Nombre:
Otro: Templo funerario de Ramsés III
Localización:
Tipo: Monumentos
Categoría:
Foto:
Voto:
Continente: África
País: Egipto
Localización: Medinet Habu
Año: s. XII a. C.
Estado: Terminado
Descripción:Medinet Habu
Aunque generaciones posteriores a su abandono la consideraron y llamaron una medina, una ciudad, Medinet Habu empezó siendo un conjunto de templos rodeados de una formidable obra de fortificación. Eso era lo que su fundador Ramsés III quería que fuese -una segunda Karnak, de dimensiones menores (314 x 209 metros)-, pero el futuro le tenía reservado a esta gran creación un destino algo distinto: el de servir de refugio y sede permanente a la población de Tebas, convirtiéndose en una nueva Ciudad de Tebas. Su existencia duró hasta que la invasión de Egipto por los árabes impulsó a sus pobladores a buscar asilo en Edfu.
En previsión de un ataque del exterior o de una revuelta del interior, Ramsés III rodeó sus edificios de una muralla de adobe, revestida de piedra en las zonas más expuestas, de 18 metros de altura y 10 de espesor. Un segundo muro exterior, separado del primero por un foso inundable, impedía acceder sin obstáculo a la formidable muralla. Dos grandes puertas daban entrada al recinto, una al este y otra al oeste de su eje longitudinal. La primera estaba precedida de un pequeño puerto fluvial, al término de un canal de acceso.
La obra, de carácter fundamentalmente religioso, tenía por centro el templo llamado Unido a la Eternidad, el templo funerario del faraón. Eso no impedía que el recinto circundante pudiera cumplir, como pronto cumplió, la función militar prevista en sus muchos elementos de ingeniería castrense: las altas torres del flanco de sus puertas, las almenas y torretas de sus murallas, elementos propios de las fortalezas que Ramsés había conocido en Palestina y en Siria.
Lo más notable y original que hoy vemos es el Portal del Este, el único conservado en buena parte. Parece la puerta de una ciudad bíblica, como uno se imagina aquella de Jerusalén donde celebraba sus reuniones el consejo de ancianos y donde David tuvo noticia de la muerte de Absalón:
"Estaba David a la sazón sentado entre las dos puertas, y el atalaya había ido al terrado de sobre las puertas en el muro y alzando los ojos miró y vio uno que corría solo" (2 Samuel, 18, 24).
A la sombra de sus defensas la puerta de Medinet Habu está hábilmente diseñada para que a pesar de su gran tamaño parezca más grande y profunda de lo que realmente es: la disminución gradual de las dimensiones de las ventanas, los entrantes y salientes de los muros, el estrechamiento paulatino de la calzada, todos los recursos de la perspectiva están al servicio de un deliberado engaño óptico que infunde en el crítico un profundo respeto a sus diseñadores.
Los muros del monumental callejón están decorados con bajorrelieves del faraón en presencia de Amón. Las figuras más grandes ocupan el más bajo de los dos registros, reforzando con sus distintas escalas el efecto óptico de los juegos de perspectiva arquitectónica antes señalados. En los entrantes de los dos paramentos se alzan hoy, frente a frente, dos estatuas de la diosa-leona Sekhmet, labradas en granito negro y encontradas en esta zona del portal.
El "Unido a la Eternidad" es el elemento principal y nuclear. Da entrada a él, demarcado por un grueso paredón, uno de los pílonos mejor conservados del Egipto actual. A sus espaldas, un primer patio, antesala común del templo que se halla a continuación y del palacio del templo en que Ramsés III residió y asistió muchos años a la gran Fiesta del Valle, durante la cual se alojaba en esta otra casa suya la estatua del Amón de Karnak. Al palacio (o mejor dicho, los dos palacios que se hicieron en vida de Ramsés III) se entraba por el lado sur de este primer patio, sombreado por un pórtico de columnas campaniformes. La puerta central daba a dos estancias notabilísimas del palacio: primero una sala hipóstila, sustentada en 12 columnas de capiteles palmiformes, y después un salón del trono, columnado, de la misma forma y cubierto también por el mismo sistema de bóvedas de medio cañón, edificadas en adobes como los del Rameseum (según Hölscher). Sería el único ejemplo conocido en la arquitectura egipcia de una sala hipóstila abovedada.
Todo ello delata una deliberada imitación del plano y de los elementos del Rameseum que se pone de manifiesto en casi todas las piezas de Medinet Habu. Al lado norte del mismo patio, en simetría con el pórtico del palacio, se encuentra otro, pero de pilares osíricos que ofrecen otra interesante novedad: la de los colosos convertidos en elementos arquitectónicos, labrados y cortados como sillares.
Tanto el pílono de entrada, más ancho que el resto del edificio, como la fachada del palacio están decorados con escenas de guerra y de caza. Entre ellas destacan, por su tamaño colosal y el primor de su diseño, la figura del faraón con la redada de prisioneros de diferentes razas, y la cacería brutal de espléndidos toros bravos en el cañaveral de una charca.
Al fondo del patio se alza un pílono algo más pequeño que el primero; detrás de él, se encuentra un segundo patio. Sus dimensiones son algo mayores que las del primero, aunque no lo parezcan por estar este patio rodeado de pórticos por sus cuatro costados. Los pórticos del este, norte y sur están a ras del suelo del patio, mientras que el lado oeste se encuentra realzado sobre un podio de más de un metro de alto que lo sitúa al nivel de la primera sala hipóstila del templo. La diferencia se salva por medio de una rampa de gradas bajas, que conduce desde el patio al intercolumnio central del pórtico. El pórtico oeste, dos veces más profundo que los otros tres, lleva por detrás de su primera fila de soportes (pilares osíricos decorados con relieves) una segunda fila de ocho columnas monóstilas. La impresión de gravidez que este patio produce es debida no sólo a la superabundancia de soportes, sino a lo pesado y macizo de sus proporciones, contrafiguras de la esbeltez de los cánones de Luxor.
La subida gradual de los niveles del piso, desde la entrada al santuario, se hace aquí más sensible en el tránsito del segundo patio al templo propiamente dicho, por encontrarse éste realmente sobre una terraza. La primera sala hipóstila tenía una nave central flanqueada por cuatro columnas a cada lado, probablemente campaniformes, y más altas que las de las cuatro naves laterales, para proyectar hacia el interior la deseada luz de claraboya. Las bases de las columnas están cortadas por el lado que mira a la nave, para facilitar el paso del trineo de la barca procesional.
A esta sala hipóstila siguen otras dos, de ocho columnas cada una, y, al fondo, la capilla de la barca de Amón y el nicho terminal. Mut y Khons tenían sendas capillas laterales. Toda esta zona está tan destrozada que, como decía Vandier, la impresión de conjunto es penosa y uno no puede evitar, recorriendo estas ruinas, sentir la nostalgia de lo que ya no existe en ellas. La impresión que uno saca es de algo mucho más fúnebre que toda la arquitectura funeraria anterior, no ya la tan alegre y ligera de Hatshepsut, sino incluso la de Seti I y Ramsés II. Las columnas se han convertido en cilindros con disminuciones y ensanches, pero sin capacidad de evocar la flor que en su origen las inspiró, reducidas a simples soportes de una decoración y de un cromatismo tan intensos que la arquitectura queda desvirtuada.
Pero como decía el mismo Vandier, Medinet Habu es una prueba de la correspondencia, tantas veces observada, entre historia y arquitectura. Su creador Ramsés III, fue la gran figura de la Dinastía XX, la única y la última de un momento crucial en la historia de Egipto. La constante imitación de los edificios de Ramsés II, objeto de culto en Medinet Habu como uno más de los grandes dioses allí venerados, de la composición de su corte y hasta de los nombres de las personas, empezando por el del rey, no logran contrarrestar la falta de vitalidad de que el país adolece. Aun enfermo como está, logra, sin embargo, merced a Ramsés III, disipar dos amenazas que a punto estuvieron entonces de sumirlo en la miseria, como sumieron a la Anatolia de los hititas y a la Grecia de los micénicos: la invasión de los pueblos encabezados por Libia, y la doble embestida, por mar y por tierra, de los Pueblos del Mar.
Las inscripciones y los relieves de Medinet Habu dan cumplida cuenta de ambas peripecias. Una de las primeras nos informa de que el rey de Egipto hubo de interrumpir la campaña que estaba llevando a cabo contra los libios, porque en el norte de Asia Menor los frigios habían arrasado el territorio de los hititas, y en el sur de la misma, varios pueblos se habían puesto en movimiento en son de guerra. Eran los pulsata, zikar, danuna y washash, aliados con otros de procedencia ignota: turush, shirdan, shakalush. Ramsés lo refiere así: "Los Pueblos del Mar se confabularon unos con otros, y así, de repente, todos los estados desaparecieron y se disgregaron. Ningún país pudo resistir a sus armas: Hatti (los hititas), Cadi (Cilicia), Karkemish (en Siria), Arzawa (Lidia), Alasia (Chipre) habían sido segadas de una vez. Acamparon en Amurru (Líbano-oeste de Siria); exterminaron a la población y el país quedó como si nunca hubiera existido".
El año 1175 la oleada llega a los dominios de Egipto. Ramsés III libra con ellos una batalla de importancia histórica universal y los derrota. No consta el lugar de la refriega, pero debió de ser en Palestina. Los contingentes que llegaron embarcados fueron vencidos en las bocas y lagunas de la zona oriental del delta del Nilo. La representación de esta batalla naval es uno de los relieves más célebres y originales de Medinet Habu, la primera en el tiempo de las ilustraciones de una batalla de ese género, con las distintas fases del combate entre dos navíos.
Estos relieves son muy originales e interesantes. En otros, los artistas se limitaron a copiar modelos de Ramsés II, incluso en casos como los de victorias sobre los hititas que Ramsés III no tenía derecho a conmemorar porque aquel enemigo había dejado de existir.
http://www.artehistoria.com/v2/contextos/2272.htm
El Templo de Ramsés III (Medinet Habu)
Los templos
Francisco López – Agosto de 1999
Situado en la aldea de Medinet Habu, la antigua Dyamet o Tyamet, se encuentra el Templo mortuorio de Ramsés III. Representa uno de los más importantes edificios religiosos de Tebas. El templo se construyó imitando de forma intencionada el Ramesseum y se compone de 2 pilonos, 2 patios y 3 salas hipóstilas, además de un embarcadero y un canal que lo unía con el Nilo, destinado a llevar a cabo las procesiones religiosas en barco del dios.
El primer pilono, entrada monumental de 63 m de anchura y 22 de altura, está decorado, en la parte exterior, con imágenes del faraón castigando a unos prisioneros en presencia de los dioses Ra-Horajti (derecha) y Amón (izquierda), quien le tiende la espada kefresh. Hay una inscripción con el discurso del dios al faraón en el que elogia sus hazañas. Aparecen representados los territorios sometidos en el año octavo del reinado del faraón, con inscripciones de sus nombres en anillos con cabezas humanas. Curiosamente aparecen nombres de pueblos africanos cuando las campañas se realizaron en Asia. También aparecen escenas de caza en la fachada oeste.
http://egiptologia.org/?page_id=1428
Vamos a visitar en primer lugar el Templo de Ramsés III. Hay que aclarar que Ramsés III no es el hijo de Ramsés II. Entre ambos hay 5 Faraones y unos 30 años de diferencia. Ramsés III es ya de la XX dinastía, mientras su su homónimo con el número dos lo es de la XIX. Este Faraón reina él solo tanto tiempo como los cinco Faraones anteriores, 30 años. Ramsés III no construye sólo un Templo. Adosado al mismo construye su palacio y amplios almacenes, donde se recogen tributos de cerca y de lejos, siempre dentro del Imperio. Incluye el recinto además casas para los sacerdotes, que siempre acompañan al buen dios Amón-Ra.
El plano del conjunto se organiza de un modo que va a volverse típico, en tres bandas, ocupando el Templo la central y el palacio el ala oeste. Todo se rodea de un muro de piedra de 3 metros de altura. Son "fortalezas para la eternidad", según la mentalidad de la época. El detalle del conjunto se aprecia muy bien en el plano siguiente.
http://www.sofiaoriginals.com/oct531medinet.htm
Medinet Habu (nombre árabe), Dyamet (nombre egipcio), localidad situada en la orilla occidental del Nilo, frente a Tebas, la ciudad que fue durante siglos centro administrativo y económico de la región y uno de los primeros lugares asociado al dios Amón, en la región tebana.
Monumentos y restos arqueológicos
Templo de Amón
Thutmose III y Hatshepsut, gobernantes de la dinastía XVIII, levantaron un pequeño templo dedicado a Amón que sufrió muchas alteraciones y modificaciones a través de los años, durante las dinastías XX, XXI, XXV, XXVI, XXIX, XXX y el periodo greco-romano.
Templo funerario de Ramsés III
Ramsés III, faraón de la dinastía XX, eligió la zona para construir su gran templo funerario. Diseñado siguiendo los cánones clásicos, a semejanza del Ramesseum, tiene unos ciento cincuenta metros de longitud, y se encuentra bastante bien conservado. En el interior del recinto, al sur, están las capillas de Amenirdis I, Shepenupet II y Nitocris I, las cuales tenían el título de Divinas Adoratrices de Amón durante la dinastía XXV. El conjunto se hallaba protegido por un muro de adobes, disponiendo la entrada del recinto una singular torre.
Templos próximos
Amenhotep III, de la dinastía XVIII, ordenó erigir, al sur de Medinet Habu, un complejo funerario que llegó a ser el mayor y más espectacular de todo Egipto, con los colosos de Memnón presidiendo la entrada, aunque hoy quedan escasos vestigios del conjunto. Su palacio real se construyó en Malkata, más al sur.
https://es.wikipedia.org/wiki/Medinet_Habu
Medinet Habu: yacimiento
Antíguamente a Medinet Habu se le llamaba Djamet y, según la tradición popular, en sus tierras fue enterrada la Ogdoada, es decir las ochos divinidades primigénias. Debido a ello, antes de que el faraón Ramsés III mandara construir su templo funerario, éste lugar ya era sagrado.. Por otra parte, durante el Imperio Nuevo, anualmente, con motivo de la fiesta del Décimo Día, el dios Amón de Luxor , salía de su templo y cruzaba el Nilo para proclamar una vez más los servicios funerarios de las ocho divinidades primigénias.
Con Ramsés III, e incluso después, Medinet Habu funcionó como centro administrativo de Tebas. Fue en este lugar, donde los obreros que construían las tumbas reales y vivían en Deir el-Medina, llevaron a cabo la primera huelga de la historia, para reclamar sus pagas. Además, fue dentro de su gran complejo fortificado, donde la mayoría de los habitantes de la región se refugiaron cuando en el Alto Egipto, a finales de la Dinastía XX, estalló una guerra civil.
La importancia y el valor del lugar como centro administrativo y estratégico, sobrevivieron con mucho al culto del monumento de Ramsés III.
http://www.egiptoforo.com/antiguo/Medinet_Habu._Templo_de_Ramses_III
El templo funerario de Ramsés III es una estructura del Reino Nuevo ubicada en la ciudad de Medinet Habu, al oeste de Luxor, Egipto. Además de por su tamaño y su importancia arquitectónica y artística, el templo es conocido por sus relieves que ilustran el advenimiento y la caída de los Pueblos del Mar durante el reinado de Ramsés III.
Descripción
El templo, de 150 metros de largo, tiene un diseño ortodoxo y se parece al templo funerario de Ramsés II, ubicado en las cercanías. El recinto del templo mide aproximadamente 210 metros por 300 y contiene más de 7000 metros cuadrados de paredes decoradas con relieves.1 Las paredes han sido preservadas relativamente bien y está rodeado por una enorme fortaleza construida con ladrillos de barro, que es posible que haya estado fortificada. La entrada original es a través de una puerta fortificada, conocida como migdol (una característica arquitectónica común de las fortalezas asiáticas de la época).
Dentro del recinto, al sur, se erigen capillas dedicadas a Amenardis I, Shepenupet II y Nitocris I, todas ellas consideradas Divinas Adoratrices de Amón.
El primer pilono conduce a un patio abierto, delimitado por estatuas colosales de Ramsés III y de Osiris en un lado y por columnas sin esculpir del otro lado. El segundo pilono lleva a un recibidor con forma de peristilo, también rodeado por columnas que tienen la forma de Ramsés. El recibidor conduce a una rampa que, a través de un pórtico encolumnado, lleva al tercer pilono y luego a otro recibidor, que ha perdido su techo. Se han encontrado relieves y cabezas reales de prisioneros extranjeros dentro del templo, quizás en un intento por simbolizar el control del rey sobre Siria y Nubia.
En los tiempos de los coptos, había una iglesia dentro de la estructura del templo, pero ha sido removida desde entonces. Algunos de los grabados de la pared principal del templo han sido alterados por los grabados de los coptos.
El Palacio Real estaba conectado directamente con el primer patio del templo a través de la "Ventana de las Apariciones".
https://es.wikipedia.org/wiki/Templo_funerario_de_Ramsés_III
https://sites.google.com/site/tourisminmasr/tourism-in-luxor/the-west-bank-of-luxor
https://www.flickr.com/photos/manna4u/sets/72157600016138580
http://drelhosary.blogspot.com.es/2014/02/medinet-habu.html
http://souvenirchronicles.blogspot.com.es/2015/08/egypt-temple-of-ramses-iii-aka-habu.html
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