Nombre:
Otro: Catedral de San Antolín de Palencia
Localización:
Tipo: Edificios Religiosos
Categoría:
Foto:
Voto:
Continente: Europa
País: España
Localización: Palencia, Castilla y León
Año: s. XIV - XVI
Estado: Terminado
Descripción:Introducción
La Santa Iglesia Catedral Basílica de San Antolín de Palencia, popularmente conocida como la Bella Desconocida, es un edificio de grandes proporciones, de 130 m de longitud, 50 m de anchura en el crucero y unos 43 m de altura en el ábside; es por esto la tercera catedral más grande de España, después de la Catedral de Sevilla y la Catedral de Toledo.
La catedral de Palencia se nos presenta en su exterior, sencilla, sorprendente y sublime. El actual "conjunto catedralicio" es el resultado de numerosas ampliaciones y transformaciones, surgido a lo largo de más de mil años, y formado por la iglesia catedral, de tres naves y dos cruceros, con sus capillas y recapillas laterales, la girola absidal, la sacristía mayor, la torre, el claustro, el archivo y numerosas dependencias adosadas para dar respuesta a sus necesidades y servicios.
Fue declarada Monumento Histórico Artístico Nacional por Real Orden del dos de noviembre de 1929, apareciendo en la Gaceta del día nueve de dicho mes.
Historia
Los primeros edificios
Si bien el estilo predominante es el gótico, la historia de lo que hoy día es la Catedral de Palencia comienza en la angituedad a partir de un templo de culto no cristiano, quizás romano, que más tarde se reemplazó por uno paleocristiano. De estos edificios no queda resto alguno. El vestigio más antiguo que se conserva es la Cripta de San Antolín, resto de un templo visigodo de mitad del siglo VII que se encuentra sobre restos romanos. Se cree que fue mandado construir por Wamba para proteger las reliquias de San Antolín, patrono de la ciudad, que trajo de Narbona en el año 672.
Tras la dominación islámica, el rey Sancho III el mayor, en una cacería da con los restos de este edificio y allí, según cuenta la leyenda, se encontró con un jabalí al que fue a dar muerte, pero su brazo se paralizó, lo que interpretó que se encontraba en lugar sagrado. Mando pues levantar un templo sobre estas ruinas visigodas, encargando los trabajos al obispo Ponce (1035-1037). Se consagró el nuevo edificio en lo que sería la actual Cripta de San Antolín.
La catedral románica
La catedral románica, de vida efímera, estaba concluida ya en 1218, siendo obispo D. Tello Téllez de Meneses y se describe como un templo de tres naves, construido en piedra, cubriéndose con artesonados de madera, con capillas adosadas, torre, claustro y sala capitular. En la actual fábrica gótica se conservan restos arquitectónicos que permiten fijar su situación y dimensiones aproximadas. El ábside se situaría en la actual capilla mayor, a juzgar por las columnas y capiteles de esta época allí visibles.
Son numerosos los objetos de culto que se conservan entre otros, las esculturas en piedra policromada de San Pedro, San Pablo, San Miguel y la Virgen. Grupos escultóricos de Ntra. Señora con el Niño, sedente, en madera policromada. El sepulcro de Dª Urraca, hija de Alfonso VII, en arcón policromado. Diversas ínfulas y una píxide, en cobre dorado con esmaltes. La mesa de altar, de piedra bien labrada, apoyada sobre columnas con capiteles y una reja puerta, hoy en la Capilla del Sagrario.
La catedral gótica
Quizás por el mal estado que llegó a tener la catedral, quizás también por su escaso tamaño para la creciente población, y por la entrada del gótico, apenas cien años después de su construcción el obispo don Gómez propuso levantar la catedral gótica. El 1 de junio de 1321 se colocó la primera piedra de este nuevo templo. Se cree que el arquitecto se inspiró en la Catedral de Burgos y en la Catedral de León para diseñar la nueva Catedral de Palencia.
Desde 1321 a 1516 se distinguen tres etapas constructivas:
La primera se extiende desde 1321 a 1426, en que se comienza la cabecera, con siete capillas absidales y girola. Las obras continuaron lentas a lo largo del siglo XIV.
La segunda comprende desde 1426 a 1486, cuando se construyen tres tramos de las naves, más la nueva capilla mayor y parte de la torre. Quedaron cerradas las bóvedas de la girola y se construyeron los dobles arbotantes y el triforio. A finales de este siglo se cambiaron los planes que se tenían desde el principio con respecto a la longitud del templo, con el proyecto de ampliarla un tramo más. Estos cambios se efectuarán en el siglo siguiente. Existe una bula de Inocencio VIII a fecha de 1486 que expresa que en esta fecha se hallaba todavía a la mitad de su construcción y descubierta casi toda, lo que puede llevar a pensar que la catedral románica no desapareció de una vez, sino que se fue derribando según avanzaban las obras.
La tercera etapa va desde 1486 a 1516, bajo el mandato de los obispos fray Alonso de Burgos, fray Diego de Deza y Juan Rodríguez de Fonseca, con los arquitectos Bartolomé y Martín Solórzano, Juan de Ruesga, Juan Gil de Hontañón y Pascual de Jaén, que puso la última piedra cerrando las bóvedas de los pies. Fue la etapa más activa: se realizaron los cinco restantes tramos de las naves más el crucero, el claustro y la sala capitular.
Quizás el gran mecenas de la catedral fue el obispo Juan Rodríguez de Fonseca, cuyo mandato duró casi 10 años, de 1505 a 1514. Contrató al maestro constructor Juan de Ruesga, que se ocupó de las obras pendientes, y al maestro Juan Gil de Hontañón para la culminación del claustro. Antes de que los trabajos se terminaran, el Obispo fue trasladado a Burgos, así que el final de estos trabajos tuvo lugar bajo el mandato de Juan Fernández de Velasco, obispo desde 1514 a 1520, con el cierre de las bóvedas del claustro, sala capitular y otras del templo que aun quedaban, cuya última piedra fue colocada en 1516 por el maestro Juan de Jaén. Con esto se da por terminada la catedral gótica.
Las restauraciones posteriores
Durante los siglos siguientes tuvieron lugar una serie de obras destinadas fundamentalmente a amueblar y embellecer el templo.
En el Renacimiento, los hermanos Corral de Villalpando decoran algunas capillas y bóvedas, destacando las filigranas que embellecen las claves de las bóvedas de la capilla mayor. El claustro bajo se reforma en el siglo XIX bajo el mandato del obispo Mollinedo y de 1884 a 1901 se producen restauraciones de varias capillas. Los arquitectos Ángel Cadano, M. González Rojas y Juan Agapito y Revilla restauran los arbotantes de la cabecera. En el siglo XX tienen lugar obras en las cubiertas y crestería, siendo su arquitecto Jerónimo Arroyo. Fernando Chueca Goitia diseñó la portada de la fachada oeste, y a partir de 1998, se limpiaron y restauraron la torre, el ábside y las portadas, y se acondicionaron las cubiertas.
En el siglo XXI se realizaron más restauraciones, siendo la más importante la apertura de los arcos del claustro, cegados en el siglo XVIII.
El exterior de la catedral
El exterior corresponde con el de un edificio sobrio, no atrayente, en el que únicamente se aprecia la riqueza en las portadas y en los volúmenes de la cabecera. El doble crucero que presenta permite que esta catedral presente cinco puertas.
La fachada occidental destaca por tener anexa la Capilla del Monumento, cuya planta octogonal sobresale del contorno catedralicio. En la parte alta destaca un rosetón enmarcado en un frontón equilátero decorado con pináculos góticos y una cruz en la parte alta. EStá limitado por dos grandes contrafuertes entre los que aparece una vidriera reformada en el año 2005. El acceso al interior es mediante la Puerta de San Antolín o de los Descalzos.
La fachada septentrional es casi lisa, en la que únicamente aparecen dos puertas. A la izquierda la Puerta de los Canónigos o Puerta Nueva, por ser la última en abrirse sin contar con la de San Antolín, del siglo XX. Es una puerta que no presenta ornamentación alguna. A la derecha se encuentra el crucero principal, con la Puerta de los Reyes o San Juan, de estilo flamígero, si bien un tanto degradada por las inclemencias. Encima de la portada aparecen San Antolín en el centro rodeado de sus compañeros de martirio, Juan y Almaquio. Sobre una pilastra se encuentra la estatua de San Juan Bautista, en el parteluz.
La fachada meridional es quizás la más llamativa y conocida, por presentar las dos portadas y la torre. A la derecha se encuentra la Puerta de El Salvador, de una decoración gótica sencilla, con los escudos de los obispos Hurtado de Mendoza y Burgos, que la mandaron construir; en el medio el escudo del cabildo. La portada presenta tres arquivoltas apuntadas, adornadas con motivos vegetales; el tímpano no está decorado. A continuación aparece una torre de aspecto militar, prismática, con un hueco para la esfera del reloj y sencillos ventanales de medio punto en el cuerpo superior, culminando con dos arcos que se conforman como espadaña, uno grande y de medio punto sobre el que se asienta otro con arquitrabe, todo coronado con grandes pináculos. El primer cuerpo se cierra con bóveda de cañón apuntada, remodelada en el siglo XV. A la izquierda se encuentra la puerta más decorada, la llamada Puerta del Obispo o de Santa María, muy deteriorada por la erosión; es un arco de medio punto rebajado, con cinco arquivoltas en forma de arco apuntado, y un guardapolvo muy decorado; las arquivoltas aparecen adornadas con motivos vegetales e historiados, y se apoyan en columnas, coronadas por apóstoles esculpidos en el siglo XVII; en el centro de la portada encontramos una imagen de la Virgen María, gótica, rodeada por dos vidrieras en forma de flor; el tímpano se enriquece con un conjunto de finos relieves con formas grotescas.
La cabecera es la parte más antigua del templo catedralicio, que sigue fielmente los patrones del estilo gótico clásico. Su esquema poligonal con absidiolos rasgados por grandes ventanales recuerda al de la catedral de León, aunque con una concepción aún más monumental si cabe. El juego de volúmenes y luces se enriquece con una minuciosa decoración de molduras, frisos de escamas, pináculos y tracerías. Entre los pináculos surgen extrañas gárgolas; se basan, como fuera costumbre en el gótico, en temas relacionados con la muerte, el infierno y seres fantasmagóricos. Llama la atención la gárgola del fotógrafo, un añadido moderno del arquitecto Jerónimo Arroyo; se trata de una curiosa imagen anacrónica muy popular entre los palentinos.
El interior
Si el exterior de la catedral se caracteriza por la sobriedad de sus formas, el interior desprende la imagen contraria. El estilo Gótico florido se repite en todo el templo con variantes flamígeras, así como decoraciones renacentistas, platerescas y barrocas, estas últimas patentes en la gran cantidad de retablos, cuadros y tallas que encierran los muros de la seo.
La planta está dividida en tres naves de nueve tramos, sin contar el que corresponde al falso crucero, que es más estrecho y une el resto de los tramos con la girola. Las naves están separadas por pilares fasciculados sobre los que descansan los arcos apuntados y las bóvedas de crucería, características del Gótico. La estructura de estas bóvedas se va complicando desde la cabecera hacia los pies, testimonio de cómo iba avanzando las obras de construcción; así, los sencillos diseños de las bóvedas de los absidiolos y zonas adyacentes, que fue lo primero en ser construido, se van convirtiendo en bóvedas de crucería sexpartita y combadas a partir del crucero. El crucero mayor está situado en el sexto tramo, entre el coro y la capilla mayor, que se encuentra en la nave central ocupando lo siguientes dos tramos. La catedral dispone de un auténtico triforio practicable, aunque ciego al exterior. Recorre la nave central, el crucero y la cabecera, y se cierra con magníficas tracerías caladas.
La Cripta de san Antolín es un espacio muy importante dentro del edificio, tanto por el valor histórico como por su arquitectura que representa la época visigoda y protorrománica. Se encuentra en un nivel inferior en la nave central y se accede a él por una escalinata situada a los pies de las gradas del trascoro. El cuerpo principal se encuentra bajo el coro, pero se cree que alcanza hasta la Capilla del Sagrario por numerosos túneles.
Las bóvedas que cierran el espacio están muy decoradas y se elevan hasta más de 30 metros de altura. De las vidrieras góticas y renacentistas que cerraban los ventanales son pocas las que subsisten, mostrándose algunas de ellas en el museo catedralicio. La mayoría de las existentes son de los siglos XIX y XX.
En la nave de la Epístola destaca el espacio contiguo al trascoro, que está formado por un gran altar plateresco fechado en 1534, con trazas atribuidas a Diego de Siloé y nueve imágenes de piedra realizadas por Juan de Ruesga. Lleva columnas altas, con pilastras e impostas que delimitan las divisiones, y en el centro un arco rebajado y trilobulado. Preside la parte superior la imagen de San José sedente con el Niño, estando ocupadas el resto de las hornacinas por imágenes de diversas santas. La parte baja se encuentra ocupada por un pequeño retablo en madera dorada y policromada, llevando en su centro las esculturas, en piedra policromada, de San Pedro y San Pablo, de resabios gotizantes. En el remate del mismo, dos grupos escultóricos de pequeño tamaño, la Anunciación y el Nacimiento, obra rococó de Juan Manuel Becerril, fechada en 1769.
En la nave del Evangelio se puede contemplar en el segundo paño el sepulcro del Abad de Husillos Francisco Núñez, obra del escultor Alejo de Vahía9 y realizado en 1501. El arco contiguo enmarca el retablo de Santa Apolonia, obra de Manuel Álvarez, de 1556. La escultura de la santa titular es una talla de piedra policromada del siglo XV. A su lado hay una escultura de san Juan Bautista, en piedra policromada del siglo XVI. Dos pequeñas puertas de entrada al coro y al corredor alto, talladas en madera de nogal, se sitúan a ambos lados del altar del Cristo. Fueron hechas por Pedro de Guadalupe entre los años 1513 y 1519 y muestran los escudos del cabildo y de Fonseca y las cabezas de los apóstoles Pedro y Pablo en bajorrelieve. En el retablo pétreo de este tramo se encuentra el Cristo de las Batallas, imagen muy venerada en la ciudad, ante la que se encomendaban los soldados al partir a la guerra. Es una talla gótica de gran calidad e impactante patetismo, acentuado por la policromía. El segundo tramo, de líneas y decoración plateresca, lleva en el centro un pequeño altar dedicado al Salvador, en arco de medio punto, cobijando en él la excelente figura del titular. Esta escultura, tallada en madera de nogal, dorada y policromada, fue realizada por Felipe Bigarny para ser colocada en al altar mayor. La posterior decisión del Cabildo, situando en el centro del retablo mayor la imagen de san Antolín, hizo que se ubicara definitivamente aquí.
Entre las muchas capillas de la Catedral de Palencia destacan la Capilla del Sagrario y la Capilla mayor.
La Capilla del Sagrario se encuentra en la parte central del ábside del edificio, rodeada por la girola, tal y como correspondería a una capilla mayor. Esto se debe a que en origen y durante casi un siglo esta zona estuvo ocupada por la primitiva capilla mayor de la catedral. Toma también los nombres de capilla de los Curas y capilla de la Parroquia. Consta de siete paredes que dan a la girola. La bóveda, de arcos cairelados, es de gran interés artístico. El retablo mayor es un interesante trabajo renacentista, en la órbita de Felipe Bigarny; lo preside una imagen de la Virgen, de estilo tardorrománico. A mano izquierda según se entra se encuentra un arca de madera pintada con los restos mortales de la reina Urraca, hija de Alfonso VII de León y esposa del rey García Ramírez de Pamplona. En lugar preferente se encuentra el sepulcro de doña Inés de Osorio, quien legó en su testamentaría cuantiosos bienes para las obras de construcción de la catedral; al lado opuesto se aprecia una puerta cerrada por una reja de factura románica, uno de los escasos restos que se conservan de la antigua catedral.
La capilla mayor se encuentra donde antiguamente estaba proyectado situar el coro, enfrente de la Capilla del Sagrario. En 1519 se trasladó la primitiva capilla mayor a este lugar, y los dos tramos que ocupa se cubrieron a finales del siglo XV. En este ápoca se decaron los nervios de la bóveda y las claves, que muestran los escudos de numerosos obispos. En la capilla se encuentran dos púlpitos que anteriormente estaban colocados en el zócalo de la reja del coro13 y que se trasladaron a este nuevo emplazamiento en 1607. Son de hierro forjado, realizados por Gaspar Rodríguez en 1563. Las esculturas de los tornavoces son de Gregorio Fernández y representan a las Virtudes. En las paredes laterales cuelgan magníficos tapices, cuatro en cada lado. Son de los talleres de Bruselas, de principios del siglo XVI, donación del obispo Juan Rodríguez de Fonseca.
El retablo mayor es el ejemplar más temprano entre los retablos renacentistas de España, hecho a imitación del desaparecido que hubo en el Colegio de Santa Cruz de Valladolid; circunstancia que, unida a la nómina de excelentes artistas que trabajaron en él, lo convierten en una pieza excepcional. Fue encargado por el obispo Diego de Deza para colocarlo en la primitiva capilla mayor. Encargó la obra al ensamblador Pedro de Guadalupe, entre 1504 y 1506. Trabajaron en él Felipe Vigarny en la parte escultórica y Juan de Flandes pintando las escenas de la vida de Jesús. Nunca llegó a montarse en aquella capilla, sino que se llevó a la capilla mayor nueva, la actual, cuando en 1519 el nuevo obispo Juan Rodríguez de Fonseca decidió su traslado. Se hicieron entonces diferentes modificaciones para que su colocación estuviera acorde con las dimensiones del espacio. Algunas de las pinturas y relieves se desecharon al no encajar adecuadamente en la nueva estructura, vendiéndose algunas, como La Crucifixión, de Juan de Flandes, que se exhibe hoy en el Museo del Prado. Destacan sobremanera en el conjunto las magníficas tablas de Juan de Flandes, que fueron sus últimas obras, y el Calvario de Juan de Valmaseda del remate; además de una Magdalena debida a Alejo de Vahía y el San Antolín, obra juvenil de Gregorio Fernández. Repartidas por la catedral se conservan otras piezas que, encargadas para este retablo, no se colocaron finalmente como estaba previsto.
El coro se sitúa enfrente de la capilla mayor, a la que está unido por un espacio cerrado denominado Vía Sacra. Cierra el coro una formidable reja, del siglo XVI, obra de Gaspar Rodríguez, con abundante decoración de raigambre plateresca, parcialmente policromada. Los pretiles de piedra que la sustentan muestran inscripciones alusivas a la visita del emperador Carlos V y el papa Adriano VI a la catedral en el transcurso del mismo año. El interior del coro aparece casi totalmente ocupado por la sillería capitular, de madera vista y estilo gótico. Los asientos y respaldos de la misma se enriquecen con tracerías gotizantes, de diferentes diseños, según un esquema muy sencillo. Destaca en el centro el asiento del obispo, flanqueado de doseletes y pináculos. A la derecha según se entra, elevado sobre la sillería, se encuentra el órgano catedralicio, obra de los organeros fray José de Echevarría y fray Domingo Aguirre; la trompetería se dispone en vertical y horizontal, a la manera hispana. La caja es obra barroca, con multitud de cabezas de ángeles y otra serie de menudas figurillas.
El trascoro se levanta sobre cinco escaleras y es una excelente obra del Renacimiento español, de carácter tardogótico y plateresco, constituyendo una de las obras maestras de la catedral. Fue financiado por el obispo Fonseca y se sabe que en él trabajó Juan de Ruesga hacia el año 1513. Cuajado de doseletes, encajes de piedra y hornacinas con figuras de santos, el trascoro se organiza a modo de suntuoso retablo pétreo, destacando en él los relieves del Martirio de san Ignacio de Antioquía y la Lactación san Bernardo, añadidos posteriormente y ambos obra del escultor barroco Francisco del Rincón. Remata el conjunto el escudo de los Reyes Católicos, una crestería de piedra y la estatua de san Antolín; dos puertas, talladas en madera con minuciosos relieves, permiten el acceso al coro catedralicio. En el centro del trascoro se halla el políptico de los Siete Dolores de la Virgen, obra del maestro flamenco Jan Joest, quien retrata al comitente, Juan Rodríguez de Fonseca, en la tabla central junto a la Virgen y san Juan, con fondo de un delicado paisaje. Las demás tablas muestran escenas de los Siete dolores de María, de quien el obispo Fonseca era gran devoto, con un refinado realismo y excelente sentido del color. Este políptico es uno de los conjuntos pictóricos más destacados de la pintura flamenca en España.
Claustro
Se accede al claustro, que ocupa prácticamente toda la pared lindante con la nave de la Epístola, a través de dos portadas. Una es un diseño tardogótico, siglo XV, con arco apuntado de arquivoltas decoradas por menuda hojarasca. En el tímpano aparece una Virgen en Majestad, más antigua que la propia portada, del siglo XIII. La otra portada presenta una inusual forma en esviaje, en estilo renacentista, con decoración de grutescos, candelieri, etc. Las hojas del portón están talladas con escenas de la vida de san Antolín, por discípulos de Alonso Berruguete, señalándose el nombre de Manuel Álvarez como posible artífice. Las obras del claustro se iniciaron hacia 1439, a expensas de los obispos fray Alonso de Burgos y Juan Rodríguez de Fonseca. En 1503-1505 dirigía las obras del claustro Juan Gil de Hontañón, quien lo remató hacia el año 1516. Se trata de un espacio cuadrado, con cuatro crujías techadas por bóvedas de crucería de nervios combados, de sencillo esquema tardogótico. Los nervios apean en pilares fasciculados ligeramente resaltados del muro. Hacia el interior del patio se abren arcos apuntados que debieron llevar, como es usual en estos casos, tracerías y maineles que dejaban pasar la luz. Tales arcos fueron inexplicablemente tapiados en el siglo XVII, cerrando las galerías. En una intervención reciente (años 1999-2000) se han vuelto a abrir los arcos ojivales dotándolos de tracerías de diseño moderno con resabios gotizantes.
Museo catedralicio
A diferencia de otras diócesis, que suelen unir el museo de la catedral al diocesano, en el caso de Palencia el Museo Diocesano se encuentra instalado en otro espacio, el antiguo Palacio del Obispo, de manera que aquí se conservan solamente obras procedentes de la propia catedral. Sus espacios se reparten entre el claustro, la sala capitular y otras dependencias. Entre las numerosas piezas de prácticamente todas las épocas y estilos, las más señeras son el cuadro del Martirio de san Sebastián, obra firmada de El Greco, una de sus pinturas más destacadas, y sin duda la obra maestra de cuantas guarda la catedral, una custodia procesional en plata, renacentista, obra de Juan de Benavente (1585) y numerosos tapices.
Colección de tapices
La catedral alberga varias series de tapices del siglo XVI de gran calidad e importancia histórica. Algunos se hallan colocados en los muros de la capilla mayor. La mayoría fue donación del obispo Juan Rodríguez de Fonseca, con temas sobre el Antiguo y Nuevo Testamento y la Salve Regina. Otros pertenecieron al Doctor Arroyo, canónigo de Palencia y magistral de Valladolid. Proceden de los talleres de Bruselas y de los de Marche-Crétif, que era el tapicero de Francisco I de Francia.
http://www.asturnatura.com/turismo/catedral-de-san-antolin-de-palencia/3005.html
Introducción
Nombre: Catedral de San Antolín
Conocida popularmente como "la bella desconocida"
Ubicación: Palencia. Comunidad Autónoma de Castilla-León
Gentilicio: Palentinos
Llamada por los romanos: Pallantia
La Catedral fué declarada Monumento Histórico Artístico en 1929
Historia
Palencia, a orillas del río Carrión, es uno de los más antiguos obispados de Hispania. Capital de los vacceos, opusieron fiera resistencia a los romanos. Fue sometida a sitio por el cónsul Lúculo, sin poder tomarla, lo mismo que le ocurrió a Lépido y a Escipión el africano, que quiso tomarla por la ayuda prestada a Numancia. Se pone del lado de Sertorio en las guerras sertorianas y sufre un nuevo asedio por parte de Pompeyo. Más tarde según la tradición predica en ella el apóstol Santiago que nombra obispo a Nestor, martirizado por los romanos.
Arrasada por Teodorico en el año 456, casi desaparece de la historia, a no ser por Wamba que se trae de la zona de Narbona (Francia), los restos de San Antolín, y junto a un pozo salutífero, manda construir una basílica en honor del santo.
En el año 1034, Sancho III el Mayor, rey de Navarra y conde de Castilla, ordena al obispo de Oviedo don Ponce, que reorganice la diócesis y este antes de regresar a Oviedo, deja al frente de la diócesis, al monje Bernardo, de la orden de Cluny.
Sobre los restos de la Basílica visigoda de Wamba, edifican un templo en estilo románico, que será el germen de la construcción de la futura Catedral gótica de San Antolín.
Características
El actual templo se levanta sobre los restos de una antigua basílica visigoda del siglo VII, y sobre los restos también del anterior templo románico mandado edificar por Sancho III de Navarra en el siglo XI. A su vez en el subsuelo se han encontrado restos romanos. Recientes investigaciones parecen demostrar que en los alrededores de la catedral se encuentran restos de edificaciones romanas y que el emplazamiento de la actual torre, seria una torre fortaleza romana en su origen.
La cripta de San Antolín es lo que nos queda de las edificaciones antes mencionadas y sobre las cuales esta construida nuestra Catedral. La cripta esta situada bajo el actual coro de la Catedral.
Esta cripta la forman dos espacios claramente diferenciados, por una parte la cripta visigoda, y por otra parte una nave protorománica o primer románico del siglo XI. Sobre estas construcciones unidas entre si en un mismo espacio, se construyó la actual Catedral gótica.
Se atribuye la construcción de la parte visigoda de la cripta al rey visigodo Wamba, de quien se dice que trajo las reliquias del mártir francés Antolín a Palencia.
Este conjunto de la cripta presenta todos los elementos arquitectónicos y decorativos del arte hispano-visigodo de la segunda mitad del siglo VII: arcos de herradura, capiteles con esquemáticas hojas, e impostas decoradas con frisos geométricos.
La parte visigoda, construida entre el 672 y el 680, es reducida y estrecha, de tres metros de ancho, cubierta por lajas de piedra y muros de cantería basta. Lo más importante se encuentra en el testero, cerrado en plano, ante el cual se levantan tres arcos de herradura sobre dos columnas de fuste redondo, provistas de capiteles y rudos cimacios, con decoración floral, que descansan como el muro sobre un basamento corrido. Iglesia de Wamba abandonada después de la invasión musulmana (711), en que la zona quedó olvidada y despoblada.
En el 1034 Sancho III de Navarra restaura la diócesis y manda edificar un templo en estilo románico antepuesto a la construcción visigótica. Es el segundo espacio que forma la cripta de San Antolín.
La leyenda, representada en los bajorrelieves platerescos de la escalera que baja a la cripta, desde el trascoro, dice que: "un jabalí perseguido por don Sancho durante una cacería se ocultó en una gruta, que resultó ser la abandonada cripta donde Wamba había depositado las reliquias del mártir San Antolín. El rey no pudo cobrarse la pieza porque su brazo quedó paralizado cuando iba a dispararle una flecha". Tomado como la advertencia de la voluntad del santo, prometió erigir allí un templo si recuperaba la movilidad de su brazo.
Se trata de una nave rectangular de unos 17 x 7 metros, en sillería y bóveda de cañón, con arcos de refuerzo o fajones que arrancan del piso y sin otro ornato que las angostas ventanas con derrame interior, situadas en el intervalo de los arcos y paredes laterales. En un estilo correspondiente al primer románico, guarda ciertas similitudes estéticas con la Cámara Santa de la Catedral de Oviedo, como son el empleo de cubiertas con bóvedas de medio cañón y arcos perpiaños, pero del que sin embargo se aparta por el ábside semicircular de tres arcos redondos, dos tapiados, mientras que el del medio permite el paso a la ya descrita edificación de Wamba.
En el centro de la estancia, un pozo, el brocal es obra del siglo XVI coetáneo a la construcción de la escalera de acceso. Anteriormente el acceso a la cripta se realizaba por una puerta que está situada en el lado de la epístola y a la cual se comunicaba por una escalera con varios escalones.
Preside la estancia, una imagen de San Antolín también del siglo XVI.
Es tradición que el dos de septiembre, día de San Antolín, los palentinos acudan al pozo a beber agua, por ser tradición que estas aguas tienen poder salutífero.
De la antigua Catedral románica se sabe que en el 1218 ya estaba concluida, siendo obispo de la diócesis Tello Tellez de Meneses. Se trataba de una iglesia de tres naves, construida en piedra y cubierta con artesonado de madera. Disponía de capillas adosadas, torre, claustro y sala capitular. El ábside de esta Catedral vendría a estar situado en la actual capilla Mayor, a juzgar por los restos encontrados.
En el templo gótico actual, se aprecian tres fases constructivas, a saber: siglos XIV y XV, se levanta la girola y la capilla del Sagrario, en la segunda fase, siglo XV, parte de las naves, la capilla mayor y parte de la torre, y la tercera fase, correspondiente a siglo XVI, el crucero, el resto de las naves, el claustro y la sala capitular.
El actual templo catedralicio, comenzó a construirse a principios del siglo XIV, por la girola y concretamente por la capilla de la Virgen Blanca, el 1 de junio de 1321, reinando Alfonso XI, bendijo la primera piedra el legado pontificio, cardenal Guillermo, siendo obispo de Palencia don Juan II, prolongándose las obras hasta el siglo XVI, año 1516. Este proceso constructivo tan largo se refleja en los distintos estilos del edificio como por otra parte suele ser habitual en casi todas las catedrales españolas. Su aspecto exterior es de estilo gótico flamígero y en su interior podemos encontrar elementos góticos-flamígeros, isabelinos, platerescos y renacentistas.
Se trata de un templo de planta de cruz latina, de tres naves, más grande y alta la central, poderosos arbotantes, cincuenta y dos pilares compuestos con capiteles cada vez más historiados a medida que se alejan de la cabecera. Sobrios paramentos. Cuenta con dos cruceros y girola. Triforio con dos huecos por tramo, mainel, antepechos y tímpanos calados. En total dispone de cinco puertas y una torre campanario, cuadrada, con recios contrafuertes, rematada con una balaustrada y, en una de las caras, una pequeña espadaña de dos cuerpos. La torre se construyó entre 1461 y 1469. La Catedral no dispone de cimborrio ni de fachada principal.
En una primera fase durante el siglo XIV, se construye la cabecera, la girola con sus capillas, la capilla del Sagrario y el primer crucero. De estilo gótico, se cubre con bóvedas de crucería.
Isembart y Gómez Díaz trabajaron entre 1426 y 1466, mientras que en la segunda mitad del siglo los trabajos fueron continuados por Bartolomé de Solorzano El crecimiento económico de la ciudad determinó la ampliación del proyecto catedralicio en el año 1425. El antiguo coro se remodela como nueva capilla mayor, se construye un nuevo crucero y se continúan las naves hacia los pies. A finales del siglo XV, Martín de Solorzano realiza el triforio de la capilla mayor y la bóveda del crucero. Juan de Ruesga y Juan Gil de Hontañón, en el 1516 (siglo XVI), terminaron el edificio. A Gil de Hontañón debemos el claustro y la Sala Capitular.
Todo el templo emplea como elemento de división, el pilar fasciculado y como cubierta, decorativas bóvedas de terceletes y estrelladas. Similares cubiertas se emplearon en las capillas funerarias particulares que se alinean en la pared norte del templo.
La anomalía de disponer de dos cruceros, se debe a que en un primer momento se construyó el altar mayor en el lugar que hoy ocupa la Capilla del Sagrario, en el epicentro de la girola y precedida de su correspondiente crucero. Más la envergadura adquirida por el proyecto determinó que ese espacio ocupado por la capilla quedara pequeño, por lo que se optó trasladar el altar mayor al lugar antes ocupado por el coro en dirección hacia los pies, construyéndose entonces un nuevo crucero y trasladando el anterior coro al lugar que hoy ocupa en la actualidad.
El primer crucero o antiguo es de cinco tramos que limita con el presbiterio al arranque de la girola, mientras que el segundo crucero es de mayor amplitud, aparece cortando las tres naves paralelas al nivel del claustro, que se extiende hasta allí desde la fachada de la Catedral y bordeando la nave de la epístola, no dejando por tanto espacio para las caspillas laterales, tal y como ocurre con la nave del evangelio.
Cinco puertas tiene la catedral de Palencia: La Puerta de los Canónigos y la de los Novios en el crucero antiguo, la Puerta del Obispo, y la Puerta de los Reyes en el crucero nuevo, y la Puerta de San Antolín o de las Descalzas, a los pies de la Catedral.
http://www.jdiezarnal.com/catedraldepalencia.html
La catedral de Palencia
La bella catedral de Palencia, una de las más grandes de España, es el resultado de múltiples intervenciones, testigo privilegiado de las corrientes estéticas que recorrieron la Península Ibérica durante más de diez siglos.
Levantada de cara al río Carrión en pleno centro de la ciudad medieval, poco a poco ha ido quedando algo desplazada, a medida que la ciudad fue creciendo y conformando un nuevo núcleo de desarrollo hacia el este.
Se considera que la primera edificación que hubo en ese emplazamiento sería un templo romano al que después se le sobrepuso otro paleocristiano y otro más visigodo ya a mediados del siglo VII, que según la tradición se levantó en tiempos del rey Wamba para alojar unas reliquias de san Antolín que él mismo había traído de Narbona en el año 672.
Serían las ruinas de este último las que servirían de base para una nueva edificación que dejó albergada en su interior la que hoy conocemos como “cripta de san Antolín”, la parte más antigua conservada, un templo erigido tras la dominación musulmana, cuando el rey Sancho III el Mayor restauró la diócesis palentina y le entregó al obispo Ponce o Poncio la organización de una nueva sede.
Posteriormente, quizá en tiempos del obispo Raimundo, en la segunda mitad del siglo XII, se levantó otro templo que fue consagrado en 1219 y que constaba de tres naves con cubierta de madera, sala capitular y claustro, conservándose en la actual capilla mayor unas columnas y capiteles que parece que indican que esa era la zona absidial.
En cuanto a la actual la catedral gótica, comenzó a levantarse en la primera mitad del siglo XIV, con una construcción que se prolongó hasta el XVI, con añadidos posteriores incluso en el XX.
Es de planta de cruz latina pero cuenta con un crucero entre la actual capilla mayor y el coro y con otro falso crucero, más estrecho, a partir de lo que fue la primitiva capilla mayor, la actual capilla del Sagrario, sin que ninguno sobresalga en planta, girola con siete capillas radiales, capillas laterales solo en la nave del Evangelio, y claustro adosado a la nave de la Epístola.
No se sabe quién elaboraría las trazas, que se adscriben a un maestro hispano que se inspiraría en las catedrales de Burgos y León. El templo empezó a levantarse, como era habitual, por la cabecera, durante el reinado de Juan II y en tiempos del obispo don Gómez, avanzando hacia los pies mientras se iría demoliendo progresivamente la anterior construcción románica. Después se decidió ampliar toda la planta de la nave, construyéndose una segunda capilla mayor con un nuevo crucero y también se erigió parte de la torre, se cerraron las bóvedas de la girola y se levantó el triforio.
En el último tercio del siglo XV las obra tomaron un fuerte impulso, llegando casi hasta los pies, y gran parte gracias a las disposiciones testamentarias de la dama palentina viuda y sin descendencia doña Inés de Osorio, que dejó un importante legado para la terminación de la catedral, en la que dispuso su enterramiento. Finalmente, la última piedra queda colocada en 1516. Con posterioridad hubo intervenciones decorativas y en capillas, pero la catedral estaba terminada.
La fachada occidental está orientada al río Carrión y a la plaza de san Antolín y quedó inconclusa, con una portada contemporánea, la Puerta de san Antolín o de los Descalzos, de trazas de Chueca Goitia.
En el siglo XVIII se le anexionó la capilla de las Reliquias, abierta a los pies de la nave del Evangelio, de planta centralizada, con cubierta de pizarra y que sobresale hacia el exterior.
La fachada norte, orientada a la Plaza de Cervantes, cuenta con las portadas del crucero y del falso crucero. La Puerta de Canónigos o del Hospital, que abre al brazo del Evangelio del crucero viejo, sin embargo, fue la última en construirse, concluida en 1762. Con arco rebajado y sin ornamentación, recibió ese nombre porque estaba frente al Hospital de san Antolín y san Bernabé, regido por el cabildo desde el siglo XII.
La otra, abierta al crucero nuevo, es la Puerta de los Reyes o de San Juan, con decoración tardogótica muy degradada. Se organiza mediante doble arco escarzano y pilar central con una escultura de san Juan Bautista. En el siglo XVII se le añadieron las hornacinas superiores para las esculturas de los santos Antolín, patrón de Palencia, y sus compañeros de martirio, Juan y Almaquio.
La parte más antigua es la cabecera, en la que destaca su esquema poligonal con absidiolos de grandes ventanas con vidrieras y decoración con molduras, frisos, pináculos, tracerías y gárgolas de variada fantasía.
La fachada sur abre a la Plaza de la Inmaculada y de nuevo nos encontramos con dos portadas.
La entrada diaria a la Catedral es la que abre al falso crucero, conocida como Portada de los Novios o del Salvador, obra del siglo XV con una sencilla decoración vegetal gótica en tres arquivoltas apuntadas abarcadas por un arco conopial, tímpano ausente de decoración y los escudos de los obispos dominicos de la diócesis fray Diego de Deza y fray Alonso de Burgos flanqueando el del cabildo en el friso bajo el alero.
http://viajarconelarte.blogspot.com.es/2014/05/la-catedral-de-palencia.html
Las capillas y el claustro de la catedral de Palencia
Después de pasear pausadamente por la catedral de Palencia, todavía nos queda detenernos en sus capillas y en el claustro, adosado a la nave de la Epístola.
Comenzando por los pies, en 1735 se empezó la construcción de la Capilla de las reliquias en el testero de la nave del Evangelio, destinada a albergar la colección que tenía la catedral. Pero como después se convirtió en lugar de exaltación de la Eucaristía de Miércoles a Viernes Santo, colocándose en ella la custodia procesional de plata, también se denomina Capilla del Monumento. Y además, como también recogió algunas piezas del tesoro del cabildo, otra de sus acepciones es Capilla del Tesoro. Tres nombres para un mismo ámbito.
Recientemente restaurada, después de permanecer cerrada durante años, es un ejemplo de transición del barroco al neoclasicismo, con planta octogonal, paramentos con zócalo de azulejería, decoración clasicista de yeso dorado y policromado y cubierta de media naranja rematada con chapitel de pizarra.
El retablo rococó cuenta con hornacinas que servían para las reliquias, un tipo muy común en la época pero del que han sobrevivido pocos ejemplares.
Las capillas laterales de la catedral solo se distribuyen a lo largo de la nave del Evangelio, pues el lado de la Epístola está ocupado por el claustro. Son un total de siete, todas de planta cuadrangular con sacristía en el testero norte. Su sistema de fundación fue mediante patronato, casi siempre para fines funerarios, con la obligación de embellecer y mantener el ámbito.
http://viajarconelarte.blogspot.com.es/2014/05/la-catedral-de-palencia.html
La Santa Iglesia Catedral Basílica de san Antolín es un templo de culto católico, sede episcopal de la diócesis de Palencia, en la ciudad del mismo nombre, en la comunidad autónoma de Castilla y León, España.
Es una iglesia de grandes proporciones: 130 metros de longitud, con una anchura de 50 metros en el crucero, más otros tantos del claustro y sala capitular; el ábside roza los 43 metros de altura. Está dedicada a san Antolín mártir, patrono de Palencia, parte de cuyas reliquias conserva.
Se trata de un edificio de estilo predominantemente gótico, aunque conserva elementos anteriores, de época visigoda y románica, y elementos decorativos renacentistas, barrocos y neoclásicos. La construcción comenzó en el siglo XIV, siendo la única gran catedral castellana iniciada en esa centuria.1
El exterior carece de una fachada principal propiamente dicha y se presenta austero y macizo, situación que no refleja la grandeza de su interior, donde pueden verse más de veinte capillas de gran interés artístico e histórico.
Bóvedas de la nave central.
Remate de la fachada oeste.
Claustro.
Aunque la construcción de la catedral gótica duró desde el siglo XIV hasta el XVI, en realidad lo que hoy día se observa ha tardado casi catorce siglos en ser levantado, pues la parte más antigua de la Cripta de San Antolín data del siglo VII y hubo importantes obras y reformas en el siglo XX.
El elemento más reconocible al exterior es la torre, elevada y sobria, algo tosca teniendo en cuenta su pertenencia al estilo Gótico. Estudios recientes y excavaciones demuestran que fue torre de carácter militar en el pasado y tras cumplir esa función se le añadieron pináculos y espadaña como única decoración. La planta de la catedral es de cruz latina y tiene la peculiaridad de contar con un crucero doble, por lo que también dispone de cinco puertas, formando así una planta en forma de cruz patriarcal; esto es debido a que a mitad de la construcción se decidió sustituir el primitivo crucero por un segundo, más monumental. Ambos cruceros sólo se marcan en alzado y no sobresalen en planta.
La catedral es llamada popularmente La bella desconocida. Fue el primer monumento del municipio de Palencia en ser declarado como Monumento Nacional, distinción que obtuvo el 3 de noviembre de 1929.2
https://es.wikipedia.org/wiki/Catedral_de_San_Antolín_de_Palencia
https://www.flickr.com/photos/smendi/18860731465/in/dateposted/
https://www.flickr.com/photos/11914578@N05/sets/72157604482475984
https://www.flickr.com/photos/rabiespierre/sets/72157603666471370
http://www.panoramio.com/user/2999614/tags/Palencia?photo_page=2
Vídeo:
Web recomendada: http://catedraldepalencia.org/
Contador: 7248
Inserción: 2015-06-23 17:42:33
Mostrando Registros desde el 1 hasta el 0 de un total de 0
Visitas |
Más visitados Basílica de San Marcos 150597 Catedral de Notre Dame (París) 139465 Torre de Pisa 129051 Monte Saint-Michel 98308 Presa de las Tres Gargantas 75425 |
Incorporaciones |
Comentarios granylator Central hidroeléctrica de Sarátov Производим оборудование для гранулирования корма. Arq. Jaime Fuentes Flores Torres Obispado EXTRAORDINARIO . FELICIDADES . Un Cordial saludo Directivos y Personal de ... hazola Cúpula de la Roca gracias me... gera Buenos Aires las mejores fotos de la mejor ciudad del... Daniel M. - BRASIL San Francisco ... |