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Nombre:

Catedral Metropolitana de la Ciudad de México

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Localización:
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Tipo: Edificios Religiosos

Categoría:

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Continente: América

País: México

Localización:

Año: 1571-1657

Estado: Terminado

Descripción:Conjunto de la Catedral Metropolitana

(Publicado en Indaabin el03/12/2010-11:45)

La Catedral Metropolitana de la Ciudad de México está considerada como uno de los conjuntos religiosos más hermosos e importantes de América. Su construcción se inició en el siglo XVI y continuó hasta el XVIII.

La Catedral Metropolitana de la Ciudad de México está considerada como uno de los conjuntos religiosos más hermosos e importantes de América. Su construcción se inició en el siglo XVI y continuó hasta el XVIII. Como su edificación corrió a cargo de diversos arquitectos no es de extrañar que en ella se mezclen diferentes estilos: herreriano, gótico, barroco, churrigueresco y neoclásico.

Su interior constituye una amplia muestra del arte religioso, todo un tesoro en el que destacan el Altar de los Reyes y el Altar del Perdón. En su coro se encuentran los órganos monumentales, la sillería, la reja metálica de tumbaga y en las siete capillas laterales pinturas y retablos de gran importancia. Con el fin de exhibir parte de su acervo artístico en la Mitra Metropolitana se ha instalado el Museo de Arte Sacro.

Si nos remontamos al siglo XVI, en los territorios que hoy ocupa el Distrito Federal se encontraba México-Tenochtitlan, formada por la denominada traza con la ciudad española al centro y a su alrededor la población indígena en cuatro Barrios: Cuepopan, Atzacualco, Moyotlan y Teopan a los que se sumaba al norte, México Tlatelolco. Un poco más lejanos se encontraban otros asentamientos que correspondían con núcleos prehispánicos, conocidos como Tacuba (Tlacopan), Atzcapotzalco, Iztacalco, Iztapalapa, Tláhuac, Coyoacán y otros más pequeños como Cuauhtepec o Atzacoalco en el norte, o Atlapulco, Ixtayopan o Acalpixca en el sur. Si se consultan mapas y planos antiguos se puede constatar que las iglesias antiguas de la región se corresponden con los asentamientos prehispánicos del Valle de México, ya que estos fueron los terrenos en que debía implantarse la Iglesia y donde debían surgir y surgieron sus construcciones.

Es de sobra conocido que la iglesia más importante de una diócesis es la catedral, es la sede del obispo y junto con ella resulta común tener anexa una iglesia en la que se administren los distintos sacramentos como el bautismo, la confirmación o el matrimonio; esta iglesia suele llamarse Sagrario. José María Marroqui afirma en su obra, La Ciudad de México, que se debe considerar a la parroquia del Sagrario como la más antigua de esta ciudad, y como su primer párroco al clérigo Juan Díaz, a quien sucedió Pedro de Villagrán. La parroquia tuvo su origen en una sala baja de la casa de Hernán Cortés en la Plaza del Empedradillo y antes en las habitaciones de los conquistadores, según consta en la narración de Bernal Díaz del Castillo.

La primitiva CatedraI, construida entre 1524 y 1532 por disposición de Hernán Cortés en diez solares que señaló el Cabildo, se levantaba en el ángulo suroeste del actual atrio. Era un templo muy pobre, de planta basiliscal y techado de madera; fue construida por Martín de Sepúlveda, Alarife de la Ciudad de México y reconstruida en 1585. Este templo, dedicado a Santa María de la Asunción, estuvo en uso hasta 1626.

En los ya lejanos tiempos de fray Juan de Zumárraga, primer obispo de México, la ciudad de México Tenochtitlan era muy pequeña, pero los límites de su diócesis eran enormes e inciertos ya que abarcaban una franja que iba desde Tampico hasta Acapulco, lo que motivó que en 1536, el obispo Zumárraga promoviera la construcción de una nueva catedral­, por resultar la primera pobre e insuficiente.

En 1544, la Corona Española ordenó al virrey Antonio de Mendoza que mandase hacer la traza. Se hizo un primer proyecto de acuerdo con el plano de la Catedral de SeviIla, pero la construcción no se llevó a efecto sino hasta que una nueva Cédula Real, en 1552, ordenó su edificación. Diez años después, se realizó la primera cimentación del edificio, pero como el proyecto era desmesurado y no se vería terminado nunca, se eligió una segunda traza con orientación norte-sur que fue la proyección definitiva con techumbre de madera al modo mudéjar y con cuatro torres en la esquinas (los cimientos de una de elIas fueron descubiertos en 1975, durante los trabajos de recimentación de la Catedral). El autor del alzado fue Juan Miguel de Agüero; la obra se inició con bastante actividad en 1581, año en el que con el capitán MeIchor Dávila como obrero mayor de la fábrica ya se habían levantado los muros a la mitad de su altura y se habían erigido los grandes pilares. En 1585 se trabajaba en las capillas de la parte oriental, con la intervención del cantero Juan de Arteaga. A principios del siglo XVII se envió a España la traza con la relación del avance de la obra; en respuesta, Felipe III remitió a la Nueva España un proyecto realizado por su arquitecto Juan Gómez de Mora y la orden para que se reunieran en México las personas más entendidas en arquitectura. La decisión fue unánime: se aceptó la traza de Claudio de Arciniega, ya sin las torres del testero y el modelo de Juan de Agüero con cubiertas de bóveda y cúpula en el crucero. La bóveda estelar de crucería gótica de la sacristía data de 1623. Dos años después fue demolida la primitiva catedral.

Es así que el proyecto de la Catedral se atribuye a Claudio de Arciniega y el alzado a Juan Miguel de Agüero. En 1562 se iniciaron los trabajos de la cimentación mientras que el resto de la construcción se desarrolló durante casi tres centurias. Fue hasta finales del siglo XVIII que el arquitecto Manuel Tolsá se encargó de terminar y armonizar la obra.

La fachada principal cuenta con tres grandes entrecalles y en cada lado una torre, en las primeras se aprecian contrafuertes de base cuadrada rematados con enormes roleos. La portada principal fechada en 1672, está formada por dos cuerpos, en el primero se ubica el acceso con cerramiento de medio punto, clave, jambas lisas y dos columnas en los extremos con base de planta cuadrada, fuste estriado y capitel dórico, que muestran nichos con esculturas de San Pedro y San Pablo entre ellas.

En el segundo cuerpo, sobre el acceso, destaca la imagen en relieve de la Asunción de Nuestra Señora flanqueada por dos columnas con fuste recto y capitel jónico y nichos con esculturas en los intercolumnios. Una cornisa corrida divide los cuerpos del remate. Hasta aquí llegaba la altura en 1672, posteriormente se edificó el remate con un medallón en el centro orlado con guirnaldas y el escudo carolino sostenido por el águila austriaca con cuatro pilastras, dos en cada lado, que sostienen un portón curvo sobre el que se apoya el cuerpo prismático que aloja un reloj y las esculturas que representan la Fe, la Esperanza y la Caridad.

El remate fue parte de la creación del arquitecto Tolsá, del que se considera como que la aportación más importante fue la construcción de la cúpula de planta octagonal, que presenta en su tambor pilastras jónicas y entre ellas ventanas de proporción vertical con cerramiento recto, que se rematan por un portón curvo. La cúpula tiene gran peralte y se divide en ocho secciones que llegan a la parte más alta de la base de una esbelta linternilla cuyo cupulín se corona por un gran flamero que según Manuel Toussaint es la llama del amor divino que está ardiendo constantemente sobre el corazón de la iglesia más importante de México. En cada lado de la entrecalle central se encuentran magníficas portadas, construidas a principios del siglo XIX. El primer cuerpo es un poco más bajo que el de la portada principal. El cerramiento también es de medio punto con clave.

En el segundo cuerpo entre dos pares de columnas salomónicas se ubican rehenes en cada una de las portadas, uno escenifica a Jesús entregando las llaves de la iglesia a San Pedro, y en el otro, se representa la nave de la iglesia. La edificación de este cuerpo se concluyó a mediados del siglo XVIII, sin embargo hasta finales de la centuria se le agregó el remate que consistió en un escudo flanqueado por un niño esculpido en cantera.

Las torres de planta cuadrada están conformadas por tres cuerpos: el primero es recto con un pequeño acceso y tres ventanas cuadradas sobre éste; en el segundo se observan un vano central y dos de menores dimensiones en cada lado, con cerramiento de medio punto. En esta sección también se encuentra parte de las campanas. El tercer cuerpo tiene dos vanos al centro, uno con cerramiento de medio punto y otro de forma cuadrada y en cada vado un gran vano rectangular que abarca la altura de los dos centrales. En este nivel se aprecia el resto del campanario.

Las portadas laterales de estilo barroco tienen las mismas características que la anterior, están a la altura del crucero y se componen de tres cuerpos y remate. La portada poniente se concluyó a finales del siglo XVII. El primer cuerpo cuenta con el acceso y dos pares de columnas y entre ellas una escultura de mármol. En el segundo hay una inscripción conmemorativa y se observan cuatro columnas que corresponden con las del primer cuerpo. El tercer nivel presenta columnas salomónicas y un remate con un frontón curvo, una cruz en el centro y una escultura en cada lado. En el espacio bajo, el frontón tenía un escudo con las armas reales de España.

La Catedral ocupa un espacio rectangular y consta de cinco naves y crucero. En la central se encuentra el Altar del Perdón y el coro, y en el ábside el Altar de los Reyes. En cada lado se ubican las naves procesionales y cerrando este espacio las laterales con siete capillas cada una. A la altura del ábside, en el crucero, hacia el poniente se localiza la sala capitular y la sacristía al oriente. El Altar del Perdón presenta un espléndido retablo dorado construido en el siglo XVII, con columnas estípites, el remate es semicircular y en los dos primeros cuerpos se exhiben medallones con imágenes en relieve. El coro consta de dos hileras de sitiales, los de la parte alta están separados por columnillas salomónicas rodeadas de madera dorada. En el centro se aprecia un magnífico facistol de maderas preciosas adornado con esculturas de marfil crema, el coro muestra una reja metálica de tumbaga (una aleación de oro, plata y cobre), fabricada en Macao, China. Los órganos que se ubican sobre el coro datan del siglo XVIII, uno de ellos fue manufacturado en España.

En 1967, la Catedral sufrió un devastador incendio que destruyó la parte superior del Retablo de los Reyes, gran parte del Altar del Perdón y 47 sitiales del coro. Se perdieron también valiosos lienzos como el de la Virgen del Perdón de Simón Pereyns, el San Sebastián Mártir atribuido a Zumaya, la lámina de Juan de Herrera con el Divino Rostro, el Apocalipsis de Juan Correa, y la pintura al temple que decoraba la cúpula principal, obra de Rafael Jimeno y Planes. Los órganos sufrieron graves daños que motivaron su envío a Bruselas para su reparación, que duró tres años tras lo que se colocaron nuevamente en su lugar.

La Mitra Metropolitana que se ubica al noroeste de la Catedral forma parte del conjunto arquitectónico catedralicio. En 1983 se efectuó la restauración del edificio y se sustituyó de la viguería original por losa reticular de concreto. Posteriormente, en 1987 se realizaron algunas modificaciones para instalar en ella el Museo de Arte Sacro.

De acuerdo con Artemio del Valle Arispe, el edificio de la Mitra del Arzobispado de México fue construido por el arquitecto Manuel Tolsá en una parte de lo que fuera el Portal de Chapineros o Taconeros en la antigua Plaza del Marqués. De ser así el inmueble dataría de fines del siglo XVIII y Tolsá habría aprovechado -confiriendo unidad arquitectónica al conjunto- algunas edificaciones ya existentes que correspondieron a diversas dependencias catedralicias como la Hacendaria de Diezmos o Colecturía, la Administración de Obras Pías y la Biblioteca Turriana. El edificio consta de dos plantas y una serie de salas perimetrales que se abren a dos patios interiores.

Alrededor de la Plaza de la Constitución se encuentran los edificios de mayor importancia en la Ciudad de México, entre los que sobresale el conjunto formado por la Catedral Metropolitana, la capilla de Las Ánimas, el sagrario y la mitra. Su construcción significó un avance tecnológico en su momento y hasta nuestros días su conservación sigue siendo un reto para los especialistas. Desde 1973 se han realizado diversos estudios para su reestructuración ya que su estabilidad se encontraba en peligro. Su gran peso (que la ha defendido de los temblores) favorece su hundimiento que es desigual debido a las diferencias entre el antiguo islote y los terrenos de relleno, las estructuras prehispánicas subyacientes y la extracción de agua en toda la ciudad. El conjunto está siendo renivelado por medio de un portentoso sistema de ingeniería de pilotes de concreto y la subexcabación en zonas determinadas. Afortunadamente los trabajos realizados han sido exitosos y los andamios que protegían las bóvedas se han retirado, lo que nos permite admirar este conjunto arquitectónico en toda su magnitud.

http://www.indaabin.gob.mx/gxpsites/hgxpp001.aspx?1,13,72,O,S,0,PAG;CONC;71;10;D;459;1;PAG;MNU;E;2;2;MNU;,

DESCRIPCIÓN DEL MONUMENTO

La Catedral de México ocupa un espacio rectangular y mide interiormente ciento nueve metros, noventa y seis centímetros de largo, por cincuenta y cuatro metros, cincuenta centímetros de ancho. Consta de cinco naves atravesadas por el crucero. La nave central, más alta, está techada con bóvedas de cañón con lunetos; las naves procesionales las presentan vaidas cuyos ornatos las hacen parecer de platillo. Las naves más exteriores forman siete capillas hornacinas de cada lado y a los lados del ábside se abren, del lado de la Epístola, la sacristía, y del de el Evangelio, la sala capitular. Las capillas están techadas, las más antiguas, con bóvedas de crucería, así como la sala capitular, la sacristía y los vestíbulos del lado del norte. El ábside ocupado por la capilla real, ofrece la forma de un rectángulo terminado por un trapecio. La nave central presenta una puerta al sur y otras dos las procesionales; éstas ofrecen también puertas del lado del norte con vestíbulos, como se ha dicho.

PLANTA DE LA CATEDRAL Y DEL SAGRARIO METROPOLITANO.

Los brazos del crucero, que también están cubiertos con bóvedas de cañón con lunetos, tienen en sus extremidades sendas puertas, al oriente y al poniente; en el centro del crucero se forman cuatro pechinas que sostienen la airosa cúpula con su tambor.

Presenta, pues, nuestro edificio una forma piramidal, ascendiendo desde las partes más bajas, o sean las capillas, a las bóvedas de las naves procesionales; en seguida a las de las bóvedas de la nave central y del crucero y luego al cimborrio. En el esquema constructivo que publicamos puede verse la lógica de la construcción, que comenzó por las partes inferiores para llegar a poder edificar el cimborrio y después lo que resta del edificio hacia el sur para concluir con su fachada.

La estructura viene a complementarse por los botareles que trasmiten los empujes de las bóvedas más altas sobre las más bajas, para ser nulificados por los sólidos muros que rematan el edificio.

Las naves se encuentran separadas por gruesos machones que presentan cuatro medias muestras en sus caras y la misma disposición se ve en las separaciones de las capillas; en la parte alta los arcos formeros y torales están formados por la prolongación del fuste de cada media muestra hasta encontrar su correspondiente, sistema original que no se encuentra en otros edificios. La disposición de las naves permite iluminar perfectamente el templo con ciento setenta y cuatro ventanas.

Ocupando dos espacios de la nave central se ve el coro, que se halla rodeado de muros en tres de sus lados. El trascoro está ocupado por el altar del Perdón, frente al cual quedan dos tramos de la nave central y corresponde a la puerta principal que también se llama del Perdón. Cierra el coro una hermosísima reja que da salida a una crujía que conduce al presbiterio, donde se alza un altar que ha sido llamado ciprés. En la parte exterior del coro se ve una riquísima tribuna, volada en que unos hermosos ángeles sostienen el ambulatorio y su balaustrada. Sobre los dos primeros espacios que ocupa el coro, se levantan órganos monumentales, de madera tallada y dorada.

Tal es, a grandes rasgos descrita, la parte arquitectónica de nuestra Catedral; vamos ahora a hablar del interior y, al hacerlo, detallaremos la historia de cada uno de los elementos que constituyen esta obra magna.

http://www.arquidiocesismexico.org.mx/Descripcion del Monumento.html

La Catedral Metropolitana de la Ciudad de México es la sede de la Arquidiócesis Primada de México ubicada frente a la Plaza de la Constitución, en el centro histórico de la Ciudad de México. Las medidas aproximadas de este templo son 59 metros de ancho por 128 de largo y una altura de 60 metros hasta la cúpula.1 Es también una de las obras más sobresalientes del arte hispanoamericano.2 Construida con cantera gris, cuenta con cinco naves y 16 capillas laterales. Está dedicada a la Asunción de la Virgen María.

Historia de la construcción

En el tiempo de la ciudad de Tenochtitlán el área en donde se encuentra la actual catedral estuvo ocupada por un pequeño templo dedicado a Xipe3 o quizá por el templo de Quetzalcóatl, un templo dedicado al sol y otras edificaciones menores.4

Tres años después de concluida la conquista, Hernán Cortés mandó construir una iglesia en el lugar aprovechando material de los templos aztecas. Esta iglesia fue convertida en catedral por Carlos V y el papa Clemente VII según la bula del 9 de septiembre de 15345 y nombrada metropolitana por Paulo III en 1547.6 Pronto quedó clara su insuficiencia y por mandato de Felipe II se derribó en 1552. Los trabajos de construcción de la nueva no comenzaron sino hasta 1571 cuando el virrey Martín Enríquez de Almansa y el arzobispo Pedro Moya de Contreras colocaron la primera piedra de su sucesora, la actual catedral.

La suma del costo de la obra hasta la dedicación de 1657 fue de 1.759.000 pesos. Dicho costo fue cubierto en buena parte por los reyes Felipe II, Felipe III, Felipe IV y Carlos II.6

Luego, hubo un concurso para designar al arquitecto que terminaría la fachada. El proyecto ganador de dicho concurso fue el neoclásico presentado por el veracruzano José Damián Ortiz de Castro, que se antepuso a los de José Joaquín de Torres (barroco) e Isidro Vicente de Balbás. Ortiz de Castro procedería a terminar las torres, parte de la cúpula y obras al interior. La muerte de Ortiz de Castro dejaría las obras en suspenso un breve tiempo. En 1793 el arquitecto valenciano Manuel Tolsá recibe el encargo de finalizar las obras de construcción de la Catedral, que no concluyen sino hasta 1813.7

Entre los arquitectos que intervinieron en las obras de la Catedral a lo largo de los siglos, estuvieron Claudio de Arciniega, que trazó el proyecto inicial, y Juan Miguel de Agüero. Informaron sobre el proyecto, desde el otro lado del Atlántico, Alonso Pérez de Castañeda y Juan Gómez de Mora. Juan Gómez de Trasmonte realizó la mayor parte de su actividad profesional como maestro de obras de la Catedral en la primera mitad del siglo XVII, al tiempo que intervenía en la Catedral de Puebla.8

Sucesos de la Catedral

A lo largo del tiempo la catedral ha perdido parte de su acervo artístico. Se tiene constancia de algunas de las obras perdidas: lámparas de plata de gran tamaño, candelabros, blandones y figuras del mismo metal, la custodia de Borda (88 marcos de peso en oro; con 10 perlas, cubierta al frente por 5872 diamantes y al dorso por 2653 esmeraldas, 544 rubíes y 28 zafiros), un pectoral de oro con reliquias, otro con topacios y brillantes y con anillos de accesorio, alfombras, cojines, colgaduras y muchos tesoros más de características similares.9

El edificio

La fachada

En la fachada se observan tres relieves en mármol blanco. El central representa la Asunción de la Virgen María. El que se tiene del lado izquierdo muestra la entrega de las llaves del Cielo a San Pedro; el que se tiene a mano derecha, la Barca de la Iglesia. Sobre el reloj se encuentran tres figuras representativas de las virtudes teologales: la Fe, la Esperanza y la Caridad. La Fe sostiene una cruz, la Esperanza un ancla y la Caridad sujeta a dos niños. El reloj y las esculturas se deben a Tolsá, así como las balaustradas y florones que coronan todo el conjunto.

El Campanario

En la Construcción del campanario participaron los Arquitectos Juan Serrano, Juan Lazcano y José Damián Ortiz de Castro. Las torres tienen aproximadamente 67metros de altura y cada torre tiene espacio para 28 campanas. La Catedral tiene 30 campanas (2012); la más antigua de ellas, pesa 7 toneladas y se le conoce como Santa María de la Asunción, fue hecha por fundición 5 años después de que se empezó a construir el nivel inferior de la catedral, en 1578. La más grande pesa aproximadamente 13 toneladas y está dedicada a la Virgen María, fue fundida por Salvador de la Vega en 1791. La más reciente fue bendecida por el Papa Juan Pablo II en su visita a México en 2002, y pesa 2 toneladas dedicada a San Juan Diego. La campana más pequeña pesa aproximadamente 60 kilogramos.

El altar del Perdón

El retablo es obra de Jerónimo de Balbás (1735). A principios de 1967 hubo un incendio en la catedral que dañó el altar. Gracias a la restauración practicada se puede admirar el día de hoy una gran obra de arte virreinal. Se llama así porque ahí piden perdón los fieles.Esta es una de las obras más grandes del autor tiene un estilo churrigueresco el cual es muy detallado, todo el acabado de esta obra está cubierto con hoja de oro.

El coro

Personas que cantan cantos hacia Dios y los santos (coro parroquial).

La sillería del coro está fabricada en una excelente talla de tapincerán. Tiene dos niveles de sitiales: el alto para canónigos y el bajo para seíses y sochantres. En la parte superior, tiene figuras talladas en medio relieve, de obispos y santos.

La sillería del coro es fruto del arte de Juan de Rojas (1695). También fue dañada en el incendio de 1967.

Al centro del coro, entre la la reja y la sillería, está un fascistol de caoba, adornado con figuras de marfil, una de las cuales, es un crucifijo que corona toda la obra. Se usa para sostener los libros de canto, y está conformado por tres cuerpos.

La portada del coro y la crujía (el corredor cerrado que va desde es coro hasta presbiterio) fueron hechas con el diseño del pintor Nicolás Rodríguez Juárez bajo la supervisión del sangley Quiauló. La bella reja del coro es de tumbaga y calain, y fueron estrenadas en 1730. Se fabricó en la ciudad de Macao, China,7 y sustituyó a una anterior esculpida en maderas.

Cúpula

Se terminó con adaptaciones al proyecto de Ortiz de Castro. En el interior también se representó la Asunción de la Virgen (Rafael Ximeno y Planes, 1810). La cúpula que existe hoy en día, es obra de Manuel Tolsá, y de tambor octogonal, levantada al centro del crucero, sobre cuatro columnas y rematada por una linternilla. Las actuales ventanas son de Matías Goeritz. En el incendio de 1967, ocasionado por un corto circuito en el Altar del Perdón la pintura de la Asunción se consumió.

Las capillas

Altar principal

Éste desapareció en los años cuarenta del siglo xx; nunca sustituido solo hay un paramento de alabastro con una cruz rodeada de elementos ornamentales; a su izquierda una imagen de bulto de la Virgen en la advocación catedralicia de la Asunción. La mesa del Altar fue puesta con motivo del Santo Jubileo del Año 2000, su estilo modernista choca con los estilos virreinales de la Catedral; fue esta mesa anti-estética e inadecuada la única aportación de Cabildo y obispado en tan notable fecha.

Nave central de la Catedral Metropolitana, con vista del Altar de los Reyes al fondo.

Altar de los Reyes

Artículo principal: Altar de los Reyes.

El Altar de los Reyes, se encuentra en el ábside del templo, detrás del Altar Mayor. Es obra del insigne Jerónimo de Balbás, autor del Altar del Perdón de esta misma catedral, y del Altar Mayor de la Catedral de Sevilla, entre otras.

Este bello altar, que se puede considerar un monumento dentro de otro monumento, es la obra cumbre del estilo churrigueresco español o barroco estípite, y se considera la obra maestra de su destacado autor. Mide 25 metros de altura, 13 de ancho, y 7 metros de fondo; se eleva al fondo de Catedral ocupando el ábside.

Es una talla formada por tres calles verticales, dos laterales y una al centro, adornada con los cuadros La Asunción de la Virgen, y La Adoración de los Reyes, del pintor Juan Rodríguez Juárez. Éste último, es el que da nombre al altar, además de una serie de esculturas de bulto de reyes y reinas canonizados (santificados), que posan a lo largo y ancho del altar.

Fue realizado en maderas preciosas policromados, en una exuberante composición de pilastras y columnas, follaje, guirnaldas y querubines. El conjunto está estofado, revestido con hoja o lámina de oro, lo cual le confiere majestuosidad a la obra. Está cerrado por una doble bóveda, y en lo más alto del conjunto, se haya una representación de Dios Padre, presidiendo el magno conjunto.

Las capillas laterales

Capilla de Nuestra Señora de las Angustias de Granada

La capilla sirve de asiento a la torre más antigua del templo, fue techada entre los años 1624 y 1627. En su retablo lateral derecho cuenta con una pintura del flamenco Martín de Vos que representa a Tobías y el ángel. En el siglo XIX perdió su banco original y todavía en 1964 le fue colocado otro elaborado por Miguel Ángel Soto, por encargo de la Comisión Diocesana de Orden y Decoro. Al parecer su retablo principal fue mutilado en el siglo pasado. Una escultura que albergaba de San Felipe de Jesús se encuentra ahora en Tepotzotlán y un lienzo de San Nicolás obispo de Bari se integró a la colección pictórica del Sagrario, ahora desmantelada.

Capilla de San Isidro

Conocida también como capilla del Santo Cristo Negro, El Señor del Veneno. También terminada entre 1624 y 1627, comunica internamente a la Catedral con el Sagrario, debido a que el Cabildo decidió abrir un acceso que la convirtió en “simple pasadizo”. Cuenta con una portada barroca en cantera gris, obra de Lorenzo Rodríguez (de fines de 1767 y principios de 1768) que hoy día se encuentra gravemente fracturada, debido a una severa grieta que apareció en la nave procesional oriente y que partió a toda la capilla. El parentesco de esta portada “va más con los marcos de las ventanas que... con las portadas exteriores del edificio”, debido a la composición del coronamientos de los marcos.

Capilla de la Inmaculada Concepción

Terminada su bóveda durante el período constructivo de 1624-1648, contó originalmente en su testero con un “retablo reticulado, con soportes salomónicos datable en el último tercio del siglo XVII” dedicado a Santa Ana y con 6 tablas de Juan Sánchez Salmerón. Tan sólo se conservan en la iglesia dos pinturas colocadas en la capilla de la Divina Providencia: la Anunciación a Santa Ana y Los desposorios de la Virgen. Las telas dedicadas a La Purísima con San Joaquín y Santa Ana, La aparición del Arcángel a San Joaquín y El nacimiento de la Virgen se localizan ahora en el Museo del Virreinato.

El 21 de julio de 1752 el canónigo Joaquín Zorrilla regaló a la capilla una importante lámpara de plata que fue fundida en 1847. El sacristán mayor, bachiller Ventura López, no se quedó atrás y también donó un “nicho de vidrios azogados, dentro del cual había dos ceras de Agnus y algunas reliquias; más un Santo Niño recostado en una cruz de madera, con dos chapetas de plata sobredorada”, además de esmeraldas y perlas finas. No se sabe el destino de estas piezas.

El arzobispo michoacano Labastida y Dávalos –quien decidió su nueva advocación- ordenó la primera remodelación de la capilla, colocando un altar neoclásico de alabastro proveniente de la Hacienda de los Negros en Guadalajara, y que fue compartido con la Capilla de San José. Finalmente reconstruido fue enviado al templo de la Asunción en la colonia Industrial, donde desapareció en 1985.

En pleno siglo XX la capilla obtuvo nuevamente un retablo barroco de la modalidad anástila (sin columnas), el del Altar de San José localizado primeramente en el muro oriente de la portada norte. Este altar contiene obras de Simón Pereyns, Baltasar de Echave Orio y José de Ibarra.

Desaparecieron de la capilla un medio punto del siglo XVII que representaba a Jesús en gloria y una pintura de la Asunción de la Virgen de José Ibarra, además de las esculturas representativas de Santa Ana, San Joaquín, San Antonio de Padua, San Lorenzo, San Nicolás Tolentino y dos santos niños.

Capilla de Nuestra Señora de Guadalupe

Fue techada en la tercera etapa de cerramiento del edificio, entre 1653 y 1660, y utilizada antes de la segunda consagración catedralicia, primero como bautisterio y después como sala de juntas de la archicofradía del Santísimo Sacramento y de la Caridad.

Contó con retablos del siglo XVII ensamblados entre 1670 y 1675, que fueron renovados en 1754 mediante un contrato entre la archicofradía y José Joaquín de Sáyago, incluyendo el retablo de Guadalupe y los costados dedicados a San Juan Bautista y lienzos de Cristo Nuestro Señor. En 1807 se decide intervenir nuevamente estos retablos en virtud de que “ya están muy antiguos, están notablemente deteriorados e indecentes por lo que no corresponde al decoro de la misma Santa Iglesia ni al esplendor de un cuerpo tan ilustre y distinguido como la Archicofradía”. La obra es realizada entre 1807 y 1809 (conforme al dictamen de la Real Academia de San Carlos), por José Martínez de los Ríos, con la colaboración, para diecisiete esculturas, de Clemente Terrazas.

Fueron trabajados tres altares: el central continuó dedicado a la Guadalupana, flanqueada por San Joaquín y Santa Ana; el izquierdo dedicado a San Juan Bautista, con sus padres San Zacarías y Santa Isabel; y el derecho que cambió de advocación en 1809, antes con lienzos de Cristo vinculado al Santísimo Sacramento y después dedicado a los jesuitas San Luis Gonzaga, San Estanislao Kostka y San Juan Francisco Regis.

Capilla de Nuestra Señora de La Antigua

Está consagrada a la advocación mariana del mismo nombre, y en el retablo principal, neoclásico, obra de Juan de Rojas (1718), hay una copia de la imagen de la Virgen de la Antigua cuyo original se encuentra en la Catedral de Sevilla. Esta imagen de influencia bizantina era muy venerada por la población española de la ciudad de México durante el período colonial.

Bajo la imagen de la virgen hay una magnífica escultura sevillana del Niño Jesús, original de la primera mitad del siglo XVII y atribuida a Juan Martínez Montañés. Es conocida popularmente como El niño cautivo, debido a que permaneció en Argel junto a Francisco Sandoval de Zapata, racionero de la catedral, quien fue hecho prisionero por piratas del norte de África en 1622, cuando llevaba la escultura hacia México.

Capilla de San Pedro

La capilla de San Pedro custodia otros dos retablos. El primero y principal está dedicado a honrar la vida del santo apóstol y fue edificado hacia 1670. En él se observan ya los lineamientos del barroco temprano en los que aún se observan elementos manieristas como los relieves de lacería, las ménsulas y los pinjantes. El retablo está formado por tres cuerpos, el último de los cuales se integra al espacio arquitectónico dejando al centro el vano de la ventana. El retablo se merece una mención especial por su decoración general en la que sobresalen los variados motivos vegetales e inanimados propios del barroco. En cuanto a las pinturas de este retablo, no se ha podido saber a ciencia cierta quiénes fueron los autores, se trata de obras cuyo tema es la vida de San Pedro, y en un pasaje se recuerda el martirio del apóstol que pidió ser crucificado de cabeza “por no ser digno de morir como su maestro”.

Capilla del Santo Cristo y de las Reliquias

Se construyó entre 1610 y 1615 dedicada al Santo Cristo de los Conquistadores. También recibe el nombre de Capilla de reliquias por las reliquias insignes guardadas en los retablos barrocos. Según algunos historiadores la imagen de Cristo crucificado conocida como el "Santo Cristo de los Conquistadores" (S. XVI O XVII) fue un regalo de Carlos V, otros sostienen que se trata de una obra realizada en estas tierras, lo cierto es que ya en la primera catedral recibía gran veneración.

Las pinturas y esculturas escenifican momentos de la pasión de Cristo uniendo a este tema la pasión o tormento de los santos y santas màrtires. La escultura del "Santo Entierro" es utilizado todos los años en la procesión del Viernes Santo. El retablo de la derecha tiene al centro una Virgen de Guadalupe, de José de Ibarra, ante la que se juró a Santa María de Guadalupe como la Patrona General y Universal de todos los reinos de la Nueva España el 4 de diciembre de 1746, y que conserva una reliquia del ayate de Juan Diego Cuauhtlatoatzin. Las reliquias de esta capilla se exponen anualmente el día de todos los santos y el día de los fieles difuntos (1 y 2 de noviembre). De acuerdo a la tradición, en esta capilla se custodian reliquias de, entre otros, San Vicente de Zaragoza, San Vito, Santa Úrsula, San Gelasio, San Vital de Milán, así como una astilla de de la Vera Cruz y una espina de la corona de Jesús..

Capilla de San Felipe de Jesús

Aquí se encuentran los restos de Agustín de Iturbide. Asimismo, aquí se conserva el corazón de Anastasio Bustamante. En ésta capilla se encuentra una hermosa escultura alusiva al primer santo mexicano: San Felipe de Jesús. Ésta obra, a modo de ver de muchos críticos de arte es la escultura estofada, tallada y policromada mejor elaborada de Iberoamérica.

Capilla de Nuestra Señora de los Dolores

Es de las más antiguas de la Catedral. Terminada hacia 1600 estuvo dedicada a la archicofradía del Santísimo Sacramento, que la decoró suntuosamente. Fue dedicada a la Virgen de los Dolores cuando se coloco en el altar central la escultura, obra de Clemente Terrazas. Esta imagen estuvo en la capilla de palacio en la época de Maximiliano I de México.

Capilla del Señor del Buen Despacho

Se estrenó el 8 de diciembre de 1648 estuvo dedicada al gremio de los plateros que colocaron en ella dos inmagenes de plata maciza, una de la purísima concepción y otra de San Eligio o Eloy.

La decoración de toda la capilla es estilo neoclásico pertenece la primera mitad del siglo XIX.

Capilla de Nuestra Señora de la Soledad

La capilla dedicada a la Virgen de la Soledad fue abierta al culto en la segunda mitad del siglo XVII. Ella protege a los albañiles y obreros que participaron en la construcción de la catedral. El retablo principal está formado por dos cuerpos y un remate, en él se aprecian las columnas salomónicas de capitel corintio que separan las entrecalles. Es una virgen de la Soledad copia de una imagen española. El retablo puede ser ubicado en la década de 1670-1680 gracias a las pinturas con el tema de la Pasión de Cristo hechas por el pintor Pedro Ramírez.

Capilla de San José

Su retablo principal es barroco, procedente de la antigua Iglesia de Nuestra Señora de Montserrat y tiene en el centro la imagen de San José con el Niño, rodeado de santos, entre los que destaca Santa Brígida de Suecia. El retablo lateral es una composición de pinturas barrocas, que consiste en El triunfo de la Fe, La transfiguración, La circuncisión y La asunción.Hay un antiguo Ecce homo sedente, llamado popularmente el Señor del cacao. Es una escultura mexicana de caña de maíz procedente de la primera catedral, y muy venerada por los indígenas durante la colonia, quienes a falta de monedas depositaban como ofrenda semillas de cacao, que en época prehispánica se consideraban valiosas piezas de cambio. En la actualidad es común que los niños depositen ofrendas en forma de caramelos.

Capilla de San Cosme y San Damián

Entre los retablos que decoran el interior de la capilla, el principal está dedicado a honrar a los santos tutelares de la capilla. Consta de dos cuerpos, el remate y tres entrecalles. Es uno de los retablos catedralicios del siglo XVII en los que se puede afirmar que tiene un acento manierista y como prueba de ellos están las columnas clasicistas estriadas. El retablo fue concebido para albergar pinturas, las cuales exaltan la vida de los santos médicos Cosme y Damián y se deben al pintor Sebastián López Dávalos. Al centro hay un antiguo crucifijo de madera conocido como el Señor de la Salud, que es invocado contra enfermedades y se considera protector de la ciudad en casos de epidemias. La última vez que la imagen fue sacada en procesión y trasladada al altar del perdón fue en 2009, con ocasión de la epidemia de gripe A (H1N1); la imagen no se sacaba desde 1691, cuando hubo una epidemia de viruela.

Un pequeño retablo lateral está consagrado al nacimiento de Jesús, y proviene del templo franciscano de Zinacantepec.

Capilla de los Ángeles

Sirve de basamento a lo torre occidental, y fue concluida entre 1653 y 1660. Esta primera capilla fue destruida por un incendio en 1711, por lo que fue inmediatamente sustituida por la actual, finalizada en 1713. Cuenta con unos fastuosos retablos barrocos con esculturas estofadas y policromadas, obras de Manuel de Nava, que representan a los siete arcángeles.

Capilla de las Ánimas

Ubicada fuera de la catedral, vecina al abside el nor-poniente del mismo, esta capilla del siglo XVII desentona con el resto del edificio por su magra construcción. Su sencilla portada, un arco de medio punto, flanqueado por pilastras tableradas; su segundo cuerpo- remate, a su vez flanqueado por un par de ventanas ovaladas. De ningún mérito artístico, esta capilla sirve hoy día, para los bautizos que se llevan a cabo en la Catedral Primada de México.

La sacristía

Es el espacio más antiguo de la Catedral(Chihuahua) . En 1626, al ordenar el virrey Rodrigo Pacheco y Osorio, Marqués de Cerralvo (1624-1635) la demolición del antiguo templo, la Sacristía funcionó (hasta 1641) como el lugar donde se celebraban los oficios. Lógicamente ahí fue colocado el altar mayor y según el inventario de 1632, éste contaba con dos atriles, uno de hierro dorado y el otro de plata hecho por el maestro Pedro Ceballos.

En el interior de la sacristía se puede admirar enormes cuadros de los pintores novohispanos Cristóbal de Villalpando y Juan Correa.En Chihuahua los títulos de los cuadros son: El Triunfo De La Iglesia, La aparición de San Miguel, La Mujer del Apocalipsis (Villalpando); El Tránsito De La Virgen y La Entrada De Cristo A Jerusalén (Correa). Asimismo, hay una pintura atribuida al pintor español Bartolomé Esteban Murillo.

No se cuenta aún con la suficiente documentación para darnos una idea de la decoración interior que presentaba entre 1641 y 1684, pero en cambio si se registran abundantes ornamentos y orfebrería en los inventarios de 1632, 1649, 1654 y 1669, dándonos pistas sobre lo que había.

Los muebles que hoy alberga son del último tercio del siglo XVIII: armarios y cajoneras en madera de bálsamo “que se apegan fielmente a los preceptos que al respecto formuló San Carlos Borromeo”, cardenal y arzobispo de Milán, en sus Instrucciones de la fábrica y del ajuar eclesiásticos de 1577.

Juan de Viera comenta que en las cabeceras de la Sacristía había “dos mesas de caoba de China, negras como azabache, donde se ponen los cálices preparados para el sacrificio, siendo sus tableros de una pieza de dos varas de ancho y dos y medio de largo”. Y continúa señalando que la “caxonera” es de maderas “exquisitíssimas de palo de Saongolica y otros, con sus cerrajes dorados y repartidos a proporción, alacenas con puertas de la misma madera... y en la circunferencia ... junto a los caxones distantes dos varas, sillas de brazos de la misma caoba”. Dichas cajoneras fueron alteradas en fecha reciente debido, al parecer, a problemas de funcionamiento.

Todavía el libro de Toussaint de 1948 registra fotográficamente el ajuar de sillas con patas de cabriola y una credenza con cajones de faldones abombados, patas de cabriola y garra, además de relieves fitomorfos.

El armario para cálices, originalmente ubicado en el muro poniente bajo la Virgen del Apocalipsis de Cristóbal de Villalpando, albergaba gran número de “cálices de oro y vasos del mismo metal guarnecidos de finísimas piedras y otras vasijas y vasos sagrados, candeleros, pedestales, acheros de plata sobre dorada y cruceros ... es mucha su riqueza. Solo de custodias de oro y diamantes tiene cinco, sin una nueva que ha costado 116,000 pesos”. El inventario de 1662 da cuenta de los aguamaniles, uno de ellos obra del platero Ena.

En 1957 se cambiaron el piso y la tarima perimetrales de madera por otro pétreo escalonado; se colocó una reja gemela a la de la sala Capitular (adaptada por el arquitecto Antonio G. Muñoz) para vestibular el espacio creándose una antesacristía. También el maestro Soto alteró las proporciones originales de algunas cajoneras: fue cortada la cajonera corrida del muro testero y se colocó al centro un oratorio de caoba “de gusto híbrido”.

Por último, el lienzo de la Virgen de Guadalupe con donante, obra de Francisco Martínez realizada en 1747 que permaneció largo tiempo en el sótano, ahora preside la sala Guadalupana del antiguo edificio de la Curia.

Las criptas

Cripta de los Arzobispos, con el monumento a Fray Juan de Zumárraga en primer plano. En la parte inferior del altar se aprecia una piedra prehispánica.

La catedral cuenta con criptas para los fieles que deseen adquirir, aunque actualmente se encuentra todavía en proceso de reparación y por lo tanto para ingresar, es necesario ser poseedor o visitante de un nicho en específico.

Debajo del Altar de los Reyes se encuentra la cripta principal que alberga los restos de los arzobispos que han sido titulares de la Arquidiócesis, desde Fray Juan de Zumárraga hasta el Cardenal Ernesto Corripio y Ahumada, cuyos restos fueron depositados en abril de 2008. En el centro de la cripta de los Arzobispos hay un cenotafio con la figura de Zumárraga y todos los demás arzobispos están colocados en nichos en las paredes. Debajo del monumento de Zumárraga hay una escultura azteca que representa una calavera. Otra escultura prehispánica geométrica fue incorporada en la parte inferior del altar.

Los campanarios

Las torres de la Catedral tienen una altura entre 64 y 67 metros. Cada una está rematada en forma de campana (Ortiz de Castro, 1788). La campana puede ser tomada como un símbolo de la comunicación entre Dios y el hombre. Entre las dos cuentan con espacio suficiente para albergar 56 campanas, aunque al día de hoy son treinta las que han sido colocadas. La mayor de ellas tiene el nombre de Santa María de Guadalupe y pesa alrededor de trece toneladas. La más antigua, Santa María de la Asunción (también conocida como Doña María), es de 1578. La más nueva es del año 2002 y fue colocada con motivo de la canonización de Juan Diego. Fue bendecida por el papa Juan Pablo II. Dentro de la parte superior de cada torre hay escaleras de madera de forma elipsoidal, de las cuales hay muy pocos ejemplos en el mundo. Estas escaleras helicoidales u ovaladas son, como se decía líneas arriba poco utilizadas pues el deterioro ocasionado por el tiempo y es evidente, por lo cual solo son usadas por los campaneros. Empero, el enorme desgaste de escaleras y zonas del campanario se ha agudizado por la extensiva visita de turistas a un sitio no hecho para ello, por lo cual se recomienda no realizarla ya que se considera de alto riesgo.

Hechos

En 1943 sucedió un accidente en el interior del campanario. Un campanero inexperto al intentar mover una de las campanas que tienen que moverse por la parte interior fue golpeado en la cabeza y murió al instante. Como consecuencia, la campana fue "castigada" y le fue removido el badajo para que no sonara más. En los años siguientes esta campana se hizo muy famosa y fue apodada como la "castigada" o "la muda" hasta el año 2000, cuando fue perdonada como parte del año del perdón, su badajo le fue instalado nuevamente.

La torre oriente de la Catedral Metropolitana fue restaurada en Octubre del 2007. Durante los trabajos de restauración que se realizaron se encontró una cápsula del tiempo que data del 14 de mayo 1791, y que fue colocada cuando se concluyó la construcción del templo. La caja de 15.5 por 8.2 centímetros fue sellada con soldadura de plomo y se conservó durante 216 años en impecable estado. Alrededor de 50 piezas fueron encontradas en su interior, éstas incluyeron 23 monedas conmemorativas, 5 monedas de plata de la época, 11 medallas religiosas, cinco grabados, un dibujo, un relicario, una pieza de cera de Agnus hecha en el Vaticano, cinco cruces de palma e incluso una oración contra los rayos, los temblores, la peste y las muertes repentinas. En la misma caja había un pergamino colocado que hacía relación de las piezas y revelaba la existencia de otra cápsula del tiempo, en la torre poniente.

La Catedral sufre un hundimiento constante debido al tipo de suelo sobre el cual esta construida, basta con mirar el piso y los objetos que cuelgan del techo para notar este detalle, si se pone a rodar algo en piso podemos ver hacia que lado se esta inclinando y en el pasillo central se encuentra un péndulo que muestra la inclinación que sufre con el paso de los años.

El sagrario

El sagrario es el lugar en los templos donde se contiene reservada la Eucaristía.

En la mayoría de las iglesias novohispanas, el Sagrario constituye un recinto anexo al templo, y en el caso de la Catedral, se trata de un fabuloso edificio de estilo barroco estípite en su exterior, y neoclásico al interior.

Diseñado por Lorenzo Rodríguez, su fachada labrada en cantera gris se yergue orgullosa sobre muros de tezontle rojo, pues rojo es el vaso en que brilla la veladora que ilumina todos los sagrarios cristianos (pues al echar polvo de oro en el vidrio fundido, este se vuelve rojo al solidificarse). Tiene dos portadas, una al sur y otra al oriente. Es de planta de cruz griega, y es la parroquia de la Catedral Metropolitana, anexa a ésta.

http://es.wikipedia.org/wiki/Catedral_Metropolitana_de_la_Ciudad_de_México

http://www.foroxerbar.com/viewtopic.php?t=8549

http://www.delange.org/MetCath/MetCath.htm

http://www.arqhys.com/fotos-de-la-catedral-de-mexico.html

http://www.viajescondestino.com/visitando-la-catedral-metropolitana-de-ciudad-de-mexico/

http://www.sacred-destinations.com/mexico/mexico-city-cathedral.htm

http://www.catedralescatolicas.com/?p=385

http://www.skyscrapercity.com/showthread.php?t=637862

http://www.flickr.com/photos/eltb/with/3744329241/#photo_3744329241

http://www.flickr.com/photos/patrice_schmitz/with/5941820876/#photo_5941820876

Vídeo:

Web recomendada: http://www.arquidiocesismexico.org.mx/

Contador: 21061

Inserción: 2012-07-18 16:48:49

 

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