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Voto:

Continente: Europa

País: Italia

Localización: Capital de la provincia de Treviso, Región del Véneto

Año:

Estado: Terminado

Descripción:15 lugares qué ver en Treviso

18 octubre, 2022 by VeneciAnna

Treviso es una hermosa ciudad de la región Veneto, se encuentra a unos 30 kilómetros de la ciudad de Venecia, a tan solo 30 minutos en tren.

Treviso se desarrolla entre palacios decorados con frescos, pórticos, antiguas villas, y tranquilos canales donde corre el río Sile, cruzando los pequeños molinos que se encuentran en varios puntos de la ciudad.

Treviso es una ciudad pequeña, que se puede recorrer tranquillamente a pie de un extremo al otro. Entre las provincias de la Región Veneto, Treviso es una pequeña joya que se destaca por sus tiendas refinadas y de lujo.

Treviso es una ciudad que cura los detalles y que siempre intenta mantener una elevada calidad de la vida: esto se puede notar por ejemplo en los autobuses que recorren la ciudad, que son todos alimentados a metano ya desde hace varios años. Además del cuidado de sus zonas verdes.

Entre los productos típicos de Treviso: el radicchio rosso (rábano rojo) es bastante conocido y apreciado en toda Italia. El Prosecco y los vinos D.O.C. de Treviso ocupan un lugar importante en la clasifica de los vinos italianos.

Veamos las principales atracciones Qué ver en Treviso en un día o más:

1.- La Plaza de los Señores de Treviso

La Plaza de los Señores, en italiano Piazza dei Signori, es ideal y arquitectónicamente el corazón de la ciudad, donde los habitantes se reúnen para encontrarse y charlar. En la Plaza se encuentran el Palacio de la Prefettura, construido al final de 1800, y la Torre Civica con el campanario.

En la plaza se encuentra también uno de los monumentos más conocidos de Treviso, el Palacio de los Trecientos, el más representativo de la ciudad: edificio de estilo románico construido en el siglo XIII y restaurado después de los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Se puede ver en el otro lado de la plaza el Palacio del Podestà, en estilo renascimental. De esta plaza empieza la calle principal de la ciudad, Via Calmaggiore.

2.- Via Calmaggiore de Treviso

Via Calmaggiore es la calle principal de Treviso (su nombre llega de latin, “Callis Maior”, Calle Mayor), en la que se pueden ver muchas tiendas y sobre todo palacios ricamente decorados. La calle se compone de pórticos, y conecta la Plaza de los Señores con la iglesia principal, el Duomo (La Catedral).

En Edad Romana esta calle coincidía con el Cardo Maximum, una de las dos calles principales que componían la ciudad; por eso ahora, bajo petición, se puede visitar un pedazo de esta carretera antigua que se descubrió en tiempos recientes, el trato que está justo debajo de la llamada Galería Romana.

3.- El Duomo – La Catedral de Treviso

El Duomo de Treviso está rodeado por un complejo de otras estructuras, que incluye el Baptisterio de San Juan, el Vescovado y las Canónicas.

La Catedral está dedicada a San Pedro, y fue construida en el siglo XII; pero lo que se puede ver hoy es una reconstrucción de época renascimental. La Catedral está abierta en la mañana hasta las 12, y por la tarde de las 15 a las 18 ( a menos que no se hagan misas u otras funciones).

Debajo de la Catedral, para testimoniar la historia más antigua, se encuentra la cripta con las tumbas de los obispos de la ciudad, todo enriquecido por columnas y capiteles, cada uno diferente del otro.

Bajando por una escalera junto a la capilla Annunziata, se llega a la antigua cripta ya documentada en 1030, «la única parte sobreviviente de la catedral románica». Poblada por un bosque de columnas con capiteles tardoantiguos y lombardos reutilizados del siglo VIII-IX, conserva en la zona del ábside la preciosa arca de San Liberale, patrón de la ciudad y de la Diócesis, en piedra blanda policromada”.

La refinada obra gótica de 1403, con la imagen del Santo de Altinate, ha sido recientemente redescubierta y trasladada a su sede. La Catedral ha sufrido numerosas reformas a lo largo del tiempo. Los hermosos ábsides renacentistas, sin embargo, siguen siendo los diseñados por Tullio Lombardo y aún expresan todo su esplendor.

En el ábside está el Arca de San Liberale, un soldado romano de la cercana Altino, que se convirtió al cristianismo y finalmente se convirtió en ermitaño, ahora es el santo patrón de Treviso.

4.- La Iglesia de San Nicolò

Otras Iglesias conocidas de la ciudad son la de San Nicolò y la de San Francisco.

La iglesia de San Nicolò fue construida en el siglo XII por los frailes dominicanos. Para exaltar su órden, se encargó el pintor Tomaso da Modena de unos frescos en el Salón del Capítulo del Convento ₍destinado a las reuniones de la comunidad de los frailes): son retratos de los mayores representantes del órden; entre ellos destaca un fraile con gafas, probablemente la primera representación de gafas en la historia del arte!.

La Iglesia de San Nicolò es la iglesia más grande de Treviso, es uno de los ejemplos más importantes del estilo gótico en Italia, con formas muy alargadas y verdaderamente sugerentes en su sencillez.

La iglesia, como la mayor parte de las iglesias antiguas de Italia, ha sido objeto de muchas restauraciones, sobre todo después del 1944 (causa bombardeo de la guerra).

En el interior, sus grandes columnas crean tres naves, ricamente decoradas con frescos de Tomaso da Modena y sus alumnos, que datan del siglo XIV.

En la nave lateral derecha se alza un gran órgano con puertas pintadas y el presbiterio alberga el monumento sepulcral del senador romano Agostino Onigo, cuyo fondo pintado se atribuye a Lorenzo Lotto.

5.- La Iglesia de San Francesco

La otra iglesia es la de San Francisco,que data 1200, de arquitectura muy austera, donde se encuentra la tumba de Francesca Petrarca, la hija del poeta, que murió en Treviso. Esta iglesia fue cerrada en el paríodo de dominanción Napoleónica, y sue reabierta solo en el 1928, después de una importante restauración.

La Iglesia se encuentra a unos 5 minutos a pie desde Porta San Tomaso. Se presenta imponente, con una espléndida estatua de San Francesco, obra del escultor contemporáneo Roberto Cremesini. En el interior, sin embargo, sorprende con las dos naves y las obras que alberga: en el muro izquierdo hay un enorme fresco que representa a San Cristóbal, otras preciosas pinturas se encuentran en la capilla mayor y en la primera capilla de la izquierda.

6.- La Universidad de Treviso

La universidad que vemos hoy se encuentra en el antiguo sitio de un hospital para pobres y peregrinos. La universidad de Treviso es una sede separada de las Universidades de Padova y Venecia, así que va a ser bastante pequeña per bien organizada.

7.- Los Canales de Treviso

La ciudad de Treviso es conocida como la «ciudad del agua» ya que es atravesada por muchísimos canales, creando parajes muy característicos y románticos. Es una de las cosas que más me gustan de Treviso, el contraste entre el agua y los edificios, el sonido del agua y la naturaleza que compite con los ruidos típicos de la ciudad.

La conexión que unía la ciudad de Treviso a Venecia se nota también en el nombre de algunas zonas: por ejemplo, la zona de los intercambios comerciales entre las dos ciudades se llamaba «Buranelli», por la isla de Burano. Se piensa que unos pescadores de la isla se fueron a vivir en esta zona, uno de los lugares más característicos de la ciudad, donde se pueden ver también unos molinos.

El Canale dei Buranelli, se encuentra muy cerca de la Plaza dei Signori en pleno centro histórico, uno de los canales más románticos de Treviso, con vistas relajantes e increíbles. Específicamente en Via Campana 4.

El río Sile recorre toda la ciudad, creando diferentes cauces, canales y vistas. Los otros dos canales principales son el Cagnan Grande, el más grande, y el Cagnan della Roggia, llamado Siletto.

8.- La pesquería

Es el espacio donde se desarrolla el Mercado del pescado. Hoy se pueden encontrar aquí también unos tenderetes de fruta y verdura, así que el área ha llegado a ser un punto de referencia para la vida social de la ciudad. Es un punto curioso y simpático que visitar para descubrir la verdadera escencia de la ciudad.

9.- La «Casa dei Carraresi»

Esta Casa es hoy el museo más importante y conocido de la ciudad, donde cada año se hacen exhibiciones de nivel nacional. La estructura es bastante pequeña, pero es fascinante y muy bien conservada; además, las exhibiciones son siempre de gran calidad. Después de unos años de exhibiciones sobre el periodo impresionista ₍Monet, Van Gogh entre otros₎, ahora se desarrollan exposiciones sobre el Oriente entre muchos otros.

10.- Las murallas de Treviso

Treviso ya tenía sus murallas en Edad Romana, pero las actuales se remontan al 1500. Hoy en día se puede ver el terraplén, revestido por ladrillos, y los torreones circulares, que nos recuerdan la función de defensa de las tierras de Venecia, que la ciudad tenía en el época de la Serenissima. En nuestros días las murallas se utilizan para dar un paseo alrededor del centro o para hacer jogging. Las murallas tienen algunas entradas; las más antiguas son las tres puertas viejas: San Tomaso, Santi Quaranta y Altinia.

11.- El complejo de Santa Caterina en Treviso

El complejo de Santa Caterina es el eje principal de la red de Museos Cívicos de Treviso, que también incluye el Museo Luigi Bailo, actualmente cerrado al público, y el complejo Ca ‘Da Noal – Casa Robegan – Casa Karwath.

El conjunto incluye la iglesia y el convento recientemente restaurados. La iglesia de Santa Caterina es un interesante ejemplo de estilo gótico y merece una visita por los frescos pintados entre los siglos XIV y XV, mientras que el antiguo convento está abierto a los visitantes con dos claustros encerrados en vegetación y una interesante sección arqueológica que testimonia la vida cotidiana del hombre en estas zonas desde su primer asentamiento hace 300.000 años.

12.- La Fuente de las Tetas

Caminando por via Calmaggiore, se llega al Palacio Zignoli, donde se encuentra la famosa fuente de las Tetas, llamada así porque visualmente parece un busto de cuyos senos brota agua. Sin embargo, la estatua que podemos admirar en el exterior es una imitación.

El original, actualmente conservado en el interior del Palazzo dei Trecento, fue construido en el siglo XVI con el objetivo de celebrar una ocasión solemne como la elección del nuevo alcalde. Cada vez que se elegía uno nuevo, se usaba la fuente para verter vino tinto de un seno y vino blanco del otro.

13.- Piazza San Vito y la fuente Tre Visi

Plaza San Vito es una pequeña plaza, bastante particular, con diferentes edificios por los que vale la pena visitar esta piazza. Iniciando con las iglesias de San Vito y Santa Lucía, sin olvidar un edificio en estilo neoclásico del siglo XVI y un imponente casa neogótica de los años 30.

Las iglesias de San Vito y Santa Lucia forman, junto con el Monte di Pietà superpuesto, un conjunto arquitectónico cuya historia se entrelaza con la de la ciudad, ya desde la Alta Edad Media, en la época comunal y posteriormente durante la dominación de la República de Venecia, cuando el conjunto monumental desempeñó un papel de gran importancia religiosa y política.

La iglesia de San Vito es uno de los edificios religiosos más antiguos de Treviso. La zona más antigua data del año 883, constaba de un lugar para peregrinos, viajeros y personas necesitadas, con un pequeño oratorio. A finales del siglo XII fueron construidas más secciones, como el campanario (que no es el actual, ya que ha sido recontruido en muchas ocasiones).

A principios del siglo XIII, la iglesia fue ampliada hasta convertirse en un edificio de tres naves, a esta época pertenece la decoración pictórica al fresco del ábside derecho.

La Iglesia de San Vito tomó su aspecto actual a mediados del siglo XVI a través de una serie de intervenciones estructurales, convirtiendola en un elegante iglesia tardorrenacentista.

La Iglesia de Santa Lucía fue contruida donde se ubicaba la iglesia de Santa Maria delle Carceri, una capilla de la prisión adosada a los ábsides de la Iglesia de San Vito, y levantada en lugar de la prisión que fue destruida en 1354.

Esta Iglesia fue consagrada a Santa Lucía el 13 de diciembre de 1389, en recuerdo perenne del día en que el gobierno de la República de Venecia tomó posesión de la ciudad de Treviso.

La nueva iglesia también conservó la función de capilla de la prisión, con el altar dedicado a Santa Maria delle Carceri. A principios de 1399 en la iglesia de Santa Lucía, obtuvo la concesión para construir dos nuevos altares.

Pueden visitar ambas iglesias gratuítamente, siguiendo las normas de la iglesia para la ropa y los horarios.

No se pierdan, después de visitar las iglesias, de ver las Fuente de las tres caras, en italiano: Fontana dei Tre Visi (de allí el nombre de la ciudad).

Platos típicos que comer en Treviso

La comida de Treviso conocida a nivel nacional es la achicoria roja en italiano «radicchio rosso di Treviso». Se pueden hacer de muchísimas formas, a la plancha, al horno, en el arroz o en la pasta, entre algunas soluciones, y su período de venta es el otoño/invierno. Hay muchos platos a base de «radicchio rosso», incluso en la pizza.

https://www.conociendoitalia.com/conociendo-treviso-ciudad-de-cultura-arte-aguas/

Visita a la sorprendente ciudad de Treviso

Escrito por Aitor Pedrueza y Marcela Perez Z

La sombra de Venecia es tan alargada que otras ciudades de la región del Veneto quedan frecuentemente bajo una cortina bien de ostracismo, bien de necesaria paz. Treviso es una de esas joyas, que a ratos parece añorar o envidiar el tirón de su vecina Venecia, y a ratos respira aliviada de que los cruceros no puedan remontar el río desde la Laguna.

Treviso nos sorprende porque sin esperar nada, desvelemos sus encantos a la vuelta de nuestro viaje a Eslovenia recorriendo el Camino de la Paz. Su cada vez más movido aeropuerto es una de las mejores opciones para llegar al país vecino. Aún con el recuerdo del color turquesa del río Soca llegamos en tren desde Gorizia, deteniéndonos durante todo el día para conocer Treviso.

Los canales de Treviso están exentos de ese trajín veneciano. Sencillos, calmados, pero a menudo sugerentes, el agua discurre atravesando el centro de la ciudad colándose en ocasiones por debajo de los edificios. Los poetas y juglares la denominaban la citta cortese, la ciudad cortés, culta y elegante como pocas.

El riesgo de caer bajo las garras del crecimiento turístico desnaturaliza las ciudades. Le pasa a Roma, París, Venecia o Barcelona. Afortunadamente Treviso mantiene un carácter fuerte, orgullosa como hermana menor de todo lo que le ha costado conseguir. Por eso luce impoluta, perfectamente cuidada, y con un buen número de tiendas antiguas manteniendo el buen hacer.

Los impolutos palacios parece que se frotan cada día, y contrastan mucho con los de otras ciudades italianas que bien conocemos, a expensas del musgo y del mayor corrosivo del mundo, el olvido. Los detalles se cuidan mucho, el transporte público es limpio, impulsado por metano, y la mayoría de sus habitantes se mueven en bicicleta con un grácil ir y venir de gente que recuerda Bélgica.

El río Sile juega como un pez esquivando los molinos de agua que movían antaño la economía de Treviso, cuyo contacto directo con Venecia y la laguna era constante.

Qué ver en Treviso

En un día se puede ver mucho, casi todo Treviso. Se empieza callejeando desde la estación de tren para cruzar las murallas y encontrarse con los canales y los puentes que nos invitan a adentrarnos. Casi inmediatamente nos topamos con uno de los lugares más armónicos de Treviso, la Piazza dei Signori.

La Piazza dei Signori (Plaza de los Señores) bombea y mueve el ritmo de Treviso desde el centro de las murallas. El Palazzo della Ragione, conocido por los locales como Palazzo dei Trecento preside la plaza. Construido entre el 1185 y el 1213, fue sede de la asamblea de los gobernantes, y hoy continua como ayuntamiento (comune) de Treviso, y espacio anfitrión de eventos culturales.

En el espacio porticado de abajo una vitrina exhibe la escultura original de la Fontana delle Tette (de 1559). Durante la época de la República de Venecia se hacía brotar vino blanco de un pecho y tinto de otro durante tres días para celebrar eventos especiales como la designación del nuevo Podestà (gobernante de la ciudad). Con la caída del poder de Venecia la estatua casi se perdió en el olvido y aunque ya deteriorada de nuevo pueden visitarla sus ciudadanos.

Junto al Palazzo dei Trecento el Palacio de la Prefectura y la Torre Cívica cierran una medialuna que ofrece una foto panorámica de 180 grados.

Detrás de la Piazza dei Signori, en un pequeño rincón con una plaza recogida del palazzo Zignoli está la «nueva» Fontana delle Tette, que con «oferta» para beber agua se ha convertido en un símbolo turístico de Treviso.

A partir de la Piazza dei Signori, la Via XX settembre se prolonga con dirección al Duomo con el nombre de Via Calmaggiore ( “Callis Maior”, Calle Mayor), siendo una de las más bellas. La sucesión de pórticos, tiendas y heladerías cruza por encima del antiguo Cardo Maximum, oculto bajo el subsuelo.

Antes de dirigirnos hacia allí nos desviamos hacia Piazza San Vito, y callejeando pasamos pode delante de La Casa dei Carraresi, que resume la evolución arquitectónica típica de Treviso. De uso residencial, este palacio medieval pasó a ser un Albergue para viajeros y comerciantes, y hoy en día se ha recuperado como espacio expositivo y museo a donde llegan piezas de arte de prestigiosos museos de todo el mundo.

Nos entretenemos en los canales, tanto que llegamos en plena recogida del mercado de la pescheria. Una lástima porque se nota que ha habido un buen ambiente. Encerrado en lo que asemeja una isla -no en vano es llamado el Isolotto della Pescheria -, rodeado por agua, que fluye hacia el mar atravesando el Vicolo del Molinetto por el que hemos entrado.

El floreciente comercio a través de sus canales dio lugar a intercambios prolongados como los del Canal Buranelli, que proveía a la isla de Burano de productos. Siendo uno de los más sugestivos de Treviso elegimos uno de sus restaurantes para probar la deliciosa gastronomía local.

Después de comer toca bajar la digestión, a poder ser completando el paseo por las murallas con un gelatto. Los bastiones defensivos que rodean Treviso son obra de la Serenissima República Veneciana, que allá por el siglo XVI se encargó de proteger todas las ciudades que orbitaban bajo su paraguas. Ganadas para el ocio, nos recuerdan y mucho a las de Lucca y otras ciudades Toscanas que hemos recorrido a lo largo de los años.

Distraídos llegamos al Duomo de San Pietro. Como aún está cerrado rodeamos su particular estructura compuesta no sólo por la catedral, si no por el baptisterio de San Giovanni, la sede del obispado y un foso en la parte trasera donde se encontraron mosaicos romanos con temática de fauna y flora, entre los que destaca una greca de peces.

Por la Piazza del Duomo pasa toda la vida de la ciudad. Los jóvenes se sientan en las escaleras de su fachada neoclásica que imita un templo griego para charlar. El cuerpo del Duomo es del siglo XII pero a lo largo de los siglos se han superpuesto capas de actuaciones arquitectónicas que le dan el aspecto particular que vemos, donde la reforma renacentista es más que evidente.

Tarvisium, cuyo topónimo no se sabe si proviene del gaélico-céltico Tarvos (toro) o del latín Tervisus (en alusión a tres colinas) es un libro abierto que casi se explica solo. La Loggia dei Cavalieri es un buen ejemplo. Símbolo del poder político de la nobleza en el Medievo, en este recinto porticado se manejaba el futuro de la ciudad, y sus frescos sobre los arcos casi parecen cobrar vida cuando se les mira detenidamente.

Sin prisa atravesamos la Universidad, cuya calma parece la de un monasterio -de hecho el complejo reconvertido en 2006 era anteriormente parte del Hospital Civil de San Leonardo- , solo rota cuando algún estudiante sale contento tras las clases. Uno de sus lados da de nuevo al río Sile, e inmediatamente a la izquierda se alcanza el Puente de Dante, donde el río se mezcla con las aguas del Cagnan. La ciudad fue citada por el el genio escritor de la Divina Comedia en el IX Canto de su obra El Paradiso y un monolito lo honra desde 1865, cuando se cumplió el sexto centenario del nacimiento de Dante Alighieri.

Aún quedaba mucho por ver en Treviso, el palacio del Quattrocento Ca’ Dei Ricchi, el museo diocesano, el precioso interior del Teatro Mario del Monaco o los paseos a lo largo del cauce del río Sila, pero un día no daba para mucho más, de modo que habrá que volver.

Información acerca de Treviso

La Oficina de turismo está en la esquina de Piazza Borsa y brinda mapa tanto de la ciudad de Treviso como de la provincia y rutas naturales e históricas por la región.

Cómo llegar a Treviso

El aeropuerto de la ciudad de Treviso recibe vuelos desde muchos puntos de Europa. Desde España podemos llegar saliendo desde Barcelona, Ibiza, Valencia o Málaga. Hay conexiones de autobús entre el aeropuerto y el centro de Treviso. El número 6 de la ACTT nos deja junto a la estación de tren. Por otro lado en el aeropuerto hay un servicio privado de transfer de GoOpti que conecta Treviso con otras ciudades de Italia y muchos puntos de Eslovenia.

Desde la Estación de tren podemos llegar a cualquier ciudad de Italia. Hay salidas frecuentes a Venecia, Milán, Florencia o Roma. Si tenemos intención de visitar otras partes del Veneto o del Friuli como Údine, Cividale del Friuli o Verona, el tren es la mejor opción.

https://elgiroscopo.es/visita-la-sorprendente-ciudad-treviso/

Treviso es una ciudad italiana de la región del Véneto, capital de la provincia de Treviso.

Localización

La ciudad se encuentra en la llanura entre el golfo de Venecia y los Alpes, en la confluencia del río Sile con el río Botteniga, a unos 15 kilómetros al sudoeste del río Piave.

Historia

Los restos más antiguos encontrados en Treviso apuntan a que el lugar fue habitado durante la edad de bronce. En la época romana, la ciudad se llamó Tarvisium, y estaba adscrito a la gens Claudia. La población se constituyó en municipium entre el año 49 a. C. y el siglo I d. C.

La ciudad fue saqueada por Atila y posteriormente reconquistada por Justiniano I, quien dictaminó la Pragmática Sanción de 554, mediante la cual Italia era reintegrada al Imperio Romano, ratificaba la situación de facto al otorgar a los obispos el control de diversos aspectos de la vida civil (como la actividad de los jueces civiles) y la administración de las ciudades, poniéndolos a cargo del aprovisionamiento, la annona y los trabajos públicos, al tiempo que quedaban exentos de la autoridad de los funcionarios imperiales. Así, muchas ciudades romanas deben su continuada existencia a ser lugar de residencia de los obispos. De este modo, cuando los lombardos invadieron Italia en el año 568 y llegaron a Treviso mandados por su rey Alboino, fue el obispo de la ciudad quien negoció un acuerdo con ellos y salvó a la ciudad del pillaje.

Bajo el control de los godos y los longobardos fue un ducado floreciente. Con los carolingios pasa a ser capital de una marca, con ceca importante en el siglo IX.

Entre los años 905 y 1237 fue gobernada por el obispo de la ciudad. En 911 la ciudad fue arrasada por los húngaros. En 1164 el emperador Federico Barbarroja reconoció la carta de ordenamiento comunal, por lo que hizo que fuera partidaria del Imperio; si bien en los años siguientes se adhirió primero a la Liga Veronesa y después a la Liga Lombarda. Entonces empezó su época más gloriosa ya que, siendo muy próspera, acogió a multitud de poetas, trovadores y caballeros, lo que le valió la denominación de Marca gioiosa et amorosa. En el 1237 cae bajo la tiranía de Ezzelino y Alberico da Romano. Con la muerte de ambos volvió la libertad, aunque pronto se vio envuelta en las luchas entre gibelinos y güelfos. En 1283, el capitán güelfo Gherardo da Camino, mencionado por Dante en La divina comedia (Purgatorio, canto XVI, 124 y ss.), de los Caminesi, fue designado señor de la ciudad.

Entre finales del siglo XIII y principios del XIV, Treviso estuvo bajo el dominio de diferentes vicarios imperiales. En 1329 pasó de los Caminesi a los Della Scala o Scaglieri y en 1339 fue comprada por Venecia. En 1381 fue ocupada por Leopoldo III de Austria, quien en 1384 la vendió a los Carraresi de Padua, y posteriormente estos la vendieron a los Visconti de Milán. Finalmente, en 1389, los trevisanos se entregaron por voluntad propia a la República de Venecia, lo que les procuró una larga y próspera paz, a la que respondió Treviso con una fidelidad absoluta.

En 1797 fue ocupada por los franceses, para pasar después sucesivamente a Austria, al Reino napoleónico de Italia y de nuevo a Austria en 1813. En 1848 la ciudad se rebeló contra los austriacos, que sofocaron la rebelión el 14 de junio del mismo año. Finalmente pasó a formar parte del Reino de Italia el 15 de julio de 1866.

Es además la sede de la compañía Benetton, que posee y patrocina los equipos de rugby y (hasta el 2011) de baloncesto y balonvolea que juegan en Treviso.

En 2022 fue meta de una etapa del Giro de Italia.

https://es.wikipedia.org/wiki/Treviso

https://it.wikipedia.org/wiki/Treviso

https://en.wikipedia.org/wiki/Treviso

https://www.trevisoinfo.it/

https://www.museicivicitreviso.it/

https://ritaglidiviaggio.it/2020/10/08/treviso-museo-salce/

http://davetto.altervista.org/foto/treviso/treviso/treviso3.htm

https://www.passeggiatetreviso.it/itinerari-citta-paesi-treviso/35-parco-villa-manfrin-parco-alberi-parlanti-treviso

https://www.venetoway.com/it/provincia-di-treviso/centro-storico-treviso/le-mura-di-treviso/

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