Nombre:
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Localización:
Tipo: Urbanismo
Categoría:
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Continente: Europa
País: Francia
Localización: Departamento del Territorio de Belfort, Región de Borgoña-Franco Condado
Año:
Estado: Terminado
Descripción:Belfort
Capital del Territorio de Belfort, el departamento más pequeño de Francia creado en 1922, la ciudad se encuentra en la región de Borgoña-Franco Condado, en la Brecha de Belfort. Vía de acceso entre los Vosgos y el Jura, pero también entre la llanura de Alsacia y el Valle del Ródano. Belfort está insertado en un entorno natural rodeado de colinas y propicio para actividades al aire libre: senderismo, cicloturismo, deportes acuáticos, golf...
No obstante, la ciudad está especialmente marcada por su historia, en particular por la resistencia que opuso a Prusia y la anexión alemana en 1870. De este pasado de ciudad estratégica y defensiva, Belfort ha conservado su inexpugnable ciudadela y sus murallas, realizadas por Vauban en el siglo XVII.
Desde las fortificaciones se puede acceder a la ciudadela o ir al casco antiguo por la puerta Brisach, coronada por los símbolos de la realeza; la flor de lis y el lema del rey Luis XIV. Al pie de la ciudadela el famoso León de Belfort, esculpido en piedra arenisca rosa por Auguste Bartholdi entre 1875 y 1879. Se trata de un monumento de 22 metros de largo y 11 de alto, que tiene una réplica en la plaza Denfert-Rochereau de París, y que parece proteger a la ciudad.
Entre los lugares que merece la pena descubrir tenemos la torre Miotte, en los Altos de Belfort, resto de un castillo medieval con una hermosa panorámica de la ciudad y los Vosgos; la catedral de San Cristóbal, un imponente monumento construido en piedra arenisca rosa en el siglo XVIII; la bonita plaza de la Gran Fuente; el Museo de Bellas Artes instalado en una antigua torre fortificada; y, en general, agradables calles decoradas con cafés.
Belfort es también escenario de un festival muy importante, las Eurockéennes, que se celebra a principios de julio junto al lago Malsaucy, a 6 kilómetros de la ciudad. Una media de 75 conciertos tienen lugar cada año y abarcan un amplio espectro musical: rock, electro, metal, reggae, pop, folk...
Los Encuentros de Belfort, un festival dedicado al cine joven e independiente, tienen lugar a finales de año.
https://www.france-voyage.com/francia-guia-turismo/belfort-748.htm
Qué ver en Belfort, la ciudad a los pies de un león gigante
por Llegar sin avisar | Publicada 13/06/2022
Belfort es una pequeña ciudad del este de Francia, no muy lejos de la frontera con Alemania y Suiza. Aunque no sea muy popular entre los turistas extranjeros, es un destino famoso en todo el territorio galo por su enorme león de piedra. Este es, sin duda alguna, una de las esculturas más impresionantes que se pueden visitar en esta zona de Europa. Eso sí, no solo de felinos vive la urbe, algo que os demostramos en este artículo con todo lo que ver y hacer en Belfort.
La ciudad de la resistencia
Belfort lleva siendo un sitio importante desde que hay humanos en el mundo. La ciudad está ubicada en la Brecha de Belfort, un paso natural entre el macizo del Jura, el macizo de los Vosgos y las cuencas hidrográficas del Rin y del Ródano. Por eso, ha registrado movimientos poblacionales desde los albores de la humanidad, aunque también ha sido una plaza muy cotizada en la Europa medieval, moderna y contemporánea.
Aunque de primeras no parece gran cosa, ya que su zona moderna no es especialmente bonita, en cuanto os acerquéis al centro os daréis cuenta de lo mucho que merece la pena Belfort. Tiene un casco histórico monísimo, de esos que recogen la esencia de Francia en su máxima expresión.
La visita es, además, bastante sencilla. Aparcar en el centro es fácil y tirando a barato (1,50€ tres horas en zona azul). Además, hay una enorme oficina de turismo en la cual os atenderán a las mil maravillas, para daros información no solo de la ciudad sino de su entorno inmediato.
Seguid leyendo y os enseñaremos cómo fue nuestra ruta de un día por Belfort.
Turismo en Belfort
Plaza de Armas
Empezamos a recorrer Belfort en su increíble Plaza de Armas. Es un espacio abierto amplio y lujoso, con mucha gente por todas partes pero con superficie suficiente para no ser agobiante.
Con un pequeño kiosko justo en el medio, en los alrededores tenéis algunos de los edificios más importantes de la ciudad. Hablaremos de ellos sin prisa, tal y como se merece una ciudad tan agradable como esta.
Ayuntamiento
El primero de ellos es el Ayuntamiento, construido en 1724 como residencia privada de François Noblat (una de las figuras más poderosas de Francia en su tiempo). Este consejero del rey se construyó un palacio espectacular, el cual pasó a tener la función de Casa Consistorial en el año 1786.
Catedral de San Cristóbal
Al lado, también en la Plaza de Armas, está la Catedral de San Cristóbal. Construida en el siglo XVIII, su principal seña de identidad es la piedra de color rosado que se utilizó para erigirla. En el proyecto participaron algunos de los ingenieros y artistas más importantes de su tiempo, por lo que hasta el último detalle está cuidadísimo. Mención aparte merece su órgano.
Hôtel du Gouverneur
También al lado del Ayuntamiento, aunque en dirección opuesta a la Catedral, está el Hôtel du Gouverneur. Originalmente era un arsenal, pero luego tuvo diferentes huéspedes que fijaron en ella su residencia oficial. En el año 1929 obtuvo la categoría de Monumento Histórico y actualmente es la Oficina de Turismo de Belfort. Tiene el horario típico de Francia (de 10:00 a 12:30 y de 14:00 a 18:00).
León de Belfort
Desde allí, apenas lleva cinco minutos subir hasta el León de Belfort. Conocido también como León de Bartholdi (por el nombre de su arquitecto), es el auténtico símbolo de la ciudad y de la región. Fue construido para conmemorar la resistencia heroica de Belfort durante la guerra franco-prusiana, pues fue duramente hostigada entre 1870 y 1871. El monumento se puso en marcha justo al año siguiente y las obras terminaron a finales de la década.
El león fue construido con bloques de gres rosa y tiene un tamaño de 22 metros de largo por 11 de alto. La visita cuesta un euro y permite el acceso hasta los mismos pies del monumento, desde donde se puede apreciar su enorme tamaño y también disfrutar de unas buenas vistas de los alrededores.
Hablando de vistas, en la Avenue du Général Sarrail está el punto de observación oficial del León, por si queréis hacer la típica foto. Eso sí, no hace falta decir que podréis contemplarlo desde prácticamente cualquier punto de la ciudad.
Aunque para el público español no sea muy conocido, este león fue nombrado el cuarto monumento favorito de los franceses en 2020. Hay réplicas (de menor tamaño) en París y en Montreal.
Ciudadela
Ya que estáis en el león, levantad un poquito más la cabeza y fijaos todavía más arriba de la montaña. Allí os espera la Ciudadela de Belfort, construida en diferentes etapas desde la Edad Media hasta el siglo XIX. Se puede visitar su interior, que alberga parques, miradores y museos.
Recinto amurallado
La Ciudadela forma parte de un conjunto mayor: las Murallas de Belfort. Quitando un pequeño tramo que fue demolido por la expansión de la ciudad, el resto se ha conservado en un estado impecable.
Se pueden visitar algunas de sus torres, las cuales han sido convertidas en museos. También se conserva la Puerta Brisach, que muestra los símbolos del Rey Sol.
Arquitectura popular
Antes de seguir hablando de elementos concretos, queremos poner en valor el casco histórico de Belfort como conjunto. Es una ciudad puramente francesa: tranquila y elegante, pero a la vez llena de sorpresas.
Siempre nos sorprende la “profundidad turística” de Francia, pues prácticamente en cualquier rincón del país vecino aparecen ciudades como esta, de las cuales no habíamos oído hablar pero quedamos enamorados de por vida.
Fuentes
En el centro de Belfort hay dos fuentes muy populares. La primera es la Gran Fuente, ubicada en el antiguo mercado de pescado de la ciudad. Fue mencionada por primera vez en un documento del año 1497.
Por otro lado, muy cerquita de ella está la Pequeña Fuente, en la cual están los escudos de armas de Belfort y de la Casa de Austria.
Escuela Jules Heidet
Un edificio que brilla con luz propia es la Escuela Jules Heidet, construida originalmente en el siglo XIV. Fue reformada posteriormente en el siglo XVI por los burgueses de la ciudad. Alberga una de las instituciones educativas más antiguas del país, pues desde 1827 lleva operando de manera ininterrumpida.
Casa Perello
Otro edificio que no os debe pasar desapercibido es la Casa Perello. Actualmente es un bar, pero se trata de una de las tiendas de ultramarinos más antiguas de toda Francia.
Plaza de la República
Antes decíamos que un trozo de las murallas fue demolido para que pudiese crecer la ciudad. En realidad, Belfort ya había crecido, pero cuando ya no hacían falta unas murallas enormes se demolió esta parte para facilitar la vida en la urbe. Fruto de este proceso nación la Plaza de la República, uno de los espacios más emblemáticos del lugar.
Allí se encuentra el Monumento a los Tres Asedios, otro homenaje a la valentía y la braveza de los habitantes de Belfort.
Gran Hôtel du Tonneau d’Or
En esta zona de la ciudad también hay edificios muy interesantes. Un gran ejemplo es el Gran Hôtel du Tonneau d’Or, un magnífico edificio que muestra el esplendor que vivió la ciudad entre los siglos XIX y XX.
Hôtel du Department
Hablando de hoteles, no queremos dejar de hablar del Hôtel du Department. Aunque no venga marcado en el mapa turístico de Belfort, su fachada roja es de una belleza extraordinaria.
Zona del río
Cambiando radicalmente de tercio, no os podéis ir de Belfort sin visitar la zona más pegada al Savoureuse. El río que atraviesa la ciudad deja a su paso uno de sus espacios más adorables, con un bonito bulevar junto a la orilla.
No os podéis perder el bonito Pont Carnot, la cara más monumental de la zona.
Gran Teatro
Y, hablando de edificios con poderío, el Gran Teatro de Belfort fue construido en 1980. Es fiel reflejo de la animada vida cultural y social que hay en la ciudad.
Calle Faubourg
Aprovechad que estáis por allí para visitar la cercana Calle Faubourg de France, donde os esperan edificios históricos, murales o la estación de tren (un edificio art deco espectacular). Este es el último gran ensanche no planificado de la ciudad, reflejo de la industrialización de finales del siglo XIX.
Museos de Belfort
No los hemos mencionado hasta ahora para hacerlo en bloque, pero lo cierto es que Belfort es súper interesante en cuanto a museos se refiere. Justo en lo alto de la ciudad, en la Ciudadela, está el Museo de Historia.
Además, en las diferentes torres de las murallas tenéis varios sitios en los que hacer una parada: Torre 27, un escape room; Torre 41, el Museo de Bellas Artes; Torre 46, reservado para exposiciones temporales…
Leones
Tampoco os hemos hablado del divertido safari de Leones que hay repartido por toda la ciudad. Es una propuesta similar a la de los gnomos de Breslavia, pues por toda Belfort veréis pequeñas estatuillas con forma de león. Hay más de 150 y los más emblemáticos están marcados en el mapa turístico con huellas.
Alrededores de Belfort
Por último, una recomendación. Aunque nosotros solo hicimos una parada de un día en Belfort, lo cierto es que es una ciudad muy propicia para un fin de semana e incluso más. En sus alrededores se puede encontrar el Ballon d’Alsace, una de las montañas más bonitas de Francia. Además, también hay muchos pueblecitos y espacios naturales que merecen la pena.
https://www.llegarsinavisar.com/que-ver-en-belfort-la-ciudad-a-los-pies-de-un-leon-gigante/
15 mejores cosas para hacer en Belfort (Francia)
En una meseta entre las montañas Jura y los Vosgos se encuentra una ciudad que ha sido muy disputada durante un milenio.
Belfort era la única ruta viable hacia Francia en cientos de kilómetros al norte o al sur, y muchos reyes y líderes franceses hicieron todo lo posible para fortificarla.
Luis XIV ordenó el Cinturón de Hierro y la elaborada ciudadela que fue planeada por Vauban, el gran arquitecto militar de la época.
Es necesario ver estos muros y las fortalezas satélites que los rodean, y algunos tienen museos en el interior para el arte o sobre la tempestuosa historia de esta ciudad.
El espíritu indomable de la ciudad está encapsulado por la monumental estatua del León de Belfort, que domina la escena desde la cara de un acantilado.
Exploremos el mejores cosas para hacer en Belfort:
1. Ciudadela de Belfort
El Belfort Gap fue visto como una grieta en la armadura del este de Francia durante casi mil años y ha sido fuertemente fortificado desde el siglo XIII.
Pero en el siglo XVII estas defensas fueron modernizadas para la artillería, primero por el conde de Suze y luego por el famoso cerebro militar, Vauban.
Construyó una segunda muralla para la ciudad, con un elaborado sistema de cuernos y acequias tan avanzado que resistió con éxito un asedio en 1815, más de un siglo después de su construcción.
Hay miradores altísimos y pasajes subterráneos y un programa de recreaciones en verano para revivir diferentes etapas del pasado de la ciudadela.
2. León de Belfort
En una posición épica en una repisa debajo de los acantilados y una sección de las murallas de la ciudadela se encuentra la temible estatua de un león.
Esto fue hecho en 1880 por Frédéric Bartholdi y conmemora el asedio de Belfort durante la Guerra Franco-Prusiana, cuando la ciudad resistió durante 103 días a pesar de una gran desventaja en la mano de obra.
Bartholdi, por supuesto, fue el hombre que diseñó la Estatua de la Libertad en Nueva York, y su león está hecho de bloques de arenisca, esculpidos en la pendiente y llevados a esta repisa pieza por pieza para ser ensamblados.
3. Anillo de fortificaciones
En medio de las crecientes tensiones con la vecina Prusia en el siglo XIX, una sucesión de reyes franceses y luego la Tercera República intentaron apuntalar la brecha de Belfort.
Hicieron esto con una gigantesca red de fortificaciones que se expandió en la ciudadela de Vauban y el Cinturón de Hierro para que la ciudad no fuera vulnerable a la artillería de larga distancia.
Así que el paisaje alrededor de la ciudad está sembrado de edificios militares del siglo XIX en diferentes estados de conservación.
Muchos de ellos, como Fort de la Miotte, Forte des Basses-Perches, Fort Dorsner y Fort de Meroux se pueden explorar libremente, y esto es solo la punta del iceberg.
4. Musée d’Histoire et d’Archéologie
En el antiguo cuartel de la ciudadela hay un museo que cubre miles de años de historia en el área de Belfort.
Comenzó en 1872, después de que el trabajo en un fuerte local desenterró artefactos neolíticos.
Ahora hay tres espacios diferenciados: un museo de arqueología con objetos prehistóricos, galo-romanos y carolingios, una exposición sobre Bartholdi que contiene esculturas, modelos y bocetos del león, y una galería sobre la tormentosa historia militar de Belfort.
Cada sección tiene sus méritos, ya sean mosaicos romanos, armamento prusiano o una mirada al interior del proceso de uno de los escultores más famosos de la historia.
5. Porte de Brisach
Una forma solemne de entrar en la ciudad desde el este, la Porte de Brisach también fue diseñada por Vauban y atraviesa las fortificaciones desde la Rue des Mobiles.
Hay un puente que cruza la zanja antes de que te enfrentes a un portal que no te deja ninguna duda sobre la autoridad del Rey: en el frontón en la parte superior está el famoso emblema del Rey Sol y el lema de Luis XIV «Nec pluribus impar», que significa literalmente , “No es desigual a muchos”. Más abajo hay banderas y trofeos alrededor de las flores de lis y la corona real francesa.
6. Musée d’Art Moderne
En esta elegante mansión Belle Époque hay un pequeño resumen ordenado del arte moderno de las primeras décadas del siglo XX.
Los movimientos cubista y surrealista están bien representados, con obras de Picasso, Juan Gris, Georges Braque, Fernand Léger y André Masson.
Estas 150 piezas de pintura, escultura y dibujo fueron todas donadas a Belfort en 1997 por el curador Maurice Jardot.
Este hombre tenía una asociación a largo plazo con Daniel-Henry Kahnweiler, quien fue un gran mecenas del cubismo y se convirtió en uno de los principales marchantes de arte de Francia del siglo XX.
7. Musée des Beaux-Arts
Uno de los bastiones de la ciudadela, Tour 41, es un escenario atmosférico para el museo de bellas artes de la ciudad.
Una combinación de depósitos y donaciones gubernamentales a lo largo de los años ha dotado al museo con 150 obras desde el Renacimiento hasta finales del siglo XIX.
Y hay muchos artistas que hacen época, como Alberto Durero y Auguste Rodin en particular.
Es especialmente rico en arte francés del siglo XIX, de artistas como Eugène Carrière, Gustave Courbet y Paul Signac.
El Tour 46, a pocos pasos, es para exposiciones temporales de historia y arte organizadas por cada uno de los museos de Belfort.
8. Catedral de Belfort
Con un lugar de honor frente a la Place d’Armes, la catedral neoclásica de Belfort casi se parece a los monumentos antiguos de Petra cuando la ves desde el lado oeste.
Fue concebida como iglesia abacial en la primera mitad del siglo XVIII y no se convirtió en catedral hasta 1979, cuando se creó la diócesis de Belfort-Montbéliard.
La sorprendente piedra arenisca rosa utilizada en la construcción se extrajo cerca del pueblo de Offemont.
Y el interior fue una plataforma para que los artistas del Franco Condado de la época mostraran lo que podían hacer y tiene esculturas de Antoine Cupillard y pinturas de Gustave Dauphin.
En la parte posterior, deléitese con el muy decorativo Gran Órgano de la galería, que se instaló en 1752 y es un monumento histórico francés por derecho propio.
9. Lac du Malsaucy
Puede conducir, andar en bicicleta o caminar hasta este tranquilo lago de 55 hectáreas bordeado por bosques y colinas bajas.
En lo que anteriormente habían sido pantanos, el lago fue represado ya en el siglo XV para suministrar agua a Belfort y crear un cuerpo de agua para la pesca.
La gente todavía viene a pescar hoy en día, pero ahora es más valorado por su esplendor natural y la playa de arena en la costa este.
La playa está supervisada en verano como parte de un centro de actividades completo que alquila tablas de remo, canoas y botes de remos.
Incluso hay un cine al aire libre junto al agua en las noches de verano.
10. Rastreando a los Leones
El león de Bartholdi ha engendrado unos 150 cachorros en la ciudad, que aparecen como estatuas, elementos arquitectónicos esculpidos, murales, fuentes y llamadores de puertas.
En el verano, la oficina de turismo de Belfort organiza visitas guiadas a pie para encontrar cada uno, explicar un poco sobre los edificios en los que aparecen y ofrecer anécdotas históricas sobre la ciudad a medida que avanza.
Si no está presente para una visita guiada, la oficina puede proporcionarle un mapa de senderos con toda la información que necesita para su propio «safari urbano».
11. Ballon d’Alsace
Con una altura de poco menos de 1.250 metros, esta montaña es un sensacional recorrido por las tierras altas al norte de la ciudad y se encuentra dentro del Territorio de Belfort.
No importa la temporada, hay algo que lo atrae a este «Gran Sitio de Francia». Invierno significa esquí alpino y de fondo en una estación que acaba de ser equipada con maquinaria de fabricación de nieve artificial.
El verano es la época de los caminos serpenteantes de las carreteras de montaña hasta los miradores, las caminatas y los paseos en bicicleta.
También está el Acropark, una atracción de aventura familiar de puentes de cuerda en las copas de los árboles, cuerdas de Tarzán y tirolesas.
12. Musée de l’Aventure Peugeot
La A36 le llevará a Sochaux en unos 15 minutos, y la razón para ir es visitar este excelente museo de la marca de automóviles Peugeot.
Es una empresa que existía mucho antes de que se inventara el automóvil, por lo que es posible que no espere encontrar molinillos de café antiguos con la insignia de Peugeot.
También puedes ver más de 100 bicicletas, que se remontan a la década de 1880, con modelos que han ganado el Tour de Francia.
Y en cuanto a los autos, hay 130 en exhibición, de una colección de más de 400. Aquí hay un Type 3, ensamblado a principios de la década de 1890, junto con el legendario auto de rally 205, autos de carrera con prototipos deportivos y modelos de Formula 1.
13. Mulhouse
La meseta alrededor de Belfort se ha industrializado desde el siglo XIX y el gran centro de fabricación de la región es Mulhouse.
Y aunque esta ciudad no tiene el delicado encanto de las ciudades alsacianas más al norte, es un lugar que te cautivará con su herencia industrial.
Esto se demuestra con atracciones como la maravillosa Cité du Train, el museo ferroviario más grande del mundo.
En EDF Electropolis, irá detrás de escena en el gigante de la energía, mientras que el museo Impression sur Etoffes muestra el comercio de textiles impresos una vez rugiente de Mulhouse.
El último es quizás el más sorprendente, la Cité de l’Automobile, una enorme flota de autos antiguos ensamblados en secreto por dos magnates textiles a mediados del siglo XX.
14. Notre Dame du Haut
Cualquiera que ame la arquitectura modernista, y especialmente los edificios de Le Corbusier, no puede perder la oportunidad de ver la sensacional capilla que construyó aquí en 1955. Está en Ronchamp, a 25 minutos de Belfort y, como todos sus edificios, está catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Sitio.
La capilla está en lo alto de una colina y reemplazó a una capilla de peregrinaje que fue destruida en la guerra.
Le Corbusier incorporó los escombros del antiguo edificio a las paredes del nuevo.
Los fanáticos de la arquitectura pueden perder mucho tiempo absortos en las características de la capilla: la forma en que se inclina hacia el altar con la colina, las vidrieras brillantes en las paredes profundas, el techo que parece flotar sobre el edificio y todo un mucho más.
15. Gastronomía
Belfort se encuentra en una encrucijada culinaria, y esto no solo se aplica a la fusión de la cocina alemana y francesa: la ciudad también se encuentra en el límite entre Alsace Franche-Comté y toma lo mejor de ambas cocinas.
Por lo tanto, es probable que los restaurantes sirvan fondue comtois y caldo de vino de las montañas del Jura, como delicias alsacianas como el choucroute (chucrut y embutidos) o la tarta flambée (masa de pan enrollada y cubierta con crema fresca, cebollas y lardos). Y no es necesario que le diga que pruebe los vinos Riesling, Gewürztraminer y Crémant d’Alsace espumosos producidos en una franja larga que comienza a pocos kilómetros al noreste de Belfort.
https://carreteandoblog.com/15-mejores-cosas-para-hacer-en-belfort-francia/
Belfort es una ciudad y comuna francesa situada en el departamento del Territorio de Belfort, de la región de Borgoña-Franco Condado. Es la ciudad más grande y la prefectura de su departamento con una población de 105 390 habitantes.
Establecida durante la Brecha de Belfort, la ciudad se encuentra en una importante vía de comunicación en la cual las primeras actividades humanas se manifestaron durante la Prehistoria. Este emplazamiento ha jugado un rol importante a lo largo de su historia, especialmente en el siglo XIV, cuando la ciudad era conocida como Bellumfortum. La situación estratégica en el corazón de la brecha de Belfort la ha convertido en una plaza fuerte militar y una ciudad de guarnición en las fronteras de las cuencas de los ríos Rin y Ródano.
Históricamente, forma parte de la Alta Alsacia, subdivisión de la provincia histórica de Alsacia que corresponde a los actuales departamentos del Alto Rin, del Bajo Rin y del Territorio de Belfort así como al territorio de Landau en Alemania. La ciudad siempre ha formado parte del espacio lingüístico francófono. Tras la anexión de Alsacia-Lorena de 1871 a 1918 por el Imperio alemán, el actual Territorio de Belfort, única parte de Alsacia que no fue anexionada, permaneció separado y accedió al estatuto de departamento en 1922.
El decreto de 2 de junio de 1960 relativo a la armonización de las circunscripciones administrativas lo vincula a la región del Franco-Condado y no a la región de Alsacia, decisión confirmada en 1982 con las leyes sobre la descentralización que otorgan a las regiones francesas el estatuto de colectividades territoriales.
Los residentes de la ciudad se llaman Belfortanos (Belfortains en francés).
Geografía
Belfort se encuentra en el noreste de Francia, a 400 km de París, 141 km de Estrasburgo, 290 km de Lyon y 150 km de Zürich. Se encuentra a orillas del Savoureuse, sobre la ruta natural de importancia estratégica entre las cuencas del Rin y el Ródano —la brecha de Belfort, Trouée de Belfort— o la puerta de Borgoña (Porte de Bourgogne). El topónimo, Belfort, se pronuncia en francés como [bɛl.fɔʁ].
Historia
La ubicación estratégica de Belfort, en un hueco natural entre los Vosgos y el Jura, en una ruta que une las cuencas del Rin y el Ródano (vía Doubs y Saona), ha atraído los asentamientos humanos y la ha convertido en un objetivo para los ejércitos.
La ubicación de Belfort fue habitada en época galo-romana y se registró posteriormente en el siglo XIII como una posesión de los condes de Montbéliard, que le otorgó una carta en 1307.
A partir de 1375 fue una posesión austriaca junto con el Sundgau, fue ocupada por las tropas francesas el 28 de junio de 1636, posesión legalizada mediante el Tratado de Westfalia (1648), que puso fin a la guerra de los Treinta Años. Las fortificaciones de la ciudad fueron ampliadas y desarrolladas por el arquitecto militar Vauban al servicio de Luis XIV.
Durante las guerras napoleónicas sufrió dos asedios antes de ser tomada por las tropas de la sexta y séptima coalición. El primero del 24 de diciembre de 1813 al 12 de abril de 1814. Segundo del 27 de junio al 8 de julio de 1815.
Belfort fue parte del departamento del Alto Rin, en Alsacia, hasta 1871. Belfort estuvo sitiado entre el 3 de noviembre de 1870 y el 18 de febrero de 1871, resistiendo con éxito hasta que la guarnición recibió la orden de entregar la ciudad 21 días después del armisticio entre Francia y Prusia. Debido a que esta parte de Alsacia era de habla francesa, mientras que el resto de Alsacia era de habla alemana, el área alrededor de Belfort no fue anexada por los prusianos. Se formó, como todavía existe, el Territorio de Belfort. El asedio es conmemorado por una enorme estatua, el León de Belfort, realizada por Bartholdi.
Los alsacianos que buscaban un nuevo hogar francés en Belfort hicieron una contribución significativa a la industria.
La ciudad fue bombardeada por el ejército alemán durante la Primera Guerra Mundial y ocupada durante la Segunda Guerra Mundial desde 1940. Hasta que el ejército francés la liberó el 22 de noviembre de 1944.
https://es.wikipedia.org/wiki/Belfort
https://fr.wikipedia.org/wiki/Belfort
https://www.survoldefrance.fr/affichage.php?lieu=Belfort
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http://jacquotboileaualain.over-blog.com/article-la-forret-du-mont-belfort-105365648.html
https://www.belfort-tourisme.com/
https://elhexagono.net/2016/11/29/belfort-la-ciudad-del-leon/
http://dimanchedivers.canalblog.com/archives/2011/01/15/20133237.html
https://www.pss-archi.eu/villes/FR-90010.html
https://www.utbm.fr/utbm/les-3-sites/
https://www.jaimemonpatrimoine.fr/fr/module/81/1524/14-visages-du-territoire-de-belfort
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