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Voto:

Continente: Europa

País: Bulgaria

Localización: Monte Buzludja, Stara Planina

Año: 1981

Estado: Destruido

Descripción:¿Merece la pena conservar un monumento comunista? Bulgaria y su dilema con Buzluzdha

Mohorte

En tiempos de ocupación otomana, los confines de las montañas viejas, la cordillera que atraviesa el corazón de Bulgaria, se convirtieron en un refugio para partisanos, liberadores, nacionalistas y rebeldes de toda condición. Allí, en Buzludzha, a casi 1.500 metros de altitud, Hadzhi Dimitar luchó sin éxito en 1868 contra un destacamento otomano. Perecieron todos sus compañeros excepto cuatro. La batalla cimentó el orgullo nacional búlgaro, pese a la masacre.

Buzludzha, un pico romo y desprovisto de vegetación, se convirtió así en un símbolo, uno sobre el que Bulgaria construiría su identidad nacional. Algunas décadas después los primeros militantes del Partido Socialista de Bulgaria, más tarde reconvertido al comunismo, celebrarían su primer congreso ordinario, y medio siglo más tarde, en plena Segunda Guerra Mundial, los partisanos regresarían en busca de refugio y con ánimo de resistencia frente al fascismo.

Resulta comprensible, pues, que a principios de los setenta el Partido Comunista de Bulgaria escogiera tan remota localización para construir uno de los edificios brutalistas más absurdos, fascinantes y únicos del siglo XX. El Monumento de Buzludzha obligó a auténticas virguerías logísticas. Los obreros debieron reducir la altura de pico casi diez metros, y vaciaron más de 15.000 metros cúbicos de arena y roca.

Fue un hito de la ingeniería, uno que requirió de ingentes cantidades de dinero por parte de las autoridades búlgaras. El resultado, una vez terminado en 1981, mereció la pena. El Monumento de Buzludzha se alzaba sobre las planicies de Bulgaria con indudable autoridad. Diseñado por Georgi Stoilov, el edificio se asemejaba a un gigantesco OVNI de hormigón y cemento. La ensaladera se asomaba al precipicio de la montaña rematada por una impresionante torre racionalista.

Orgullo de las autoridades búlgaras, su esplendor duró poco. El régimen se vino abajo en 1989, como todos los demás al otro lado del telón de acero. La Bulgaria que surgió de la descomposición comunista, arruinada y en un estado de miseria sin comparación con el resto de Europa, tenía poco interés en recordar su traumático pasado. Buzludzha se quedó donde estaba. Abandonado, sin financiación, olvidado. En ruinas.

Dinero para una restauración

Avancemos tres décadas en el tiempo. Bulgaria es un país de relativa prosperidad (e indudable fatalismo demográfico) dentro de la Unión Europea. El comunismo es un recuerdo lejano, lo suficiente como para que parte de la población del Este de Europa lo observe con cierta añoranza. Setenta años de control, dominio y socialización en un régimen totalitario no se olvidan con facilidad. Los monumentos siguen ahí. Forman parte ya del arco identitario de los búlgaros.

En paralelo, el público occidental redescubre su pasión por el brutalismo, la arquitectura racionalista y los locos, locos proyectos de ingeniería de los regímenes comunistas. Buzludzha es uno de los más llamativos, uno de los más celebrados en las páginas dedicadas en la materia, uno de los más prominentes en los recopilatorios visuales de las editoriales. Pero hay un problema: se está cayendo a pedazos.

Es aquí donde entra en juego la Fundación Getty, la obra de filantropía iniciada por los herederos de uno de los magnates del petróleo más ricos del siglo XX. Tienen dinero, y desean destinarlo a la recuperación del Monumento de Buzludzha. El pasado mes de agosto su proyecto Keeping It Modern anunció una partida de $130.000 destinada en exclusividad a su restauración. El proyecto se acometería en colaboración con las autoridades locales y con diversas universidades y estudios técnicos de Europa.

Es un dinero trascendental. Como explicó en su momento un historiador a Atlas Obscura, "la idea de preservar el monumento es ahora o nunca". Diez años más tarde, estaría más allá de la restauración, condenado a la demolición. Las fotos, muy populares en Instagram y Flickr, son muy explícitas: el techo está agujereado, las paredes llenas de pintadas y los taludes de hormigón, en muchos casos, reducidos a escombros.

¿Pero tiene sentido restaurar un monumento construido por las autoridades responsables de un régimen despótico, autoritario y represor? Es una pregunta que otros países de Europa del Este deben hacerse treinta años después de la caída del mundo. Edificaciones como Buzludzha abundan en Yugoslavia o la antigua Unión Soviética, y sus significados varían en función de a quién se pregunte.

En muchos casos, el debate mimetiza otros vividos en España, muy especialmente a cuenta del Valle de los Caídos. ¿Es mejor restaurarlo y sostenerlo con dinero público o derribarlo definitivamente? En Bulgaria, según algunas encuestas elaboradas por investigadores locales, la preferencia mayoritaria es la primera: el 58% de los búlgaros desea restaurarlo y manterlo en pie, preferencia mayoritaria incluso entre los menores de 34 años, demasiado jóvenes para recordar el comunismo.

El motivo es sencillo, y retrotrae metafóricamente a los orígenes resistentes y partisanos de Bulgaria como país: la identidad nacional. Buzludzha ya no es tanto un símbolo del comunismo como un elemento definitorio de Bulgaria, uno más, muchos de ellos heredados de un régimen que, para bien o para mal, permeó y moldeó la Bulgaria moderna surgida tras la Segunda Guerra Mundial.

Con todo, no hay unanimidad. "La palabra C es un tema sensible, siendo generosos. Algunos temen que la restauración del monumento logre reavivar las llamas del comunismo", explicaba otro experto en Atlas Obscura. Lo cierto es que la preocupación es legítima. Una parte de la población búlgara ha romantizado la era comunista fruto de las insuficiencias de la economía de mercado, de la ruina posterior a la caída del muro y de la ineficiencia de sus dirigentes políticos.

Es un proceso similar al experimentado en Serbia, Rusia o Lituania. En ese proceso, el fetiche occidental por el brutalismo comunista, siendo Buzludzha uno de sus máximos exponentes, incide en las contradicciones propias de las sociedades de Europa del Este. Sea como fuere, la dotación de Getty allanará el camino para una posible preservación futura. Para goce de quienes aún se deleitan en el alienígena carácter del edificio.

https://magnet.xataka.com/en-diez-minutos/merece-pena-conservar-monumento-comunista-bulgaria-su-dilema-buzluzdha

Buzludja, visita al monumento comunista de Bulgaria

¿A quién no le fascinan los sitios raros? Pues bien, Buzludja es uno de ellos, como habrás podido comprobar, a nosotros nos fascinan esos lugares extraños.

Buzludja o Buzludzha se encuentra en lo más alto, en la cima del monte del mismo nombre, en el Parque Nacional de Buzludja, en los montes Balcanes de Bulgaria. Y llegar hasta allí no es fácil, a no ser que lo hagas con un coche alquilado.

Buzludja es un lugar extraño, un lugar con una pasado fascinante cuya decadencia vino marcada por la caída del Muro de Berlín, el 9 de noviembre de 1989, y por tanto del comunismo en Europa.

Este monumento con forma de ovni, era el la sala del Congreso Soviético y Monumento del Partido Comunista Búlgaro, que se contruyó, entre otros motivos, para celebrar el 1300 aniversario de la formación del estado búlgaro.

Sin duda alguna es una de las grandes joyas arquitectónicas del comunismo, y también una elocuente muestra del despilfarro más absoluto. Aunque este monumento de Buzludja como tal, pueda generar controversia, no hay duda de que es una importante obra arquitectónica y de ingeniería.

Eso sí, en tu visita al Monumento Comunista de Buzludja, te vas a encontrar un lugar abandonado, en decadencia, en medio de la nada. Aunque los paisajes son impresionantes.

Origen del Monumento Comunista de Buzludja

Un edificio de estas características, no se construye en ese lugar, el Monte Buzludzha por que sí. Hay un motivo por detrás.

Pues bien, el emplazamiento de la torre junto al ovni no es casual. Se eligió este lugar ya que es el lugar donde se libró la última batalla entre búlgaros y otomanos, para liberarse de estos últimos. Así que el valor simbólico de Buzludja para los búlgaros es muy importante.

Pero no sólo ocurrió eso, recuerda que fue el partido Comunista Búlgaro quien decidió y llevó a cabo la construcción. Fue en el año 1891, cuando Dimitar Blagoev fundó de forma clandestina, lo que más tarde fue el Partido Comunista.

Así pues, estos fueron los tres motivos de la construcción del Buzludja el 11 de marzo de 1971. Por un lado, una llamada al nacionalismo por la fecha en la que nació la nación búlgara. Además de ser el lugar donde se ganó la última batalla a los otomanos para liberarse de ellos y volver a ser independientes, volver a ser Bulgaria. Y por último, un lugar de veneración para los comunistas búlgaros.

Su aspecto de ovni, y la torre a su lado, parecen una plataforma de despegue espacial, esto se debe a que de alguna manera, era la representación del poder comunista en la carrera espacial contra el bloque capitalista. Básicamente la carrera entre EEUU y la URSS.

Importancia de Buzludja

La forma del edificio de Buzludja recuerda a un ovni, junto con la torre a su lado de más de setenta metros de altura, es visible desde bastantes kilómetros de distancia.

La importancia de Buzludja reside en que este era el lugar donde se llevaban a cabo los congresos del Partido Comunista Búlgaro que decidía el destino de millones de personas. Partido que llegó al poder tras la Segunda Guerra Mundial.

Un lugar tan imponente como este era el encuentro de los todo poderosos mandatarios. Así que viendo cómo es la carretera para llegar, el despliegue de medios debía de ser importantísimo.

Además, durante su construcción no se reparó en medios, tanto económicos como de magnitudes. Fueron decenas los artistas invitados al diseño de los murales interiores. Todos llenos de alegorías futuristas comunistas, así como las figuras más importantes, Lenin, Marx y Engels.

Su coste, para la época, fue una auténtica barbaridad, más de siete millones de euros actuales. Y hablamos de principios de los años setenta. Pero lo que se buscaba era hacer una de las mejores obras de arquitectura e ingeniería de todos los tiempos. Un referente para el resto del mundo, de lo que eran capaces de hacer los países comunistas.

Hoy en día sigue siendo un lugar de peregrinaje por un lado, y por otro, es el sitio que te apetece ver, puesto que detrás tiene una curiosa historia. Pero no sólo eso, repito, se encuentra en un Parque Nacional, en lo alto de un monte, y sus vistas son espectaculares.

Normalmente no verás mucha gente en tu visita a Buzludja, estarás prácticamente solo, en un escenario más parecido a Chernóbil.

Estado actual de Buzludja

Desde que se abandonó, con la caída del muro de Berlín a finales de los ochenta, poco a poco se ha ido comiendo el Parque Nacional la carretera que te lleva hasta el Monumento Comunista de Buzludja.

No fue hasta el año 2011 cuando el Buzludja fue devuelto al actual Partido Comunista. Esta situación no ha hecho que se vayan a llevar a cabo actuaciones sobre el edificio para evitar su derrumbe. Pero hay dos cuestiones que son vitales para el futuro del Buzludja, quizás tres. Está claro que el actual Partido Comunista búlgaro no dispone de los medios económicos de los que disponía en la época de su construcción. Por otro lado, su reconstrucción o conservación es probable que generara gran controversia en la sociedad búlgara.

Lo único que podría salvar este extraño ovni sobre el monte Buzludja, es que se convirtiera en un foco de atracción turistica. Actualmente no lo es, entre otros motivos por que la carretera que lo conecta con el Paso de Shipka no está en buen estado. Además, Bulgaria no es un destino de turismo de masas.

El estado actual de Buzludja, tanto de la torre como del ovni es bastante delicado. Sí que ha habido épocas en las que la gente entró dentro del recinto para disfrutar de los murales y de un sitio realmente singular. Pero hoy en día, al menos cuando fuimos nosotros, cualquier entrada estaba tapiada. Y no sólo eso, se está cayendo a cachos, de modo, que quizás resulte peligroso entrar por si hay desprendimientos del tejado, además de agujeros en el suelo, escombros, escaleras incompletas y el largo etcétera que existe en cualquier edificio en estado ruinoso después de dos décadas.

Por lo que hemos podido leer y no han contado, el interior de Buzludja está básicamente saqueado, sobre todo el mármol del suelo, y parte de sus murales. Aunque aún quedan, en un estado más o menos razonable los murales de las figuras más importantes para el comunismo, Lenin, Marx y Engels.

Como he dicho antes, eso parece más Chernóbil que Bulgaria, pero sin duda creo que merece mucho la pena llegar hasta allí, y ver la decadencia actual de un símbolo del pasado. Una palabra que nos llamó la atención bastante, y que puede ser el resumen de Buzludzha, es Hiltonstroy.

Además, cuando estás ya cerca de la parte más alta del Monte Buzludja, te vas a encontrar con un monumento socialista gigantesco, de dos manos sujetando dos antorchas.

Obviamente, todo este conjunto, es un lugar extraño y curioso para unos y de peregrinaje para otros.

https://www.pasaporteparaviajar.com/buzludja-visita-al-monumento-comunista-de-bulgaria/

Buzludzha : El monumento con forma de OVNI

Monumento de Buzludzha.

Tras este extraño nombre se esconde entre las montañas del centro geográfico de Bulgaria un edificio monumental construido para ensalzar el comunismo pro-soviético que en esos momentos controlaba en el país.

Hablamos del año 1981, que fue cuando se inauguró (ver la foto contigua del evento) tras 7 años de construcción realizada por casi 6.000 trabajadores, incluidos los 20 mejores artistas búlgaros de la época que se ocuparon de la rica decoración interior. Su ubicación no fue elegida al azar, se encuentra en la montaña Buzludzha a 1.441 metros de altitud, a 10 km de la población de Shipka y a 250 km de la capital Sofía, y coincide con el lugar donde se produjo la victoria final de los rebeldes búlgaros sobre los invasores otomanos en 1868. No obstante el comunismo eligió esa ubicación por otro motivo, dado que en ese mismo lugar, en 1891, se reunieron algunos socialistas para fundar el primer grupo socialista organizado de Bulgaria.

En 1989 el Partido Comunista de Bulgaria fue disuelto y la propiedad del edificio Buzludzha pasó al Estado que lo cerró, cayendo en la ruina. Actualmente el edificio sigue abandonado, lo que me hace pensar en las tristes similitudes entre la propaganda comunista de hace 40 años y la propaganda de nuestros políticos actuales que gastan el dinero de los ciudadanos en faraónicas obras que al poco tiempo de inaugurarse dejan de tener utilidad y se abandonan. El caso es que este monumento actualmente cerrado, resiste estoicamente las inclemencias del tiempo hasta que llegue, quién sabe cuando, su derrumbe final por el colapso de su cubierta. Mientras tanto todos los años a finales del mes de Julio, unos 10.000 socialistas búlgaros se reúnen a las puertas de Buzludzha para conmemorar la fundación del partido socialista búlgaro. He recogido algunas fotografías de su estado original donde se observa el lujo que tuvo en contraste con su decadencia actual.

Son impresionantes las imágenes tomadas en el Invierno cuando el edificio Buzludzha está totalmente nevado, por fuera y por dentro, ya que la pérdida de ventanas y los agujeros que presenta el techo dejan entrar ventiscas y nieve al interior. De hecho, el nombre “Buzludzha” que toma de la montaña donde su ubica significa “helado”, perfecta descripción de lo que le ocurre al edificio en invierno…

https://www.senderismoeuropa.com/el-monumento-olvidado-buzludzha/

El monumento Buzludja (en búlgaro, Паметник на Бузлуджа), situado en la cima del homónimo monte Buzludja o Buzludzha, de 1441 m de altitud, es uno de los mayores monumentos ideológicos erigidos en Bulgaria y una antigua sala de congreso soviético situada en el parque nacional de Buzludja, en los montes Balcanes búlgaros. El edificio, que se encuentra actualmente abandonado, se construyó en 1981 en honor al «Congreso Buzludja» celebrado en este mismo lugar en 1891 por Dimitar Blagoev y su Partido Socialdemócrata búlgaro.

Costó alrededor de catorce millones de leva (siete millones de euros) al gobierno socialista búlgaro y en su construcción participaron ingenieros militares del ejército, famosos pintores y escultores. Alrededor del monumento se construyeron varias carreteras desde Shipka y Stara Zagora. En la carretera de salida de Buzludja se encuentra una enorme estatua de Dimitar Blagoev.

https://es.wikipedia.org/wiki/Monumento_Buzludja

https://bg.wikipedia.org/wiki/Паметник_на_Бузлуджа

https://stroiinfo.com/istoriyata-na-buzludzha/

https://otivam.bg/destination/pametnikt-na-buzludzha/140

https://georgige.wordpress.com/2013/02/

https://www.flickr.com/search/?user_id=135720253@N04&view_all=1&text=Buzludzha Monument

https://news.bg/politics/nad-8-mln-lv-sa-neobhodimi-za-restavratsiyata-na-pametnika-na-buzludzha.html

https://www.calvertjournal.com/features/show/9207/buzludzha-monument-conflicted-past-uncertain-future-bulgaria-communist-ufo

http://architectuul.com/architecture/view_image/buzludzha/9237

https://www.facebook.com/UndiscoveredBulgaria/posts/889465678061179

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