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Nombre:

Viena

Otro: Wien

Localización:
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Tipo: Urbanismo

Categoría:

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Continente: Europa

País: Austria

Localización:

Año: 1237

Estado: Terminado

Descripción:Historia de Viena

Los primeros pobladores de la zona, cinco siglos a.C., fueron los celtas. En el siglo I a.C. los romanos la incorporan a su imperio dándole el nombre de Vindobona "ciudad blanca".

Para defender aquella región, los romanos construyeron una fortaleza a la que llamaron "la Panonia". Vespasiano la eligió como sede de la Legión XIII y, en tiempos de Caracalla, en el año 213 Vindobona se convirtió en municipio. En ella murió el emperador Marco Aurelio.

Situada en el Danubio, límite natural del imperio hacia el norte, fue escenario de continuas luchas con los pueblos germánicos. La paz no llegaría hasta el siglo V, al caer en poder de los avaros.

A finales del siglo VIII la Panonia fue conquistada por Carlomagno que la agregó a su imperio, denominándola "Marca del Este", hecho éste considerado como el nacimiento de Austria. Hasta el año 996 no se la empieza a denominar como Austria.

La Dinastía Babenberg

Su situación estratégica en la ruta del Danubio, en el camino entre las fuertes economías de Venecia y Germania, atrajo la atención de la poderosa familia de los Babenberg, que lograron que Otón II les concediese el Ducado de la Marca. El primer duque, Leopoldo I el Ilustre, consiguió que Viena no dependiese de los húngaros.

Viena jugó un papel importante en las guerras de las Cruzadas. En el 881 aparece por primera vez el nombre de Viena.

En 1156 Federico I Barbarroja trasformó el Ducado en hereditario, dentro del Sacro Imperio Romano Germánico. El duque Enrique II Jasomirgott trasladó la capital de Pochlarn a Viena. Con la capitalidad Viena inicia una época de fuerte crecimiento económico y se convierte en el centro del comercio de la sal, el cobre y la plata entre Italia y Oriente.

En 1237 Viena fue declarada ciudad imperial. En 1246 Federico II el Belicoso recibió del emperador Austria como reino hereditario.

La casa de Austria: Los Habsburgo

Al morir sin descendencia Federico II el belicoso en una batalla contra los húngaros, se extinguió la familia Babenberg. Ottokar II, rey de Bohemia, y Rodolfo I de Habsburgo se disputaron el trono de Austria, imponiéndose el Habsburgo y comenzando la dinastía más larga, de 1278 a 1918, y con más poder de la historia de Europa.

Durante dos siglos Austria fue el baluarte de la cristiandad contra el imperio otomano. Fue atacada por los turcos en dos ocasiones, una en 1529 y otra en 1863 por el gran visir Kara Mustafa. Para conmemorar la victoria sobre el segundo asedio turco, con los cañones abandonados por los turcos en su huida se fundió el Pummerín, la famosa campana de la Catedral de Viena.

Las luchas contra los turcos debilitaron el poder de Austria dentro del Sacro Imperio comenzando una decadencia que continuaría con las Guerras de Religión y la de los Treinta años.

Durante el gobierno de los emperadores Leopoldo I y Carlos VI, el pretendiente al trono de España, Viena vivió un gran auge embelleciéndose por doquier; el barroco y la música conquistaron la ciudad.

A la muerte de Carlos VI, a pesar de la Pragmática Sanción que permitía acceder al trono a los miembros femeninos de la dinastía, tuvo lugar la Guerra de Sucesión, tras la cual llegó al poder su hija, la emblemática emperatriz Maria Teresa de Austria.

Maria Teresa y José II

Los dos reinados, ejemplos del despotismo ilustrado europeo, supusieron grandes cambios sociales y políticos y marcaron la personalidad de los vieneses durante mucho tiempo.

Maria Teresa, la emperatriz de fuerte carácter que gobernó durante cuarenta años es, por meritos propios, uno de los grandes personajes femeninos de la historia. Casada con el inepto Francisco de Lorena, demostró su valentía y capacidad política reorganizando su imperio e introduciendo importantes reformas administrativas. Simplificó el gobierno central y disminuyó el poder de sus estados. Implantó el catastro y con él subió fuertemente la recaudación. Impuso el reclutamiento forzoso y organizó el ejército. En lo religioso persiguió a judíos y protestantes.

José II, el prototipo de déspota ilustrado, sucedió a su madre Maria Teresa. De estricta educación religiosa y dramáticos avatares en su vida, hicieron de él un lunático resentido. Sus reformas abarcaron todo. Abolió la servidumbre de los campesinos y éstos aprovecharon tal circunstancia para iniciar un levantamiento. Prohibió el éxodo de los protestantes, hasta entonces perseguidos. Promulgó la igualdad social, el matrimonio civil y suavizó el rigor de las penas. Impuso el alemán como idioma oficial. Aniquiló el poder papal en su imperio, instauró la libertad de cultos, suprimió numerosas órdenes religiosas. En 1773 expulsó a los Jesuitas que habían llegado a Viena en 1551 para evitar el avance del luteranismo. Su brutalidad acabó en un descontento general, los Países Bajos se independizaron, los húngaros amenazaron con sublevarse y terminó su gobierno de diez años eliminando gran parte de sus reformas.

El Imperio de Austria 1806-1867

En 1805 los franceses derrotaron, en las batallas de Austerlitz y de Presburgo, a las tropas del emperador Francisco II y le obligaron a renunciar al trono del Sacro imperio. Este hecho da lugar al nacimiento del Imperio de Austria.

En 1809 las tropas napoleónicas ocuparon Viena, tras derrotar de nuevo a los austriacos en la batalla de Wagram.

En 1813 Napoleón es derrotado y las potencias vencedoras convocan el importantísimo Congreso de Viena de 1815. Austria, gracias al gran Metternich, desempeñó un papel fundamental en la restauración del orden prenapoleónico y consiguió mantener un gran poder dentro de Europa.

Viena fue una de las ciudades mas implicadas en la Revolución de 1848. Aplastada la revolución por las tropas del Imperio, se nombró a Francisco José I nuevo emperador (que se casó con la llorada emperatriz Sisi). Su imperio, que duraría hasta 1916, estuvo marcado por el mantenimiento de los valores imperiales.



El imperio Austro Húngaro

En 1867 nace el Imperio Austro Húngaro. Los reinos de Austria y Hungría pactan su igualdad en el famoso "Compromiso de 1867" y Viena se convierte en la capital del nuevo Imperio.

Tras el Compromiso, Viena siguió siendo el centro cultural de Europa y capital política de un imperio que no dejó de expandir su territorio hasta la llegada de la I Guerra Mundial. En 1916 ya tenía más de dos millones de habitantes.

En 1873 Viena fue la sede de la Exposición Universal y para conmemorarlo se construyó el Teatro de la Ópera.

Viena, capital de la República de Austria

Tras la Gran Guerra, Austria quedó arruinada y sus territorios se dividieron. En 1919 nació la República de Austria con el territorio actual y Viena se convirtió en la macro capital de un minúsculo estado.

Incorporada al III Reich, durante la II Guerra Mundial fue semidestruida por los bombardeos aliados. Tras la contienda quedó dividida en cuatro sectores gobernados por cada una de las potencias vencedoras.

En 1955 las cuatro potencias dejaron la ciudad y Austria alcanzó su independencia definitiva, tras la cual declaró su neutralismo.

Su reconocido neutralismo ha favorecido que Viena se convierta en sede de numerosas conferencias internacionales y de numerosos organismos de la ONU. Hoy es una ciudad que vive de los congresos, de las sedes internacionales y del turismo.

http://www.disfrutaviena.com/historia

Historia

Aunque se sabe que en la región que hoy en día ocupa Viena ya hubo una población sedentaria en la época del neolítico, fue del siglo VIII al IV a.C., con los ilirios y los celtas, cuando cobró importancia gracias al comercio con el resto de Europa.

Pero fue en el año 100 a.C. cuando los romanos instalaron cerca del Danubio su campamento militar, fundando así la ciudad de Vindobona y permaneciendo en ella hasta el siglo V d.C.

Después hubo un periodo de luchas protagonizadas por los diferentes pueblos germanos hasta que, en el siglo VIII, llega Carlomagno, quien daría a la ciudad el nombre de Wenia, que después se transformaría en Wien (actual nombre de la ciudad), y con quien se convertiría en la ciudad más importante de la Marca Oriental (Ostmark, de donde proviene el actual nombre de Austria, en alemán Österreich), y en un centro importante en la ruta comercial que unía Italia, Alemania y Polonia.

En el año 976 la dinastía Babenberg llega al poder y escoge Viena como ciudad residencial; es un momento de esplendor para la ciudad, durante el cual se construyen algunos de los importantes edificios del actual centro de la capital austriaca, si bien en esta época Viena también sufre los continuos ataques de los húngaros, lo que hace que en 1137 la ciudad sea fortificada.

Pero sería la dinastía de los Habsburgo quien aumentaría el esplendor de Viena a lo largo de los casi 650 años en los que se mantuvo en el poder, desde 1273, con el emperador Rodolfo I, hasta 1918, con el emperador Carlos I de Austria-Hungría (quien sucedió a Francisco José a la muerte de éste en 1916), con quien se pondría fin al mandato de la dinastía de los Habsburgo.

En un primer momento no muy queridos, los Habsburgo ganaron popularidad gracias a la construcción de numerosos edificios, a la fundación de la Universidad (en 1365, por Rodolfo IV) y a la expansión territorial (con la anexión de la Borgoña, los Países Bajos y la unión con España a través de Carlos V) entre otros hechos.

El siglo XVI se vio marcado por dos problemas importantes: el ataque turco en 1529 y las luchas religiosas entre católicos y protestantes. En el siglo XVII Viena es azotada por una terrible epidemia de peste, seguida del segundo ataque turco en 1683, tras el cual éstos son expulsados definitivamente del país.

A partir de entonces llega otra época de esplendor, primero con Leopoldo I y después con Carlos VI, al cual sucedería su hija María Teresa. Es la época en la que se construyen importantes edificios barrocos, y en la que se protege y se financia a los compositores hasta convertir a Viena en la capital europea de la música clásica (s.XVIII).

Lamentablemente esta etapa dorada se ve interrumpida a principios del siglo siguiente, cuando Viena sucumbe ante las tropas napoleónicas. Posteriormente, en 1813 y tras la derrota total de Napoleón, Viena sería la sede donde se celebraría el Congreso de Viena para restablecer las fronteras de Europa.

En 1848, año en que estalla el movimiento revolucionario, Francisco José (que en 1854 contraería matrimonio con Elisabeth de Baviera, “Sisí”) sube al poder, a sus tan sólo 18 años de edad. Al mismo tiempo que lucha con dureza para aplacar los movimientos revolucionarios, consigue que Viena viva una nueva etapa de esplendor; es el momento de los valses de Strauss, de las investigaciones de Freud, de la canalización del Danubio, del trazado de la amplia avenida Ringstraβe (reemplazando a las antiguas murallas) y de la construcción de los emblemáticos edificios sobre ella, y del Imperio Austro-húngaro.

En 1914, tras el asesinato en Sarajevo del archiduque heredero al trono Francisco Fernando, estalla la I Guerra Mundial. En 1916 fallece Francisco José y en 1918 se proclama la República de Austria.

En 1938 Hitler invade Austria y poco después estalla la II Guerra Mundial, durante la cual los judíos austriacos fueron exterminados y gran parte de los monumentos de Viena se vieron afectados por los durísimos bombardeos que azotaron la ciudad.

En 1945, al finalizar la II Guerra Mundial, Austria y Viena fueron divididas en cuatro sectores de ocupación por las potencias aliadas (Unión Soviética, Estados Unidos, Francia y Reino Unido). En 1955 los austriacos consiguen la independencia tras ratificar la neutralidad permanente.

A partir de entonces, Austria pasa a formar parte de las Naciones Unidas y a ser sede de organismos internacionales como la OPEP (Organización de los Países Exportadores de Petróleo) y la ONUDI (Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial) entre otros, convirtiendo a Viena en la tercera capital de la ONU, después de Nueva York y Ginebra.

Desde 1995 forma parte de la Unión Europea y de los países que forman el Espacio de Schengen.

El 1 de enero del 2002 el chelín austriaco dejó paso a la nueva moneda oficial: el Euro.

http://www.guiadeviena.com/?p=16&l=3

Datos sobre Viena

Viena se encuentra situada en el este de Austria, en el corazón del Valle del Danubio. Este río, que inspiró a Johann Strauss la composición del famoso vals, baña la ciudad y le añade un toque romántico; pero también el río Wien (Viena) pasea por la capital austriaca hasta conducirnos al Palacio de Schönbrunn.

Esta ciudad, con una superficie de 415 km2 y una población de alrededor de 1.700.000 habitantes, de un total de unos 8.200.000 en toda Austria, es la mayor ciudad del país. Está compuesta por 23 distritos que se disponen de forma concéntrica con respecto al centro histórico de la ciudad (Innstadt), siendo éste el distrito número 1. El Innstadt está rodeado por la famosa y amplia avenida circular, la Ringstraβe, conocida como el Ring (el anillo), disponiéndosen a continuación los distritos del 2 al 9 entre el Ring y otra avenida circular, el Gürtel, para finalizar con los distritos del 10 al 23, después del Gürtel, los cuales nos llevan hasta los pies de las colinas de los bosques de Viena, con sus típicas tabernas entre viñedos.

El idioma oficial es el alemán, aunque podríamos hablar de su propio dialecto austriaco.

La religión predominante es la católica, aunque también hay protestantes, ortodoxos, islamistas, judíos y otras minorías, así como ateos.

La moneda oficial es el euro, desde que éste entró en circulación el 1 de enero del año 2002 y pasó a ser la moneda común para los países de la Unión Europea.

Viena es el núcleo industrial más importante de Austria. Con producción de equipamiento eléctrico, comestibles, maquinaria, productos químicos, textiles y metalurgia entre otros, Viena es la responsable de cerca de una quinta parte de la producción industrial del país.

Pero también es un centro importante internacionalmente hablando, ya que en ella se encuentran organismos como la Ciudad de las Naciones Unidas (UNO City) y la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP) entre otros.

Todo ello ha colaborado en el desarrollo de la ciudad. Este desarrollo, junto con el turismo, ha hecho que Viena sea un centro importante dentro de Europa. Además, gracias a la limpieza, el orden, la seguridad y la alta eficiencia de los servicios públicos, Viena figura desde hace varios años entre los primeros puestos del mundo en cuanto a calidad de vida se refiere, lo cual se ve complementado con la amplia oferta cultural que la capital austriaca nos ofrece. Concretamente, en el "Estudio mundial sobre Calidad de Vida 2010" que Mercer elabora cada año entre 221 ciudades del mundo, Viena es la ciudad con más calidad de vida del mundo.

http://www.guiadeviena.com/?p=15&l=3

Qué ver en... Viena (Austria). 10 visitas imprescindibles

Viena, la capital de Austria, me sorprendió por la cantidad de lugares interesantes que alberga. Merece la pena pasar una semana para verlo todo con tranquilidad. Además, como aliciente, se puede hacer una excursión de un día a Bratislava (Eslovaquia), que está a una hora en tren. Si sólo vas a estar un fin de semana, quizá esta recomendación te facilite un poco las cosas. Aquí va mi lista subjetiva de los 10 lugares que hay que ver en Viena, ordenados aleatoriamente y localizados en un mapa.

1. Catedral de San Esteban y centro histórico. La Stephansdom (o Stephanskirche) es el símbolo religioso más importante de Austria. El actual edificio gótico data del S.XIV. Destaca por su fachada exterior, con sus tejas brillantes y sus gárgolas. Información sobre horarios aquí y visitas guiadas aquí. La Stephansdom se encuentra en el centro histórico de la ciudad. Uno no debe dejar de perderse por sus calles o tomar un buen café mientras escucha música clásica de fondo. El casco viejo de Viena tiene magia, y así lo reconoció la UNESCO al incluirlo en la lista del Patrimonio de la Humanidad en 2001.

2. Palacio Imperial de Hofburg. Este palacio fue residencia de varias generaciones de emperadores y nobles. Se pueden visitar los salones imperiales, el interesante museo de Sisí (la famosa emperatriz) y la Escuela Española de Equitación. Actualmente es la residencia oficial del presidente de la Repúbica y uno de los lugares más visitados de la ciudad. Información sobre horarios y precios.

3. Palacio de Schönbrunn. Incluido en la lista del Patrimonio de la Humanidad en 1996, este imponente palacio ha sido utilizado tradicionalmente como residencia de verano por diferentes familias reales. Es especialmente recomendable visitar sus magníficos jardines. Información sobre horarios y precios.

4. Palacio Belvedere. El Belvedere está divido en dos palacios (alto y bajo). Ambos son de estilo barroco y están separados por unos coquetos jardines. Merece la pena acercarse para disfrutar de los tres museos que alberga: la Galería de arte austríaco (donde podremos ver el famoso "El beso" de Gustav Klimt, entre otras obras ilustres), y los museos de Arte Barroco y Medieval. Información sobre horarios y precios aquí.

5. Ópera de Viena. La capital de Austria está fuertemente ligada a la música clásica. En las calles del casco antiguo es muy habitual encontrarse músicos, referencias a grandes compositores, placas conmemorativas, estatuas con sus figuras... La Ópera de Viena, sin duda uno de los símbolos más importantes de la ciudad, se encuentra entre las óperas más célebres del mundo. Las entradas deben ser reservadas con mucha antelación (en los últimos días sólo podrás comprar las más caras), pero si no puedes asistir a una representación existe la posibilidad de hacer una visita guiada. Información sobre horarios y precios de las visitas. Información general sobre las entradas.

6. Hundertwasserhaus. Este curioso complejo de edificios rompe totalmente con el estilo imperialista de la ciudad. Su arquitectura creativa no deja indiferente a nadie. Página oficial.

7. Ringstrasse. La "calle anillo" es una de las avenidas más importantes de la ciudad, tanto por su ubicación (rodeando el centro de la ciudad) como por albergar algunos de los edificios más emblemáticos de Viena: la mencionada Ópera, el Kunsthistorisches Museum (Museo de Bellas Artes), el Naturhistorisches Museum (Museo de Historia Natural), el Parlament (Parlamento), el Rathaus (Ayuntamiento), el Burgtheater (Teatro Imperial),la Universidad de Viena, etc.

8. Karlskirche. La iglesia de San Carlos Borromeo, construida a principios del s.XVIII, es considerada una obra maestra del eclecticismo barroco. Es fácilmente reconocible por las dos columnas situadas en su fachada principal, inspiradas en la Columna Trajana. Información sobre precios y horarios.

9. Prater y Danubio. El Wiener Prater es el mayor parque público de la ciudad. En 1873 fue el escenario de la Exposición Universal de Viena. Transcurre paralelamente al Danubio y encierra varios puntos de interés: el Wurstelprater (parque de atracciones), el estadio Ernst Happel (donde España ganó la Eurocopa'08), la República de Kugelmugel, un autódromo, un ferrocarril de vía estrecha, etc. La visita puede aprovecharse para ver el Danubio en su entrada a la ciudad.

10. Museo Albertina. El Albertina es uno de los museos más importantes de la ciudad. Entre su enorme colección gráfica (una de las más grandes del mundo) destacan las obras de Durero y algunas piezas clave del modernismo. Información sobre precios y horarios.

http://www.losapuntesdelviajero.com/2009/11/que-ver-en-viena-austria-10-visitas.html

Viena, guía de viaje

Publicado por Mariela Carril

Ya sabemos cómo es Viena, cuál es y cómo funciona su sistema de transporte y qué podemos recorrer en sus alrededores. Ahora le toca el turno entonces a la ciudad misma. ¿Qué no podemos perdernos en una visita a la capital de Austria? En principio, hay una serie de edificios simbólicos entre los que figuran muchos palacios, también hay galerías de arte y museos, algunas iglesias, los parques, las plazas y sus calles.

Las principales atracciones de la ciudad están en lo que era el antiguo corazón, el área dentro de las murallas medievales que se demolieron en el siglo XIX: el Innerstadt, pero los otros distritos también tienen lo suyo. Hablando de edificios simbólicos y palacios nuestra lista incluye las mansiones barrocas del centro de la ciudad y los palacios de verano que están en los alrededores.

Entre los edificios gubernamentales dignos de ver están el Altes Rayhaus, el ex ayuntamiento donde el edificio mas bonito del complejo es el Archivo de la Resistencia Austriaca en tiempos de los nazis y el Neues Rathaus, la sede nueva del ayuntamiento que data de mediados del siglo XIX y tiene estilo neogótico. La torre mas alta tiene una estatua de 3 metros de alto, es un caballero con lanza y el famoso Rathausman, y numerosos patios que en verano albergan conciertos de música.

Tenemos además la Casa de Sigmund Freud, la residencia y consultorio del famoso psicoanalista desde 1891 a 1938 que hoy es un museo con muchos objetos personales, muebles, libros, fotos y antigüedades, y la Figarohaus, el edificio en donde en uno de sus pisos vivió Mozart con su familia y escribió algunas de sus obras, entre ellas las Bodas de Fígaro, a la sazón motivo del nombre del edificio.

Bien, hay un trío de palacios para ver: el Palacio Hofburg, sede del poder austriaco desde hace siglos con varios museos, una iglesia, una capilla, la Biblioteca Nacional, los departamentos imperiales y la Escuela de Equitación, el Palacio Schönbrunn, la antigua residencia de verano de la familia imperial, majestuoso y con un invernadero sin igual, La Casa de las Palmeras, y finalmente el Palacio Belvedere, la residencia de verano del príncipe Eugenio de Saboya con su hermoso jardín de estilo francés.

Entre los museos y galerías, no puede faltar la Academia de Bellas Artes, el Museo Albertina, la Casa de la Música, el Museo Austriaco de las Artes Aplicadas, el Museo de la Catedral, el Histórico de Viena, el Judenplatz Wein, el Museo Lichtenstein y el Kunsthaus Wien, entre otros. En verdad, son muchos. Viena también tiene muchas iglesias, por lo menos una docena dignas de visitar, así que no os perdáis la Iglesia de San carlos Borromeo o Karlskirche, con el altar a la Virgen de Guadalupe y la Catedral de San Esteban o Stephansdom.

Si queremos descansar y ver verde, pues la visita es al Parque Prater con la subida a la alta noria de Ferris, si queremos silencio sepulcral, pues está el Cementerio Central, y si se trata de caminar pues no hay que perderse el Barrio Judío, el paseo por la Ringstrasse con sus bellas fachadas, el caso histórico y el Barrio de los Museos. Y claro, no hay que olvidarse de los mercados: el Naschmarkt y el Flohmarkt.

- DIVERTIRSE EN VIENA

Viena es una ciudad con vida diurna y nocturna, pero ya sabemos que la noche tiene algo especial que al ser humano le encanta así que, ¿cómo es la vida nocturna aquí? Bueno, las opciones son varias: casinos, barcos casinos, bodegas donde se puede tomar una copa de vino antes de salir de fiesta, bares de copas y discotecas. Los bares son algo más bien nuevo pues su función siempre la han cumplido las bodegas, pero encontraréis bares de estudiantes, algunos de jazz, otros donde se junta la gente gótica y otros mas tranquilos donde además de bebidas se pueden pedir bocadillos. Los hay también estilo disco, con la música bien alta.

Hay muchos casinos o locales de juego en la ciudad e incluso algunos de los barcos que hacen cruceros por el río tienen uno a bordo. El más antiguo y famoso es el Casino Wien, con su bonito café en la planta alta. Si lo tuyo es la música electrónica y las discotecas, pues aquí a la zona donde se nuclean estos locales se la llama con razón, Triangulo de las Bermudas. Está en lo que era el Barrio Judío y si de día es tranquilo de noche explota.

Pero si quieres una noche típicamente vienesa te recomiendo ir a alguna bodega-bar o heuringen. El mejor vino, un ambiente relajado y tranquilo antes de seguir toda la noche.

- RECOMENDACIONES:

Viena es una ciudad con mucho arte y cultura y creo yo que su disfrute pasa precisamente por ahí. Es una ciudad que refleja la historia de Europa así que en lo posible hay que visitar todo los museos y palacios que se puedan.

Lo mejor para moverse por ella es el transporte público y conviene siempre comprar el abono de varios días y no sucumbir a la tentación de subir sin billete, pues las multas… ¡son terribles! Algunos destinos turísticos no son la gran cosa, como el Cementerio Central, pero no os vais a ir sin ver la tumba de Beethoven, ¿no es así? Yo incluyo además, el Gasómetro, y por supuesto, nada de abandonar Viena sin beber un café vienés (aunque es caro) y una porción de strudel de manzana. ¿Os gusta el chocolate? Entonces una porción de Sachertorte.

http://guiasparaviajeros.com/2009/10/09/viena-guia-de-viaje/

El centro historico de Viena

Publicado por María José Rubín

Patrimonio de la Humanidad: el centro histórico de Viena

Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2001, el casco antiguo de la capital de Austria es un verdadero recinto de monumentos históricos con un valor incalculable. Cada uno de ellos, pero también su peculiar disposición, configuran un espacio soñado para los amantes de la arquitectura y para todos aquellos que disfruten de la belleza de los paseos urbanos antiguos.

Desde la época en que los asentamientos célticos dominaban el territorio, la ciudad de Viena se ha desarrollado a través de los principales períodos de la historia. Construcciones romanas, estructuras medievales y estilos barrocos se sucedieron hasta que finalmente la urbe pasó a ser la capital del Imperio Austro-Húngaro.

El clasicismo vienés desplegó todo su encanto en ella, y se convirtió en un importantísimo capítulo de la historia del arte. Además de los exquisitos edificios que forman parte de su corazón antiguo, los inmensos parques que rodean a éstos hacen de Viena un paseo maravilloso.

Durante el siglo XVI, se edificaron grandes fortificaciones venecianas para proteger a la ciudad. Murallas, bastiones y rampas eran los elementos con los que se buscaba detener el avance enemigo. Pero la expansión urbana hizo que Viena finalmente se encontrara dividida en dos partes por este sistema defensivo.

En 1857, Francisco José I decidió derribar las viejas murallas para unificar la ciudad, y en su lugar se construyeron magníficos jardines y edificios modernos. Durante 30 años, se erigieron los monumentos neorenacentistas, neogóticos y neoclásicos que hoy son las preciadas joyas del lugar. Los grandes ejemplos son la State Opera House, de estilo renacentista italiano, y el Parlamento de Austria, inspirado en el estilo griego clásico.

El Ringstrasse es un amplio boulevard que constituye la arteria principal del centro y un verdadero anillo que nos pasea por los edificios principales. Compuesto de fachadas espléndidas y espacios verdes ideales para el descanso, es una excelente combinación de ciudad y naturaleza, que hace de Viena un lugar sin igual.

http://sobreturismo.es/2008/09/18/el-centro-historico-de-viena/

Viena, guia de turismo

Publicado por Jose Manuel Vargas

Viena, la ciudad de los grandes compositores, la que nos hará tararear el Danubio Azul entre sus calles, bailar un vals romántico en cualquiera de sus locales. Viena es un lugar perfecto para visitar en primavera o en otoño, mucho mejor que en verano, cuando Viena se llena de turistas y quizás no la disfrutemos como se debería.

La gran ciudad del Barroco, capital del extinto imperio de los Habsburgo. Magníficos palaciones y grandes mansiones saldrán a nuestro paso. El rincón de la música clásica, con la famosa Orquesta Filarmónica de Viena. Pero además de la música, Viena es la ciudad del café, del coro de niños cantores o de la famosa escuela española de equitación.

Su ubicación estratégica sobre el Danubio la convirtió en centro de un poderoso imperio. A partir del siglo XIX, y sobre todo, con la llegada de la Segunda Guerra Mundial, aquel imperio decayó notablemente. Pero aún así, el romanticismo de Viena siguió perdurando, escondido en los rincones de sus calles, en las ventanas de sus palacios.

Su maravilloso centro histórico, antiguamente rodeado por las murallas y hoy por la Ringstrasse, el emocionante parque de diversiones del Prater, con su famosa noria, o el impresionante palacio de verano del Schonbrunn. Todos ellos serán lugares que os cautivarán, que senvillamente os enamorarán o servirán para enamorar. Y es que Viena es la ciudad del romanticismo.

- VISITAS A VIENA

La majestuosidad de Viena tiene su centro en el Palacio Hofburg o Palacio Imperial, construido originalmente en el siglo XIII, aunque a lo largo de los siglos se ha ido modernizando. En él se encuentran la Biblioteca Nacional, la Escuela de Equitación Española y la Capilla Real, donde cada domingo, los niños cantores de Viena cantan en la Misa desde 1498. En su interior también encontraremos el conocido Museo Sissi.

El Palacio tiene abiertas su puertas todos los días de 09.00 a 17.00 horas, aunque en julio y agosto permanece abierto media hora más. El precio de la entrada para visitarlo es de 9,90 euros los adultos, y 4,90 euros los niños entre 6 y 18 años.

Dentro del palacio tiene su sede la Escuela Española de Equitación, la escuela de doma clásica más antigua del mundo, fundada en 1572 con caballos de origen español. Los espectáculos se ofrecen entre febrero y junio y entre septiembre y diciembre. Las entradas sólo están disponibles en la puerta y no se pueden reservar con antelación. La entrada más barata cuesta 18 euros, aunque se puede entrar para ver el museo de la escuela por 5 euros, o los entrenamientos de los caballos por 12 euros.

De allí tenemos que extasiarnos ante el Palacio Schonbrunn, residencia de verano de los Habsburgo desde el siglo XVIII. Hermosos jardines, habitaciones rococó y barrocas, el Salón de los Espejos donde tocaba Mozart, todo un lujo a nuestro alcance. El palacio abre todos los días de 08.00 a 17.00 horas, y en verano hasta las 18.00. La entrada tiene un precio de 12,90 euros para adultos, y 6,90 euros para niños entre 6 y 18 años.

La diversión en Viena se sitúa en el parque del Prater, con uno de los símbolos de la ciudad, la Gran Noria, construida en 1897, la única de su época que continúa en pie. Tampoco podemos dejarnos atrás el magnífico palacio del Belvedere, del siglo XVIII, o disfrutar de una noche de ópera en la majestuosa Ópera de Viena, donde, aunque no seais amantes del bel canto, la pasión y el sonido os cautivará.

Otra de las majestuosidades de Viena es la Catedral de San Esteban, con sus 136 metros de altura, dominando un centro histórico en el que callejear y visitar el Museo de la Música o el magnífico Museo de Historia Natural, el tercero de su estilo más grande del mundo.

- VIDA NOCTURNA

El Triángulo de las Bermudas es el distrito de Viena más interesante para pasar la noche. Se halla cerca de Hoher Markt, y cuenta con numerosos bares y locales de música. Más populares son las zonas de alrededor, como Naschmarkt, Freihaus y la zona de Spittelberg. La mayoría de los locales cierran entre las 02.00 y las 05.00 de la madrugada.

Las conocidaS como Heuriger, o tabernas de vino vienesas, son también maravillosos lugares para pasar la noche. En muchas de ellas también se puede comer y oir música en directo. Entre los meses de mayo y septiembre, a orillas del Danubio en el paseo Doukanal, suele haber espectáculos en vivo y en la calle, como conciertos al aire libre, representaciones teatrales, etc…

Para encontrar las mejores Heuriger acercaros a las zonas periféricas como Salmannsdorf, Sievering, Stammersdorf y Grinzing ( sobre todo esta última, que es donde nos dejan los autobuses ). Ojo porque muchas de estas Heuriger están cerradas en invierno.

- CÓMO LLEGAR

Lo mejor para llegar a Viena es a través de su Aeropuerto Internacional, a 18 kilómetros al sureste de la ciudad. Hay trenes de cercanías y autobuses que luego nos enlazan con Viena. También hay un Tren City Airport que enlaza con la estación City Air Terminal, en el centro de la ciudad, conectada con el metro, tren y autobuses. También hay taxis en las puertas de la terminal.

- TRANSPORTES EN VIENA

Viena cuenta con autobuses, tranvías, metro y ferrocarril. La mayoría de ellos operan desde las 06.00 hasta la medianoche. Los autobuses concluyen a las 23.00 horas, pero hay autobuses nocturnos los fines de semana. El metro es la manera más rápida para movernos por Viena, mientras que el tren es la manera más barata por ejemplo de llegar al aeropuerto. Para ver la ciudad, yo os aconsejo la red de tranvías, aunque algunas líneas no funcionan los fines de semana. Para el centro de la ciudad, coger los autobuses, ya que no hay tranvías en esta zona. Los billetes para cualquier medio cuestan 1,70 euros. Aún así yo os aconsejo solicitar la Vienna Card, válida para tres días y que permite viajes ilimitados en cualquier medio de transporte, escepto los autobuses nocturnos. Además ofrece descuentos en muchas visitas. Hay muchos taxis, pero eso sí, os aseguro que están entre los más caros de Europa. Alquilar un coche si sólo vais a estar en la ciudad es una pesadez por el tráfico, pero muy útil para una excursión por los alrededores.

http://sobreturismo.es/2008/12/29/viena-guia-de-turismo/

Palacio Belvedere

El Palacio de Belvedere con su jardín, una de las más bellas y elegantes construcciones principescas de Europa, fue construido por Johann Lukas von Hildebrandt entre 1714 y 1723 en lo que entonces eran los límites de la ciudad, como residencia de verano y sede de fiestas y banquetes del príncipe Eugenio de Saboya (París, 1663 – Viena, 1736).

Este príncipe, no muy agraciado físicamente, fue educado en la corte de Luis XIV de Francia (el rey sol), al cual solicitó el mando de un batallón y el cual se lo denegó al no creerlo apto para la carrera militar. Pero Eugenio de Saboya demostraría lo contrario, ya que sería uno de los más brillantes generales austriacos durante las guerras contra los turcos a finales del s. XVII (responsable de la derrota definitiva en la Batalla de Zenta en 1697), además de haber participado en otras guerras y batallas, como la Guerra de Sucesión Española, donde logró importantes victorias.

En 1697 el Príncipe Eugenio adquirió un amplio terreno con jardín y encargó a Johann Lucas von Hildebrandt (1668-1745), autor también de otras grandes obras como el Palacio Schwarzenberg, el Palacio Daun-Kinsky, el Palacio Schlosshof o el Convento Göttweig entre otras, la construcción del Palacio de Belvedere.

Este conjunto palaciego barroco está formado por dos palacios: el Belvedere Superior o Alto Belvedere y el Belvedere Inferior o Bajo Belvedere, uno frente al otro, separados por una serie de jardines escalonados a lo largo de una colina. Dichos jardines fueron diseñados entre 1700 y 1725 en estilo italo-francés, con estatuas, fuentes y escalinatas.

El Belvedere Inferior o Bajo Belvedere fue construido entre 1712 y 1716 como residencia de verano del príncipe Eugenio de Saboya. En él destaca la suntuosidad de las antiguas dependencias privadas y de las salas de recepción del príncipe, tales como la habitación dorada, el dormitorio del príncipe, la sala de grotescos y la galería de mármol. Muy notable es también el fresco en perspectiva de la sala central, obra del pintor bolonés Marcantonio Chiarini.

El Belvedere Superior o Alto Belvedere fue construido posteriormente, concretamente entre 1717 y 1723, como pabellón de fiestas del príncipe Eugenio de Saboya. En este palacio ajardinado destacan la elegante Sala Terrena, la Prunkstiege, la suntuosa Sala de Mármol (con el enorme fresco del techo obra de Carlo Carlone), así como las diferentes salas ricamente adornadas con trabajos de estucos y frescos. Aquí es donde Eugenio de Saboya tenía sus famosas colecciones de arte así como su biblioteca. Durante el invierno de 1732-33 la Sala Terrena recibía su aspecto actual; por motivos estructurales (la sala amenazaba con derrumbarse), Hildebrandt tuvo que construir de forma adicional una bóveda con arcos sostenida por cuatro Atlantes.

Ambas construcciones barrocas, Alto Belvedere y Bajo Belvedere, se unieron mediante un parque simétrico, diseñado según los modelos franceses e italianos; con sus numerosas esculturas y fuentes, el zoológico, la Orangerie, invernaderos acristalados para plantas exóticas y una gran pajarera, este jardín era uno de los parques europeos más suntuosos del s.XVIII.

Tras el fallecimiento del príncipe Eugenio en 1736, su sobrina, la Princesa Victoria, heredó el Palacio. Pero ésta no estaba interesada en el mismo y lo vendió, pasando así a manos de los Habsburgo; primero Carlos VI, el padre de María Teresa, adquirió la valiosa biblioteca y la colección de grabados del príncipe Eugenio y, posteriormente, en 1752, María Teresa adquiriría el Palacio en sí. Sería bajo su mandato que el Palacio recibiría el nombre de Belvedere (“bella vista”), debido a la estupenda vista panorámica sobre Viena y sobre el propio conjunto del Belvedere que se contempla tanto desde el Belvedere Superior como desde la parte superior de los jardines (la denominación de “Alto Belvedere” y “Bajo Belvedere” no aparecería hasta 1776, cuando la colección de arte imperial se aloja en los edificios).

En un principio los edificios apenas fueron utilizados. En abril de 1770, con motivo del matrimonio entre María Antonieta (hija de Francisco I y María Teresa) y el rey francés Luis XVI, el rey Delfín tuvo lugar en el Palacio Belvedere un baile de máscaras que acogió a unos 16.000 invitados. A partir de entonces el Palacio recobró importancia.

A partir de 1776 el Alto Belvedere fue utilizado además como museo, al decidir María Teresa y su hijo el Emperador José II trasladar a él la Galería Imperial de cuadros reales del Stallburg (un ala del Palacio de Hofburg en Viena) al Belvedere Superior. Siguiendo los ideales del Absolutismo, la colección imperial debía hacerse accesible al público. Así, en 1781, la galería se abrió finalmente al público, convirtiéndose en el primer museo público del mundo. Posteriormente, durante las Guerras Napoleónicas, otras colecciones se llevarían al Bajo Belvedere. Éstas se vieron ampliadas a lo largo de los siglos, con obras de la escuela italiana, holandesa, alemana y de la escuela moderna austriaca, así como con las colecciones de monedas y antigüedades y la de antigüedades egipcias, si bien posteriormente, en 1888-89, todas las colecciones imperiales se trasladaron al recién construido Museo de Historia del Arte. Tras el traslado de las colecciones imperiales, los palacios de Belvedere dejaron de ser públicos y se les asignó un nuevo uso.

Cabe señalar que la única descendiente de María Antonieta y Luis XVI de Francia que sobrevivió a la Revolución francesa, la Princesa Maria Teresa Carlota, desde que contrajo matrimonio en 1799 con el Infante Luis Antonio de Borbón, Duque de Angulema, pasó a vivir en el Palacio; también, a principios del s.XIX, el Belvedere Inferior se convirtió en la residencia principal de Napoleón. Como hecho anecdótico, hay que señalar que Anton Bruckner pasó el último año de su vida en una dependencia del Alto Belvedere, en la cual compuso su Novena Sinfonía.

En 1896 el emperador Francisco José I decidió que el Belvedere Superior debía convertirse en la residencia de su sucesor al trono, su sobrino Francisco Fernando. Así, el Alto Belvedere fue reformado por Emil von Fösrter a partir de 1897, para el sucesor al trono austriaco, Francisco Fernando de Habsburgo (1863-1914), quien lo convirtió en su residencia; al mismo tiempo el interior del palacio también se vio modernizado, al añadir, por ejemplo, a los muebles barrocos originales, objetos neobarrocos. Francisco Fernando vivió en este palacio desde 1899 hasta su asesinato en Sarajevo en 1914, momento a partir del cual el palacio quedó vacío hasta 1917, pasando, en 1919, a ser propiedad de la República de Austria.

Mientras, el Belvedere Inferior abrió sus puertas en mayo de 1903 como la “Galería Moderna”. Este museo se concibió como la primera colección estatal de Austria para el arte moderno gracias a la iniciativa de la Asociación de Artistas de Austria conocida como la Secesión. El objetivo era poder reunir las obras del arte contemporáneo tanto de artistas locales como de artistas del panorama internacional. De esta manera se adquirieron desde los inicios de la Galería Moderna obras maestras de Van Gogh, Monet y Segantini. La colección de arte moderno pronto se amplió con vistas a albergar obras procedentes de épocas anteriores. De esta manera, el museo pasó a denominarse en 1911 “Galería Imperial”.

El Belvedere Superior se convirtió de nuevo en un museo. A él se llevaron la colección del arte del siglo XIX, siendo los pilares esenciales los trabajos de artistas pertenecientes al movimiento vienés Biedermeier, tales como Ferdinand Georg Waldmüller.

En el Belvedere Inferior se creó un Museo Barroco único con obras pertenecientes a los siglos XVII y XVIII. En la Orangerie podía contemplarse el arte correspondiente al siglo XX, con trabajos de Gustav Klimt y Egon Schiele, entre otros.

Durante la II Guerra Mundial el Alto y el Bajo Belvedere se vieron gravemente dañados, con lo que los museos cerraron sus puertas y los Palacios tuvieron que ser reconstruidos después de la guerra, volviendo a abrir sus puertas en 1953. Durante los años posteriores se incorporaron numerosos trabajos a la colección, que supusieron un punto de inferencia en el arte de Austria.

El 15 de mayo de 1955, en la Sala de Mármol del Alto Belvedere tuvo lugar un hecho histórico; en ella se firmó el Tratado Internacional Austriaco, por el cual se devolvía la independencia a Austria, dejando de estar ocupada por las potencias aliadas a partir de ese momento.

En 2007-2008 el Museo Belvedere fue reorganizado. Así, las colecciones del arte Barroco y de la Edad Media, que hasta entonces se encontraban en el Belvedere Inferior y en el Invernadero (Orangerie), se transfirieron al Belvedere Superior. El Belverede Inferior y la Orangerie, que sufrieron una reconstrucción integral y una adaptación de la estructura original, pasaron a albergar magníficas exposiciones temporales que presentan el arte austriaco en un contexto internacional.

Así mismo, en los Prunkstall, las antiguas caballerizas de la guardia del Príncipe Eugenio, se construyó una “Cámara del Tesoro Medieval”; se trata de un depósito expuesto al público en el que exponen las existencias restantes del arte medieval que hasta entonces habían permanecido almacenadas en el depósito.

De este modo, el Belvedere Superior alberga todas las colecciones permanentes, con las obras pictóricas y escultóricas más destacadas desde la Edad Media hasta la actualidad. De la colección de pintura y escultura de los s.XIX y XX destaca sin duda la colección más grande del mundo de Gustav Klimt, con obras tan famosas como El beso y Judit, aunque también encontramos aquí las mejores obras de Schiele y Kokoscha, destacadas obras de los impresionistas franceses (como Monet y Renoir) y la colección más importante del arte Biedermeier vienés, además de una imponente colección escultórica, entre otras obras maestras.

Por otro lado, el Augarten Contemporary, la dependencia del Belvedere para arte contemporáneo, ofrece oportunidades a los jóvenes artistas, los cuales presentan sus obras en las exposiciones temporales que tienen lugar en él, además de contar en su interior con el Museo Gustinus Ambrosi.

Prinz Eugen-Str. 27

1030 Viena

Tfno.: 43.1.79.5570

Página web: http://www.belvedere.at/

http://www.guiadeviena.com/?p=33&l=3&id=6

Palacio Hofburg

El Palacio Imperial de Hofburg ha sido descrito, y con razón, como una ciudad dentro de la ciudad.

Empezado a construir en el s.XIII por la dinastía de los Babenberg y ampliado y reformado durante varios siglos, fue la residencia oficial de invierno de los Habsburgo entre 1283 y 1918.

Actualmente en el Palacio de Hofburg se encuentra el despacho del presidente de la República de Austria, así como diversas instituciones.

Con sus alrededor de 2.600 dependencias repartidas en 18 alas, este conjunto arquitectónico abarca los diferentes estilos, desde el gótico hasta el historicismo. En 1992 el Palacio Hofburg fue dañado por un incendio pero, por suerte, sólo se vieron afectadas algunas salas, como el Salón de Banquetes, la Biblioteca Nacional, la Redoutensaal y la Sala de Equitación entre otras, las cuales fueron restauradas en parte según el estilo original y en parte siguiendo los cánones contemporáneos.

A este complejo de Hofburg pertenecen instituciones como Albertina, la iglesia de los Agustinos, el Museo de Historia del Arte, el Museo de Historia Natural, el Museo Etnográfico, el Barrio de los Museos (MuseumsQuartier Wien), la Biblioteca Nacional y la Escuela Española de Equitación. Aunque también hay que destacar dentro del palacio los Apartamentos Imperiales, la Capilla Imperial, la Cámara del Tesoro (Schatzkammer), la Plaza de los Héroes (Helden Platz), el Patio y la Puerta de los suizos (Schweizerhof y Schweizertor), la plaza de José II (Josefsplatz), y un importante centro de congresos, además del ya mencionado despacho del Presidente de la República, entre otros. Todo esto además de los cafés, restaurantes, plazas y parques que forman parte también de este complejo.

Si queremos visitar el Palacio Hofburg, podemos empezar entrando por la puerta de San Miguel, situada en la plaza del mismo nombre; la entrada está decorada con una fuente a cada lado, con columnas y cúpulas, y bajo un zócalo decorado con un grupo escultórico que representa Los trabajos de Hércules. Al pasar bajo esta puerta nos encontramos bajo la gran cúpula de San Miguel; bajo ella se encuentra el acceso al Museo de la Mesa y de la Platería de la Corte, a los Apartamentos Imperiales, al Museo de Sisí y al Museo del Esperanto.

Una vez salimos de debajo de la cúpula, nos encontramos en el patio rectangular In der Burg ("en el Castillo"), presidido por el monumento en bronce de Francisco José I (1846) y flanqueado por edificios renacentistas y barrocos. En el lado opuesto a la entrada por la cual hemos llegado, se encuentra el ala Leopoldina (1547-1552, aunque varias veces reformada), cuyas salas están decoradas al estilo de la época de María Teresa (1750); aquí es donde se encuentra actualmente la residencia oficial del Presidente de la República. El ala que queda a espaldas del monumento a Francisco José es el Castillo de Amalia, esposa de José I, construido a finales del s. XVI; en el s. XVIII se añadió la Torre del Reloj con el reloj astronómico. El ala a continuación, frente a la Leopoldina, es la de la Cancillería Imperial, realizada en el s. XVIII en estilo barroco tardío. A nuestra izquierda se encuentra la última ala, precedida por el antiguo foso, la cual forma parte del Palacio Antiguo, de tipo fortaleza, (s. XIII, aunque reconstruido en el s. XVI por Fernando I) y a la que accedemos a través de la renacentista Puerta de los Suizos (1552).

Al otro lado de la Puerta de los Suizos (Schweizertor) nos encontramos el Patio de los Suizos (Schweizerhof), donde antiguamente estaba el cuerpo de la guardia suiza. A la derecha de éste se abre el portón que conduce a la monumental escalera de los Embajadores y un poco más adelante la escalera exterior que nos lleva hasta la gótica Capilla Imperial (s. XV), donde podemos escuchar a los famosos Niños Cantores de Viena (coro de voces blancas fundado por Maximiliano I en 1498) cada domingo, de septiembre a junio. Bajo la escalera que conduce a la Capilla Imperial se abre una puerta que nos da acceso a la Cámara del Tesoro, museo que en sus diferentes salas exhibe piezas de gran valor del tesoro sacro y el tesoro profano de los Habsburgo, como la corona del Sacro Imperio Romano Germánico, la espada de Carlo Magno, las joyas que Francisco I llevaba en su coronación y el Tesoro Eclesiástico entre otras piezas.

Un pasaje cubierto nos llevará hasta la plaza de José II (Josefsplatz), la cual está rodeada de edificios del s. XVIII. En el centro de la plaza encontramos la estatua ecuestre de José II (1807); a su espalda encontramos la Biblioteca Nacional, cuya fachada está rematada por varios grupos escultóricos, entre los que destaca el de la diosa de la sabiduría, Minerva sobre su cuadriga. Fundada por Carlos VI, la Biblioteca Nacional contiene más de dos millones de libros, manuscritos, globos terráqueos, mapas, partituras musicales, archivos de fotografías y otras piezas, entre las que sobresalen la Biblia de Gutenberg y el Tratado de Medicina de Dioscórides entre otras. A su derecha se encuentra el ala del salón de baile (la Redoutentrakt), que toma su nombre de la Redoutensaal, sala que se utilizaba para los bailes de máscara y que hoy en día es utilizada, además de como salón de baile, como sala de conciertos (con la Orquesta Hofburg de Viena) y de conferencias. Junto a la Redoutentrakt encontramos el ala del Picadero (la Reitschultrakt) en la cual se encuentra el picadero de invierno (el de verano se sitúa entre el de invierno y el Patio de los Suizos); así, hemos llegado a la famosa Escuela Española de Equitación, fundada en 1735 por Carlos VI, padre de María Teresa, gracias a los caballos lipizanos descendientes de la yeguada que el archiduque Carlos II fundó en Lipizzia (actualmente en Eslovenia), a orillas del Mar Adriático, con los pura sangre llevados desde España a finales del s.XVI. En la Escuela Española de Equitación podemos asistir a los entrenamientos matinales o a las actuaciones de estos magníficos caballos lipizanos.

Por el ala de Augustinertrakt, en la izquierda de la Josefsplatz, se encuentra la iglesia de los Agustinos, construida en el s. XIV en estilo gótico, aunque reformada en el s. XVIII y con una torre neogótica añadida en el s. XIX. Esta fue la antigua iglesia de la Corte Imperial, donde solían celebrarse las bodas de los miembros de la casa de Habsburgo, y en cuyo interior destaca la tumba barroca en mármol de Carrara de María Cristina de Sajonia (hija de María Teresa). En la cripta de la iglesia de los Agustinos se guardan los corazones de los Habsburgo en urnas de plata.

Regresando al Patio In der Burg y por el lado opuesto a la Puerta de San Miguel, un pasaje nos lleva hasta la Plaza de los Héroes (Heldenplatz), amplio patio exterior que fue utilizado para desfiles militares. El ala Leopoldina la delimita en el lado por el que llegamos, mientras que en el lado opuesto la Burgtor (puerta clásica con columnas dóricas construida en el s. XIX, en cuya ala oriental se halla el santuario a los Caídos en la I Guerra Mundial) la cierra al llegar a la Ringstraβe. Cuando llegamos a la Plaza de los Héroes a través del pasaje que nos trae del Patio In der Burg, inmediatamente a nuestra izquierda encontramos la fachada de la Sala de Ceremonias (Zeremoniensaal, s. XIX), construida para ser el salón del trono, seguida de la Sala de Fiestas (Festsaal, principios del s. XX), una sala de fiestas de mil metros cuadrados; ambas salas forman hoy en día parte del centro de congresos. En el lateral izquierdo de la Plaza de los Héroes encontramos el inconfundible edificio de estilo historicista-ecléctico y fachada cóncava del Palacio Nuevo (Neue Burg, 1881-1914), en el cual podemos visitar varios museos: el de Éfeso, el de Etnología, la Colección de Instrumentos Musicales, la Colección de Armas,... Delante del Palacio Nuevo se alza la estatua ecuestre en bronce (s. XIX) del príncipe Eugenio de Saboya y, frente a ésta, la correspondiente al archiduque Carlos. El lateral de la Plaza de los Héroes frente al Palacio Nuevo lo cierra el jardín Volksgarten.

Todo esto se ve completado con sus magníficos cafés, restaurantes, plazas y parques.

Heldenplatz,

1014 Viena

Página web: http://www.hofburg.com

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Palacio Schönbrunn

Este palacio, conocido como el Versalles vienés, es, quizá el más famoso de todos los palacios imperiales austriacos. Situado en las afueras de la ciudad y rodeado de una zona de bosque, el Palacio Schönbrunn debe su nombre a una “bella fuente” (Schönen Brunnen) descubierta en los alrededores por Matías de Habsburgo, hijo de Maximiliano II.

Fue la residencia de verano de los Habsburgo y, desde 1996, está declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

La historia de Schönbrunn se remonta a la Edad Media cuando, a principios del s.XIV, existía aquí ya un terreno (con una casa, un molino de agua, un establo, un jardín y una huerta) conocido como Katterburg y perteneciente al monasterio de Klosterneuburg.

Es en 1569 cuando Katterburg pasa a pertenecer a la dinastía de los Habsburgo, al ser adquirido por el emperador Maximiliano II, quien se interesaría principalmente en la ampliación del parque con vegetación autóctona y aves locales.

Después de la muerte de Maximiliano II, Katterburg pasa a Rodolfo II y, posteriormente, al emperador Matías, quien lo convirtió en pabellón de caza; fue el propio Matías quien, según cuenta la leyenda, descubrió en 1612 la bella fuente, la cual daría el nuevo nombre al lugar.

A lo largo del s.XVII el pabellón de caza fue transformado en Palacio, recibiendo el nombre de Schönbrunn, por primera vez documentado como tal en 1642.

En 1683 el Palacio de Schönbrunn fue víctima de los turcos durante el asedio de Viena. Leopoldo I decide reconstruir el Palacio y, en 1688, J. B. Fischer von Erlach el Viejo presenta al emperador un grandioso primer proyecto de reconstrucción que competía en lujo con el Palacio de Versalles. Las obras fueron iniciadas por Fischer von Erlach en 1696 en la orilla derecha del río Wien, siguiendo el primer proyecto simplificado por el propio arquitecto, y se terminaron a principios del s.XVIII, obteniendo como resultado una impresionante construcción palaciega barroca.

Pero sería María Teresa quien marcaría el inicio de la época dorada para Schönbrunn, ya que ella lo convirtió en el centro de la vida política y cortesana, además de realizar importantes reformas y ampliaciones y convertirlo en residencia veraniega de los Habsburgo.

A principios del s.XIX Schönbrunn fue ocupado en dos ocasiones por Napoleón, en 1805 y en 1809, quien instaló aquí su cuartel general.

Más tarde, entre 1814 y 1815, fue en el Palacio de Schönbrunn donde tuvieron lugar las sesiones del Congreso de Viena. Fue entonces cuando se vio necesaria la realización de algunas obras de restauración, las cuales se llevaron a cabo entre 1817 y 1819; parece que fue entonces cuando se dio a las fachadas del palacio su característico color “amarillo Schönbrunn”.

Fue también en el Palacio de Schönbrunn donde, en 1830, nació Francisco José y donde pasó los veranos de su infancia y juventud. Cuando subió al trono, en 1848, llegó la segunda época dorada para este palacio, ya que Francisco José I lo eligió como su residencia preferida pasando la mayor parte de su vida en él. Francisco José I también realizó algunas obras en el palacio como, por ejemplo, el invierno anterior a su matrimonio, cuando preparó las dependencias de su futura esposa.

Posteriormente también se llevarían a cabo otras obras, como las de 1869, cuando Viena se preparaba para la Exposición Mundial de 1873, y se redecoraron algunos interiores en estilo neo-rococó típico del estilo imperial.

Durante la II Guerra Mundial el Palacio de Schönbrunn sufrió graves daños, por lo cual tuvo que ser restaurado posteriormente. Señalar también que fue aquí donde tuvieron lugar, en 1961, las conversaciones entre Kennedy y Kruchev.

Además de las dependencias imperiales, dentro del palacio destacan el Patio de Honor (Ehrenhof), el Teatro del Palacio (Schlosstheater), la famosa escalera azul y el Museo de Carrozas (Wagenburg).

El parque del Palacio de Schönbrunn (Schönbrunner Schlosspark), con alrededor de 120 ha., fue abierto al público hacia 1779 y desde entonces se ha convertido en un área recreativa para los vieneses y demás visitantes. Con sus jardines, fuentes, estatuas, estanques, terrazas, cafés, la Glorieta, el Jardín Botánico, el Zoológico más antiguo del mundo (creado en 1752 por Francisco I de Lorena, esposo de María Teresa), el invernadero con plantas exóticas y el Teatro de Marionetas entre otras distracciones, este parque pertenece, junto al propio palacio, al Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1996.

Por último, hay que destacar la oferta cultural que brinda además el Palacio de Schönbrunn, con los conciertos interpretados por la Orquesta de Schönbrunn, así como las representaciones de La flauta mágica, de W.A. Mozart, en el Teatro de Marionetas del Palacio. Dos estupendas opciones para terminar el día después de haber recorrido y visitado el Palacio, sus jardines y su zoológico.

chönbrunner Schloß-Straße

1130 Viena

Tfno.: 43.1.811.13

Página web: http://www.schoenbrunn.at/

Ringstrasse

La Ringstrasse es una avenida circular que rodea el centro de Viena separando los barrios del Hofburg y Stephansdom del resto de la ciudad. Esta avenida acoge gran parte de las obras arquitectónicas más significativas de la ciudad.

Un poco de historia

La ciudad de Viena se encontraba protegida por una muralla desde el siglo XIII, hasta que, a partir del año 1850, la ciudad fue creciendo y se formaron varios barrios en el exterior de los muros.

En 1857 comenzó el derribo de la muralla para dejar más espacio a la ciudad y en su lugar se construyó un gran bulevar, la Ringstrasse.

Se trata de una prestigiosa avenida en la que se construyeron numerosos edificios como el Palacio Real Hofburg, el Ayuntamiento, la Bolsa, el Parlamento, el Burgtheater, la Iglesia Votiva, la Universidad, el Museo de Historia del Arte o el Museo de Historia Natural.

Partes de la Ringstrasse

La Ringstrasse no es sólo una calle, sino que está formada por diferentes tramos que incluyen la palabra ring (anillo) en sus nombres: Stubenring, Parkring, Schubertring, Kärntner Ring, Opernring, Burgring, Dr. Karl-Renner-Ring, Dr. Karl-Lueger-Ring y Schottenring.

Un bonito paseo

Ringstrasse es una de las calles más atractivas de la ciudad y el lugar en el que se ubican la mayoría de los puntos turísticos más importantes de Viena. Si no queréis andar, otra opción es recorrer la avenida en tranvía.

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Ópera de Viena

La Ópera Estatal de Viena es la compañía de ópera más importante y conocida a nivel mundial, además de constituir el centro neurálgico de la vida musical vienesa.

Un poco de historia

El Teatro de la Ópera de Viena (Straatsoper) fue el primer edificio del proyecto de la Ringstrasse en verse finalizado.

Inaugurado en 1869 con la presentación de una obra de Mozart, el edificio de diseño renacentista fue una decepción para los vieneses que esperaban algo más de él. El arquitecto del edificio se quitó la vida, desolado ante la idea de que su obra no hubiera triunfado. El segundo arquitecto que fue contratado tampoco puedo aguantar la presión y murió de un infarto.

En 1945, una bomba dañó gravemente el edificio de la ópera, hecho que los ciudadanos tomaron como una agresión simbólica a la ciudad. Diez años después del incidente, la ópera volvió a abrir sus puertas con los daños reparados y dotada de las tecnologías más avanzadas.

Visitar la Ópera de Viena

La visita a la Ópera de Viena se realiza necesariamente formando parte de las visitas guiadas organizadas en grupos de diferentes idiomas.

Durante el recorrido veréis el hall de entrada y subiréis por la escalera principal para conocer el auditorio con espacio para 2.800 personas, el escenario, el salón de té en el que Francisco José descansaba durante los entreactos o la Sala de Mármol, entre otras estancias.

La ópera para todos los bolsillos

Es normal creer que las entradas para la ópera son muy caras, e incluso inalcanzables para algunas personas. En el caso de la Ópera de Viena esto no es así, ya que, aunque las mejores butacas suelen costar a partir de 150€, se pueden comprar entradas para verla de pie por 3 y 4€.

La desventaja de las entradas más rentables (además de no tener asiento) es que no están disponibles para la venta anticipada, sino que hay que hacer cola un par de horas antes de la obra para comprarlas.

Una de las visitas más importantes de Viena

La Ópera de Viena es tan conocida que no se puede concebir una visita a la ciudad sin visitarla. Además de esto, las visitas guiadas son bastante interesantes, narradas en español y bastante económicas, por lo que no podéis perder la ocasión.

Otra opción igual de interesante es comprar entradas de las más baratas para poder ver el edificio por dentro. Cuando os canséis, podréis iros sin remordimientos ya que las entradas habrán cumplido con su cometido.

El Museo de la Ópera

A no ser que visitéis la ópera un lunes, el resto de los días la entrada está obligatoriamente combinada con la del Museo de la Ópera (Staatsopern Museum). Nuestra recomendación es que evitéis el museo aunque tengáis incluida la entrada, es una pérdida de tiempo y no tiene el mayor interés.

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Prater

El Prater es un popular espacio de recreo en el que se sitúa el parque de atracciones más antiguo del mundo.

Prater, el Parque de Atracciones de Viena

El Prater de Viena había sido utilizado durante siglos como coto imperial de caza hasta que, en 1766, fue abierto al público. En 1895 se inauguró allí un parque de atracciones del que se conservan en perfecto estado muchas de las atracciones, envueltas en un aire antiguo y con encanto que domina todo el lugar.

La Noria Gigante

Desde su inauguración en 1897, la Noria Gigante de Viena es uno de los emblemas de la ciudad. Se trata de una obra monumental, de 60 metros de altura, que se inauguró durante la celebración del 50 aniversario de la coronación de Francisco José I.

A lo largo de su historia, la noria ha logrado sobrevivir a las grandes catástrofes naturales y conflictos bélicos. Fue testigo de la I Guerra Mundial, durante la cual tuvo que dejar de funcionar durante dos años.

Fue durante los últimos días de la II Guerra Mundial, en 1945, cuando los bombardeos y el fuego destruyeron gran parte de la noria. Aunque fue reconstruida en tiempo récord, sólo pudieron ser colocadas 15 de las 30 cabinas que tenía en sus inicios.

Las cabinas que no pudieron ser colgadas, están colocadas en la parte de debajo de la noria a modo de exposición, a través de la cual se puede viajar por diferentes épocas del pasado de la capital: el Imperio Romano, la Edad Media, las guerras contra los turcos, la Exposición Mundial de Viena o las catástrofes ocurridas durante las guerras mundiales.

Un día divertido en el Prater

Si tenéis suerte y pilláis días de buen tiempo, una visita al Prater es más que recomendable. Además de ser un lugar con mucha historia y encanto, la entrada es gratuita y podréis disfrutar paseando por sus avenidas llenas de atracciones antiguas y puestos de comida rápida.

Si estáis hambrientos y viajáis con un presupuesto poco ajustado, podréis cenar a la luz de las velas en una de las cabinas de la noria, bajo la atónita mirada del resto de turistas.

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Hundertwasserhaus es un complejo residencial con un aspecto muy original construido entre 1983 y 1986.

La construcción, obra del pintor Friedensreich Hundertwasser, parece un colorido puzle, obra de un niño, en la que los suelos no son rectos, sino ondulados, y donde en el interior de las habitaciones crecen árboles cuyas ramas asoman por las ventanas.

En el exterior, todo son colores y formas fantasiosas que deleitan a los turistas, poco acostumbrados a una arquitectura tan especial.

Imprescindible

Hundertwasserhaus es una de las principales atracciones de Viena y forma parte del patrimonio cultural austriaco.

La forma y los colores de los inimaginables edificios invitan a soñar que es posible cambiar el mundo.

Junto a los edificios también se puede visitar un coqueto centro comercial realizado en el mismo estilo (Hundertwasser Village), además del Museo Hundertwasser donde se exponen las obras del original artista.

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Stadtpark

El Wiener Stadtpark, o “parque de la ciudad”, es uno de los parques públicos más antiguos de Viena, y el preferido por los vieneses.

Con sus 65.000 m2., el Stadtpark se extiende desde el Parkring (el Ring), en el primer distrito, hasta Heumarkt, en el tercer distrito, y está atravesado en toda su longitud por el río Wien.

Diseñado al estilo de los jardines ingleses por el pintor de la Corte Joseph Selleny y el director de jardines Rudolf Sieböck, el Stadtpark fue inaugurado el 21 de agosto de 1862.

El Stadtpark es el parque con más monumentos y esculturas de toda Viena. Así, en él encontramos abundantes estatuas de personajes importantes, como, entre otras, las de los compositores Schubert, Léhar, Stolz o Bruckner, las de los artistas Makart o Amerling, y las de otros vieneses ilustres.

Pero, sin duda alguna, el monumento más famoso y uno de los más fotografiados de toda Austria, es el monumento a Johann Strauss hijo (1825-1899). Realizado por E. Hellmer e inaugurado el 26 de junio de 1921, está compuesto por un altorrelieve semicircular de mármol dentro del cual está la estatua en bronce dorado de Johann Strauss; ésta fue restaurada en 1991, cuando volvió a este lugar después de ausentarse desde 1935.

También interesante en el Stadtpark es el llamado Wienflussregulierung; de estilo Jugendstil o Modernismo, está formado por unas escaleras monumentales, pabellones y columnas, realizados por F. Ohmann entre 1903 y 1906, para disimular la salida a la superficie del río Wien. Se encuentra situado en la parte meridional del parque, en el lado de Johannesgasse. Precisamente en esta calle se encuentra una de las entradas de la estación de metro Stadtpark, que todavía conserva su original pabellón estilo Jugendstil obra de Otto Wagner.

Un edificio muy importante dentro del Stadtpark es el Kursalon, inaugurado en 1867 como lugar de curas hidroterapeúticas, pero que desde 1868 funciona como palacio de conciertos y bailes.

En cuanto a la flora del parque, se caracteriza por su amplia variedad de especies, las cuales, tal y como era típico en el s.XIX, florecen intercaladamente durante todas las estaciones del año.

Parkring / Am Heumarkt / Am Stadtpark,

1110 Viena

Página web: http://www.wien.gv.at/umwelt/parks/anlagen/stadtpark.html

http://www.guiadeviena.com/?p=35&l=3&id=15

Cripta Imperial de Viena (Kaisergruft)

Situada debajo de la Iglesia de los Capuchinos, en la plaza de Neuen Markt, entre el Palacio Imperial de Hofburg y la Catedral, es el lugar donde descansa, desde 1633, la realeza austríaca, de la dinastía de los Habsburgo herederos del Sacro Imperio Romano Germánico.

Los sarcófagos son obras de arte que guardan los restos de unos 150 nobles, entre ellos 12 emperadores y 19 emperatrices. En su interior los ataudes de madera conservan los cuerpos incompletos de los Habsburgo. Hasta 1878 era costumbre embalsamarlos para su exhibición pública y para ello se les extirpaban los órganos. El corazón era introducido en una urna de plata que se depositaba generalmente en la iglesia de los Capuchinos. Los demás órganos (intestinos, pulmones,…) eran depositados en una urna de cobre y guardados en la Cripta de los Duques de la Catedral de Viena (Stephansdom).

Destaca el impresionante sarcófago de la emperatriz María Teresa, que preside majestuoso la bóveda central.

En la penúltima sala se encuentra el sarcófago del emperador Francisco José, entre el de su esposa la emperatriz Sissi y el de su hijo y príncipe heredero Rodolfo cuyas causas del fallecimiento todavía están rodeadas de misterio entre el suicidio y la conspiración política.

La últimas incorporaciones han sido la de la última emperatriz y reina consorte de Austria-Hungría, Zita en 1989 y la de su hijo el Archiduque Carlos Luis de Austria en 2007.

http://caminosquenollevanaroma.wordpress.com/2011/05/31/cementerios-de-viena-cada-uno-en-su-lugar/

Escuela Española de Equitación

La Escuela Española de Equitación (Spanische Hofreitschule, en alemán) es una destacada institución de Viena, dedicada a la equitación y basada en la doma clásica teniendo como referentes dos aspectos básicos: el caballo de raza lipizzana y la técnica tradicional española de doma.

Actualmente es uno de los símbolos de la ciudad y de Austria, hasta el punto de que la Escuela fue el motivo elegido para la moneda de cinco euros que celebraba la presidencia austriaca de la UE en 2006. Es también un referente para el turismo vienés.

Descripción

La escuela se encuentra situada dentro del antiguo palacio imperial de los Habsburgo, el Hofburg, del que es un anexo. El picadero es de estilo barroco. La escuela trabaja preferentemente con caballos lipizzanos (originarios de Lipizza, en la actual Eslovenia), los cuales han contribuido a dar fama a la escuela (y a la inversa, la escuela a los caballos).

Historia

La escuela fue fundada en el año 1571, siendo una de las pioneras en este campo. El título "español" deriva de que originalemente los caballos utilizados eran de raza española, especialmente dotados para la doma de alto nivel. Es decir, la institución es más vieja que el edificio que la alberga, ya que fue el emperador Carlos VI del Sacro Imperio (archiduque de los catalanes en 1714) el que hizo construir el edificio del famoso picadero1 entre 1729 y 1735, considerado por muchos como el mejor del mundo, al arquitecto Johann Bernhard Fischer von Erlach. Su hijo Joseph Emanuel Fischer von Erlach llevó a cabo el diseño y la construcción. Parece ser que fue utilizada como modelo la capilla del palacio de Versalles.

http://es.wikipedia.org/wiki/Escuela_Española_de_Equitación

La Biblioteca Nacional de Austria (en alemán, Österreichische Nationalbibliothek) heredera de la antigua Biblioteca Imperial de los Habsburgo (Hofbibliothek), posee casi ocho millones de documentos.

Adquirió su nombre actual en 1920, tras el fin del Imperio. Se encuentra situada en el Hofburg de Viena, y algunos de sus fondos en el Palacio Mollard-Clary. Contiene valiosos fondos: papiros, manuscritos, incunables, libros antiguos, mapas, partituras musicales, autógrafos, grabados, esferas y globos terráqueos y celestes, etc. Recoge la gran riqueza acumulada por la Casa de Habsburgo desde tiempos medievales, si bien la Biblioteca Imperial, antecedente directa de la actual empezó a funcionar desde el siglo XVI, bajo Maximiliano II. Cuenta asimismo con una importante colección (más de 35.000 ejemplares) de libros en y sobre el esperanto y otras lenguas artificiales. Dentro de la institución hay un museo sobre papiros, otro sobre globos terráqueos, y un tercero sobre el esperanto.1

http://es.wikipedia.org/wiki/Biblioteca_Nacional_de_Austria

Ayuntamiento

El Rathaus o nuevo Ayuntamiento de Viena, junto con el Teatro Imperial (Burgtheater), el Parlamento y la Universidad, forma uno de los conjuntos arquitectónicos más impresionantes de la Ringstraβe.

Siendo el propio emperador Francisco José I quien colocó la primera piedra del Ayuntamiento, el edificio fue construido en estilo neogótico entre 1872 y 1883, con el objetivo de sustituir al Antiguo Ayuntamiento (Altes Rathaus). El arquitecto encargado de la construcción, quien se inspiró en el Ayuntamiento de la Grande Place de Bruselas, fue Friedrich von Schmidt, tras ganar el concurso al mejor proyecto.

La fachada principal del Ayuntamiento, el cual alberga en su interior a las autoridades de la ciudad y a la Asamblea Provincial, presenta cinco torres; de ellas, la central, una torre de aguja de más de 100 metros de altura, está rematada por una estatua de 3,5 metros de altura, el Rathausmann. Este caballero con armadura que porta un estandarte, esculpido por Franz Gastell y fundido en hierro por el artesano Alexander Nehr, se ha convertido en uno de los símbolos vieneses. También en la fachada cabe señalar la logia, de gran altura, donde destaca la curvatura de los balcones y la delicada tracería. Además, en todo su perímetro se abren arquerías con estatuas de las personalidades de la historia de Austria.

Ya en el interior del Ayuntamiento encontramos la Sala de Fiestas (Festsaal), un salón de ceremonias majestuoso, con la misma longitud que el propio edificio, donde tienen lugar importantes eventos, como la Gala de Fin de Año.

También el Ayuntamiento cuenta con su propio Restaurante, el Rathauskeller, con diferentes salas y salones a su vez, renovados en el año 2005. Con un ambiente único y típico, estos salones pueden ser alquilados para diferentes eventos, públicos o privados; en uno de ellos es donde, de abril a octubre, tiene lugar el ya famoso Austrian Dinner Show

http://www.guiadeviena.com/?p=34&l=3&id=25

Torre del Danubio

Situada en el parque del Danubio, en la orilla norte del río, la Torre del Danubio (Donauturm) es una estructura de 252 metros de altura desde la que se puede contemplar gran parte de la ciudad de Viena.

Inaugurada en 1964, la torre no es solamente un mirador sino que es también un lugar para relajarse en el restaurante giratorio mientras las vistas van cambiando constantemente.

Al igual que en la Torre de Macao, los más arriesgados podrán realizar "bungee jumping" desde lo alto de la torre, una buena forma de descargar adrenalina.

No son las mejores vistas

A pesar de la altura de la torre, las vistas desde su mirador no son demasiado buenas, ya que se encuentra algo alejada del centro de la ciudad. Otro punto en contra es que se tarda bastante en llegar, ya que es necesario tomar un autobús después del metro.

Para ver la ciuad desde las alturas creemos que es mejor idea subir a la torre de la Catedral de Viena.

http://www.disfrutaviena.com/torre-danubio

Naschmarkt

Naschmarkt es uno de los mercados más conocidos de Viena; en él se pueden encontrar coloridos puestos de flores, carne, pan y todo tipo de alimentos.

Además de ver los puestos y hacer algunas compras también es posible comer en la zona, ya que los puestos comparten espacio con decenas de restaurantes internacionales a precios asequibles.

Echando la vista atrás

El mercado callejero más conocido de Viena lleva celebrándose desde el siglo XVI, cuando se vendían principalmente botellas de leche.

Desde 1793 lo normal era que todas las frutas y vegetales que llegaban a la ciudad en carro se vendieran en el Naschmarkt, mientras que las que llegaban en barco se vendían en otros puntos de la ciudad.

Discrepamos

Lejos de las recomendaciones de la mayoría de las guías, que opinan que el mejor día para visitarlo son los sábados, para nosotros es mejor cualquier otro día de la semana, ya que los sábados está lleno de turistas y no se puede caminar.

http://www.disfrutaviena.com/naschmarkt

El museo de Historia Natural y el museo de Historia del Arte: los museos gemelos de Viena

abril 4, 2011 in Arte, La ciudad, Lugares y edificios que visitar, Museos, Museos

Museo de Historia NaturalEntre el Museums Quartier y Heldenplatz, en el barrio de los museos, se encunetran los dos museos más famosos de la ciudad: el Museo de Historia Natural y el de Historia del Arte. La plaza en la que están es Maria Theresien Platz, llamada así por la gran estátua de la emperatriz María Teresa de Austria que se encuentra en el centro. Esta estatua se alza en en un pedestal de 6 metros, en postura sedente sobre un trono. Alrededor se encuentran colocadas las alegorías de la fuerza, la sabiduría, la justicia y la indulgencia. Junto a la emperatriz se encuentran su consejero Gerhard van Swieten y los compositores Gluck, Haydn y Mozart de niño.

Los museos de Historia Natural y de Historia del Arte

Estatua de María Teresa

La estatua fue construida en 1888, y los dos museos en 1889 (el de Historia Natural) y en 1891 (el de Historia del Arte), construídos siguiendo exactamente los mismos planos por los arquitectos Gottfried Semper y Karl von Hasenauer. Por lo tanto, ambos museos son exactamente iguales, tanto por fuera como por dentro.

Se emplazaron en Maria Theresien Platz porque los Habsburgo querían tenerlos cerca del Palacio Imperial. El de Historia del Arte, el llamado Kunsthistorisches Museum, fue usado para guardar las extensas colecciones de la casa imperial y el Naturistoriches Museum, el de Historia Natural, para guardar los 20 millones de piedras preciosas, fósiles de dinosaurios, insectos, mamíferos y toda clase de animales disecados que reunió la casa Real en nombre de la ciencia.

El Naturistoriches Museum, el museo de Historia Natural:

El museo de Historia Natural es uno de los mejores del mundo en su categoría. Alberga más de 20 millones de objetos enmarcados en unas salas de arquitectutra majestuosa y elegante.

Las exposiciones del museo se dividen en dos pisos. En la planta baja se exponen los minerales y piedras preciosas, las colecciones de esculturas prehistóricas y grandes hallazgos paleontológicos. Esta está considerada la mejor colección de Europa.

En la planta superior está la inmensa colección de animales disecados, muchos de ellos ya extintos (como por ejemplo la vaca marina de Steller, un animal extinto desde hace 200 años), los esqueletos de dinosaurios y las exposiciones temporales.

Pero lo más interesante de ver es la Venus de Willendorf, la famosa estatuilla de la fertilidad, que tiene más de 25.000 años.

http://www.vienayyo.com/?p=1277

Catedral de San Esteban

En el mismo corazón del casco histórico de Viena, en la plaza de San Esteban (Stephansplatz), se alza uno de los símbolos de Viena, la Catedral de San Esteban (Stephansdom).

Fue levantada sustituyendo a una anterior iglesia románica del s.XII-XIII, de la cual solamente se conserva la fachada principal. Pero el estilo gótico actual se debe a la ampliación de la iglesia en los s.XIV y XV, momento en el cual se reconstruyen la nave central, el coro y las capillas laterales, y se añade la gran ventana ojival en la fachada románica. La iglesia se terminó en 1469, aunque posteriormente se le añadieron elementos renacentistas y barrocos. A finales de la II Guerra Mundial, en 1945, la Catedral de San Esteban sufrió un incendio y resultó gravemente dañada; el techo se quemó y la campana Pummerin cayó al suelo. Pero se restauró rápidamente y pudo ser reabierta poco tiempo después.

Fue declarada Catedral en 1723.

De la fachada románica destacan los dos torreones octogonales que la delimitan, conocidos como las Torres de los paganos (Heidentürme), desde los que vigilaban al enemigo.

Del exterior destaca además el tejado a dos aguas, donde más de 200.000 tejas vidriadas de colores (verde, amarillo, blanco, negro) forman una magnífica decoración geométrica y dibujan el escudo de Austria con el águila imperial de los Habsburgo.

La torre más alta, de 137 metros de altura, es la torre sur, conocida como Steffi. De planta cuadrada, está coronada por el águila imperial de los Habsburgo. Subiendo los 343 escalones de su escalera de caracol se llega al mirador.

La torre norte (la torre Adler), de 68 metros de altura y estilo gótico, nunca se completó porque, según la leyenda, su constructor rompió el pacto que tenía con el diablo al pronunciar un nombre santo. El diablo se enojó, y el arquitecto cayó desde la torre falleciendo en el acto. En 1579 se cerró con una cubierta renacentista. En esta torre es donde se encuentra actualmente la campana Pumerin, antiguamente llamada de José I. Fue construida con los cañones, fundidos, que abandonaron en Viena los turcos tras su derrota en 1683; pesaba 17.000 kg. y estaba colgada en la torre sur. Pero en 1945, cuando las tropas rusas entraron en Viena, la Catedral sufrió un incendio y la campana cayó al suelo rompiéndose en muchos pedazos. Con los restos de esta campana y de otras campanas dañadas por las llamas, se construyó la nueva campana, de 20.000 kg.

También hay que señalar las puertas: la principal es la Puerta del Gigante (Riesentor), románica y la lateral es la Puerta de los Cantores.

El interior está formado por tres naves de 107 metros de longitud y 36 metros de anchura. El suelo es de cuadros blancos y negros.

Destaca el púlpito gótico, realizado por Anton Pilgram, el maestro de obras de la Catedral, en 1515. Se trata de un púlpito de siete bloques de arenisca en los que Pilgram esculpió los bustos del Papa Gregorio I Magno y de S. Agustín, S. Jerónimo y S. Ambrosio; además, el maestro Pilgram se retrató a sí mismo asomando la cabeza por una ventana. El púlpito se conoce como el púlpito de las ranas (Froschkanzel) debido a las ranas y las salamandras (símbolos del mal) esculpidas en su barandilla, que son espantadas por un perro (guardián de la palabra de Dios).

También interesantes son las innumerables obras de arte, de diferentes siglos, que contiene el interior de la Catedral: diversas esculturas; el retablo del altar Wiener Neustädter (a la izquierda del altar mayor), de principios del s.XV, con 72 imágenes policromas de santos; el sepulcro de Federico III, la obra renacentista más espectacular; el altar mayor, de estilo barroco; etc.

Debajo del altar mayor se encuentran enterrados varios emperadores de la casa de los Habsburgo.

En las catacumbas es donde están enterrados los Habsburgo. Además también conservan piezas originales de la catedral, como algunas gárgolas.

En esta Catedral fue donde, en 1782, W. A. Mozart contrajo matrimonio con Constanze, y también donde, en 1791, tuvo lugar el funeral del compositor.

Hoy en día, tienen lugar en ella interesantes conciertos a lo largo de todo el año, así como el Réquiem de Mozart en el mes de diciembre, conmemorando el fallecimiento del genial compositor.

Dirección

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Stephansplatz 3

1010 Viena

Página web: http://www.stephansdom.at

http://www.guiadeviena.com/?p=32&l=3&id=1

Iglesia de San Carlos Borromeo

Situada en la Plaza de Carlos (Karlsplatz), en el distrito cuatro aunque muy cerca del primer distrito, la iglesia de San Carlos Borromeo (Karlskirche) es una de las más bellas obras del barroco en Austria, si bien combina varios estilos arquitectónicos: fachada central de estilo griego, columnas exteriores de inspiración romana y decoración interior barroca.

Fue mandada erigir por el emperador Carlos VI, padre de María Teresa, como agradecimiento a San Carlos Borromeo por la extinción de una peste en 1713. Fue iniciada en 1716 por J.B. Fischer von Erlach el Viejo (probablemente su obra maestra), y fue terminada en 1737 por J.E. Fischer von Erlach el Joven. Para su construcción se tomó como modelo la iglesia de San Pedro del Vaticano.

Exteriormente podemos apreciar un monumental cuerpo central cubierto por una cúpula de 72 metros de altura y flanqueado por dos torres. En la fachada principal (estilo griego) hay seis columnas que sujetan un frontón, en el cual se representan los desastres de la peste; todo ello está precedido de una escalinata flanqueada por dos columnas (estilo romano), de 33 metros de altura, inspiradas en la columna trajana de Roma, y cuyos bajorrelieves en espiral, realizados entre 1724 y 1730, narran la vida de San Carlos Borromeo.

El interior de la iglesia, de planta oval, se presenta amplio y luminoso gracias a su enorme cúpula oval y a los grandes ventanales. En la cúpula se puede contemplar el fresco La Gloria de San Carlos Borromeo, de J.M. Rottmayr. Muy destacable también es la rica decoración barroca del interior.

Kreuzherrengasse 1

1040 Viena

Página web: http://www.karlskirche.at/

http://www.guiadeviena.com/?p=32&l=3&id=10

Iglesia Votiva

En el distrito 9, pero muy cerca del primer distrito y de la Ringstraβe, entre la Universidad y Schottentor, se levanta majestuosa la iglesia Votiva (Votivkirche), una de las más importantes construcciones sacras en estilo neogótico del mundo.

Esta iglesia fue construida entre 1856 y 1879 por Heinrich Fr.von Ferstel, quien se inspiró en las catedrales medievales góticas europeas del s.XIII, sobre todo de Francia y de Colonia, y para cuyos elevados campanarios (dos torres gemelas de 99 metros de altura) tomó como modelo la aguja de la Catedral de San Esteban de Viena.

Fue el hermano de Francisco José, el archiduque Maximiliano, que después se convertiría en el emperador Maximiliano I de México, quien la mandó construir como voto (de ahí el nombre de la iglesia) después del intento de asesinato que sufrió el joven emperador Francisco José en 1853, por parte del húngaro Janos Libenyi (quien sería condenado a muerte). Para ello Maximiliano pidió donaciones a los vieneses, siendo unos 300.000 los ciudadanos que donaron dinero para la construcción de la iglesia Votiva. Una vez reunido el dinero, en 1854, hubo un concurso internacional de arquitectura, para adjudicar la construcción de la iglesia. A él se presentaron 76 proyectos de arquitectos de toda Europa, siendo el joven arquitecto de 26 años Heinrich Franz von Ferstel quien lo ganó y a quien se encargaría tan magnífica obra. El propio emperador Francisco José I pondría la primera piedra de la iglesia Votiva en la ceremonia de apertura de su construcción en 1856, a la cual acudieron 80 arzobispos y obispos.

Gracias a una suma importante de dinero donada por la Ciudad de Viena, las torres se completaron tan sólo diez años después del inicio de las obras. Pero la iglesia Votiva no sería finalizada e inaugurada hasta el 24 de abril de 1879, con ocasión de las bodas de plata de la pareja imperial, Francisco José I y Elisabeth de Baviera (Sisí), quien sería asesinada 19 años después.

Se pretendía hacer de esta iglesia el mausoleo de los austriacos famosos, pero esta idea no llegaría nunca a materializarse.

Exteriormente se caracteriza por sus dos torres gemelas, en forma de agujas, con finos trabajos de calados.

En su interior, de tres naves, destacan la tumba del conde Niklas Salm (libertador de Viena de las manos de los turcos en 1529) y el altar de la Virgen de Guadalupe, en conmemoración a Maximiliano y su nueva patria.

Rooseveltplatz, 8.

1090 Viena.

Página web: http://www.votivkirche.at/

http://www.guiadeviena.com/?p=32&l=3&id=72

Museo de Historia del Arte (KHM)

Déjese maravillar por la Susana de Tintoretto y por la Madonna de Rafael, contemple la Boda aldeana de Brueghel en la mayor colección del mundo del pintor flamenco. Visite Rembrandt, Rubens, van Dyck, Durero, Holbein, Tiziano, Vélazquez, Caravaggio, Vermeer y otros grandes maestros: las colecciones del Museo de Historia del Arte (KHM, Kunsthistorisches Museum) son de las más famosas del mundo.

Son el resultado del patrocinio de la dinastía austriaca amante del arte de los Habsburgo, que en algún tiempo fueron los propietarios de muchos de estos objetos que hoy en día presenta el Museo: antigüedades del Antiguo Egipto, esculturas clásicas y artefactos, pinturas del s.XV al XVIII y preciosos objetos de arte, todos ellos inigualables. Ahora, el espectacular edificio monumental alberga un mundo único que estimulará la comprensión y la apreciación de la historia y del arte de los visitantes.

Arquitectura e historia:

El Kunsthistorisches Museum, construido sobre la Ringstraβe entre 1871 y 1891 según los planos de Gottfried Semper (1803-1879) y Karl von Hasenauer (1833-1894), es uno de los más importantes y uno de los edificios museísticos del s.XIX más imponentes. Fue diseñado, junto con su “gemelo”, el Museo de Historia Natural (Naturhistorisches Museum), en estilo renacentista italiano, en conexión con la ampliación del Palacio Imperial de Hofburg, frente a él y al Nuevo Palacio Imperial (Neue Burg) situado en la Plaza de los Héroes (Heldenplatz). Gracias a enormes esfuerzos financieros y artísticos se creó esta muestra de magnificencia, patrocinio y poder. En 1891 el Museo de Historia del Arte fue abierto al público, y las colecciones imperiales reunidas a lo largo de los siglos y hasta entonces dispersas en varias colecciones de los Habsburgo fueron por primera vez expuestas bajo un mismo techo, en un monumental edificio digno de albergar los tesoros artísticos de los Habsburgo, que fue concebido como memorial al patrocinio de los Habsburgo.

Las colecciones del Museo de Historia del Arte son unas de las más importantes y espectaculares del mundo. Las cámaras de arte y del tesoro del s.XVI del archiduque Fernando y del emperador Rodolfo II, junto con las colecciones barrocas del archiduque Leopoldo Guillermo, forman el núcleo de las magníficas colecciones museísticas, en las que el gusto y las preferencias artísticas de estos y otros entendidos de la familia Imperial son todavía hoy en día perceptibles, expresando así un sentido de la gloria Imperial de la dinastía amante del arte de los Habsburgo.

Las colecciones del Museo abarcan desde las colecciones del Antiguo Egipto y de la Antigüedad Griega y Romana hasta las Colecciones de Arte Medieval y las espléndidas colecciones Renacentistas y Barrocas. En total, el Museo está dividido en ocho colecciones diferentes, algunas de las cuales están albergadas en el Palacio de Hofburg y en el de Schönbrunn.

La galería pictórica:

La colección permanente de pinturas, que abarca desde el s.XV hasta el s.XVIII, se encuentra en la planta principal del Museo, la cual está organizada en torno a la abovedada sala central. Las espectaculares obras de arte expuestas le conducen complaciéndole sensual e intelectualmente a través de las galerías. En ellas se encuentran las colecciones pictóricas más grandes del mundo de Pieter Brueghel el Viejo, importantes obras de Alberto Durero así como célebres ejemplos de la pintura flamenca barroca –destacando las obras maestras de Rubens y Anton van Dyck, y por último pero no menos importante: Vermeer y Rembrandt. Tiziano, Veronés y Tintoretto, los pintores más representativos del arte veneciano del s.XVI, así como individualistas como Parmigianino y Lorenzo Lotto, Caravaggio (uno de los precursores del esteticismo barroco) y también remarcables las vistas de ciudades de Bernardo Bellotto (Canaletto el Joven): esta variada y matizada colección es principalmente obra del archiduque Leopoldo Guillermo (1614-1662) quien vivió en Bruselas como regente de los Países Bajos españoles. Él financió la adquisición de alrededor de 1400 obras pictóricas, lo que supone casi las dos terceras partes de las posesiones del Museo. Esto documenta de nuevo lo cercanas que están las colecciones del Kunsthistorisches Museum de la dinastía de los Habsburgo.

La colección de las antigüedades griegas y romanas:

Esta colección fue reabierta al público en el año 2005, después de los extensos trabajos de restauración llevados a cabo. La variedad y profundidad de las obras de la colección de esculturas, bronces, estatuillas, jarrones, vasos y trabajos de orfebrería, que abarcan desde el tercer milenio a.C. hasta aproximadamente el año 1000 d.C., hacen de esta colección una de las más importantes de su género. La colección de camafeos clásicos –entre ellos la “Gemma Augustea” adquirida por el emperador Rodolfo II- y los tesoros del periodo de la Migración y de la Edad Media son de los mejores de todo el mundo.

La colección de monedas:

La colección de monedas, medallones, obsequios, objetos decorativos y moneda en papel incluye alrededor de 700.000 objetos. Dinero natural, monedas de la Antigüedad Clásica, reliquias medievales de una temprana economía monetaria, medallones barrocos y préstamos de monedas contemporáneas permiten a los visitantes comprender las variadas producciones de un arte que se preocupa, entre otras cosas, de encontrar soluciones adecuadas en un espacio muy limitado. Expuestas en vitrinas originales del s.XIX, las monedas y medallones transmiten importante información sobre la historia económica y social e incluso documentan edificios y esculturas perdidos hace mucho tiempo.

La colección del Antiguo Egipto y Oriental:

En el año 2001 se reabrieron al público las nuevas galerías que albergan la colección del Antiguo Egipto y Oriental. Su decoración sigue en la misma línea de imponente arquitectura que el hall de entrada: enormes columnas con papiros y decoraciones de pared, vitrinas y ornamentos imitando el arte del Antiguo Egipto preparan espectacularmente el escenario para una colección cuyas obras del viejo Reino hace que ésta se encuentre entre las mayores y más importantes de su género. Objetos funerarios y sarcófagos, valiosos papiros, inscripciones y relieves documentan de manera exhausta tanto la religión como la vida diaria de los antiguos egipcios.

La colección de esculturas y artes decorativas:

Única en el mundo, sus objetos, del Renacimiento y el Barroco, son de extraordinaria calidad, dado que eran encargados o adquiridos por el emperador o por miembros de la familia imperial. Particularmente deseados eran los objetos raros, curiosos e inusuales y, así, los reyes y príncipes coleccionaban materiales exóticos y poco comunes, a los que a menudo se les atribuían poderes mágicos, tales como piedras preciosas, huevos de avestruz, coral y dientes de tiburón. De estos productos naturales, los artistas crearon virtuosas obras de arte.

Además de las colecciones mencionadas, hay otras colecciones pertenecientes al Museo de Historia del Arte que están situadas en el Nuevo Palacio Imperial (Neue Burg), el cual forma el espectacular panorama de la Plaza de los Héroes (Heldenplatz). Aunque originalmente no fue diseñado como museo, muchas partes del edificio son utilizadas para exponer objetos de las colecciones imperiales, incluso desde antes de la abolición de la monarquía. Hoy en día, el edificio alberga tres muy diferentes colecciones únicas en el mundo: el Museo de Éfeso, la Colección de Armas y Armaduras, y la Colección de Instrumentos Musicales Antiguos. Además, en la parte en forma de anillo del Neue Burg, el denominado “cuerpo de logia”, se encuentra el Museo de Etnología.

Horario: de martes a domingo, de 10h00 a 18h00, los jueves hasta las 21h00. Horarios especiales en 2009: el 1 de enero abierto de 14h00 a 18h00, el 13 de mayo y el 3 de junio abierto por la tarde-noche, el 24 de diciembre abierto de 10h00 a 13h00, y el 31 de diciembre abierto de 10h00 a 16h00.

Entradas:

- adultos: 12 €;

- entradas reducidas (para estudiantes de hasta 27 años, seniors de más de 65 años que presenten una tarjeta válida de pensionistas, desempleados,…): 9 €;

- entrada gratuita: para niños y jóvenes de hasta 19 años

Existen tarifas especiales para grupos, escolares, portadores de la Wien Karte,…

Entradas combinadas:

- “Los Tesoros de los Habsburgo” (Museo de Historia del Arte Cámara del Tesoro): adultos 18,00 €.

- “Colecciones Imperiales” (Museo de Historia del Arte Cámara del Tesoro Museo de Carrozas): adultos 21,00 €.

Consultar los precios de entradas reducidas para las entradas combinadas.

Audio-guías: en alemán, inglés, francés e italiano. Precio: adultos 3 €

Visitas guiadas: bajo petición

Maria Theresien-Platz

1010 Viena

Tfno.: 43.1.525.24.4025 / 43.1.525.24.4031

Fax: 43.1.525.244.098

Página web: http://www.khm.at

http://www.guiadeviena.com/?p=31&l=3&id=145

Albertina

Situado detrás de la Ópera del Estado de Viena, el palacio que hoy en día ocupa el Museo Albertina fue construido en 1776. Hoy en día alberga importantes colecciones y es uno de los museos más visitados de Austria.

En 1760, el duque Alberto de Sajonia (1734-1822), hijo del Federico Augusto de Sajonia, contrajo matrimonio con su prima segunda, María Cristina de Habsburgo-Lorena (1742-1798), hija predilecta de María Teresa y Francisco I, recibiendo el ducado de Teschen y pasando a denominarse Alberto de Sajonia-Teschen. Además, el duque, gracias a la gran aportación de su esposa, inició la colección de arte que iría ampliando a lo largo de los años.

En 1780 el duque Alberto es nombrado gobernador general de los Países Bajos Austriacos, y la pareja se traslada a Bruselas. Esto le abriría las puertas hacia el comercio artístico con Holanda, Francia, Alemania e Inglaterra.

Después de que Austria perdiese los Países Bajos en 1793, los duques regresan a Viena, llevando el exquisito mobiliario estilo Luis XVI (procedente de los talleres franceses de París y Versalles) a un palacio situado en un bastión de las murallas de Viena, el antiguo palacio del conde Silva-Tarouca. Los duques se instalan en dicho palacio, el cual pasa a denominarse “Albertina”, nombre que proviene de la unión del nombre de los duques: Alberto y Cristina.

En 1802-1804 el duque Alberto hizo ampliar este palacio urbano barroco añadiéndole una imponente ala de lujosos salones, obras que fueron llevadas a cabo por el arquitecto belga Louis de Montoyer.

Hasta su fallecimiento en 1822, el duque Alberto fue ampliando y organizando su colección. Sus adquisiciones más importantes incluyen obras de Leonardo, Miguel Ángel y Rafael, así como gráficos y dibujos de la Biblioteca Imperial. De este modo, junto a importantes obras de Rubens, Rembrandt y Van Dyck, la famosa colección de Durero, antigua propiedad del emperador Rodolfo II, pasó a formar parte también de la colección de Albertina. En 1816 el duque Alberto declaró la colección por fideicomiso como patrimonio inajenable e indivisible. La colección conserva hasta hoy el recuerdo de su fundador en su nombre.

En 1822 el archiduque Carlos (1771-1847), hijo de Leopoldo II –hermano de María Cristina- y de María Luisa de Borbón, e hijo adoptivo y heredero del duque Alberto y María Cristina, heredó el palacio Albertina y la colección de arte. Carlos, quien derrotó a Napoleón en la batalla de Aspern (1809), junto con su esposa, Enriqueta von Nassau-Weilburg, continuó ampliando la colección de arte. También encargó una remodelación completa del Palacio, renovando los ahora Salones Reales de los Habsburgo en estilo imperial francés y equipando al palacio de elegantes muebles y artísticos suelos de parquet, remodelación que fue llevada a cabo por Joseph Danhauser entre 1822 y 1825. En 1823 la princesa Enriqueta hizo poner en el Palacio para sus hijos el árbol de Navidad decorado que inició esa tradición en toda Austria.

En 1847 el archiduque Alberto (1817-1895), primogénito de Carlos, heredó el patrimonio y las posesiones de su padre, generando enormes riquezas mediante la aplicación de modernas tecnologías como la máquina a vapor en tractores, y convirtiéndose en el administrador y dueño de la gran colección. Su estatua ecuestre ante el palacio le honra como vencedor de la batalla de Custozza (1866). A él se debe el aristocrático e histórico aspecto de la fachada del palacio, que data de 1867.

La denominación de “colección Albertina” fue utilizada por primera vez en 1870.

El último ocupante de Albertina fue el archiduque Federico (1856-1936), quien fue adoptado por su tío, el archiduque Alberto, tras la muerte de su padre, en 1874. Él fue quien, en 1895-1897 llevó a cabo la última fase de remodelación del palacio, los llamados “Aposentos Españoles”, única residencia permanente de la familia real española fuera de su país. Pero cuando se declaró la República de Austria en 1918, el archiduque Federico, Comandante en jefe de la Armada Real e Imperial durante la I Guerra Mundial, fue expropiado perdiendo el palacio así como la colección de grabados en él conservada. Su familia se exilió en Hungría, aunque se le permitió llevarse todos los bienes móviles, tales como candelabros de cristal, tapices y tresillos. El Palacio pasó a manos de la República de Austria en 1919 y los 21 Salones Reales de los Habsburgo (repartidos en dos plantas) sirvieron como lujosas salas de representación, como depósito, biblioteca y oficinas.

Después de la I Guerra Mundial hubo varios intentos de vender la colección para, por ejemplo, pagar las deudas que exigían los nuevos países que se habían formado después de la caída de la monarquía.

Tras varios decenios de decadencia, sobre todo después de la II Guerra Mundial, se emprendió la restauración de los Salones (en estilo clásico) y la renovación de la histórica fachada bajo la dirección de Klaus Albrecht Schröder.

Desde su reapertura en el año 2003, el Museo Albertina alberga una de las más amplias colecciones del mundo de arte gráfico, una colección de fotografías y una colección de arquitectura. Del gótico al arte contemporáneo, las colecciones de Albertina cuentan con obras de los más importantes personajes de la historia del arte, tales como Alberto Durero, Pierre-Paul Rubens, Miguel Ángel, Rembrandt, Egon Schiele, Andy Warhol o Georg Baselitz, siendo la pintura más famosa, sin duda alguna, La Liebre, de Alberto Durero.

En mayo de 2007 las colecciones de Albertina se vieron ampliadas gracias al préstamo permanente de la colección de Rita y Herbert Batliner de Liechtenstein, una de las colecciones privadas más importantes de Europa: más de 500 obras que incluyen obras maestras de Monet, Renoir, Cézanne, Chagall, Picasso (gracias a la colección Batliner el Museo Albertina cuenta con una de las muestras más amplias de obras de Picasso), Modigliani, Matisse, Kandinsky, Roy Lichtenstein y Francis Bacon.

Y mientras visitan el Museo Albertina, el mobiliario de la época y las 21 salas (los Salones Reales de los Habsburgo) de este antiguo palacio de la dinastía Habsburgo nos invitan a viajar en el tiempo dentro de una atmósfera imperial.

Horario: todos los días de 10h00 a 18h00, miércoles hasta las 21h00

Entradas:

- adultos: 9,50 €

- mayores de 60 años y portadores de la Wien Karte: 8 €

- estudiantes de hasta 26 años, desempleados, grupos de un mín. de 10 personas, personas discapacitadas: 7 €

- niños y jóvenes de hasta 19 años: entrada gratuita

Visitas guiadas: 3 €. Posible en alemán, inglés, francés, italiano, español, ruso y rumano o en lenguaje de signos.

Audio-guías: adultos: 4 €; tarifa reducida o grupos de 3 ó más personas: 3€.

Albertinaplatz 1

1010 Viena

Tfno.: 43.1.534.83.0

Fax: 43.1.534.83.430

Página web: http://www.albertina.at

http://www.guiadeviena.com/?p=31&l=3&id=187

Museo de Historia Natural

Situado en el barrio de los museos, el Museo de Historia Natural (Naturistoriches Museum) posee exposiciones a través de las cuales se puede observar la diversidad de la naturaleza y viajar a través de la historia de nuestro planeta para conocerlo mejor.

El edificio del museo, inaugurado en 1889, con un aspecto idéntico al Museo de Historia del Arte situado justo enfrente, alberga más de 20 millones de objetos.

Conociendo el museo

Las exposiciones del museo se dividen en dos pisos; en la planta baja se expone la mejor colección de Europa referida a minerales y piedras preciosas, además de las colecciones sobre la escultura prehistórica, la evolución del hombre y grandes hallazgos paleontológicos.

En la planta superior se muestra una inmensa colección de animales disecados, muchos de ellos ya extintos, además de las exposiciones temporales.

Entre los objetos a destacar en el museo, se encuentra la Venus de Willendorf, una estatuilla de la fertilidad que tiene más de 24.000 años.

También resulta interesante admirar la vaca marina de Steller, un animal que se extinguió hace más de 200 años, o los enormes esqueletos de los dinosaurios.

http://www.disfrutaviena.com/museo-historia-natural

Museo de la Historia del Ejército

El Museo de la Historia del Ejército aloja exposiciones que ilustran las proezas realizadas por el ejército austriaco desde el siglo XVI, tales como el asedio turco de 1683, la Revolución Francesa o las Guerras Napoleónicas.

Museo de Historia del Ejercito, entrada

Sala principal del Museo de Historia del Ejército

El museo tiene un aspecto de fortaleza y se encuentra ubicado en las instalaciones militares denominadas Arsenal, lugar en el que abrió por primera vez sus puertas en el año 1856, lo que le convierte en el museo más antiguo de Viena.

El museo por dentro

En el vestíbulo se exponen 56 estatuas de comandantes del ejército talladas en mármol a tamaño natural.

Las exposiciones siguen un orden cronológico comenzando en la primera planta con el asedio turco, las guerras del siglo XIII y la victoria de Napoleón sobre Austria.

En cada sala se puede encontrar un folleto con información en español en los que se explica cada una de las épocas.

En la planta baja se pueden ver exposiciones de objetos pertenecientes a los siglos XIX y XX, como uniformes, coches y armamento, además de la artillería pesada que se utilizó durante la Primera Guerra Mundial.

Sala en recuerdo de Francisco Fernando

Una de las salas más importantes del museo es en la que se exponen algunos objetos personales del Archiduque Francisco Fernando, además del coche en el que fue asesinado en 1914 durante una visita a Sarajevo. El asesinato del que fuera heredero del trono tuvo graves repercusiones que provocaron una crisis internacional que finalmente desembocó en la II Guerra Mundial.

Si estáis interesados en la historia

El Museo de la Historia del Ejército cuenta con exposiciones bastante interesantes, aunque no lo consideramos uno de los imprescindibles de Viena. Si disponéis de bastante tiempo en la ciudad y estáis interesados en conocer su pasado, puede ser una buena opción visitarlo.

Después de visitar el museo del ejército, es una buena idea acercarse a pie hasta el Palacio Belvedere, ya que se encuentran a escasa distancia.

De los mejores en su categoría

El Museo de Historia Natural de Viena alberga colecciones de lo más completas además de que se encuentran expuestas en un marco muy agradable, varias salas enormes decoradas con buen gusto.

A pesar de esto, creemos que hay demasiadas cosas que ver en Viena antes que este museo.

http://www.disfrutaviena.com/museo-historia-ejercito

Viena (en alemán: Wien AFI: [viːn]) es una ciudad de Europa Central situada a orillas del Danubio, en el valle de los Bosques de Viena, al pie de las primeras estribaciones de los Alpes. Es la capital de Austria y uno de sus nueve estados federados (Bundesland Wien).

Está rodeada por el Estado federado de Baja Austria. Con una población de 1.712.903 habitantes (2010), Viena es la mayor ciudad, centro cultural y político de Austria. El área metropolitana cuenta con 2,4 millones de habitantes, población similar a la de la ciudad en 1914. El idioma oficial es el alemán.

La ciudad tiene una larga historia, ya que es una de las más antiguas capitales de Europa, por lo que cuenta con un importante patrimonio artístico. Durante el siglo XIX fue una de las grandes capitales musicales del Mundo y a principios del siglo XX meca de la filosofía y el debate político de Occidente, así como uno de los principales centros culturales mundiales.

Origen etimológico

Los romanos la llamaron Vindobona, nombre de origen celta que significa ciudad blanca. Su nombre es celta, y procede, como las distintas Vienas, Vianas o Veanas que están distribuidas por Europa de la palabra beann (monte, colina o pico). En varios diccionarios de lenguas celtas podemos ver tal palabra: beann en gaélico escocés significa pico, o cima, en irlandés protogaélico, mucho más próximo al celta original, es benn.

http://es.wikipedia.org/wiki/Viena

http://en.wikipedia.org/wiki/Vienna

http://de.wikipedia.org/wiki/Wien

Pinche para ver las Fuentes seleccionadas

Vídeo:

Web recomendada: https://www.wien.gv.at/

Contador: 16949

Inserción: 2012-07-08 13:20:26

 

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