegos) era en realidad más una línea de suburbios que una ciudad y fue usada principalmente como una fuente de agua y madera para la ciudad en la isla. Flavio Josefo indica que hasta incluso lucharon entre ellos, aunque la mayor parte del tiempo se aliaron debido a la riqueza de la ciudad isleña por su comercio marítimo y sus bosques de madera de cedro, y agua potable de la zona continental.

Fundación

Tiro surge sobre el 1300 a. C., aunque según Heródoto fue fundada alrededor del 2700 a. C. Filón de Biblos (en Eusebio de Cesarea) cita a Sanjuniatón quien comenta que primero estuvo ocupada por Hypsuranius. En la obra de Sanjuniatón se dice que estaba dedicada a «Abibalus, rey de Beritos» (posiblemente Abibaal, el que fue rey de Tiro y posteriormente rey de Sarra).​

Historia temprana

Teatro rectangular en Al Mina.

El comercio del mundo antiguo era almacenado en Tiro.

Los comerciantes tirios fueron los primeros que se aventuraron a navegar en las aguas mediterráneas; Fue un puerto importante de Fenicia, alcanzando gran prosperidad económica; de él salieron barcos para fundar numerosas colonias a orillas del Mediterráneo con el propósito de dominar el comercio marítimo, fundando colonias en las costas e islas cercanas del mar Egeo, en Grecia, la costa norte de África, Cartago, Sicilia, Córcega, en la ibérica Tartessos, e incluso más allá de las columnas de Hércules, en Gadeira (Cádiz).

Driver's Isaiah

Los mismos tirios llamaban a su ciudad Sor o Sur (que quiere decir ‘roca’), y los hebreos la llamaron Tsor. Los griegos la llamaron Tor o Tir, y los romanos adoptaron este mismo nombre, aunque a veces se la ve nombrada como Sara o Sarra.

https://es.wikipedia.org/wiki/Tiro

https://en.wikipedia.org/wiki/Tyre,_Lebanon

https://fr.wikipedia.org/wiki/Tyr

https://www.skyscrapercity.com/threads/tyre-sur.351742/

https://www.facebook.com/TyreCity/photos_by

https://www.facebook.com/LiveLoveTyre/posts/the-tyre-hippodrome-is-a-unesco-world-heritage-site-of-the-city-of-tyre-in-south/1491869194483850/

https://lebanonuntravelled.com/triumphal-arch-of-tyre/

https://guide.moovtoo.com/LB/en/culture-heritage/detail/aqueduc-romain-a-tyre-18580

https://libnanews.com/liban-patrimoine-vielle-ville-tyr-sud-archeologie/

https://followinghadrianphotography.com/2020/01/20/tyre/

Vídeo:

Web recomendada:

Contador: 69

Inserción: 2025-04-20 16:03:00

 

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