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Tipo: Monumentos
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Continente: Europa
País: España
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Año: 1238
Estado: Terminado
Descripción:Introducción Histórica
La Alhambra, denominada así por sus muros de color rojizo («qa'lat al-Hamra'», Castillo Rojo), está situada en lo alto de la colina de al-Sabika, en la margen izquierda del río Darro, al este de la ciudad, frente a los barrios del Albaicín y de la Alcazaba.
Su posición estratégica, desde la que se domina toda la ciudad y la vega granadina, hace pensar que existían construcciones anteriores a la llegada de los musulmanes. Su conjunto, completamente amurallado, posee una forma irregular limitado al norte por el valle del Darro, al sur por el de la al-Sabika, y al este por la Cuesta del Rey Chico, que a su vez la separan del Albaicín y del Generalife, situado en el cerro del Sol.
Se tiene constancia por primera vez de ella en el siglo IX, cuando en 889 Sawwar ben Hamdun tuvo que refugiarse en la Alcazaba y repararla debido a las luchas civiles que azotaban por entonces al Califato cordobés, al que pertenecía Granada. Posteriormente, este recinto empezó a ensancharse y a poblarse, aunque no hasta lo que sería con posterioridad, ya que los primeros monarcas ziríes fijaron su residencia en lo que posteriormente sería el Albaicín.
A pesar de la incorporación del castillo de la Alhambra al recinto amurallado de la ciudad en el siglo XI, lo que la convirtió en una fortaleza militar desde la que se dominaba toda la ciudad, no sería hasta el siglo XIII con la llegada del primer monarca nazarí, Mohamed ben Al-Hamar (Mohamed I, 1238-1273) cuando se fijaría la residencia real en La Alhambra. Este hecho marcó el inicio de su época de mayor esplendor.
Primero se reforzó la parte antigua de la Alcazaba, y se construyó la Torre de la Vela y del Homenaje, se subío agua del río Darro, se edificaron almacenes, depósitos y comenzó la construcción del palacio y del recinto amurallado que continuaron Mohamed II (1273-1302) y Mohamed III (1302-1309), al que también se le atribuyen un baño público y la Mezquita sobre la que se construyó la actual iglesia de Santa María.
A Yúsuf I (1333-1353) y Mohamed V (1353-1391) les debemos la inmensa mayoría de las construcciones de la Alhambra que han llegado a nuestra época. Desde la reforma de la Alcazaba y los palacios, pasando por la ampliación del recinto amurallado, la Puerta de la Justicia, la ampliación y decoración de las torres, construcción de los Baños y el Cuarto de Comares, la Sala de la Barca, hasta el Patio de los Leones y sus dependencias anexas. De los reyes nazaríes posteriores no se conserva prácticamente nada.
De la época de los Reyes Católicos hasta nuestros días podemos destacar la demolición de parte del conjunto arquitectónico por parte de Carlos V para construir el palacio que lleva su nombre, la construcción de las habitaciones del emperador y el Peinador de la Reina y el abandono de la conservación de la Alhambra a partir del siglo XVIII. Durante la dominación francesa fue volada parte de la fortaleza y hasta el siglo XIX no comenzó su reparación, restauración y conservación que se mantiene hasta la actualidad.
http://www.alhambradegranada.org/es/info/introduccionhistorica.asp
http://www.red2000.com/spain/granada/1alhambra.html
El arte nazarí
La Alhambra de Granada
Alhambra de Granada: Patio de los LeonesLa Alhambra de Granada es dentro del estilo islámico nazarí como la Mezquita de Córdoba para el arte califal en Al-Andalus, es decir verdadero paradigma y símbolo.
La Alhambra es una verdadera ciudad-palacio de la dinastía nazarí que tras la batalla de las Navas de Tolosa (1212) y el decaimiento del poder almohade, toma el control del reino de Granada por manos de Bel Alhamar o Mohamed I (1238).
Típico capitel nazarí de La Alhambra de Granada
Historia de la Alhambra de Granada
El nombre de Alhambra proviene del color rojizo de sus muros (Castillo Rojo en árabe). Las primeras noticias sobre la fortaleza son del siglo IX. El recinto original se distribuía como una ciudad en cuatro zonas bien diferenciadas: la alcazaba o fortaleza militar, la medina o ciudad comercial que servía a la Corte, los palacios del sultán nazarí, y los lugares de distracción (el Generalife y otros palacios desaparecidos).
El mayor esplendor de la Alhambra se da a partir del siglo XIII con los monarcas nazaríes, que la convierten en residencia real, en ese siglo se acometen grandes reformas y obras, como construcción de los Baños. el Cuarto de Comares, la Sala de la Barca, el Patio de los Leones y dependencias anexas.
A lo largo de los siglos XIV y XV los soberanos granadinos Mohamed I, Yusuf I y Mohamed V, fundamentalmente en el siglo XIV erigieron esta obra cumbre del refinamiento musulmán de Al-Andalus en la colina de al-Hamra.
En época cristiana, siglo XVI, se le añadió el Palacio imperial de Carlos V, de estilo renacentista. La belleza de este edificio queda en entredicho por su controvertida ubicación en medio de La Alhambra, de la que se ha convertido en museo. A partir del siglo XVIII la Alhambra sufre un gran abandono, destruyéndose parte de ella durante la dominación francesa.
En el siglo XIX se comenzó su reparación, restauración y conservación que se mantiene hasta la actualidad.
En 1984 el conjunto de abarca la Alhambra, el Generalife, y el barrio del Albaicín fue nombrado Patrimonio de la Humanidad.
http://www.arteguias.com/nazari.htm
El nombre Alhambra tiene sus orígenes en una palabra árabe que significa "castillo rojo o bermellón", debido quizás al tono de color de las torres y muros que rodean completamente la colina de La Sabica, que bajo la luz de las estrellas es de color plateado, pero bajo la luz del sol adquiere un tono dorado. Aunque existe una explicación más poética, narrada por los cronistas musulmanes que hablan de la construcción de la Alhambra "bajo la luz de las antorchas". Creada originalmente con propósitos militares, la Alhambra era una alcazaba (fortín), un alcázar (palacio) y una pequeña medina (ciudad), todo al mismo tiempo. Este triple carácter nos ayuda a comprender las numerosas características de éste monumento.
No existe ninguna referencia de la Alhambra como residencia de reyes hasta el siglo XIII, aunque la fortificación existe desde el siglo IX. Los primeros reyes de Granada, los Ziritas, tenían sus castillos y palacios en las colinas de Albaicín, y nada queda de ellos. Los monarcas Ziries fueron con toda probabilidad los emires que construyeron la Alhambra, comenzando en 1238.
El fundador de la dinastía, Muhammed Al-Ahmar, comenzó con la restauración del antiguo fortín. Su trabajo fue completado por su hijo Muhammed II, cuyos sucesores inmediatos continuaron con las reparaciones. La construcción de los palacios (llamado Casa Real Vieja) data del siglo XIV, y es la obra de dos grandes reyes: Yusuf I y Muhammed V. Al primero se le adjudica, entre otros, el Cuarto de Comares, la Puerta de la Justicia, los Baños y algunas torres. Su hijo, Muhammed V, completó el embellecimiento de los palacios con la Sala de los Leones, además de otros cuartos y fortificaciones.
La Alhambra se convirtió en una corte cristiana en 1492 cuando los Reyes Católicos conquistaron Granada. Más tarde, se construyeron varias estructuras para albergar a ciudadanos prominentes, cuarteles militares, una Iglesia y un Monasterio Franciscano.
El Emperador Carlos V, que pasó varios meses en Granada, comenzó la construcción del Palacio que lleva su nombre e hizo algunas reformas en el interior de los edificios. Estas medidas provocaron una gran controversia provocada por razones políticas. Los siguientes reyes de la casa de Austria no dejaron en el olvido al monumento y cada uno dejo su marca, aunque más discretamente.
Durante el siglo XVIII y parte del XIX, cayó en el olvido y sus salones y cuartos fueron utilizados como bares y establos donde habitaban gentes de mal vivir. Para rematarlo, las tropas napoleónicas que ocuparon Granada desde 1808 hasta 1812, convirtieron los palacios en cuarteles militares. Durante una retirada, minaron las torres y destruyeron parte de ellas. Dos de ellas, la Torre de Siete Suelos y la Torre de Agua quedaron en ruinas. Y de esta manera, este abandono increíble continuó hasta 1870 cuando la Alhambra fue declarada monumento nacional. Artistas y viajeros de todo el mundo hicieron causa común por la defensa de este monumento. Desde entonces hasta nuestros días, la Alhambra ha sido restaurada, protegida e incluso mejorada en muchos aspectos para admiración y disfrute de todo el mundo.
Alcazaba
Esta es la parte más antigua de la Alhambra, reconstruida sobre las ruinas de un castillo del siglo IX. Las torres más sólidas son las del Homenaje situada al sur y la de Quebrada en el ángulo noroeste. La que tiene un interior más elaborado es la Torre de las Armas. Sin embargo, todas ellas quedan superadas por la impresionante Torre de la Vela. Su campana suena en ocasiones festivas impulsada por muchachas jóvenes, que según la superstición, esperan así no quedarse solteras. Esta es la torre más alta de todo el recinto amurallado, y el paisaje que desde aquí se observa se abarca un amplio horizonte.
A la entrada de la Alcazaba están los agradables Jardínes de los Adarves, también llamados Jardínes de los Poetas. Desde sus almenas nuestra vista se ve atraída por las torres de la colina de enfrente. Son las Torres Bermejas, el "castillo de gran valor" al que se alude en algunas baladas. Algunas composiciones musicales de Albéniz o Joaquín Rodrigo evocan su nombre.
La Casa Real
Es un grupo de pequeños palacetes con una serie de estructuras que les rodean que nacieron de una necesidad puramente transitoria y ornamental. Desde el siglo XVI, a estos alcázares nazaritas se les ha designado como Casa Real Vieja para distinguirlos de los edificios cristianos.
La Alhambra contiene las tres estancias típicas típicas de un Palacio Musulmán, incluyendo un salón de recepciones y el Patio de los Leones. Este espectacular patio es obra de Mohammed V y nos muestra lo mejor del Arte Islámico en todo su esplendor.
El Patio de los Leones se caracteriza por su hermosa originalidad, una mezcla armoniosa de arte oriental y occidental. Sus 124 palmeras rodean la fuente que reposa sobre la espalda de sus 12 leones. El agua es aquí el gran protagonista, ascendiendo y rebosando por la fuente hasta la boca de los leones, desde donde se distribuye por toda la estancia.
Cuatro grandes vestíbulos rodean la estancia. El primero entrando por el patio de los Mártires es la Sala de los Mozárabes, cuyo nombre probablemente derive de los tres arcos que que forman la entrada al Sala de los Leones.
Al Sur está la Sala de los Abencerrajes, famosa en leyendas por su ornamentación de lazos. En la parte este está la Sala de los Reyes, la cual es bastante singular en su diseño y recuerda a un escenario teatral, dividida en tres secciones, separadas por arcos dobles mozárabes.
Al Norte está la Sala de Dos Hermanas, llamada así por las dos grandes piezas de mármol que flanquean la fuente. El vestíbulo contiguo es la Sala de los Ajimeces, con dos balcones con vistas al Jardín de Daraxa. Entre estos dos balcones está el Mirador de Daraxa, dormitorio y vestidor de la Sultana y un sitio muy apacible y resguardado.
Por el último vestíbulo accedemos al Peinador de la Reina, también llamado el Tocador. Fue diseñado para ser la residencia de la Emperatriz Isabel y más tarde de Isabel de Parma. Aquí encontramos algunos frescos conmemorando la expedición de Carlos V a La Goleta. Dentro del recinto de la Alhambra también encontramos edificios que son exclusivamente occidentales, con los Jardines de los Mártires donde antaño hubo un Monasterio de las Carmelitas Descalzas.
La Iglesia de Santa María se erige donde una vez estuvo la mezquita real. El Monasterio de San Francisco, que hoy es un Parador, se construyó sobre un palacio árabe, y tiene un valor sentimental, ya que estuvo la tumba temporal de los Reyes Católicos hasta su traslado a la Capilla Real. El Palacio de Carlos V o Casa Real Nueva fue comisionado por el Emperador en un intento de emular el Palacio de los derrotados musulmanes además de servir como su propia residencia. Se empezó a construir en 1527 bajo la dirección de Pedro Machuca, que había estudiado con Miguel Angel en Italia. Tiene forma cuadrada y se compone de dos partes: la primera de estilo Toscano y la segunda con pilares Jónicos.
Generalife de Granada
La palabra 'Generalife' ha sido traducida como "jardín del Paraíso", "plantación" o "jardín festivo".
Después de la conquista de Granada, los Reyes Católicos cedieron la propiedad del Generalife a la familia Venegas de Granada. La avenida conduce al Patio de la Acequia, que es el sitio más popular y el verdadero corazón del palacio. En la parte oeste hay una galería con 18 arcos. El pórtico del norte se llama el Mirador y tiene cinco arcos en la parte delantera y tres más detrás hechos en mármol. A través del pórtico norte desembocamos en el Patio de los Cipreses, que tiene un estanque en el centro.
Una escalera de piedra nos lleva hasta los Jardines Superiores, que antaño fueron plantados con olivos y hoy día se ha convertido en una explanada con jardines bellos y modernos. Aquí encontramos los saltos de agua descritos por Navagiero en el siglo XVI. Siguiendo la escalera llegamos a un edificio moderno y aséptico de varios pisos. En la parte más alejada es donde se encuentra el gran escenario donde se celebra el Festival Anual de Música y Danza.
http://www.esp.andalucia.com/ciudades/granada/historia-de-alhambra.htm
Construida sobre la colina de la Sabika, de gran verdor, la Alhambra domina el Albaicín y la ciudad. Los árabes la denominaron al-Qala al-Hamra, el castillo rojo, por el color de la arcilla que se empleó para la edificación, y del que toma su nombre al-Hmra, Alhambra. Desde Muhammad ben Yusuf en 1238, pasando por Yúsuf I y Mohamed V... y hasta después de la reconquista con Carlos V, se le fueron añadiendo construcciones hasta convertira en la mayor ciudadela del occidente musulmán.
Construida sobre la colina de la Sabika, de gran verdor, la Alhambra domina el Albaicín y la ciudad. Los árabes denominaron a esta fortaleza al-Qala al-Hamra, el castillo rojo, por el color de la arcilla que se empleó para la edificación del conjunto procedente de la colina sobre la que se emplaza. La derivación de al-Hamra en castellano dio Alhambra, nombre que recibe esta impresionante ciudadela.
La historia de la Alhambra comienza hacia el s IX con la conquista de la fortaleza que se asentaba en el lugar en el que hoy día se encuentra la Alcazaba. El conquistador de esta fortificación, y fundador de la Alhambra, fue Muhammad ben Yusuf ben Nasr en el año 1238.
Comienza así la dinastía nazarí y el Reino de Granada, pero pronto a sus sucesores la Alcazaba se les quedará pequeña y empezarán la construcción de palacios, baños, escuelas, mezquitas... para llegar a convertirse en el mayor centro político y aristocrático del occidente musulmán.
Su Historia
Dicho esplendor se debió especialmente a Muhammad ben Nasr, quien defendió su reino con un juego de treguas que requería de una importante actividad diplomática. Pero fueron otros reyes los que impulsaron verdaderamente la construcción de la Alhambra: Yusuf I y Muhammad V. Éstos dieron a la construcción el aspecto que hoy podemos admirar.
A Yúsuf I (1333-1353) y Mohamed V (1353-1391) les debemos la inmensa mayoría de las construcciones de la Alhambra que han llegado a nuestra época. Desde la reforma de la Alcazaba y los palacios, pasando por la ampliación del recinto amurallado, la Puerta de la Justicia, la ampliación y decoración de las torres, construcción de los Baños y el Cuarto de Comares, la Sala de la Barca, hasta el Patio de los Leones y sus dependencias anexas. De los reyes nazaríes posteriores no se conserva prácticamente nada
Ya a finales del s.XV, y siendo rey Boabdil El Chico, los Reyes Católicos darán por finalizada la multisecular Reconquista con la toma de la Alhambra en1492. Las causas de la caída del reino granadino se debieron, según muchos historiadores, a la ociosa vida de Boabdil, lo que provocó la relajación en sus tareas defensivas. Prueba de ello puede ser que al entregar Boabdil la llave de la ciudad a los Reyes Católicos, y mientras derramaba algunas lágrimas, fue su propia madre quien le dijo: No llores como mujer lo que no has sabido defender como hombre.
Tras arrebatar el último reducto de la dominación musulmana a Boabdil, el rey moro y su séquito fueron desterrados de Granada y les fue cedido un pequeño territorio en las áridas Alpujarras, donde aguantarían aún unos años. Camino de su destierro, Boabdil no osó girar la mirada hacia Granada, y sólo cuando estuvo a mucha distancia, sobre la colina conocida por El Suspiro del Moro se detuvo y observando por última vez su palacio... suspiró.
De la época de los Reyes Católicos hasta nuestros días podemos destacar la demolición de parte del conjunto arquitectónico por parte de Carlos V para construir el palacio que lleva su nombre, la construcción de las habitaciones del emperador y el Peinador de la Reina y el abandono de la conservación de la Alhambra a partir del siglo XVIII. Durante la dominación francesa fue volada parte de la fortaleza y hasta el siglo XIX no comenzó su reparación, restauración y conservación que se mantiene hasta la actualidad.
La Ciudadela y sus Leyendas
El mejor camino para acceder al Conjunto Monumental es la Cuesta Gomérez que se inicia en Plaza Nueva. Al final de esta cuesta el viajero encuentra la puerta de las Granadas, obra de Pedro Machuca, arquitecto del Palacio de Carlos V. Es paso franco hacia los bosques de la Alhambra donde se escucha el rumor del agua en las acequias y fuentes que salen al paso.
Cuenta la leyenda que tal era la magnificencia de esta entrada a la Alhambra, que se aseguraba que no existía caballero que, montado en su cabalgadura y portando su lanza, consiguiese tocar con la punta de ésta la mano esculpida en lo alto del arco exterior... Tan convencidos estaban de ello, que aseguraban que quien consiguiese tal proeza conquistaría el trono de la Alhambra. Cabe tener en cuenta que esta era una leyenda muy extendida debido a la condición de inexpugnable de la que siempre gozó la Alhambra, y la cual hoy día nadie pone en duda.
Otro relato legendario nos habla de que la dedicación puesta en la construcción de la Alhambra, tanto en lo decorativo como en lo arquitectónico. Se asegura que tan sumamente recia era su construcción que, aún recibiendo el ataque de mil ejércitos enemigos, jamás caería. Así pues, el día que la llave del arco interior de la Puerta de la Justicia y la mano de su arco exterior se unan... ¡habrá llegado el fin del mundo!, pues esto significaría que la Alhambra estaría en ruinas.
La Alhambra, por otra parte, puede considerarse como un gigantesco reloj de sol. Esto se debe a que a la hora del mediodía solar todas las dependencias quedan divididas justamente por la mitad debido a la sombra. De la misma manera que en un reloj solar se puede seguir el paso de las horas por el corrimiento de la sombra en cada una de sus estancias. Este hecho es más fácil de observar en invierno, debido a la baja órbita del Sol.
La Alcazaba es la edificación más antigua del recinto y su construcción se remonta al siglo XI. De carácter militar, es independiente del resto del conjunto. En uno de sus vértices se halla la Torre de la Vela desde la que se abarca un gran horizonte. Las torres del Homenaje y Quebrada se alzan en el lado opuesto. Desde la Alcazaba se accede al Palacio Real a través de la Puerta del Vino, una bella entrada con doble arco de herradura datada en tiempos de Muhammad II. Después, se franquea un pequeño patio de ingreso del que únicamente quedan los restos y se entra en el patio de Machuca, donde guardaba sus planos y diversos materiales el arquitecto Pedro Machuca. En tiempos árabes, éste era el patio del Mexuar.
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Tras este patio, se encuentra el Mexuar (1356). Este era el lugar donde el monarca recibía a sus súbditos y se reunía el consejo de ministros. En la puerta a la Sala de Mexuar, entrada a los Palacios Nazaríes, existía un azulejo en el que podía leerse: Entra y pide. No temas pedir justicia, que hallarla has. Se explica esta frase por la cualidad judicial que poseía el sultán en su época, conocido por sus justas e imparciales sentencias.
Desde el Mexuar se accede al Cuarto Dorado; su fachada sur resalta por su gran belleza y muestra tres arcos peraltados en la planta baja y una doble ventana con columna de mármol en la planta alta. Frente al Cuarto Dorado, que muestra una bella techumbre renacentista, puede admirarse la fachada del Palacio de Comares. El visitante llega por un pasillo al patio de Comares conocido también como de la Alberca y de los Arrayanes. Su alberca, de 34 m de largo por 7 m de ancho, está enmarcada por dos pórticos de siete arcos y columnas de mármol.
Atravesando el pórtico norte de este patio se encuentra la Sala de la Barca -o de barahka que significa bendición. La bóveda que el visitante puede contemplar en la actualidad en este lugar es posterior a 1890, año en que un incendio hizo desaparecer la original. Un pasadizo nos conduce a la Sala de Comares, una de las más grandes de este palacio y donde se estableció el salón del Trono, también conocido como salón de Embajadores por ser éste el lugar donde se recibía a las delegaciones extranjeras. Posee nueve balcones que en su día estuvieron decorados con vidrieras y los arcos centrales son gemelos que descansan sobre una columna de mármol. Asimismo, muestra un zócalo de azulejos esmaltados y las paredes están recubiertas de yesería.
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Una escalera nos lleva a la sala de Baños que conjuga la sala de Baños y la sala de las Camas, restaurada ésta última en el siglo XIX. Tampoco hay que dejar de visitar el Peinador de la Reina, una torre alzada al norte de la muralla. Atravesando un pasadizo que parte de la sala de Comares se accede al Cuarto de los Leones, lugar que perteneció al originario Palacio Real, y que rodea el Patio de los Leones, el más famoso de la Alhambra.
El conjunto fue impulsado por el rey Muhammad V. La fuente de los Leones es un ejemplo universal de estética, equilibrio e imaginación constructiva. En su lado norte se halla la sala de Dos Hermanas con el techo de mocárabes y una puerta comunica con el bello mirador de Daraxa. Cercana, en la magnífica sala de los Abencerrajes, con su fuente de mármol, todavía resuenan los ecos de la dramática matanza de los guerreros de esta familia aristocrática.
El nombre de Abencerrajes perteneció a una muy importante familia de la nobleza de la época, que tenían sus viviendas en el interior de la Alhambra. Dice la leyenda que esta familia tenía como rival político a otra llamada Zenetes, los cuales decidieron acabar con sus oponentes mediante una conspiración... Así, inventaron una relación amorosa entre la sultana y uno de los Abencerrajes, para conseguir despertar los celos y la ira en el sultán. El sultán, cegado por la consternación, y en ocasión de una fiesta en la sala que lleva el nombre de la familia, hizo decapitar sobre su fuente a los 37 caballeros que llevaban el nombre de Abencerrajes.
Se cuenta que el color rojizo que aun hoy día se puede contemplar en la taza de la fuente, y en el canal que lleva su agua hasta la Fuente de los Leones, se debe a las manchas de la sangre de los caballeros asesinados... Aunque en este caso es difícil discernir donde acaba la historia y donde empieza la leyenda.
En las cúpulas de los aposentos de la Sala de los Reyes, al oriente del patio de los Leones, se conservan pinturas sobre cuero que representan a diferentes monarcas nazaritas. Veintidós son las torres que se alzan sobre las murallas del conjunto de la Alhambra, entre ellas destacan: las Torres Bermejas construidas en 1240, de las Damas -junto al Partal-, de la Cautiva, de las Infantas, de los Picos, del Candil, de Hierro, de Siete Suelos, de la Justicia o de las Granadas.
Junto a la Puerta del Vino se alza el palacio de Carlos V, obra realizada por Pedro Machuca en el siglo XVI y concebida como residencia de este emperador. Es un edificio de dos plantas y muestra portada almohadillada. En la actualidad, tiene su sede en el mismo el Museo de la Alhambra y el de Bellas Artes con muestras de pintura y escultura de la escuela granadina.
El palacio del Generalife se halla sobre el cerro del Sol y frente a la Alhambra. Data de principios del siglo XIV como indica la lápida dedicada a Ismail I. De reducidas dimensiones, es un palacio con una excepcional combinación de jardines en terrazas, estanques, fuentes y surtidores organizados alrededor del patio de la Acequia que muestra vistosos juegos de agua.
Desde el patio del Ciprés de la Sultana es posible disfrutar del olor de jardines perfumados y de la vista de la escalera del Agua o de las Cascadas. El teatro del Generalife acoge la celebración del Festival Internacional de Música y Danza. El cercano convento de San Francisco, hoy Parador de Turismo, guardó durante algún tiempo los restos de los Reyes Católicos.
Más allá del Generalife, cuando se observa desde la Alhambra, puede observarse una desnuda y pelada colina que está coronada por unas ruinas. Aún hoy día esta colina es conocida como La Silla del Moro. Esto se debe a que, debido a una insurrección en la Ciudad de la Alhambra, el rey Boabdil tuvo que buscar refugio en este monte. Fue desde allí donde se sentó tristemente a contemplar su amotinada Alhambra...
Las leyendas, relatadas por Washington Irving en Cuentos de la Alhambra, diplomático, historiador y viajero norteamericano, que la visito a principios del s XIX muestran el hechizo y las leyendas más allá de su momento, incluso una vez expulsado el rey Boabdid, como pone de manifiesto la leyenda del Soldado Encantado. Existió en la antigüedad, nos relata la leyenda, un estudiante de Salamanca que durante el verano se dedicaba a viajar y, cantando al son de su guitarra, conseguía fondos para pagar sus estudios.
Llegado a Granada, y celebrando la víspera de San Juan, reparó en la presencia de un extraño soldado ataviado de lanza y armadura. Preguntándole a éste por su identidad, el soldado dijo estar padeciendo un encantamiento desde hacía 300 años: un alfaquí musulmán le conjuró a montar guardia al tesoro de Boabdil por toda la eternidad, dándole sólo licencia para salir de aquel escondrijo una vez cada 100 años...
Preguntó el estudiante cómo podía ayudarle. El soldado le ofreció la mitad del tesoro por él custodiado si le ayudaba a romper el hechizo: se precisaba de un sacerdote en ayuno y una joven cristiana. La joven no fue difícil de hallar, pero el único cura que encontró era un obeso adorador de los manjares, por lo que mucho le costó convencerlo, y sólo con la promesa de riqueza aceptó ayudarle.
Subieron aquella noche hasta el escondite, sito en la Alhambra, portando una cesta de comida para que el párroco saciase su gula una vez acabado el trabajo. Llegado ante una torre, las piedras de su pared se abrieron a la orden del soldado, dejando al descubierto una estancia con el formidable botín... Una vez dentro, y mientras realizaban el sortilegio, el hambriento cura se abalanzó sobre la cesta y devoró un grueso capón. De repente estudiante, muchacha y sacerdote se encontraron en el exterior de la torre y la entrada sellada... ¡el hechizo se había roto demasiado pronto! Fue así como el soldado perdió la oportunidad de escapar de tan cruel castigo, y los demás sus sueños de riquezas. Aunque al estudiante le pesaban los bolsillos, lo que le permitió vivir en paz y amor con la bella joven cristiana...
http://www.espinoso.org/biblioteca/AlhambraGeneralife.htm
El agua vuelve a sonar en el patio de los Leones de la Alhambra
La rehabilitación de las 12 esculturas de mármol se ha prolongado una década
VALME CORTÉS - Granada - 15/01/2012
EL PAÍS - Cultura - 15-01-2012
Un afortunado grupo de turistas presenció ayer una de las imágenes más esperadas en la Alhambra desde hace años: los leones restaurados en su patio. Pero había más: se puso en marcha, aún en fase de pruebas, el renovado circuito hidráulico. Poco después de las 11.00, un técnico dio el aviso desde el patio a un responsable del centro de control que activó el dispositivo. Los visitantes que a esa hora tenían su pase a los palacios y se toparon con el revuelo mediático -motivado también por la presencia del presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán- irrumpieron en aplausos al ver manar agua de la boca de los 12 leones. No era para menos: ha habido que esperar una década.
El pasado mes de diciembre el Patronato empezó a trasladar las esculturas restauradas al patio, pero es desde ayer cuando se puede ver de nuevo a los 12 animales sustentando la gran pila de forma dodecagonal, en cuyo borde el poeta Ibn Zamrak esculpió un poema. En 2002 se retiró el primer león (el número 4). En 2007 se retiraron los 11 restantes, cuya restauración en los talleres del Patronato ha deparado numerosas sorpresas. Los restauradores han podido eliminar gruesas costras calcáreas, detener la invasión de elementos biológicos y consolidar roturas de diverso origen.
Para acercarse a la fuente surtidor aún falta un último plazo, aunque lejos quedan esos años en los que principalmente los niños tenían una foto subidos a algún león. Cuando culmine la restauración no se podrán tocar, pero los turistas podrán acercarse. El suelo del patio está todavía levantado y se prevé que en primavera finalice el proceso. Para esa fecha estará recubierto de mármol de Macael (Almería), de donde procede el que usaron en el siglo XIV cuando esculpieron esta joya arquitectónica del arte nazarí, rara además por representar a seres vivos.
Para la puesta a punto del circuito hidráulico, que supone la tercera y última fase del proceso (tras restaurar los leones e, in situ, la taza), los técnicos han sustituido las canalizaciones precedentes de alimentación de agua de cada una de las ocho fuentes que hay en los palacios y han limpiado y adecuado los canales que discurren por la superficie.
El mármol blanco que ahora se contempla deja a la vista las singularidades de cada escultura. Diferentes pelajes, fauces con dentaduras afiladas y pliegues muy marcados. Cada rostro es distinto, como dejó claro el lifting al que se sometieron durante tres años. Desde 2010, las esculturas han estado expuestas en la cripta del palacio de Carlos V. Ahora los felinos mandados construir por el sultán Muhammad V en el siglo XIV vuelven a su emplazamiento original. La innovadora intervención ha costado dos millones de euros.
La Alhambra es una ciudad palatina andalusí situada en Granada, España. Se trata de un rico complejo palaciego y fortaleza (alcázar o al-qasr القصر) que alojaba al monarca y a la corte del Reino nazarí de Granada. Su verdadero atractivo, como en otras obras musulmanas de la época, no sólo radica en los interiores, cuya decoración está entre las cumbres del arte andalusí, sino también en su localización y adaptación, generando un paisaje nuevo pero totalmente integrado con la naturaleza preexistente. En 2011 se convirtió en el monumento más visitado de España, recibiendo la cifra histórica de 2.310.764 visitantes.1
Etimológicamente, «Alhambra» en árabe es «al-Ħamrā» (اَلْحَمْرَاء, 'la Roja'), procedente del nombre completo «al-Qal'a al-hamra» ('fortaleza roja'). En su evolución, el castellano intercala entre la m y la r una b, como en «alfombra», que en el árabe clásico tenía el significado de 'rojez', escrito como «al-humra». Existen más teorías para explicar el origen del nombre de la Alhambra, pues hay otros autores que arguyen que en la época andalusí la Alhambra estaba encalada y su color era blanco. El nombre de «roja» le vendría porque cuando se construyó se trabajaba de noche, y vista por la noche, desde lejos, debido a la luz de las antorchas, se veía roja. Otros autores defienden que «Alhambra» es simplemente el nombre en femenino de su fundador, Abu al-Ahmar, que en árabe significa 'el Rojo', por ser pelirrojo.
Historia
La Alhambra es una ciudad amurallada (medina) que ocupa la mayor parte del cerro de La Sabika. La Granada musulmana tenía su propio sistema de amurallamiento, por tanto la Alhambra podía funcionar con autonomía respecto a la ciudad. En la Alhambra se encontraban todos los servicios propios y necesarios para la población que vivía allí: palacio real, mezquitas, escuelas, talleres, etc.
En 1238 entra en Granada por la Puerta de Elvira, y para ocupar el Palacio del Gallo del Viento, Mohamed-Ben-Nazar (o Nasr), llamado Al-Ahmar el Rojo (ya que tenía la barba roja).
Cuando Ben Al-Ahmar (Mohamed Ben Nazar) entró triunfador en Granada en ese año de 1238, la población le recibió con el grito de «Bienvenido el vencedor por la gracia de Alá», él respondió: «Solamente Alá vence». Éste es el lema del escudo nazarí y también está escrito por toda la Alhambra. Ben Al-Hamar construyó el primer núcleo del palacio. Su hijo Mohamed II, que fue amigo de Alfonso X el Sabio, lo fortificó.
El estilo granadino en la Alhambra es la culminación del arte andalusí, lo que ocurrió a mediados del siglo XIV con Yusuf I, que construyó la Torre de Comares, y con Mohamed V, quien edificaría el Patio de los Leones.
En 1492, con la conquista de Granada por los Reyes Católicos, la Alhambra pasa a ser palacio real. El conde de Tendilla, de la Familia de Mendoza, fue el primer alcaide cristiano de la Alhambra. Hernando del Pulgar, cronista de la época, cuenta: «El conde de Tendilla y el Comendador Mayor de León, Gutierre de Cárdenas, recibieron de Fernando el Católico las llaves de Granada, entraron en la Alhambra y encima de la Torre de Comares alzaron la cruz y la bandera».
La ocupación napoleónica supuso un episodio negativo para la Alhambra. En 1812, el ejército francés, en su retirada de Granada, decidió volar la Alhambra con diversas cargas explosivas conectadas por un reguero de pólvora. Para entonces ya se habían venido abajo algunos torreones defensivos, como la Torre de los Siete Suelos. Sólo el arrojo de un soldado español pudo evitar su total destrucción, al interrumpir el curso de las explosiones.2
El Comité del patrimonio mundial de la Unesco declaró la Alhambra y el Generalife de Granada como Patrimonio de la Humanidad en su sesión del día 2 de noviembre de 19843 y cinco años después, el barrio de El Albaicín (Al Albayzín), antigua ciudad medieval musulmana, obtuvo la misma denominación como extensión de la declaración como Patrimonio Cultural de la Humanidad de La Alhambra y el Generalife. La Alhambra fue uno de los 21 candidatos finalistas para ser una de Las nuevas siete maravillas del mundo moderno, aunque finalmente no fue elegida a formar parte del grupo.
http://es.wikipedia.org/wiki/Alhambra
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