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Tipo: Urbanismo
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Continente: Europa
País: Mónaco
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Año: 1297
Estado: Terminado
Descripción:DESCRIPCIÓN
Pequeña ciudad-Estado, el Principado de Mónaco (Principatu de Munegu en monegasco) sigue haciéndonos soñar. Ciudad del lujo y de la belleza, obtiene sus beneficios principalmente del turismo, y en particular, del turismo de negocios. Hoy dirigida por el hijo de Grace Kelly, el Príncipe Alberto II, el Principado de Mónaco es muy particular. Además de su lengua, el monegasco (munegascu) y sus especialidades culinarias, el pequeño país, es conocido sobre todo por su Casino y sus juegos. Lugar de residencia del Ballet Ruso durante algunos años, el Principado ha atraído a los más grandes artistas del siglo pasado. Su Ópera y el Ballet de Montecarlo siguen dando la vuelta al mundo.
En el poder desde 2005, el Príncipe Alberto II intenta hacer de Mónaco un ejemplo en materia de ecología sensibilizando los monegascos a los problemas climáticos pero también, y sobre todo, privilegiando las construcciones ecológicas.
Entre las visitas ineludibles del Principado, el barrio de Montecarlo y su famoso «Carré d’or» con el Casino de Montecarlo, el Sporting de invierno, el Café de París… La ciudad se divide además en cuatro otros barrios: la Condamine, los Moneghettis, el Larvotto y el barrio de Fontvieille que ha sido construido «sobre el mar».
HISTORIA
Bien enclavado entre el mar y la montaña, Mónaco estaba bien protegido en caso de ataques, y el puerto de Mónaco se volvió rápidamente un puerto ineludible. Primeramente bautizado como Monoïkos, nombre de la colonia ligur. Este nombre tendría también un vínculo con Hércules, o Heracles en griego, quien habría hecho escala en el peñasco. En la actualidad, solamente el puerto «Port Hercule», sigue inspirando esta leyenda. Pero la historia del Principado comienza realmente el 8 de enero de 1297, cuando François Grimaldi se ampara del poder con astucia. Disfrazado de monje franciscano, infiltra la fortaleza y abre las puertas a sus soldados. Desde entonces, la dinastía Grimaldi reina ininterrumpidamente sobre el peñón. El Principado de Mónaco es hoy el más antiguo del mundo.
Uno de los hechos destacables de la historia de Mónaco es sin duda el paso del Ballet Ruso de Diaghilev. Atraído por el clima, el Casino de Montecarlo, el Café de París… y con la ayuda que le prodiga la familia Grimaldi, el artista instala aquí su compañía permanente en 1922, transformando al mismo tiempo al Principado en un inmenso laboratorio creativo. Con su compañía de Ballet Ruso, Serge de Diaghilev ha participado ampliamente al desarrollo cultural de la ciudad. Sus bailarines, como Nijinsky, Karsavina… entre los más célebres, pero igualmente Fokine, Massine, Ravel, Picasso, Matisse, Jean Cocteau, Debussy, Stravinsky, Braque, Prokofiev, Schuman, Poulenc, Fauré, Chanel… Todos vinieron a Mónaco para participar en los Ballets de Serge de Diaghilev y disfrutar de la vida agradable de Montecarlo.
ANIMACIONES
El Principado de Mónaco - Montecarlo es la tierra de acogida de grandes eventos de envergadura internacional : el Gran Premio de Fórmula 1, el Rally de Montecarlo, el Montecarlo Rolex Masters entre los más famosos, a los que podemos añadir el Festival internacional de circo, el Foro internacional de Cine y Literatura, el Montecarlo Film Festival de la Comedia, el Concurso Internacional de fuegos artificiales piro-melódicos de Mónaco, Herculis, "les Sérénissimes de l’humour", el "Iron Man Show", el Internacional Jumping Montecarlo… y más recientemente la largada del Tour de France 2009.
En cuanto al turismo de negocios, Mónaco sigue organizando numerosos salones para profesionales y posee un gran centro de Congresos. "Mónaco Travel Market" presenta el mercado de viajes de lujo, para los arquitectos ambiciosos será Batilux, por las nuevas tecnologías "Direction Imagina", "Sportel" aborda las relaciones TV-deportes, el Salón "Ever Mónaco" para los coches ecológicos, etc… Todos estos salones se realizan en el Foro Grimaldi.
Igualmente Centro cultural, el Foro Grimaldi acoge otras manifestaciones. Cada verano, una exposición especial es organizada por el Palacio de Congresos. Hasta ahora, la exposición «los Años de Grace Kelly» ostenta el récord de visitantes y, a raíz de su éxito, la exposición Princesa Grace se ha lanzado a una vuelta al mundo prometedora (Francia, Rusia…). En 2008, «Las Reinas de Egipto» han intentado destronar a la Princesa Grace sin éxito. Queda por ver si la exposición «Moscú: Esplendores de los Romanov» estará a la altura en 2009. Por otra parte, con motivo del centenario del Ballet Ruso en Mónaco, numerosas manifestaciones y exposiciones son propuestas a través de todo el Principado.
PASEOS
El interior de la región nizarda ofrece un abanico de pequeños pueblos simpáticos a visitar, como Gourdon, encaramado en la montaña, Biot con sus sopladores de vidrio, Saint-Martin-de-Vésubie, Vence, el pueblo de Mougins, Fayence…
ARQUITECTURA
Lugar clave para los desafíos arquitectónicos, Mónaco busca sin cesar nuevas maneras de ampliar su territorio para alojar a todos los monegascos. El aprovechamiento del espacio en altura, del espacio sobre el agua, con su proyecto de extensión sobre el mar, hacen del Principado un verdadero terreno de juego para los arquitectos. Otro gran desafío arquitectónico: combinar ecología, ahorro de energías y arquitectura moderna.
COMERCIO
Muchas tiendas de lujo y en particular de moda…
ENTRETENIMIENTOS
Mónaco posee una extensa colección de museos: el Museo oceanográfico de Mónaco, el Museo de antropología prehistórica con la gruta del observatorio de Mónaco que se encuentra en el jardín exótico, el Museo de sellos y monedas, el Museo nacional de autómatas y muñecas antiguas, el Museo de los Recuerdos Napoleónicos y la colección de archivos históricos del Palacio, el Museo Naval… Sin olvidar la Capilla "de la Miséricorde", la Catedral de Mónaco, el jardín japonés de Mónaco, el jardín de animales, el puerto Hércules, el Palacio del Príncipe situado sobre el peñasco con la antigua ciudad…
GASTRONOMÍA
Los «barbarjuans»… esos pequeños buñuelos a base de acelgas, aceite de oliva, arroz y queso parmesano, son ciertamente la especialidad del Principado. Además, los monegascos reivindican muchos otros platos mediterráneos como la «pissaladière» o la «fougasse», atribuyéndole un origen monegasco y no nizardo. Un eterno debate…
DEPORTES
Pueden practicarse todos los deportes náuticos, desde la vela hasta el buceo. La ciudad también tiene una gran piscina en el puerto así como una pista de patinaje.
Con la montaña a pocos kilómetros, las estaciones de esquí (Isola 2000, Auron, Valberg) proponen toda clase de deportes de invierno (esquí, snowboard, raquetas…). Durante el verano, los visitantes pueden disfrutar de la montaña aprovechando las excursiones a pie, en el Parque del Mercantour por ejemplo.
En cuanto al golf, varios campos son accesibles en las cercanías.
PARQUES
A pesar de su fuerte urbanización, Mónaco Montecarlo tiene espacios verdes muy bellos, como el Parque Princesse Antoinette, el Parque paisajístico de Fontvieille y la rosaleda «Princesse Grace de Monaco», sin olvidar el jardín exótico de Monaco. Los jardines y terrazas del Casino ofrecen un marco muy agradable para un pequeño paseo…
SITUACIÓN y ACCESO
Principado de Mónaco
Enclavado en medio de tres pequeñas villas francesas, Cap d’Ail, Beausoleil y Roquebrune Cap-Martin, el Principado se encuentra muy cerca de la frontera italiana. Cerca de Menton, Niza, Cannes, Antibes…
Por aire :
El aeropuerto internacional Nice Côte d’Azur se encuentra a 22km de Mónaco Montecarlo.
En el barrio de Fontvieille, un helipuerto permite llegar al aeropuerto en 7 minutos.
Por carretera :
El Principado de Mónaco es accesible por la red de caminos francesa. La opción más rápida consiste en tomar la autopista A8. También es posible bordear la costa pasando por la «basse corniche» o la «moyenne corniche».
Por tren :
Estación SNCF: la estación Monaco-Monte-Carlo es parte de la línea «Paris–Vintimille». Todos los trenes internacionales hacen escala en Mónaco.
Por mar :
El puerto Hércules es conocido por su capacidad de recepción de grandes barcos, trasatlánticos y otras embarcaciones. Él contribuye a hacer de Mónaco un destino preferido por los cruceros.
http://www.cote.azur.fr/ville_monaco_1136_lang_es.htm
Qué ver en un día en Mónaco
Artículo sobre Mónaco, enviado por David Rubio y publicado el 31/10/2012
Casino, coches de lujo, enormes yates, modelos, el Gran Premio de Fórmula 1… Mónaco es uno de los destinos más elitistas de Europa, pero también uno de los lugares más atractivos para visitar. Si estás decidido a pasar un día en el Principado, prepárate a vivir una experiencia inolvidable en este bello enclave de la Costa Azul francesa.
Mónaco es una ciudad estado que, por extensión, es el segundo país más pequeño del mundo tras el Vaticano. Su privilegiada situación a orillas del Mediterráneo lo convirtió en un lugar codiciado por muchos pueblos de la antigüedad, llegando a ser colonia fenicia. Durante siglos Mónaco ha vivido numerosas vicisitudes pivotando entre la independencia y su pertenencia a otros estados.
Desde finales del siglo XIII es gobernada por los Grimaldi. Los españoles la ocuparon en el siglo XVII. Durante la Revolución Francesa volvió a perder su independencia. A partir de 1848, el Principado pierde dos de sus tres comunas, quedándose finalmente con el actual territorio de Mónaco.
Hoy en día, Mónaco es un país independiente con una estrecha relación con Francia. A pesar de no formar parte de la Unión Europea sí ha aceptado el Euro como su moneda oficial. El especial régimen fiscal del Principado ha atraído numerosas fortunas a su territorio, que son las que configuran el ambiente propio de la ciudad. Y es que los monegascos no pagan impuestos lo que favorece que tengan el ingreso per cápita más alto del mundo.
Una de las mejores maneras de llegar a esta ciudad es en coche a través de la Moyenne Corniche, una de de las carreteras costeras más espectaculares del mundo. Una vez en Mónaco, que solo cuenta con 1.95 km2, es el momento de empezar a disfrutar de un ambiente sin igual.
El Principado está situado en una península de bordes escarpados que se adentra en el mar unos 800 metros. En ella se agrupan las construcciones residenciales y públicas. Entre sus famosos palacios, una de nuestras primeras visitas debe ser el Palais Princier, sede del gobierno de Mónaco. Esta construcción data del siglo XVI y está protegida diariamente por carabineros franceses, además de cañones donados por Luis XIV.
Mónaco también posee una interesante catedral neo románica, pero no destaca especialmente por sus construcciones religiosas y sí, por sus edificios, villas y palacios privados, verdadera seña de identidad arquitectónica del Principado. No dejes de pasear por sus calles admirando estos emblemas del lujo monegasco.
Pero Mónaco también cuenta con interesantes centros culturales como el Museo Oceanográfico que posee uno de los mejores acuarios de Europa, además de un importante centro de investigación. Está edificado sobre un acantilado que domina el Mediterráneo.
La zona más célebre de Mónaco, es Monte-Carlo, situada en la zona más alta. Recibe el nombre de Carlos III que inauguró su famoso casino para evitar la quiebra del estado monegasco. El éxito de este casino permitió décadas después abolir los impuestos.
Por supuesto, la visita a este templo de juego es una de las más recomendables. Y tal vez puedas emular a Charles Deville Wells, que una racha que duró tres días convirtió 400 dólares en 40.000. El edificio está diseñado por el importante arquitecto Garnier, diseñador del la Ópera de París.
Pero si no quieres jugarte los ahorros en el casino, date una vuelta por Monte-Carlo, párate en una terraza de un café y siéntete en un ambiente sin parangón en Europa. Y tampoco se te olvide acercarte a los muelles de La Condamine y admirar varios de los yates más espectaculares y lujosos del mundo.
Mónaco es un destino muy especial. Un día en la Costa Azul monegasca dará para mucho. Os lo aseguramos.
http://www.europaturistica.com/monaco/que-ver-en-un-dia-en-monaco.php
PRINCIPADO DE MÓNACO
Pequeño y Único
Colaboración Elaborada por Carlos Horacio Bruzera.
En la noche iluminada por la luna plena, un grupo de franciscanos envueltos en sus hábitos pardos, cabezas gachas rezando el rosario con piedras del sendero, pasaron por la fortaleza solitaria en el escarpado peñasco. Los centinelas no le prestaron atención.
¿Acaso eran otra cosa que religiosos en procesión?. ¡Qué ganas a esas horas!.
La respuesta era otra. Debajo del sayal y ante la sorpresa de los guardias, aparecieron espadas y los monjes rápidamente se apoderaron de la fortaleza. Los frailes no eran otra cosa que soldados de Francesco Grimaldi. Allí comenzó la historia de Mónaco gobernado por los Grimaldi, una familia güelfa genovesa de armas llevar. Trescientos años más tarde, Luis XIV de Francia reconoció a los "Grimaldi de Mónaco" como "príncipes soberanos por gracia de Dios y fuerza de su espada". Y el rey francés hizo más, agregó al escudo de los Grimaldi dos monjes franciscanos.
Pero, como sucede muy a menudo en este mundo, la historia de Mónaco llega de mucho más atrás. Fue colonia fenicia y, luego, griega. Éstos construyeron un altar dedicado a "Heracles Monoikos", es decir, "Heracles el Único". De esta última palabra tomó Mónaco su nombre.
Hoy, Mónaco conforma un principado de 1,95 km. cuadrados; el más pequeño estado europeo luego del Vaticano. Conforma una monarquía hereditaria y parlamentaria en la cual el Poder Legislativo lo componen el príncipe y un Consejo Nacional de dieciocho miembros. La lengua oficial es el francés, pero el pueblo nativo habla un dialecto ligur-provenzal: el monegasco.
http://www.tyhturismo.com/data/noticias/colaboraciones/bruzera/monaco/monaco.htm
Mónaco: El lujo y el glamour de la Costa Azul
Un país pequeño con mucho que ofrecer
Una escapada a Mónaco puede comenzar, sencillamente, caminando por las calles. Siempre es una buena idea acudir a una oficina de turismo para poder organizar nuestras visitas y saber, por ejemplo, los horarios de los lugares de interés y cuál es el camino más corto para acudir a ellos. La oficina de turismo de Mónaco está ubicada en la zona central del Puerto; podemos aprovechar y de paso, darnos un paseo contemplando boquiabiertos los magníficos yates y embarcaciones que descansan amarrados en sus aguas. Mónaco está dividido en distritos; el puerto se ubica en el de La Condamine. Justo al sur de este distrito se encuentra Villa de Mónaco, conocido popularmente como "La Roca"al tratarse de una especie de península de piedra que se interna en el mar. Este lugar es uno de los preferidos de los turistas por su belleza; además, en él se levanta el Palacio de Grimaldi, sede de la familia regente y que se puede visitar. Aunque hay que subir un buen tramo de escaleras para alcanzarlo, las vistas que se obtienen desde allí compensan sobradamente el esfuerzo.
Al norte de La Condamine está uno de los distritos más conocidos de Mónaco: Montecarlo. La fama de este lugar viene por ser el que da el nombre a pruebas de motor como el Rally de Montecarlo , pero también porque en él se encuentra el Casino de Montecarlo, probablemente el más famoso y elegante del mundo. Ningún viajero debería marcharse del principado sin por lo menos entrar al Casino y contemplar sus magníficos salones. En la zona privada (a la que a veces es posible acceder porque algunos hoteles regalan pases a sus clientes) se puede contemplar a los clientes apostando enormes sumas de dinero en las mesas... La experiencia de las apuestas está también al alcance del resto de los clientes, ya que hay mesas en las que se pueden apostar cantidades muy pequeñas.
Actualmente hay más distritos o barrios en Mónaco (segregados de los tres anteriores, los originales), pero lo cierto es que lo más interesante se agrupa en los tres mencionados. Una excepción es el Jardín Exótico de Mónaco, creado por el Príncipe Alberto y que se ubica en el barrio de Les Révoires. Aunque quienes quieran contemplar la naturaleza de cerca, en este caso la naturaleza marina, tienen una cita ineludible con el Museo Oceanográfico. El edificio es ya de por sí espectacular; data de 1950 y está construido directamente sobre el mar, en un acantilado que se alza 85 metros por encima de las aguas. En sus diferentes plantas es posible contemplar colecciones de maquetas, barcos, útiles de pesca y de navegación... Además de un gran esqueleto de ballena y un acuario impresionante. El Museo Oceanográfico fue dirigido durante años por el célebre oficial, buceador e investigador Jacques Costeau, lo que da la medida de su importancia y espectacularidad.
Uno de los atractivos más populares del principado es sin duda su circuito urbano de Fórmula 1, que se puede visitar caminando tranquilamente por la calle, ya que pertenece al entramado de la ciudad (concretamente al distrito de Montecarlo). El Gran Premio de Mónaco se lleva celebrando desde 1950 y es uno de los más emocionantes y peligrosos del Mundial, con puntos tan conocidos como la curva de Mirabeau. Otros puntos de interés de la ciudad son la Catedral, de estilo neorrománico y que data del siglo XIX (merece la pena visitar su interior y admirar la colección de obras de arte que alberga); la colección de coches del príncipe Rainiero de Mónaco, el Mercado Condamine en busca de objetos de artesanía, la Casa de la Ópera de Mónaco o el Estadio de fútbol Louis II, que cuenta con visitas guiadas.
http://www.logitravel.com/guias-de-viajes/que-visitar-monaco-479_1.html
Mónaco: El lujo y el glamour de la Costa Azul
Gran circuito urbano
El nombre de Mónaco a buen seguro inspirará a muchos ensoñaciones sobre lujosos yates anclados en las azules aguas del Mediterráneo, familias de linaje principesco que organizan bailes de gala en grandes palacios, millonarios que se juegan su fortuna a la ruleta o al black jack... Y desde luego, no irán desencadenados. El Principado de Mónaco, o Mónaco a secas, además de ser el segundo estado más pequeño y el más densamente poblado del mundo (aunque sólo tiene alrededor de treinta mil habitantes) es también el epicentro de todo lo que se relaciona habitualmente con la "gente guapa", el dinero y el glamour en la Costa Azul. Este diminuto país, que hasta hace un par de años estaba en la lista negra por ser considerado un paraíso fiscal poco transparente, es la residencia de millonarios, nobles y familias enteras de abolengo, cuyas impresionantes mansiones y yates provocan la admiración de viajeros y visitantes.
Quienes lleguen a Mónaco en avión tendrán que aterrizar en el aeropuerto de la cercana Niza y después desplazarse al principado por otros medios: autobús, tren... ¡E incluso helicóptero compartido! Como vemos, el lujo comienza casi en el momento en que pisamos tierras francesas. Una de las mayores ventajas de este país es que su pequeño tamaño permite recorrerlo de arriba abajo caminando. El viajero que disponga de tres o cuatro días podrá conocerlo a fondo y con toda tranquilidad, lo que convierte a Mónaco en un destino ideal para una escapada de fin de semana o de puente. A pesar de que está considerado un lugar bastante caro, es posible encontrar buenas ofertas hoteleras a lo largo del año, así como vuelos económicos (otra opción es viajar en tren). También hay restaurantes italianos a precios asequibles. Los museos, el Casino y los palacios cobran entrada, pero lo cierto es que merece la pena llevarse unos pequeños ahorros para conocer todos los lugares más interesantes.
Mónaco es la residencia de la familia Grimaldi, una de las más conocidas de Europa (y del mundo) por su asidua presencia en las revistas del corazón, ahora bastante reducida comparada con años anteriores. El matrimonio del príncipe Rainiero con la actriz de Hollywood Grace Kelly, después Gracia de Mónaco, comenzó una historia familiar en la que no faltaron tragedias, infidelidades, rebeldía... Lo que no se le puede negar a la familia regente del principado es que han sabido vender la imagen y el turismo de su país a lo largo y ancho del planeta. Quizás atraídos por el glamour de los Grimaldi o (más probablemente) por las políticas fiscales del principado, muchos millonarios y magnates han establecido su residencia en Mónaco, elevando considerablemente el nivel económico del país. Las maravillosas casas, los espectaculares yates, las tiendas exclusivas y los coches de lujo que recorren sus calles son el testimonio directo de este hecho.
En definitiva: quienes quieran conocer de cerca el estilo de vida de la jet set, ver en directo uno de los circuitos de Fórmula 1 más importantes y complicados el mundo (las calles de Mónaco son el circuito urbano del Gran Premio de Montecarlo), contemplar increíbles embarcaciones meciéndose en una bellísima costa de azules y transparentes aguas, apostar en un casino con historia y visitar un Museo Oceanográfico inolvidable, encontrarán en Mónaco todo lo que puedan desear.
http://www.logitravel.com/guias-de-viajes/monaco-479.html
Mónaco, un país dentro de Francia
Mónaco es un destino privilegiado de la Costa Azul, se ubica entre Francia y el mar Mediterráneo. Consta de tres distritos: la ciudad de Mónaco, La Condamine y Montecarlo – donde se sitúa el famoso Casino-.
La mejor forma de disfrutar lo mejor de la ciudad de Mónaco es pasear por sus cuidadas calles, luminosas y limpias, rebosantes de casas medievales, imponentes palacios y pasadizos serpenteantes. Alrededor del Palacio del Príncipe, encontramos una plaza donde se agrupan museos, boutiques y restaurantes.
Durante tu estancia en Mónaco puedes disfrutar del cambio de guardia diariamente a las 11:55 de la mañana, pasear por su puerto y disfrutar contemplando la belleza los yates más lujosos del mundo.
Otros lugares que derrochan belleza son los Jardines de San Martín, el Museo Oceanográfico y Acuario. No pasan desapercibidos el Museo de Reliquias de Napoleón, el Museo de Cera y el Tren Turístico Azur Express.
Aunque Mónaco no es un destino especialmente barato, podrás acceder a muy buenas ofertas de viajes online realizando tu reserva con anticipación a través de las agencias más conocidas de turismo.
Mónaco es un destino para los turistas más selectivos que desean descubrir el encanto de lo sencillo, pero a la vez de lo señorial.
http://www.absolutfrancia.com/monaco-un-pais-dentro-de-francia/
Vacaciones románticas a Mónaco
Un toque de lujo bajo el cálido sol mediterráneo y el romanticismo de las noches frente a sus costas ofrece la ciudad-estado de Europa. Nos referimos a Mónaco, ubicado entre el Mar Mediterráneo y Francia, en la Riviera francesa.
Un casino de primera clase con un montón de situaciones cambiantes y sumas increíbles de dinero fluye en el interior de sus muros sumado a clubes nocturnos donde fiesta es casi un privilegio, y tiendas libres de impuestos en artículos de lujo que están disponibles a un precio razonable.
En adición a la familia real de fama mundial, los Grimaldi que han gobernado Mónaco desde 1297, Mónaco ha ganado reputación por su juego y tiendas de lujo. Si se quiere probar su suerte, están los famosos casinos de Mónaco en el entretenimiento distrito de Monte-Carlo, que puede o no puede cambiar su vida.
El Gran Casino de Mónaco tiene adornos de oro y el interior de lujo para ser admirado. Sobre todo si se tiene suerte en los casinos, es posible que desee probar también las excelentes oportunidades para ir de compras en Mónaco. Visitando uno de los conciertos populares Ballet de l’Opera o unirse al deporte loco multitud durante la Fórmula 1 de Mónaco Gran Premio calle también puede ser de interés para usted.
La atracción turística más popular en Mónaco es la Roca de Mónaco, un promontorio rocoso que tiene durante la larga historia de Mónaco sido objeto de varios conflictos. Esta roca monumental donde está el Palacio Real y el casco antiguo de Mónaco se encuentra, y ofrece un lugar popular para aquellos que quieren ver el cambio de guardia en el Palacio Real o visitar el Museo Oceanográfico de fama mundial y el acuario de Mónaco.
Para aquellos que quieren algo verde, sitio idóneo se encuentra en los jardines exóticos, un jardín de montaña con flora exótica, cueva interesante y vistas espectaculares sobre la ciudad.
También vale la pena visitar el puerto de Mónaco, La Condamine, que muy a menudo está lleno de yates de lujo que forman un espectáculo interesante, no sólo para aquellos que están interesados en la vela, sino también para aquellos que quieren descubrir las celebridades que navegan por ellas. Si dr quieres probar algunos servicios de lujo, se podría intentar, por ejemplo, los balnearios en Mónaco. Un campo de golf en Mónaco también se ofrece.
Mónaco es un lugar interesante en primer lugar porque es el segundo estado independiente más pequeño del mundo, y en segundo lugar por su ubicación en lugares impresionantes, al pie de los Alpes del Sur y por el Mar Mediterráneo. El clima en Mónaco es mediterráneo con inviernos fríos y veranos calurosos y secos.
Las temperaturas medias mensuales durante el verano, que en Mónaco se extiende desde mediados de mayo hasta finales de septiembre, son alrededor de 25 grados Celsius. La mejor época para viajar a Mónaco es entre abril y octubre. Durante la temporada alta para el turismo en Mónaco en julio y agosto, los hoteles están normalmente llenos.
¿Cómo llegar hasta allí. En este pequeño país no tiene aeropuerto, los vuelos directos a Mónaco no están disponibles. Sin embargo, hay buenas conexiones de vuelos ofrecidos por los aeropuertos cercanos de Francia o Italia. Viajar a Mónaco es fácil en tren, autobús o barco desde la Riviera francesa. Mónaco también tiene un pequeño helipuerto.
http://www.absolutfrancia.com/vacaciones-romanticas-a-monaco/
Vacaciones inolvidables en Mónaco
Mónaco es uno de los destinos más interesantes de Francia. Es un Principado que encontramos junto a Niza, en el corazón de la Costa Azul francesa, un lugar idílico para disfrutar de sus tiendas de moda, sus restaurantes de alta gama, y todo lo que concuerde con unas vacaciones de alto standing.
En Mónaco abundan los hoteles de primera línea, por tratarse de uno de los destinos más chic de Europa. Si piensas visitar este lugar durante el Grand Prix, es de vital importancia que realices la reserva de tu alojamiento con bastante anticipación.
Para el turista más económico no hay muchas opciones en Mónaco. Una alternativa puede ser hospedarse en Beausoleil, una ciudad situada a 10 minutos del Casino de Monte Carlo.
El casino de Monte Carlo es otra de las grandes atracciones de Mónaco. Aquí se han hospedado diversas familias reales, y demás famosos del mundo del arte.
El aeropuerto de la Costa Azul está en Niza a casi 25 Kms de Mónaco. Desde allí es posible llegar a Mónaco por diversos medios de transporte: bus, taxi o auto rentado.
Es muy recomendable la visita a Le Rocher, dado que esta vieja ciudad ocupa un balcón natural a 60 mts. por sobre el nivel del mar. Otro paseo interesante es ofrecido por los jardines exóticos de las altas cuevas.
http://www.absolutfrancia.com/vacaciones-inolvidables-en-monaco/
Mónaco —oficialmente, el Principado de Mónaco (en francés: Principauté de Monaco; en monegasco: Principatu de Múnegu; en italiano: Principato di Monaco; en occitano: Principat de Mónegue)— es una ciudad-estado de Europa Occidental, constituida, según su constitución, en un Estado de derecho que profesa el respeto de los derechos y libertades fundamentales, cuya forma de gobierno es la monarquía hereditaria y constitucional. Su territorio está organizado en diez barrios.
El Principado se encuentra entre el mar Mediterráneo y las bajas estribaciones de los Alpes, en la Riviera francesa. Hace frontera terrestre con Francia (4,4 kilómetros) y se encuentra en la cercanía de la frontera francesa-italiana. Posee una costa de 4,1 km y un ancho que varía entre los 1700 y 349 metros. El punto más alto del país es el sendero Chemin des Révoires, con una altitud de 161 msnm.
Ocupa el segundo lugar como Estado más pequeño del mundo, siendo el Estado de la Ciudad del Vaticano el primero. Mónaco era un principado italiano, y estuvo ligado a Italia hasta la invasión y anexión francesa a finales del siglo XIX del condado de Niza. La lengua italiana era la lengua oficial hasta 1860. La lengua monegasca es una variante del idioma ligur.
Toponimia
El nombre proviene del griego Monoikosmonikitia ('la única casa') en alusión al santuario del héroe griego Hércules. En efecto, los focenses fundaron un templo y posterior colonia en torno al s. VI a. C.. Es probable que previamente hubiese existido un lugar de culto vinculado al dios fenicio Melkart.1
Historia
Introducción
El pueblo autóctono que vivía en la región de Mónaco y del Norte Oeste de Italia era los Ligures. Mónaco fue colonia de los fenicios para comerciar con Ligures, por los cuales poseía el templo del dios Melkart. Más tarde, los griegos dominaron la región para contrarrestado las ambiciones etruscas con el nombre de Monoikos (es decir: "el de una vivienda" adjetivación que se daba a Herakles, asimilado por los helenos a Melkart) y los romanos con el de Portus Herculis Monæci. En el siglo I, Mónaco fue completamente cristianizado y luego pasó a diversos pueblos bárbaros como francos y lombardos. Pasó luego al Sacro Imperio Romano Germánico, y, finalmente a la República de Génova hasta 1297, año desde el que la familia Grimaldi gobierna el país hasta la actualidad, legitimándolo en 1419.
Hasta su independencia fue codiciada como base naval por los franceses. Se celebraron diversos tratados de protección y autonomía con Francia (1409, 1641 y 1861), España (en 1512), y el reino de Cerdeña (Congreso de Viena de 1815). Ocupada por los españoles en 1605, obtuvo los señoríos de Roccabruna (Roquebrune) y Mentone (Mentón), los cuales perdería con la Revolución de 1848. Durante la Revolución Francesa el país fue ocupado en 1793, situación que perduraría hasta 1815. Hasta 1847, el principado de Mónaco ocupó una superficie total de 24 km² y comprendía tres comunas: Mónaco (1.250 habitantes), Roquebrune (hoy Roquebrune-Cap-Martin) (850 habitantes) y Mentón (4.900 habitantes). Pero durante el movimiento revolucionario de 1848, Mentón y Roquebrune proclamaron su revocación de la familia Grimaldi y se proclamaron "ciudades libres" bajo la protección del Reino de Cerdeña. Niza, Mentón y Roquebrune votaron su anexión a Francia, que fue ratificada por el tratado franco-monegasco de 1861. En 1865 se firmó un convenio con Francia sobre las cuestiones de aduanas y aboliciones de impuestos directos. Con el príncipe Alberto I, se procedió a abolir el absolutismo en 1869.
Durante el siglo XX, Mónaco sufrió serias vicisitudes que amenazaron su independencia nacional. Se reformó en dos oportunidades la Constitución de 1911, (en 1917 y en 1930). Luis II tuvo que reconocer a su hija Carlota para asegurar la continuidad dinástica del futuro Rainiero III, que ascendió al trono en 1949; diez años después, este tuvo que suspender la constitución tras varios desacuerdos con el Consejo Nacional.
En 1962, se promulgó una nueva constitución, asegurándose así el respeto a los derechos fundamentales de los monegascos. Al año siguiente, se firmó un tratado con Francia, con el cual se arreglaron diferencias económicas y se crearon nuevos acuerdos de vecindad y moneda, que se renovaron en 2002 con la puesta en circulación del euro en Mónaco, si bien este estado no es miembro de la Unión Europea.
Prehistoria
El territorio actual de Mónaco sirvió de abrigo a los primeros habitantes de la región a partir del final del Paleolítico inferior, aproximadamente hace 300 000 años. Restos óseos de animales que sirvieron de alimento a estos hombres prehistóricos fueron encontrados en una caverna del Jardín exótico de Mónaco.2 Las excavaciones han igualmente revelado la presencia de una cuenca en la cueva del Observatorio y en la cueva del Príncipe.3 La presencia humana está atestiguada en el Paleolítco medio y en el superior. Se han encontrado restos de obras de arte (grabados y esculturas) dentro de cuevas, datadas hacia 1500 a.C. Las sepulturas, individuales o colectivas, se vuelven cada vez más numerosas. Un enterramiento de dos personas, llamados "de Grimaldi" (no confundir con la familia principesca), data de esta época y contiene una mujer y un adolescente.
Antigüedad
Según Diodoro de Sicilia y el geógrafo Estrabón, los primeros habitantes sedentarios de Mónaco fueron los ligures que vivían en el Liguria Antigua, hoy Liguria y el condado de Niza. No obstante, la antigua lengua ligur, sin conexión con las lenguas indoeuropeas, no estaba aparentada con el dialecto hoy en día hablado por los habitantes de Liguria ni con el monegasco moderno. Este avance hacia Mónaco fue debido quizás a la apertura marítima de un pueblo ligur situado tierra adentro.
Los griegos, fundaron la colonia de Monoïkos en el siglo VI antes de Cristo en la bahía donde actualmente de encuentra Mónaco para comerciar con ligures puebla a autóctono y contrarrestado las ambiciones etruscas y púnica sobre el oeste de Italia. La palabra Monoïkos se refiere a Hércules, adorado bajo el nombre de Hercules Monoecus. Según Diodoro de Sicilia y Estrabón, tanto griegos como ligures creían que Hércules había pasado por la región.
En 154 a.C. los romanos (Antigua Roma) intervinieron por primera vez en Liguria. La ciudad fue incorporada a la prefectura de Italia en la provincia de Liguria que se llama Région IX Liguria. El río Var o Varo separaba la Galia de la Région IX Liguria y otras regiones italianas.
Edad Media
Mónaco permaneció bajo dominio romano hasta la caída del Imperio Romano de Occidente el 4 de septiembre de 476. La bahía fue ocupada por sarracenos y diversas tribus germánicas. Los sarracenos fueron expulsados en 975 y en el siglo XI el estrecho fue nuevamenta poblado por ligures.
En 1191, el emperador del Sacro Imperio Romano-Germánico Enrique VI concedió la soberanía sobre Mónaco a la ciudad de Génova, de donde eran originarios los ligures. El 10 de junio de 1215, una comitiva de Gibelinos comandados por Fulco del Cassello comenzó la construcción de una fortaleza sobre la roca de Mónaco. Esta fecha marca el inicio de la historia moderna del Principado.
Esta fortaleza constituía un punto estratégico para controlar la región frente a los güelfos. Éstos establecieron también cuarteles a fin de apoyar a sus guarniciones. Para atraer a los habitantes de Génova y de las ciudades próximas, ofrecieron tierra y exoneraron de impuestos a los nuevos pobladores.
Comienzos de la dinastía Grimaldi
El 8 de enero de 1297, Francisco Grimaldi, descendiente de Otto Canella, cónsul de Génova en 1133, anexionó la fortaleza por la fuerza. Este güelfo no poseía más que un pequeño ejército, pero utilizó la estratagema de disfrazarse de monje, y una vez dentro abrió las puertas a sus soldados. Los güelfos fueron más tarde derrotados y François expulsado de Mónaco por los genoveses en 1301. La familia Grimaldi se alió entonces con el Rey de Francia.
Un primo de Francisco, Raniero I Grimaldi, al servicio de Felipe IV el Hermoso, comandando una flota de galeras, venció a los holandeses en la Batalla de Zierikzee en 1304. Fue nombrado entonces almirante de Francia. Padre de Carlos I Grimaldi, fundó la dinastía que lleva su nombre, que serviría fielmente a la monarquía francesa durante los siglos siguientes.
Luchas contra Génova
Retomando la lucha contra Génova, Carlos I ocupó la ciudad el 12 de septiembre de 1331 y se autoproclamó Señor de Mónaco en 1342. Mientras adquiría el señorío de Menton en 1346, Carlos servía paralelamente a la corona francesa comandando una compañía de alabarderos en la batalla de Crécy, en tanto que socorría por mar el campamento francés tras el sitio de Calais. En 1355, obtuvo el señorío de Roquebrune. Pero en 1357 falleció durante el sitio comandado por el genovés Simón Boccanegra. La totalidad del principado fue entonces asimilado por Génova, a excepción de Menton, defendido por Raniero II, el hijo de Carlos, que rápidamente reconquistó Roquebrune.
Los hijos de Raniero II, Ambrosio, Antonio y Juan, retomaron La Roca y se convirtieron todos en co-señores de la misma (institución poco frecuente en la Edad Media). Juan conservó por su parte sólo Mónaco y La Condamine. Permaneció en lucha continua contra los genoveses. Su hijo, Catalán, sólo lo sucedió por tres años, y su nieta, Claudina Grimaldi, fue desposada en 1465 por Lambert Grimaldi d'Antibes. Éste obtuvo en 1489 el reconocimiento de su independencia por el rey de Francia y el duque de Saboya. Génova intentó un último sitio en 1509, pero de cara a una resistencia victoriosa, renunció definitivamente a Mónaco.
Edad Moderna
Luciano I murió asesinado en 1523 por su primo Bartolomeo Doria. No dejó más que un hijo de corta edad, Honorato, cuya tutela le fue confiada a su tío Agustín, obispo de Grasse, que fue reconocido como señor de Mónaco. Agustín I de Mónaco no obtuvo por parte de Francisco I el apoyo que habían poseído los Grimaldi, y colocó La Roca bajo protectorado español en 1524. Una guarnición española fue así puesta bajo responsabilidad de los Grimaldi durante más de un siglo.
El nieto de Honorato I, Honorato II, tomó el título de príncipe en 1612. Retornó a la alianza con Francia tras el Tratado de Peroné, firmado en 1641 y negociado por parte de Francia por el cardenal Richelieu. El príncipe expulsó manu militari a la guarnición española, y obtuvo el ducado de Valentinois. En esta época se realizaron importantes obras de mejora y embellecimiento del Palacio de Mónaco.
Luis I de Mónaco comandó su regimiento de caballería y obtuvo una embajada por parte del Vaticano en 1701.
Revoluciones
Tras la noche del 4 de agosto de 1789, los príncipes de Mónaco perdieron todas sus posesiones francesas, y los ingresos derivados de ellas. La Sociedad Popular militó por la asociación con la República, decidida por la Convención nacional el 15 de febrero de 1793.
De 1793 a 1814 Mónaco fue ocupado por Francia, bajo el nombre de Fort d'Hercule. Formó parte de la región de los Alpes Marítimos, luego fue asociado a San Remo.
El Tratado de París del 30 de mayo de 1814 volvió a colocar al principado en la situación anterior a 1789. Pero cuando Honorio IV llegó a La Roca en marzo de 1815 para tomar posesión de ella, fue detenido por Pierre Cambronne.
Mónaco se colocó entonces bajo protectorado del Reino de Cerdeña en el segundo Tratado de París, firmado el 20 de noviembre de 1815, confirmado por el Tratado de Stupinigi en 1817.
Hasta 1847, el principado de Mónaco ocupó una superficie total de 24 km² y comprendía tres comunas: Mónaco (1 250 habitantes), Roquebrune (hoy Roquebrune-Cap-Marin) (850 habitantes) y Menton (4900 habitantes). La parte más vasta y rica del principado era la llanura mentonesa, con sus cultivos de cítricos y olivos. Sin embargo, durante el movimiento revolucionario de 1848, Menton y Roquebrune proclamaron su revocación de la familia Grimaldi y se proclamaron «ciudades libres» bajo la protección del Reino de Cerdeña. En 1869, el Piamonte-Cerdeña cedió Niza a Francia tras del apoyo de Napoleón III al comienzo de la unificación italiana. Niza, Menton y Roquebrune votaron su anexión a Francia, que fue ratificada por el Tratado Franco-Monegasco de 1861.
Mónaco abandonó finalmente el protectorado que tuvo desde 1815 y su independencia fue formalmente reconocida, separándose de toda protección de Francia o Italia.
Edad Contemporánea
Este último tratado preveía la ayuda de Francia para la construcción de la Cornisa Media, y el paso del ferrocarril francés sobre el territorio monegasco (con dos estaciones).
Por aquel entonces, el príncipe Carlos III tuvo la idea de crear el Casino de Montecarlo (el juego de azar era ilegal en los países vecinos), cuyos dividendos permitieron al principado desarrollarse rápidamente. En 1863 otorgó el privilegio de explotar el Casino, los hoteles y el Teatro a François Blanc, fundador de la Sociedad de Baños de Mar del Círculo de Extranjeros, a fin de aportar ingresos a la Corte.
En 1866, Carlos III renombró al antiguo barrio de Spélugues como Montecarlo en su propio honor. La puesta en marcha del ferrocarril Niza-Ventimiglia en 1868 afianzó la prosperidad. El príncipe también fundó la Oficina de Correos, que comenzó a editar sus propias estampillas en 1865, y obtuvo de la Santa Sede la creación de un obispado.
Finalmente, en 1869, Carlos III eliminó los impuestos de bienes personales y mobiliarios, hecho que condujo a una intensa actividad de construcción. Se construyeron durante esta época la Ópera (en 1869), numerosos museos, y la Fundación del Instituto Oceanográfico en 1906.
El primer Rally de Montecarlo tuvo lugar en 1911 y el primer Grand Prix automovilístico en 1929.
El príncipe de Mónaco disponía de plenos poderes, siendo pues una monarquía absoluta, hasta la reforma de la Constitución de 1911, que hizo del país una monarquía constitucional. En julio de 1918, se firmó un tratado acordando una protección limitada del principado por parte de Francia. El tratado formó parte del Tratado de Versalles y estableció que la política de Mónaco no podría oponerse a los intereses políticos, militares ni económicos de Francia. En 1922, el principado perdió su monopolio de los juegos de la Costa Azul.
Durante la II Guerra Mundial se produjo la llegada de tropas italianas, en junio de 1940. Este hecho inquietó sobremanera al príncipe Luis II, pues creía que se produciría una anexión y su posterior destitución. Por ello, se acercó al Gobierno de Vichy, tanto a Pierre Laval como al Mariscal Pétain, a los que pidió, con éxito, ayuda. Hitler ordenó la invasión de Mónaco por el ejército alemán en septiembre de 1943. El gobierno fue colaboracionista con los nuevos ocupantes. Mónaco fue liberado por tropas de Estados Unidos al final de la guerra.
Geografía
Artículo principal: Geografía de Mónaco
Mónaco es una península que tiene una superficie de 2 kilómetros cuadrados. Es el estado más pequeño de Europa después de la Ciudad del Vaticano. Se encuentra sobre un promontorio de la Costa Azul, y su relieve irregular está formado por las últimas estribaciones de los Alpes, su mayor altitud es alcanzada en el pico Mont Agel. Goza de un excelente clima mediterráneo. Cuenta con 5.469 metros de frontera con Francia y 4.100 metros de costas.
Clima
Mónaco tiene un clima mediterráneo, suave y soleado a lo largo de todo el año. En la clasificación del clima de Köppen es clima mediterráneo de veranos frescos, Csb, que se ve influido por el clima oceánico y el clima subtropical húmedo. Como resultado, los inviernos son suaves y lluviosos, y los veranos, cálidos y secos, moderados por la proximidad del Mediterráneo. Interludios frescos y lluviosos pueden interrumpir la seca estación veraniega, cuya longitud media es también más corta. La temperatura media en enero y febrero es de 8 °C, y de 26 °C en julio y agosto. Este clima explica que, a mediados del siglo XIX se convirtiera en un lugar de estancia balnearia y centro turístico de fama mundial.
Relieve
Se encuentra sobre un promontorio de la Costa Azul, y su relieve, accidentado, escabroso y rocoso, está formado por las últimas estribaciones de los Alpes. El punto más alto es Mont Agel (140 msnm). Su territorio está prácticamente urbanizado en su totalidad, pero comprende de numerosos espacios verdes.
http://es.wikipedia.org/wiki/Mónaco
http://fr.wikipedia.org/wiki/Monaco
http://en.wikipedia.org/wiki/Monaco
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