Nombre:
Otro: Donostia
Localización:
Tipo: Urbanismo
Categoría:
Foto:
Voto:
Continente: Europa
País: España
Localización: Gipuzkoa/Guipúzcoa, Euskadi/País Vasco
Año: 1180
Estado: Terminado
Descripción:Introducción a San Sebastián, España
Comida que hace la boca agua, hermosos edificios y playas de arena blanca. ¿Qué más se puede pedir? Imagina un París más pequeño, situado en la costa, con muchos menos turistas, más relajado y con un toque vasco. Eso es San Sebastián, la mezcla perfecta, todo en uno, una ciudad fácil de visitar.
¿Qué no amar de esta ciudad majestuosa en la costa del mar Cantábrico? San Sebastián, Donostia en euskera, presume de una bahía circular con aguas cristalinas y playas de arena blanca que ha atraído a lo largo de la historia a la gente adinerada en busca de sol y sofisticación. Esto es lo que hizo famosa a la ciudad durante la Belle Époque y es por ello que la reina regente María Cristina estableció aquí su residencia real durante el verano. La evidencia de este glamuroso pasado se puede apreciar todavía hoy en día en San Sebastián.
La Concha, la playa de ciudad más bonita de Europa, está adornada por lujosas mansiones que se elevan en la colina así como el famoso spa La Perla. El paseo a lo largo de La Concha está rodeado por una ornamentada barandilla blanca que se ha convertido en símbolo de la ciudad. Además, hay otras dos playas en San Sebastián, las cuales son menos elegantes y más relajadas: Ondarreta y Zurriola. Zurriola es popular entre los surfistas.
En los últimos años, San Sebastián ha capturado el interés de la prensa debido a su cocina. Solamente San Sebastián posee 15 estrellas Michelín repartidas en 7 restaurantes. La ciudad puede alardear de tener más estrellas Michelín per cápita que cualquier otro lugar en el mundo, con excepción de Tokio. Los restaurantes Mugaritz y Arzak han sido calificados número 3 y 8 en el mundo en la lista de los 50 mejores restaurantes del 2012. Y es que San Sebastián es en muchos aspectos como un mini París, pero en estilo vasco.
San Sebastián es también famoso por sus pinchos y el mejor lugar para probarlos es la Parte Vieja. Este encantador casco viejo es famoso por su alta concentración de bares, ¡la mayor del mundo! Es aquí donde el pincho es rey y la comida es tomada muy en serio.
A pesar de su pequeño tamaño (186.000 habitantes), en San Sebastián se celebran también eventos internacionales. El más famoso de ellos es el Festival Internacional de Cine de San Sebastián.
¿DÓNDE?
San Sebastián, España
Coordenadas:
43.321° N
-1.981° W
Playas en San Sebastián
Con sus tres playas de fina arena, San Sebastián se convirtió en la capital de veraneo de San Sebastián en la época de la reina regente María Cristina. Con el paso de los años, la ciudad no ha perdido el encanto de la Bellé Epoque y es todavía hoy en día un destino de vacaciones de verano muy popular para gente de todo el mundo.
1 Playa La Concha
De las tres playas de San Sebastian, La Concha es la más hermosa. Famosa mundialmente por su bahía de forma casi perfecta, la Concha es sin lugar a duda la playa de ciudad más bonita de Europa.
La reina regente María Cristina popularizó la Concha a mediados del sigo XIX cuando comenzó a frecuentarla y declaró San Sebastián la capital de veraneo de Europa. La ciudad se puso de moda y la aristocracia empezó a visitarla y a construir mansiones en los alrededores de la playa, muchas de las cuales todavía pueden ser vistas hoy en día. Fue entonces también cuando el balneario La Perla fue abierto y se hizo famoso como uno de los mejores de Europa.
El paseo de La Concha es un símbolo de la ciudad. Cuando estés visitando San Sebastián, asegúrate de tomar el tiempo necesario para pasear a lo largo del paseo de La Concha, del Casco viejo hasta el Palacio Miramar. Durante el paseo, disfruta del ambiente y las vistas de la isla de Santa Clara y el mar Cantábrico. Si todavía te quedan ganas de andar cuando llegues al Palacio Miramar, puedes continuar hasta el Peine del Viento, cruzando la playa Ondarreta.
2 Playa Ondarreta
Al oeste de la Concha se encuentra la playa Ondarreta, que se extiende desde los pies del Monte Igueldo hasta el Palacio Miramar. Bajo los jardines del Palacio Miramar hay un túnel que permite a los peatones cruzar a la playa La Concha.
La playa Ondarreta es la playa más pequeña de San Sebastián, pero no por ello menos bonita. Es probablemente la playa más tradicional de la ciudad, muy popular entre los donostiarras, especialmente familias con niños.
3 Playa Zurriola
Al este de La Concha se encuentra la playa Zurriola, también conocida como "playa de Gros”, nombre del barrio en el que se encuentra.
En la playa Zurriola la gente es en general más joven y más local. Como no se encuentra situada dentro de una bahía protegida como La Concha y Ondarreta, Zurriola recibe olas mucho mayores. Por esa razón, es popular entre los surfistas. Si estás interesado en hacer surf, encontrarás varias escuelas y tiendas de alquiler en los alrededores.
En el extremo este de la playa hay un lugar bastante popular llamado "el muro" donde la gente se sienta a disfrutar del atardecer en la playa Zurriola o a observar los surfistas escuchando al mismo tiempo las olas chocando contra las rocas.
Las mejores cosas que ver y hacer en San Sebastián
Hemos seleccionado cuidadosamente las mejores cosas que ver y hacer en San Sebastián. Desde comer pintxos en el Casco Viejo hasta caminar por el paseo de la Concha – Aquí encontrarás todo lo relacionado con el turismo en San Sebastián.
4 Parte Vieja
La mayor concentración de bares en el mundo
Famoso por poseer la mayor concentración de bares del mundo, el Casco Viejo de San Sebastián está formado por estrechas calles situadas al pie del monte Urgull.
El Casco Viejo de San Sebastián es el lugar perfecto para pasear. Sin embargo, no olvides parar a relajarte en alguno de los bares a probar unos pinchos, famosos por ser especialmente sabrosos en esta zona. Desgraciadamente, son también los más caros de la región, pero no permitas que eso te detenga.
Cuando estés de paseo por el Casco Viejo, asegúrate de echar un vistazo a la Iglesia de Santa María del Coro y la Plaza de la Constitución, una plaza de estilo neoclásico construida alrededor del antiguo ayuntamiento y conocida por los donostiarras como “la consti”.
7 Museo San Telmo
Exposición de cultura e historia vascas.
El Museo San Telmo se encuentra situado en el Casco Viejo de San Sebastián, al pie del Monte Urgull. El museo está principalmente dedicado a la cultura e historia vascas, ofreciendo a los visitantes una visión más profunda de la sociedad vasca actual. La colección contiene más de 26.000 elementos etnográficos, arqueológicos, históricos, fotográficos y artísticos.
El Museo San Telmo fue inaugurado en 1902, convirtiéndose así en el museo más antiguo del País Vasco. En 1932 fue trasladado al edificio actual, el cual en la actualidad es uno de los elementos a destacar del museo. El complejo que forma el museo está dividido en dos. El edificio original es un convento dominicano del siglo XVI, un ejemplo arquitectónico único en la zona debido a la mezcla de estilos gótico y renacentista. El edificio nuevo fue añadido al museo hace un par de años, diseñado por los arquitectos Nieto y Sobejano. La arquitectura contemporánea y vanguardista solo añade al encanto general del complejo, creando una interesante mezcla de antiguo y moderno.
Si solo visitas un museo en San Sebastián, definitivamente debería ser el Museo San Telmo.
HORARIO DE APERTURA
Martes a domingo: 10h a 20h
Cerrado lunes y en las siguientes fechas: 1 y 20 de enero, 25 de diciembre
PRECIO DE ENTRADA
Adultos: 6 €
Jubilados, estudiantes, grupos de 10 o más: 3 €
Desempleados, menores de 18: gratis
* Gratis para todos los martes
PÁGINA WEB
Ayuntamiento
Uno de los edificios más majestuosos de San Sebastián
Situado entre la playa La Concha y el Casco Viejo se encuentra el Ayuntamiento, uno de los edificios más majestuosos de San Sebastián. El ayuntamiento disfruta de una magnífica ubicación, junto al agua y los cuidados Jardines de Alderdi Eder.
Construido originalmente en 1882 como casino, acogió en su día las fiestas de la Belle Époque, cuando la burguesía y aristocracia europeas veraneaban en San Sebastián.
Durante la Primera Guerra Mundial, el edificio se llenó con una diversa multitud compuesta por refugiados políticos, espías (como por ejemplo, Mata Hari) y aquellos con suficiente dinero como para escapar de la guerra. Más adelante, durante la Guerra Civil Española (1936 - 1939), el edificio también se vio envuelto en los enfrentamientos entre nacionalistas y republicanos. A día de hoy, todavía se ven agujeros de bala en la fachada del edificio, resultado de una sangrienta batalla que tuvo lugar junto al edificio.
Desde 1947 el edificio es utilizado como ayuntamiento, el cual hasta entonces había estado ubicado en la Plaza de la Constitución.
9 Centro Romántico
Estilo parisino en San Sebastián
La parte de la ciudad situada al sur del Casco Viejo es conocida como el centro romántico. Este barrio está lleno de preciosos edificios de finales del siglo XIX y también abundan las tiendas de ropa, bares y restaurantes. Con su estilo parisino, definitivamente merece la pena pasear por el centro romántico de San Sebastián.
Mientras callejeas por la zona, asegúrate de acercarte a ver la Plaza Gipuzkoa, una encantadora plaza presidida por el edificio de la Diputación, en estilo neoclásico. La Catedral del Buen Pastor también se encuentra dentro del centro romántico. Dicha catedral es el ejemplo perfecto de las influencias europeas que ayudaron a moldear la ciudad de San Sebastián durante la segunda mitad del siglo XIX.
12 Monte Urgull y Castillo de la Mota
Guardián del Casco Viejo
El Monte Urgull se eleva en el extremo este de la bahía de San Sebastián y está rodeado por el agua del mar Cantábrico, excepto por la sección que lo conecta con el Casco Viejo. Históricamente, el Monte Urgull ha servido como un importante punto estratégico de defensa para la ciudad y especialmente para el casco viejo, establecido a los pies del monte. A día de hoy, todavía es posible ver cañones y restos de la muralla medieval que rodeaba la ciudad en el Monte Urgull.
La larga historia militar del Monte Urgull se remonta a la primera torre de vigilancia y muralla defensiva construidas alrededor de 1150. A lo largo de los siglos, el monte ha sido testigo de muchas batallas importantes, siendo una de las más notables la ocurrida en 1794, cuando el Monte Urgull fue conquistado por las tropas francesas que a continuación conquistaron también la ciudad.
Otra importante batalla tuvo lugar el 31 de agosto de 1813, cuando los soldados británicos ayudaron a los españoles a luchar contra Napoleón y sus tropas. Muchos soldados murieron durante la batalla y fueron enterrados en la ladera norte del Monte Urgull en lo que hoy es conocido como el Cementerio de los Ingleses. A pesar de ello, el conglomerado de soldados británicos y españoles fue capaz de derrotar a las tropas napoleónicas que fueron expulsadas de San Sebastian. Sin embargo, desgraciadamente tras la batalla solo quedaron cenizas de la ciudad. Solamente una calle del Casco Viejo se libró de ser afectada por el incendio, la cual en la actualidad recibe el nombre de Calle 31 de agosto en recuerdo de dicha fecha.
Continuando la subida al Monte Urgull desde el Cementerio de los Ingleses, se encuentra la Batería de Santiago, también conocida como Batería de la Reina, la cual era uno de los lugares en los que se almacenaba pólvora y otros explosivos. Bajando unas escaleras desde la Batería de Santiago se llega a la Batería alta de Santa Clara. Ahí, encontrarás un pequeño bar con una bonita terraza que ofrece unas de las mejores vistas de San Sebastián. Se trata del lugar perfecto para parar a descansar de camino a la cima.
En el punto más alto del Monte Urgull se encuentra el Castillo de la Mota, el cual ha existido desde el siglo XII. Reestructurado y reconstruido a lo largo de los años, el castillo alberga en la actualidad la Casa-Museo de la Historia que, como su nombre indica, cuenta la historia de la ciudad. El museo contiene fotografías y otros elementos históricos, además de un video acerca del incendio de 1813.
HORARIO DE APERTURA
Martes a viernes: 11h a 14h, 15h a 17:30h
Fines de semana y festivos: 10:30h a 17:30h
PRECIO DE ENTRADA
Gratis
14 Peine del Viento
Esculturas de acero fundidas en las rocas
El Peine del Viento es un grupo de esculturas de acero situado al final de la playa Ondarreta. Diseñado por el escultor local Eduardo Chillida, forma probablemente la imagen más icónica de San Sebastián.
Las estructuras metálicas han sido fundidas en las rocas sobre el mar Cantábrico. Las olas chocan violentamente contra las rocas mientras que, al mismo tiempo, el viento es "peinado" por las esculturas.
Chillida también diseñó varios agujeros en el suelo, los cuales permiten a las olas pasar por debajo para ser después lanzadas hacia el cielo atravesando pequeñas aberturas en el suelo. Pero ten cuidado, ya que con marea alta, estos chorros de agua pueden alcanzar los siete metros de altura.
15 Monte Igueldo y Funicular
Vistas espectaculares de la ciudad y la bahía
El Monte Igueldo se encuentra en el extremo oeste de San Sebastián, entre la playa Ondarreta y el Peine del Viento. Desde la cima del monte se puede disfrutar de algunas de las mejores vistas panorámicas de la ciudad.
La atracción principal de la cima del Monte Igueldo es un viejo parque de atracciones, el cual abrió sus puertas en 1911, siendo el más antiguo del País Vasco. Si decides entrar, no esperes mucho de las atracciones, ya que es un parque pequeño, viejo y que ha visto tiempos mejores. En este caso, se trata más del encanto del parque, situado en el lugar perfecto.
Junto al parque de atracciones se eleva una torre llamada “el Torreón”. Construida originalmente en el siglo XVI, la torre sirvió como el faro de San Sebastián hasta que se construyó uno nuevo en 1854. A principios del siglo XX, el Torreón fue renovado y se le añadió un piso extra, además de una terraza panorámica. En la actualidad, la torre está abierta al público y alberga una exposición de fotos históricas a lo largo de la escalera. Subir al Torreón y disfrutar de las espléndidas vistas solo cuesta unos euros, aunque la verdad es que las vistas no son mucho mejores que las que se pueden ver desde las terrazas junto al funicular.
También hay un hotel en la cima del Monte Igueldo. Lo que inicialmente sirvió como el casino-restaurante del Monte Igueldo, se convirtió en el Hotel Mercure Monte Igueldo en 1967. Si quieres despertarte con unas vistas impresionantes, entonces probablemente este es el hotel perfecto para ti.
La mejor manera de subir a la cima del Monte Igueldo es utilizando el funicular, que lleva en funcionamiento desde 1912, siendo el más antiguo del País Vasco. La entrada al funicular se encuentra al final de la playa Ondarreta, justo antes de llegar al Peine del Viento.
INFORMACIÓN PRÁCTICA
Para obtener información acerca de precios y horarios dirígete a la página web del monte Igueldo.
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16 Mercado La Bretxa
El mercado más importante de la ciudad
Remontándose a 1871, el Mercado de la Bretxa es uno de los mercados más tradicionales de Donostia. Fue originalmente construido en estilo clasicista, inspirado por las antiguas Roma y Grecia, y utilizando principalmente piedra y hierro para su construcción. A medida que la población de San Sebastián fue creciendo, también lo hizo el mercado. El edificio fue ampliado en varias ocasiones, siendo la última gran renovación la que tuvo lugar en 1999, tras la cual desgraciadamente gran parte de la Bretxa se convirtió en un centro comercial.
El complejo de la Bretxa todavía contiene un mercado. Sin embargo, éste ha sido relegado a compartir el sótano con una cadena de supermercados. Aún así, sigue tratándose de un mercado que merece la pena visitar, donde descubrirás una gran variedad de producto local y todos los frescos y sabrosos ingredientes utilizados en la famosa gastronomía vasca.
El mercado la Bretxa recibe su nombre de su ubicación, ya que se encuentra situado en el punto más débil del muro original que rodeó la ciudad hasta 1863. En dos ocasiones (1719 y 1813), los invasores fueron capaces de derribar el muro y adentrarse en la ciudad en las cercanías de donde se encuentra el mercado y, por esa razón, ese barrio empezó a ser conocido como "la brecha".
HORARIO DE APERTURA
Mercado: lunes a sábado: 8h a 21h
Tiendas del centro comercial: lunes a sábado: 9:30h a 21:30h
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17 Teatro Victoria Eugenia
Testigo de los eventos culturales más importantes
El Teatro Victoria Eugenia fue inaugurado en 1912 y se caracteriza por una mezcla de estilo neo-renacentista y neo-plateresco. Desde su apertura, ha sido testigo de los eventos culturales más importantes de la ciudad. El más notable de dichos eventos es el famoso Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Durante el festival, es normal ver a las celebridades cruzando la plaza desde el hotel cinco estrellas María Cristina hasta la alfombra roja del Teatro Victoria Eugenia.
En 2001, el teatro cerró sus puertas por trabajos de renovación. Fue reabierto seis años más tarde, incorporando los equipos y servicios más modernos sin perder su encanto ni sus características originales.
PÁGINA WEB
http://www.victoriaeugenia.com
18 Kursaal
Dos rocas en la playa
El Kursaal es un centro de convenciones de estilo postmoderno que abrió sus puertas en 1999 y fue diseñado por Rafael Moneo. Situado en la costa, junto a la playa Zurriola, fue diseñado para representar dos rocas.
Durante el día, el edificio es bastante aburrido, algunos pueden incluso opinar que es feo. Sin embargo, el Kursaal cambia completamente por la noche cuando toda la fachada es iluminada y funciona como cartelera anunciando el evento actual.
INFORMACIÓN PRÁCTICA
Para visitas guiadas del edificio, es necesario llamar al siguiente número: 34 943 003 000.
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19 Puerto y Aquarium
Barcos y restaurantes
La zona del puerto de San Sebastián, situado en la parte oeste del Monte Urgull, es un lugar agradable para sentarse y descansar un rato. El atardecer es mágico, especialmente si hay barcos en la bahía, los cuales se convierten en interesantes siluetas. Desde el puerto se puede disfrutar también de las bonitas vistas de La Concha y el Monte Igueldo.
Al final del paseo del puerto se encuentra el Acuario de la ciudad. Fue inaugurado en 1928 y renovado en 1998. La visita al acuario empieza atravesando el Museo de Ciencas Naturales, donde se muestra información acerca de la importancia del mar en la historia de Guipúzcoa. Uno de los elementos más impresionantes del museo es el esqueleto de una ballena franca capturada en 1878.
Tras el museo, la visita continúa a través de los acuarios. El más destacado es un acuario de 1,8 millones de litros de agua que se cruza a través de un túnel de cristal.
Aquarium
HORARIO DE APERTURA
Del 1 de octubre a Semana Santa:
- Lunes a viernes: 10h a 19h
- Fines de semana y festivos: 10h a 20h
De Semana Santa al 30 de junio y septiembre:
- Lunes a viernes: 10h a 20h
- Fines de semana y festivos: 10h a 21h
Julio y agosto:
- Lunes a domingo: 10h a 21h
PRECIO DE ENTRADA
Adultos: 13 €
Jubilados, desempleados, estudiantes: 9 €
Niños (4 - 12 años): 6,5 €
Niños menores de 4: gratis
PÁGINA WEB
21 Palacio Miramar
Residencia de verano de la monarquía española
El Palacio Miramar es una mansión de estilo inglés, estilo Reina Anna, situado en uno de los rincones más bonitos San Sebastián – en la colina que separa las playas de la Concha y Ondarreta.
El Palacio Miramar fue construido a finales del siglo XIX por la reina regente María Cristina como residencia de verano de la monarquía española. Fue diseñado por el arquitecto Selden Wornun.
Desde 1972, el Palacio Miramar y sus jardines pertenecen al ayuntamiento de San Sebastián. Aunque el edificio no está abierto al público, si lo están sus jardines y desde allí se puede disfrutar de unas vistas magníficas. Se ven ambas playas, la Concha y Ondarreta, con los montes Igueldo y Urgull al fondo y la isla Santa Clara enfrente.
http://www.euskoguide.com/es/lugares-pais-vasco/espana/san-sebastian-turismo/
Qué ver en 48 horas en San Sebastián
Guía repsol
Un día para rastrear la ciudad de siempre y otro para recorrer la ciudad más actual
Un día para rastrear la ciudad de siempre, la que eligieron los reyes para tomar baños de mar en la Concha. Y otro para recorrer la ciudad más actual, que se renueva y reinventa aguijada por el reto de ser Capital Cultural de Europa en 2016. Capital de la cultura que se ve y se oye en museos, teatros, cines y auditorios. Porque de la otra cultura, la que se come, San Sebastián es capital, no europea, sino mundial, desde hace mucho.
Primera mañana. Tres kilómetros de bahía
Isabel II podía haber seguido veraneando en La Granja como habían hecho los Borbones desde que llegaron a España, pero un día su médico de cámara le recetó baños de mar y se fue a tomarlos a San Sebastián. En bañador la sorprendió la Revolución de 1868, la Gloriosa, que no fue una forma muy gloriosa de perder la corona, pero lejos de cogerle manía a esta ciudad, la realeza la siguió honrando con su presencia, a tal extremo que María Cristina instaló en ella la Corte y el Gobierno del país dos meses al año. Han cambiado muchas cosas últimamente en San Sebastián (como veremos mañana), pero hay lugares (los que vamos a ver hoy) que siguen conservando el aire y el decorado de la Belle Époque; bella época para Donostia, sí señor.
10.00 El Peine del Viento (y de las olas)
Para empezar un día tradicional, nada como pasear por la bahía de la Concha junto a los donostiarras. A éstos se les distingue de los de fuera porque presumen (con razón) de orgullo urbano y van hablando con sus acompañantes de la Quincena Musical y saludando a diestro y siniestro con un “¡epa!”. Es un buen recorrido el que tiene la bahía: tres kilómetros justos. Un paseo que iniciamos en el extremo occidental, junto al Peine del Viento, la obra más famosa de Chillida y uno de los iconos más reconocibles de la ciudad. Los días de marejada, el lugar se pone a tope de gente que viene a ver romper las olas. Incrédulos, los forasteros oyen a los vecinos contar cómo, con las mareas vivas, se puede pasar caminando a la isla de Santa Clara. Viendo el mar embravecido, parece un milagro del Antiguo Testamento.
10.30 Un funicular de 1912
Muy cerca del Peine del Viento, detrás del Real Club de Tenis, nos aguarda el funicular de madera que, desde 1912, asciende al monte Igeldo. Arriba hay un parque de atracciones de los que ya no quedan, con ponis, salas de espejos, una travesía en barca por un río misterioso o en vagoneta por una montaña suiza, casetas de tiro y de venta de golosinas… El monte ofrece también la mejor vista de la ciudad, la bahía de la Concha y la isla de Santa Clara. Hay que tener en cuenta que el parque no abre hasta las 11.00 o 11.30 (depende de la temporada). Si vamos con niños, esperaremos y echaremos aquí la mañana. Si no, disfrutaremos del panorama y bajaremos en el siguiente funicular.
11.30 Recuerdos de la Belle Époque
Continuamos recorriendo la bahía por el paseo que bordea la señorial playa de Ondarreta. Esta playa está separada de la de la Concha por el pico del Loro, como se conoce el extremo del promontorio sobre el que se alza el palacio real de Miramar, construido a finales del siglo XIX en estilo ‘cottage’ inglés reina Ana. Mucho antes hubo aquí una capilla consagrada a la Virgen de Loreto. De ahí debió venir, por confusión, el llamarle Loro al lugar porque papagayos, en Donostia, hay pocos. Una vez franqueado el pico del Loro a través de un túnel, salimos al paseo de la Concha, con vistas a la playa urbana más famosa de España y con dos lugares que recuerdan vivamente la Belle Époque: La Perla, antiguo balneario de la aristocracia y hoy moderno centro de talasoterapia, y el Hotel De Londres y de Inglaterra, levantado en 1863. También evocador de aquella época feliz y un tanto frívola es el actual Ayuntamiento, que se alza al final del paseo, mirando a los tamarindos del parque Alderdi-Eder (lugar hermoso, en vasco). Actual porque lo es desde 1947; antes, desde 1887, fue casino. Mata Hari, Trotsky y el barón de Rothschild se jugaron aquí los cuartos a la ruleta, los caballitos y el chemin de fer. Nativos no entraban apenas pero, por si acaso, las boinas y las alpargatas estaban prohibidas.
El monte Igeldo ofrece la mejor vista de la ciudad, una espectacular panorámica de la bahía de la Concha y la isla de Santa Clara
12.30 En motora a la isla de Santa Clara
Para completar el clásico paseo por la bahía, solo nos queda acercarnos al muelle, como llaman los donostiarras al puerto viejo, y visitar el Aquarium, que es una de las instituciones más venerables y queridas de la ciudad, pero que de vieja ya sólo tiene el año de fundación (1928), porque tras la reforma dirigida por los arquitectos Ángel de la Hoz y Cristina Fontán, es un acuario muy moderno. Del muelle salen en verano las tradicionales motoras que llevan a la isla de Santa Clara, donde hay un faro y una playita encantadora, de sólo 30 metros, sendas y merenderos.
Pegado al Aquarium está Bokado, un lugar muy recomendable para comer, con una terraza magnífica con vistas a la isla de Santa Clara. También al lado del puerto, tenemos el restaurante Kokotxa, que aúna tradición y vanguardia. Aunque la opción más acorde con el plan que nos hemos propuesto hoy es Branka, con ventanales sobre el mismo Peine del Viento. Si buscamos la excelencia, aunque no quede muy céntrica (a 4 o 5 kilómetros de la Concha), iremos a Arzak , a Mirador de Ulía o a Xarma. Y si queremos lo mejor, aunque haya que buscarlo fuera de la ciudad, elegiremos Akelarre, Martín Berasategui o Mugaritz. Todos ellos son espacios estelares de la gastronomía que justifican, por sí solos, el viaje a Donostia.
16.30 En busca del rayo verde
Otro lugar clasiquísimo, al que podemos arrimarnos por la tarde dando un paseo por el Boulevard, es el teatro Victoria Eugenia, que un siglo después de su inauguración (1912) está como a estrenar, pues ha sido restaurado y remodelado con la más moderna tecnología. Sólo por ver las pinturas que decoran la bóveda, el cuarto chino y el foyer, merece la pena asistir a una función. Consultemos, pues, la programación antes de venir. También es posible ver el teatro por dentro si nos apuntamos a la ruta romántica que, todos los sábados, organiza la Oficina de Turismo. Más fácil es curiosear en el vecino Hotel María Cristina. Sólo hay que entrar a tomar un café (es la hora, por cierto) para pisar la misma alfombra y el mismo vestíbulo que las estrellas del Festival de Cine.
Qué ver en 48 horas en San Sebastián
Podemos prolongar el paseo subiendo por el río Urumea hasta el puente de María Cristina y allí doblar a la derecha para acercarnos a la plaza del Buen Pastor, la de la catedral. Aquí desemboca la calle Loiola, idónea para el ‘shopping’. Y aquí tiene una de sus pastelerías Otaegui, casa que lleva endulzando la vida de los donostiarras desde 1886. Tras degustar alguna de sus especialidades (petit-choux, relámpagos, milhojas, canutillos, merengues de café, borrachos, tocinos, pantxineta, pastel vasco…), volveremos a la Concha para tratar de ver el famoso “rayo verde”, el último rayo de sol del día antes de que éste se pierda en el horizonte.
20.30 De pintxos en lo viejo
Así, “lo viejo”, le llaman los donostiarras al casco antiguo, el lugar con más pintxos por metro cuadrado del universo. Sólo la calle 31 de Agosto, pegada al monte Urgull, podría competir en variedad y calidad con las mejores barras de muchas grandes capitales. En el número 7 se encuentra La Cepa, una de las tabernas con más solera, que lleva desde 1948 haciendo del poteo algo sublime. En el número 3, La Viña, a donde muchos vienen sólo para tomar el postre: tarta de queso. A Fuego Negro, en el 31, es famoso por su hamburguesita de Kobe. En el número 23, otro clásico, el Gandarias.Para redondear la orgía de pintxos, tampoco hay que olvidar La Cuchara de San Telmo (en el número 28), con sus carrilleras, foie, cochinillo… y Ganbara.
22.00 Jazz, disco y ruleta
En julio se celebra un importante festival de jazz, todo un clásico (la primera edición fue en 1966) que tiene como escenario principal la plaza de la Trinidad. Dos locales imprescindibles para los forofos de esta música son Altxerri y Etxekalte. Los que son más de discoteca, pueden amanecer mirando a la Concha en La Rotonda y Bataplán. Y los que les gusta jugar, desde que el Ayuntamiento es solo Ayuntamiento, han de ir al Casino Kursaal.
Segunda mañana. Entre surferos y pavos
9.00 Surf en la Zurriola
Ayer vimos tres playas: la de Ondarreta, la de la Concha y la diminuta de la isla de Santa Clara. Hoy vamos a cruzar el río Urumea para ver la cuarta, la de Zurriola, y cabalgar sobre sus olas. Si sabemos surfear, eso que llevamos ganado. Si no, Pukas Surf Eskola nos ofrece cursos de fin de semana y alquila material. Donostia ha acogido los campeonatos mundiales y europeos de este deporte. Incluso un evento rinde homenaje a su cultura urbana. Proyecciones, mercadillos y música al aire libre, en el Surfilm Festibal, de mayo a septiembre. Detrás de la Zurriola se yerguen, como dos icebergs varados en la playa, los cubos ideados por Rafael Moneo para el centro de convenciones y auditorio del Kursaal, que hay que volver a ver de noche, cuando se iluminan como dos cajas incandescentes y, ya que estamos, cenar en Ni Neu, del mismo grupo que el Mugaritz. El barrio de Gros, el más cercano a esta playa, es ahora el más vital de la ciudad y el más deseado para picotear y terracear viendo a los surferos adentrándose en el mar con sus tablas.
10.30 Un parque muy ecológico
Ya que hemos empezado el día con energía, podemos seguir con ella dando pedales por la ciudad. Hay más de 30 kilómetros de bidegorris o carriles bici, numerosas empresas de alquiler y un sistema de préstamo público. Mapas y direcciones, en la página de movilidad sostenible del Ayuntamiento. Podemos dar una vuelta en bici por los paseos marítimos y por las márgenes del Urumea. Y acercarnos al parque Cristina Enea para conocer estos románticos jardines, poblados por árboles exóticos, cisnes y pavos reales, que se extienden sobre 94.960 metros cuadrados de la península que describe el último meandro del Urumea antes de desembocar en el mar. Dentro, en el palacio del duque de Mandas, la Fundación Cristina Enea removerá nuestra conciencia ecológica con sus actividades de sensibilización medioambiental: aulas, talleres, rutas guiadas (también en bici) y exposiciones sobre el cambio climático, consumo sostenible… Junto al parque, por cierto, va tomando cuerpo el proyecto Tabakalera, una antigua fábrica de Celtas y Ducados que abandonó sus malos hábitos para convertirse en factoría de arte contemporáneo e hito de la Capital Europea de la Cultura 2016.
12.30 Los jardines verticales de San Telmo
Otro hito cultural es el renovado Museo San Telmo. Este antiguo convento dominico, cuartel y museo municipal ha sido ampliado y remozado por los arquitectos Nieto y Sobejano, que han apostado por una fachada de jardines verticales que impacta sin romper del todo con la verde falda del monte Urgull. También se ha renovado el concepto: ahora es Museo de Sociedad Vasca y Ciudadanía, que aborda la historia, la cultura y los retos futuros de esta comunidad con un lenguaje museográfico contemporáneo.
Segunda tarde. Un paseo de ciencia
14.00 Menú del día en la universidad
Vamos a comer un menú del día, pero no en un restaurante cualquiera, sino en el Basque Culinary Center, universidad de ciencias gastronómicas que abrió sus aulas en 2011 en el Parque Tecnológico Miramón, donde los jóvenes se forman, investigan, innovan y utilizan las nuevas tecnologías para superar el tópico de la nueva cocina vasca de los ochenta. Además de alucinar con el edificio diseñado por el estudio Vaumm, que recuerda una pila de platos vacíos y desordenados, probaremos en la cafetería lo que cocinan los futuros Arzaks. Los fines de semana, que no hay clases (ni, por tanto, menú), la alternativa, en el mismo parque Miramón, es el restaurante Arbelaitz, uno de los mejores de esta ciudad donde comer mal es complicado.
15.30 Viaje familiar al espacio
Lo de venir al parque Miramón no es sólo por comer, sino también por visitar el Museo de la Ciencia Eureka!, donde hay juegos y experimentos, planetario, observatorio astronómico y simuladores para pilotar un fórmula 1 o viajar en familia al espacio. Espectacular, la sala Plastination, donde se exhiben cuerpos humanos que han sido preservados de la putrefacción mediante el método de la plastinación, inventado en 1977 por el anatomista alemán Gunther von Hagens, conocido como ‘Doctor Muerte’.
18.00 Compras de moda
Un buen ejemplo de lo modernos que pueden llegar a ser en San Sebastián es Noventa Grados, una multitienda que ofrece propuestas de los diseñadores de moda más ‘cool’ y, en el mismo espacio, el salón de belleza más avanzado de la ciudad. Todo de lujo, eso sí. Además acoge exposiciones, presentaciones de libros, conciertos de jazz… Para presupuestos menos holgados está Apartamento 14, donde hay ropa de aire retro para chicas y para chicos, mercadillos de segunda mano, conciertos… Moda más alternativa, con los diseños propios de la Fábrica de Colores, en Zabaleta, 43.
Si la moda nos interesa, sacaremos tiempo a lo largo de este día o del anterior para escaparnos a Getaria (a 25 kilómetros al oeste de San Sebastián) y visitar el Museo Cristóbal Balenciaga. Inaugurado en 2011, este espectacular museo dedicado al famoso modisto e hijo más universal de la localidad, después de Juan Sebastián Elcano, atesora 1.200 trajes y complementos que muestra de forma rotatoria.
http://www.guiarepsol.com/es/turismo/destinos/urbanos/ciudades-en-48-horas/donostia/
La Bahía de la Concha
La Bahía de la Concha es la imagen de Donostia / San Sebastián: la más clásica, la más fotografiada, la más visitada… La playa de La Concha es la más céntrica de la ciudad; partiendo del Ayuntamiento y hasta el Pico del Loro, en su kilómetro y medio de extensión de arena blanca priman la elegancia y la urbanidad (no en vano La Concha está considerada como una de las mejores playas urbanas de Europa).
A lo largo del paseo de la Concha encontramos varios elementos con personalidad propia y reconocidos fuera de la ciudad: la barandilla de la Concha (uno de los iconos más universales de la ciudad, inconfundible gracias a sus formas ornamentales), las farolas (que sirven de premio en el Festival de Cine), la zona de “los relojes” (acceso principal a la playa), la zona de La Perla (con sus distintas ofertas de talasoterapia, hostelería, asociaciones deportivas…). Todos estos elementos hacen que los paseos por la Concha (por la playa o por el paseo urbano) sean una actividad ineludible para turistas y donostiarras. El paseo alrededor de la bahía puede continuarse rodeando el Monte Urgull por el Paseo Nuevo, y llegando hasta el final de la Playa de la Zurriola, en la zona de Sagüés, en lo que constituye un espectacular paseo urbano de alrededor de 6 kilómetros.
El otro elemento principal de la bahía es la Isla de Santa Clara. Pocas ciudades pueden presumir de tener una isla en plena bahía y Donostia / San Sebastián es una de ellas. Se puede disfrutar de su pequeña playa, de los paseos hasta el singular edificio del faro, de los senderos con sus merenderos o los cafés en la terraza del bar, y su cercanía respecto a las playas de la bahía también hacen posible el acceso a nado durante todo el año.
Santa Clara cuenta además con su propia playa, que es una experta en el arte de aparecer y desaparecer. Su pequeña superficie, que no supera los 30 metros de longitud, la deja a merced de las mareas, pero también le ha proporcionado su exquisito encanto. Ser pequeña no le ha supuesto ser desierta, todo lo contrario. La playa de la isla dispone de todo tipo de servicios, desde bar con terraza hasta puesto de socorro, incluso puede presumir de contar con una “piscina natural“ de agua de mar. Se dice que con las mareas vivas de otoño hay quien ha logrado llegar a pie con la bajamar, desde el Peine del Viento.
http://www.sansebastianturismo.com/es/tematico/turismo/1182-la-bahia-de-la-concha
Área Romántica
Tras el derribo de la muralla a finales del siglo XIX y los sucesivos planes de ensanche de la ciudad, Donostia / San Sebastián fue adquiriendo poco a poco su fisionomía actual.
El ensanche se planificó de forma muy cuidada, con un urbanismo muy elegante y decimonónico, en un estilo ecléctico.
Lo mas destacable de esta área es la sensación de conjunto apenas alterado por un puñado de edificaciones modernas, en las que caben destacar el Ayuntamiento de San Sebastián, inaugurado como casino en 1897 y que atrajo a grandes personajes como Mata Hari, Rotschill, el Rey de Bélgica ó el Sha de Persia a sus fiestas hasta 1924, año en que se prohibió el juego El 20 de enero de 1947 se convirtió en la Casa Consistorial de la ciudad, que cambió su sede desde la Plaza de la Constitución. En plena bahía de La Concha, con el incesante ambiente de la Parte Vieja a sus espaldas y con la tranquilidad de los jardines de Alderdi Eder de frente, el Ayuntamiento es sin duda un punto de parada obligatoria.
La Plaza de Gipuzkoa auténtico oasis en plena urbe, con su estanque para los patos y presidido por el edificio de la Diputación Foral de Gipuzkoa de estilo neoclásico.
La Catedral del Buen Pastor fue inaugurada también en 1897. Su estética de estilo ojival está inspirada en las iglesias medievales de Alemania y Francia. Prueba de esa inspiración es la afilada aguja que corona el edificio y que le proporciona la categoría de “el más alto de San Sebastián”. En su fachada principal, destaca “La Cruz de la Paz”, obra del escultor Eduardo Chillida. Con sus 1.915 metros cuadrados es la iglesia de mayor tamaño de toda la ciudad.
Siguiendo el ensanche de la ciudad hacia el interior, encontramos otros puntos singulares:
La Plaza de Bilbao, coqueta plaza con una fuente monumental, construida para favorecer el acceso a la estación del ferrocarril del Norte.
Puente de María Cristina, el mas elegante sobre el río Urumea, con cuatro templetes inspirados en el puente Alejandro III de París.
Paseo de Francia, en la otra orilla del río, junto a la estación del Norte, romántico paseo de sabor francés con sus fuentes “Wallace” y palacetes de principios de siglo XX y con la barandilla que adornaba el paseo de la Concha antes de 1910.
En 1912, año destacado en el desarrollo turístico de la ciudad, se inauguraron el Teatro Victoria Eugenia, el Hotel María Cristina, el nuevo balneario de La Perla (que sustituía al antiguo balneario de madera), el funicular del Monte Igeldo o el “topo” (ferrocarril que une Donostia / Sebastián con Irún).
En julio de 1912 la regente María Cristina inauguró el hotel que llevaba su nombre. A lo largo de sus más de cien años las elegantes y suntuosas habitaciones de este hotel han alojado desde la aristocracia y realeza de principios de siglo hasta las últimas estrellas de Hollywood, pasando por músicos, escritores y personalidades variadas de prestigio internacional.
El teatro Victoria Eugenia, inaugurado una semana después del hotel María Cristina, es un edificio renacentista construido en arenisca. Desde la primera escenificación de la obra "En Flandes se ha puesto el Sol" de la compañía de María Guerrero, el teatro ha sido la sede de los principales acontecimientos culturales de la ciudad, así como del Festival Internacional de Cine de San Sebastián.
Entre los años 2001 y 2007 se llevó a cabo un completo proceso de reforma del teatro, dotando al mismo de mayor amplitud de espacios escénicos y nuevos aires más vanguardistas, intentando mantener siempre la esencia original del teatro.
Las recientes peatonalizaciones en esta zona de la ciudad han hecho de ella un centro comercial y de ocio urbano en toda regla, con pequeñas tiendas especializadas de gran tradición y también establecimientos de grandes cadenas comerciales a disposición en una zona fácilmente manejable a pie.
http://www.sansebastianturismo.com/es/tematico/turismo/1184-area-romantica
Al abrigo del monte Urgull
En este monte, en pleno corazón de la ciudad, encontraremos además de una vista privilegiada, la Casa de la Historia, y restos de la muralla y los cañones, testigo del pasado militar de la ciudad.
La abrupta historia militar de la ciudad sigue viva en el Monte Urgull. Su enclave y orografía, la convirtieron en el siglo XII en fortaleza militar y sus murallas, único testigo de la San Sebastián amurallada junto con los restos que se conservan en el aparcamiento subterráneo del Boulevard, sufrieron ataques y asedios a lo largo de los años. El Monte Urgull fue testigo en 1794 de la primera capitulación de la ciudad a manos de los franceses y presenció, impotente, el incendio que fruto de la batalla de las tropas galas con el ejercito anglo-portuges destruyó la ciudad en 1813.
El Castillo de la Mota, en lo alto del monte, construido en el siglo XII fue pieza clave de la defensa de la villa, y a su alrededor aún pueden apreciarse los cañones y las aspilleras defensivas, así como la Casa de la Historia, el museo que, en un recorrido a través de audiovisuales, maquetas, objetos y escenografías, dibuja los rasgos que han definido la vida de los donostiarras a lo largo del tiempo, narrando así los más de 800 años de una ciudad joven y viva. El Cementerio de los ingleses, en la ladera norte del monte, testifica el paso de los ingleses por San Sebastián.
Custodiando la ciudad, desde la cima del Monte Urgull, la escultura del Sagrado Corazón (el Cristo de la Mota) se sumerge en el paisaje donostiarra. La obra, realizada por el artista Federico Coullaut en 1950, mide más de 12 metros de altura y se ve a una distancia de 4 millas desde el mar.
Bordeando el Monte Urgull, desde el Puerto hasta la calle Salamanca, nos encontramos con un paseo que nos acerca al mar. Inaugurado en 1916, es conocido por la espectacularidad de las olas rompiendo, así que, en los días de mar bravo, conviene pasear con un ojo atento a las olas, ¡si no queremos llevarnos un chapuzón!
En la parte más occidental del Paseo Nuevo, desafiando a la fuerza de la mareas, se alza imponente la escultura Construcción Vacía, del artista Jorge Oteiza. La obra, que fue premiada en la Bienal de Sao Paulo hace medio siglo, es hoy día un referente en el mundo del arte contemporáneo; un verdadero tesoro al alcance de todos.
Continuando hasta el final del paseo, nos encontramos con el Aquarium, que con casi un siglo de antigüedad y remodelado en 2008, puede presumir de ser uno de los museos oceanográficos más modernos de toda Europa.
http://www.sansebastianturismo.com/es/tematico/turismo/1186-al-abrigo-del-monte-urgull
El Monte Urgull
El monte Urgull preside la parte vieja de San Sebastián. En él encontramos el antiguo castillo de la Mota, escenario principal del pasado bélico de la ciudad. Subiendo hasta la cima del monte desde el puerto obtendremos una de las panorámicas más bonitas de la ciudad.
El Monte Urgull es el patrimonio histórico más importante de la ciudad. Situado en pleno centro de la ciudad, es aún un desconocido para muchos de sus habitantes al que sólo acuden para acompañar a algún familiar que visita la capital y enseñarle las hermosas vistas que hay desde lo alto del monte o para fijarse de vez en cuando en el Sagrado Corazón que preside lo alto del monte.
Monte Urgull
En la cima del monte podemos encontrar un pequeño castillo ( Castillo de la Mota ) con sus fortificaciones y cañones inclusive. Las primeras murallas defensivas que aquí podemos encontrar datan del siglo XII, siglo a partir del cual la ciudad fue convirtiendo dicho enclave en punto estratégico para defenderse de los numerosos ataques que a lo largo de la historia a sufrido. La gran mayoría de esos ataques provenían de los franceses y siglo tras siglo el castillo se iba fortaleciendo más con nuevas construcciones, hasta que en el año 1719, tras un gran ataque de los franceses y tras varias semanas luchando, el castillo del Monte Urgull y la ciudad caen en manos de los franceses. Esto sería sólo el principio ya que durante años, San Sebastián y el Monte Urgull, cambio de “dueños” varias veces siendo ocupado por franceses e ingleses en varias ocasiones.
En el siglo XX, el Monte Urgull pasa a ser un parque público. Para ello se decide demoler parte de las murallas del fuerte del castillo. Tras varios años de demoliciones, en 1921 se decide pararlas para salvarlas y conservarlas cómo patrimonio de la ciudad. El 14 de agosto de 1921, un Real Decreto declara el castillo Monumento Histórico-Artístico Nacional. En el año 1950 se decide construir la figura del Sagrado Corazón que 5 años más tarde se coloca en lo más alto del castillo.
A lo largo de estos últimos años se han ido haciendo diferentes restauraciones y recuperaciones de la zona que hacen que hoy en día luzca de la manera que lo hace llamando la atención a todo aquel que se acerca a la ciudad.
Subir al Monte Ugull
Subir andando al Monte Urgull es una excursión recomendada que hay que hacer si visitas San Sebastián. Por un lado te llevas unas espectaculares vistas de la ciudad, las mejores sin duda junto a las que puedes obtener desde el Monte Igueldo. Por otro, podrás descubrir un poco más de historia de la ciudad de San Sebastián y admirar el Castillo de La Mota junto con sus murallas y sus cañones aún presentes en la zona.
Un buen lugar para iniciar la subida al Monte Urgull es desde la Parte Vieja de San Sebastián, en el extremo que está pegado junto al puerto, en la Calle de Mari. Desde ahí se pude subir a lo alto del monte por un bonito paseo. Si no te apetece subir al monte, otra opción es subiendo por este mismo sitio, recorrer toda la ladera del monte por lo que se llama el paseo de los curas, un bonito paseo sin subida y desde dónde se pude divisar todo el puerto y la bahía de la Concha.
Otra opción interesante para subir a lo alto del monte es desde el Aquarium de San Sebastián. Justo dónde te deja el ascensor que sube desde el puerto a lo alto del Aquarium hay un acceso al monte y al otro extremo del paseo de los curas.
http://www.sansebastian.travel/el-monte-urgull/
Monte Igeldo
El Monte Igeldo ofrece una de las vistas aéreas de la Bahía de la Concha más emblemáticas y reconocidas, aunque no por ello menos impresionantes. Situado el extremo occidental de la bahía, el acceso al monte puede realizarse en transporte privado, pero es recomendable tomar el funicular, el más antiguo de Euskadi y en funcionamiento desde 1912, para observar y fotografiar la ciudad desde una espectacular perspectiva.
El funicular nos lleva directamente al parque de atracciones Monte Igueldo, un parque de aquéllos que ya no quedan, donde el encanto de sus antiguas atracciones, como la Montaña Suiza y las Camas Elásticas, hará las delicias de niños y mayores.
En el centro del parque podemos encontrar el Torreón de Igeldo, del siglo XVIII, cuya función inicial de faro ha cambiado a la de mirador, presidiendo el Monte Igeldo. En el flanco occidental del monte, destaca el faro construido en 1855 por el ingeniero de caminos Manuel Peironcely; es el lugar perfecto para disfrutar de la belleza del mar y de los acantilados de Igeldo.
http://www.sansebastianturismo.com/es/tematico/turismo/1185-monte-igeldo
Ondarreta - Igueldo
Situada entre el Monte Igeldo y los jardines del Palacio de Miramar, la playa de Ondarreta ofrece más de medio kilómetro de longitud y 100 metros de ancho de arena donde tumbarse al sol. Los jardines al borde de esta playa son también un excelente espacio para descansar a la sombra y disfrutar del entorno.
El Monte Igeldo ofrece una de las vistas aéreas de la Bahía de la Concha más emblemáticas y reconocidas, aunque no por ello menos impresionantes. Situado el extremo occidental de la bahía, el acceso al monte puede realizarse en transporte privado, pero es recomendable tomar el funicular. El funicular nos lleva directamente al parque de atracciones Monte Igueldo, un parque de aquéllos que ya no quedan, donde el encanto de sus antiguas atracciones, como la Montaña Suiza y las Camas Elásticas, hará las delicias de niños y mayores.
En el extremo oeste de la playa, al final del paseo, se encuentra el conjunto esculotrico realizado por el escultor Eduardo Chillida y el arquitecto Luis Peña Ganchegui, ejemplo perfecto de belleza en estado puro. La fusión entre la bravura del mar y la fuerza de las estructuras de hierro han elevado su carácter natural de obra de arte contemporánea a lugar de encuentro y relax para donostiarras y turistas.
En el otro extremo de la playa de Ondarreta, sobre el saliente rocoso conocido como Pico del Loro, se encuentran los Jardines de Miramar, con privilegiadas vistas sobre la bahía de La Concha, una parada obligatoria en todos los paseos por el litoral de San Sebastián. Gobernados por un espectacular Palacio, antiguo Palacio Real para la época estival, e inspirado en las casas de campo inglesas, los jardines de Miramar descienden suavemente hacia el mar, entre senderos de gravilla y parcelas floridas.
El barrio del Antiguo que rodea la playa de Ondarreta, cuenta con varias zonas de bares de pintxos en las que también se celebra el pintxo-pote. Además, en la zona hotelera encontramos restaurantes de gama media-alta y en la subida a Igeldo varios asadores que harán las delicias de los comensales.
http://www.sansebastianturismo.com/es/tematico/turismo/2260-ondarreta-igueldo
El Monte Igueldo
Este monte flanquea uno de los extremos de la ciudad. A él sube el famoso funicular, una especie de tren cremallera que te llevará hasta la cima, donde se encuentra el peculiar parque de atracciones. Las mejores vistas de la ciudad las tendrás desde aquí.
El Monte Igueldo es una de las montañas que destacan dentro de la ciudad. Situada en un extremo de la playa de Ondarreta, es considerada cómo uno de los sitios más emblemáticos de la ciudad y desde la que sin duda podréis observar algunas de las mejores vistas de toda la ciudad.
Parque de atracciones en Igueldo
En la cima del Monte Igueldo se haya el parque de atracciones de San Sebastián, un parque emblemático no por sus modernas atracciones sino por su historia y características atracciones que llevan años funcionando. Cómo decimos, las atracciones que lo forman no son especialmente espectaculares pero están llenas de historia, como la montaña Suiza, mal llamada por muchos Montaña Rusa y que da pánico montarse en ella no por sus empinados toboganes sino por el histórico carrito de madera que te lleva a lo largo del pequeño trayecto.
Todo comenzó en 1911, cuando se construyó un casino en este lugar. Posteriormente, en 1925, se convirtió en un elegante recinto para la celebración de ilustres bailes. Más adelante fue convertido en el parque de atracciones que hoy conocemos. Lo que antiguamente fue el casino hoy es el conocido hotel Monte Igueldo, probablemente el hotel con mejores vistas de la ciudad.
Funicular del Monte Igueldo
Sin duda la atracción más emblemática y no porque sea parte del parque es la de subir hasta arriba en el carismático Funicular. Fue inaugurado el 25 de agosto de 1912, convirtiéndose en el tercer funicular más antiguo de España. El Funicular sale desde la base del monte y te deja dentro del parque de atracciones. El trayecto dura apenas unos minutos pero es muy recomendable subir en él mejor que subir en coche. El coche se puede aparcar en el pequeño parking que hay justo donde se coge el funicular.
Subida funicular monte Igueldo
Funicular
Para llegar a él hay que ir dirección Monte igueldo y coger la desviación a la derecha cuando se llega a la bifurcación dónde tienes que subir al monte bien por la derecha o por la izquierda. Si se quiere subir en coche al parque de atracciones cogeréis la izquierda mejor.
El precio del billete ida y vuelta es de 2,30€ para adultos y de 1,70€ para niños de hasta 7 años.
Subir al Monte Igueldo es una de las cosas fundamentales que hay que hacer en San Sebastián. Desde lo alto del monte tendremos las mejores vistas de la ciudad junto con el monte Urgull y el Monte Ulía.
http://www.sansebastian.travel/el-monte-igueldo/
PLAYA DE LA ZURRIOLA
Olas, surf y juventud. Estos son los componentes principales del barrio de Sagüés, la zona con más movimiento y ambiente surfero de Donostia / San Sebastián.
Situada al lado del barrio de Gros, en la falda del Monte Ulía y colindante a la Playa de la Zurriola, Sagués se ha convertido, desde su remodelación hace 15 años, en el destino favorito de surfistas y jóvenes de todo el mundo con ganas de divertirse y conocer gente. Campeonatos y constantes cursillos de surf, de volleyball, partidos de fútbol o pala que se desarrollan en la Playa de la Zurriola son precisamente lo que dotan de dinamismo y atractivo a esta zona.
http://www.sansebastianturismo.com/es/tematico/turismo/1822-playa-de-la-zurriola
Palacio Miramar
Utilizado durante muchos años como alojamiento de la Casa Real durante sus vacaciones, hou en día es una bonita parcela accesible por todo el mundo con amplios jardines donde hay una bonita vista panorámica de toda la bahía de la Concha.
Donosti, en el pasado, estuvo muy ligado con el veraneo de la Casa Real. Durante muchos años la Familia Real estuvo veraneando en San Sebastian por sus playas y por su climatología. Primero fue la Reina Isabel II quien decidió pasar sus veranos en Donostia para darse baños en el mar Cantábrico que tanto le gustaban. Posteriormente fue la Reina María Cristina quien fortaleción esos lazos de unión entre la Familia Real y San Sebastian. Tras quedar viuda de Alfonso XII decidió veranear todos los veranos en la ciudad.
La Familiar real carecía de una casa oficial en la que alojarse durante sus estancias en San Sebastian y decidieron adquirir una finca del Conde de Moriana situada en la parte alta de Miraconcha, con unas vistas envidiables y en la que se encontraba el antiguo Monasterio de San Sebastian. A esta finaca se le añadieron unos terrenos dónde se encontraba la antigua iglesia del Antiguo que tuvo que ser trasladada a su hubicación actual, justo al principio de lo que hoy en día es la calle Matía en la Plaza Alfonso XIII. Además de estos dos grandes terrenos la finca se completó con algunas otras pequeñas adquisiciones de terrenos. El edificio principal de la finca fue encargado al arquitecto Selden Wornum.
El palacion pudo ser inaugurado en el año 1893 con una pequeña ampliación realizada en el año 1920. La extensión de sus jardines hasta casi extenderse hasta el propio mar hizo necesaria la construcción de un tunel que comunicara el barrio del Antiguo con el resto de la ciudad. Dicho tunel fue construido para que pasara el tranvía de la ciuad y hoy en día es un tunel por el que circula la carretera principal que atraviesa todo el paseo de la Concha hacia el barrio del Antiguo.
En el año 1929, tras la muerte de la Reina María Cristina, el palacio pasó a manos de Alfonso XIII quien a su vez fue expropiado 2 años más tarde pasando a pertenecer al ayuntamiento de San Sebastian con la conidición de que el Palacio siviera de residencia al presidente de la República en sus visitas a la ciudad.
Durante los años del Franquismo el Palacio de Miramar fue devuelto a la Familia Real, en concreto a los hijos de Alfonso XIII y principalmente a su hijo a Juan de Borbón. Del total de la parcela que ocupaba el Palacio Miramar fueron vendidas varias parcelas en diferentes plazos para la construcción de viviendas, pasando finalmente a tener 34.136 m² de los más de 80.000 m² que tenía inicialmente.
En el año 1972 la parcela fue adquirida por el ayuntamiento a Don Juan siendo actualmente de acceso libre a todos los ciudadanos cómo si de un parque más de la ciudad se tratara. El edificio que antiguamente fue residencia de la Casa Real es actualmente sede de Musikene (Centro superior de música del País Vasco) y sede de los cursos de verano del la Universidad del País Vasco.
http://www.sansebastian.travel/palacio-miramar/
Donostia-San Sebastián
La belleza de la Bahía de la Concha, conocida como la Perla del Cantábrico, su brutal belleza como anfiteatro frente al mar, con mar y montaña a un solo paso, su calidad de vida, la fama de su gastronomía y su notable actividad cultural han convertido a San Sebastián en los últimos dos siglos en destino turístico de primer nivel. En 2011, ha sido elegida como el mejor destino de calidad turistica de España.
Su programación escénica y cultural es amplia y apta para todos los gustos: el Festival Internacional de Cine, el festival de Jazz Jazzaldia, la Quincena Musical, el Surffilmfestibal -dedicado al surf-, el de Derechos Humanos, el festival DFeria -dedicado a las artes escénicas- son citas imprescindibles.
A todo esto hay que sumarle una oferta de alojamientos y recursos turísticos de gran calidad y variedad, gracias a lo cual la ciudad recibe al año más de 400.000 visitantes.
Qué ver
Catedral del Buen Pastor: de estilo neogótico y clasificada dentro de un racionalismo neo-medieval, la catedral del Buen Pastor recuerda a los modelos germanos de catedrales como las de Colonia, Ulm o Friburgo. La planta es rectangular, con tres naves en crucero de gran sobriedad, la principal de 77,80 metros de longitud. En la fachada central se puede ver la Cruz de la Paz, de Eduardo Chillida.
El edificio, que fue construido por el arquitecto donostiarra Manuel Echave e inaugurada en 1897, tiene una superficie de 1.915 metros cuadrados. En su fachada principal destaca una torre campanario de 75 metros, visible desde gran parte de la ciudad, construida por Ramón Cortazar en 1899.
Desde su portada se puede observar como está perfectamente alineada con la basílica de Santa María del Coro, situada en la parte vieja, formando el eje religioso de mayor relevancia de San Sebastián, a través del cual la ciudad antigua y la nueva se contemplan.
El artista local Julio Gargallo se encargó de tallar la piedra de lso capiteles y adornos, mientras que los ventanales y las vidrieras son obra de Juan Bautista Lázaro, restaurador de las célebres vidrieras de la catedral de León.
Las obras de la catedral duraron nueve años, incluidos los dos que, por falta de recursos, estuvieron suspendidas. Como materiales constructivos, se emplearon piedra de sillería procedente de las canteras de Igeldo, para las bóvedas toba de Ocio (Burgos) y la pizarra fue traída desde Angers (Francia).
Cuando la iglesia fue consagrada, Gipuzkoa dependía del obispado de Vitoria-Gasteiz. Al constituirse en 1949 la diócesis de San Sebastián, fue erigida como catedral y, por ese motivo, se ejecutaron algunas modificaciones en el templo. En el altar mayor se instaló una sillería para el servicio coral, la imagen del Buen Pastor fue ubicada en una hornacina del muro del fondo del templo y los cuatro evangelistas en las columnas de crucero.
Plaza del Buen Pastor
Monumento al Tamborrero: se trata de una copia en bronce de la anterior, de hormigón, realizada por José Lopetegi Goikoetxea en el año 1964. Su autor es el palenciano Nino Barriuso y es del año 2002.
Plaza Sarriegui Mercado de la Bretxa: recibe este nombre porque fue el lugar por donde las tropas inglesas de Wellington penetraron en la ciudad durante el asedio de 1813. Ahora renovado como centro comercial y de ocio, conserva el mercado tradicional.
Plaza de la Constitución: es el centro vital de San Sebastián, donde tienen lugar la mayoría de acontecimientos festivos. Se levantó tras el devastador incendio de 1813, sobre la traza del antiguo foro que había en ese lugar, de finales del siglo XVII. El espacio está gobernado por lo que fue la Casa Consistorial tras la citada tragedia, una construcción neo clásica de grandes columnas desde donde se iza la bandera en el día de San Sebastián (20 de enero), la más emotiva fiesta de la ciudad. La numeración de las casas recuerda las corridas de toros que, antaño, se llevaron a cabo en este lugar.
Iglesia de San Vicente: edificada a principios del siglo XVI, es el templo más antiguo de la ciudad. Es de austero estilo gótico, y destacan sus bóvedas de crucería, contrapuntos, y el Cristo del interior, obra de Felipe de Arizmendi. El retablo central (siglo XVI), está considerado como uno de los mejores del romanticismo (escuela de Miguel Ángel). Destacan también, las obras "el Medallón de Ánimas" y el "Ecce Homo", del siglo XVIII, el gran órgano francés Cavaille-Coll, del año 1868, y las vidrieras que adornan el templo, de comienzos del siglo XX. y sobre todo "la Piedad", obra de Jorge Oteiza, instalada en 1999 en la fachada lateral.
Basílica de Santa María del Coro: erigida sobre los cimientos de una antigua iglesia románica, destaca su fachada barroca, presidida por una escultura de San Sebastián, mártir cristiano. Su interior alberga a la Virgen del Coro, patrona de la ciudad, y la cruz de Chillida. El templo fue levantado en el siglo XVIII con los fondos de la Real Compañía Guipuzcoana de Caracas, tras quedar destruido el anterior edificio en 1688, debido a una explosión en el polvorín del castillo de Urgull. Desde sus escaleras obtenemos una bella perspectiva, con la catedral del Buen Pastor al fondo.
Museo de San Telmo: está ubicado en el interior de un antiguo convento de dominicos del siglo XVI que esconde en su interior un bello claustro herreriano. Recientemente reformado y ampliado, el museo atesora una importante colección etnográfica y de la cultura vasca, además de obras de Ignacio Zuloaga y José María Sert.
Boulevard: así se conoce al espacio que separa la parte vieja de la zona edificada tras el derribo de la muralla, rehabilitado y transformado en un espacio peatonal lleno de vida. Preside la alameda el Quiosco de música y el ayuntamiento.
Ayuntamiento: el edificio es de 1882, y nació siendo un lujoso casino de estilo ecléctico, inspirado en los salones de juego de Europa, en cuyos sus salones se celebraban las mejores fiestas de la época. Pocos años después de la prohibición del juego, a mediados de los años veinte, pasó a acoger la Casa Consistorial, función que sigue desempeñando hoy en día. Frente a él se encuentran los jardines de Alderdi Eder, con sus característicos tamarindos. Sin duda, uno de los edificios más bellos de Donostia.
Plaza de Gipuzkoa: es un espacio donde se respira tranquilidad y romanticismo. En uno de sus lados sobresale el palacio de la Diputación de Gipuzkoa.
Palacio de la Diputación de Gipuzkoa: es una obra neoclásica del arquitecto Goikoa.
Teatro Victoria Eugenia: es una singular obra neoplateresca, uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad que fue, durante décadas, la principal sala de proyección del Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Desde su inauguración en 1912 ha sido testigo de los principales acontecimientos culturales de la ciudad.
Hotel María Cristina (Donostia-San Sebastián)Hotel María Cristina: es, junto con el Teatro Victoria Eugenia, uno de los epicentros del Festival Internacional de Cine que tiene lugar en septiembre.
Paseo de Francia: con sus palacetes señoriales de estilo francés, es uno de los rincones más románticos de la ciudad.
Estación del Norte: su marquesina interior es obra del ingeniero Biarez, discípulo de Eiffel.
Edificio Tabakalera: será el futuro Centro Internacional de Cultura Contemporánea.
Puente de María Cristina: uno de los más bellos de San Sebastián. Sus cuatro obeliscos, cargados de ornamentos, representan la Paz y el Progreso.
Centro Cultural Koldo Mitxelena: incorpora una extensa biblioteca y acoge exposiciones temporales.
Palacio de Miramar: se trata de un conjunto de estilo cottage inglés, que fue antigua residencia oficial de la reina María Cristina durante los veraneos reales. Los jardines que lo rodean son un lugar ideal desde el que se divisa el paisaje tras las playas de Ondarreta y la Concha.
Peine del Viento: es obra del arquitecto Luis Peña Ganchegui y del escultor Eduardo Chillida.
Palacio de Congresos - Auditorio Kursaal: situado en el centro de la ciudad, frente al mar y la playa, el Kursaal es un conjunto arquitectónico de vanguardia dotado de la tecnología más avanzada, espacios idóneos para acoger desde la pequeña reunión de empresa a congresos de gran formato, ferias, exposiciones. etc, y un servicio de catering avalado por el equipo del chef dos estrellas Michelín Andoni Luis Aduriz.
Parque Tecnológico de San Sebastián: Naturaleza, Tecnología y Arte se encuentran en el Parque Natural de Miramón, situado a tan sólo 5 minutos del centro de la ciudad. Más de 60 empresas innovadoras y centros de investigación se enclavan en este espacio dotado de auditorio, aula digital, salas de reuniones, hall de exposiciones, restaurante y catering.
Aquarium o Palacio del Mar: situado en el casco antiguo, en pleno puerto pesquero, es uno de los acuarios más modernos de Europa. Obra del arquitecto Juan Carlos Guerra, está construido sobre la roca y tiene un oceanario atravesado por un túnel acrílico de 360º, donde el visitante es testigo en primera persona de la vida marina. Más de 5.000 especies marinas habitan en sus acuarios. Ofrece unas vistas espectaculares de la bahía de La Concha y cuenta con un moderno auditorio, sala de exposiciones, espacio de acuarios-recorrido y restaurante con vista panorámica al mar.
Espacio Chillida-Leku: a 10 minutos de la ciudad, se encuentra Chillida-Leku, la culminación del sueño del escultor Eduardo Chillida y una de las principales ofertas culturales del País Vasco. El espacio cuenta con un museo al aire libre y en el caserío Zabalaga (siglo XVI).
http://www.portalviajar.com/espana/donostia-san-sebastian/
Museos de Donostia-San Sebastián
Museo San Telmo: situado en pleno casco viejo, el museo ha reabierto sus puertas tras una profunda renovación. Rehabilitado el antiguo convento dominico del siglo XVI y ampliado con un edificio de vanguardia, este espacio transformado en Museo de Sociedad Vasca y Ciudadanía ofrece una mirada novedosa sobre nuestra sociedad. Son clave para ello una exposición en la que las colecciones arqueológicas, etnográficas, documentales y artísticas del museo se acompañan de audiovisuales de los mejores creadores del panorama vasco del momento y un ambicioso programa de actividades de difusión.
Plaza Zuloaga, 1
Aquarium (Palacio del Mar): el Palacio del Mar o Aquarium es uno de los más modernos de Europa. El edificio, obra del arquitecto Juan Carlos Guerra, está construido sobre la roca y acaba de ser objeto de una profunda rehabilitación. Esta reciente reforma lo ha convertido en un espacio más didáctico, con un oceanario atravesado por un túnel acrílico de 360º, donde el visitante se siente protagonista de la vida marina viendo pasar sobre él tiburones y rayas. Más de 5.000 especies marinas habitan en los numerosos acuarios con los que cuenta el museo, incluida una piscina táctil en la que podrá tocar algunos ejemplares vivos.
Plaza Carlos Blasco de Imaz, 1
KutxaEspacio de la Ciencia: ubicado en un entorno natural, a 10 minutos del centro de la ciudad, KutxaEspacio es un centro de divulgación científica donde se juega con las sensaciones mediante sistemas interactivos. Cuenta con dos exposiciones permanentes, que suman más de 200 módulos interactivos y una amplia oferta de actividades durante los fines de semana y periodo de vacaciones, Recientemente ha sido inaugurada la sección infantil Txikiklik, una zona destinada a niños de 4-8 años con su propio Planetarium Txiki. También cuenta con un moderno Planetarium Digital, dos simuladores de montaña rusa y un Observatorio astronómico.
Paseo de Mikeletegi, 43-45
Museo Chillida-Leku: chillida-Leku es el "lugar de Chillida", un espacio concebido por el autor como una exposición viva de su arte. Al aire libre se exhiben más de 40 piezas de grandes dimensiones, elaboradas con hierro y granito. En el caserío de Zabalaga, construcción del siglo XVI, se acogen obras más pequeñas, dibujos y las primeras esculturas del autor.
Caserío Zabalaga, Barrio Jauregui, 66 (Hernani)
Museo Naval: el Museo Naval trabaja para la conservación, estudio y difusión de la historia y el patrimonio marítimo vasco, a través de exposiciones temporales de larga duración centradas en temas monográficos. El museo se ubica en la antigua lonja del Consulado de San Sebastián -agrupación de profesionales del comercio marítimo-, un edificio construido a mediados del siglo XVIII.
Paseo del Muelle, 24
Casa de la Historia: ubicada en lo alto del Monte Urgull, en el Castillo de La Mota, es el lugar donde San Sebastián muestra su historia, En un recorrido a través de audiovisuales, maquetas, objetos y escenografias se dibujan los rasgos que han definido la vida de los donostiarras a lo largo del tiempo, narrando así los más de 800 anos de una ciudad joven y viva.
Castillo de la Mota, Urgull
Museo Real 100: el Museo de la Real Sociedad abrió sus puertas el 7 de septiembre de 2009, día en el que se cumplían 100 anos de la fundacíón del club. En una superficie de unos 400 metros cuadrados, el museo muestra la historia de la Real Sociedad con una escenografia novedosa. Además del fútbol, el resto de secciones deportivas del club también están representadas.
Pº Anoeta
Sagardoetxea (Museo de la Sidra): El Museo de la Sidra está situado en Astigarraga, a escasos kilómetros de San Sebastián y es un homenaje a la manzana y su caldo, El espacio expositivo se divide en tres zonas: un centro cerrado que resume la historia de la manzana y la sidra a través de paneles expositivos y fotograñas; un manzanal que permite estudiar los distintos sistemas de cultivo y la gran variedad de manzanas que crecen en nuestra tierra; y un espacio dedicado a la cata y degustación de la sidra.
Kale Nagusia 48, 20115 Astigarraga
Centro de Recursos Medioambientales: El ayuntamiento donostiarra adecuó el palacio de D. Fermín de Lasala, Duque de Mandas, en el parque conocido como de Cristina Enea, antigua finca de su propiedad, legada a la ciudad, destinándolo a Centro de Recursos Medioambientales y Observatorio del Paisaje Urbano y la Sostenibilidad. El palacio alberga una biblioteca con temas medioambientales, es sede permanente de exposiciones relacionadas con la sostenibilidad y centro de formación a todos los niveles, para asuntos relacionados con el medio ambiente.
Parque de Cristina Enea
Museum Cemento Rezola: es un espacio para descubrir la trascendencia del cemento en nuestra civilización, Las actividades del museo como las exposiciones temporales programadas durante el año, nos hablan sobre el pasado y el presente del mundo industrial. la evolución de los modos de vida, los materiales, la arquitectura, la ingeniería, el arte y el medio ambiente.
Avda. Añorga, 36
Museo Diocesano: el Museo Diocesano acoge una completa colección de arte religioso que recopila pinturas, esculturas, imagineria y ornamentación de la Diócesis de San Sebastián.
http://www.portalviajar.com/espana/donostia-san-sebastian/museos.php
Parques y zonas verdes en Donostia-San Sebastián
Parque de Miramar: con privilegiadas vistas sobre la bahía de la Concha, el parque de Miramar fue residencia Real donde pasaron sus veranos la reina María Cristina, Alfonso XIII y el rey Juan Carlos de Borbón. Gobernado por un espectacular palacio inspirado en las casas de campo inglesas -no en vano fue ideado por Selden Wornum, súbdito británico-, los jardines de Miramar descienden suavemente hacia el mar, entre senderos de gravilla y parcelas floridas, ofreciendo unas vistas espectaculares de la bahía de La Concha.
Parque de Aiete: encaramado en una de las colinas que circundan San Sebastián, el parque de Aiete es el más bello y extenso jardín monumental. Fue diseñado por el francés Pierre Ducasse a finales del siglo XIX y está presidido por un lustroso palacio que fue residencia veraniega de Franco y que desde hace poco alberga la Casa de la Paz y los Derechos Humanos. En sus dominios se dan cita parcelas floridas, estanques ornamentales así como un bosque húmedo con numerosas especies, desde secuoyas hasta magnolios pasando por robles y tejas.
Parque de Cristina Enea: integrado en la cuadrícula urbana de la ciudad, Cristina Enea es un oasis verde creado por el Duque de Mandas en honor a su mujer. Tras la muerte de éste, lo donó a San Sebastián con una única condición: que nunca se alterara su aspecto original. Así ha sido y el parque tiene, en la actualidad, el mismo encanto de antaño, gracias a los pavos reales y cisnes que lo habitan, las exóticas variedades arbóreas y una completa red de senderos.
Parque de Miramón: el extenso parque de Miramón se encuentra en las afueras de la ciudad, hacia el sur. En sus dominios se ubica el Kutxaespacio de la Ciencia o la colección Gipuzkoa en Miniatura, con reproducciones de los edificios más emblemáticos de la provincia. Pero, sin duda, el perfil más conocido de Miramón es el formado por las torres de Arbide, dos edificios neogóticos que fueron trasladados, piedra a piedra, desde el centro de San Sebastián hasta este nuevo emplazamiento.
Monte Igeldo: el más alto de los tres montes costeros donostiarras regala una de las panorámicas más espléndidas de la ciudad y otras estampas inolvidables como la protagonizada por su faro con las últimas luces del día. Coronado por un torreón y un parque de atracciones de encanto retro, Igeldo es el punto de partida de numerosas excursiones por el litoral cantábrico.
Monte Urgull: el monte Urgull es el más frecuentado y céntrico parque de la ciudad. En él se levantan los restos del castillo que, antaño, defendió San Sebastián. Todo el parque es un cúmulo de rincones con encanto, caminos, recuerdos del pasado y un amplio abanico de especies vegetales que lucen exuberantes durante todo el año. Urgull también esconde algunas de las mejores vistas panorámicas de la bahía de La Concha.
Isla Santa Clara: enclavada en el corazón de la bahía y protegiendo las playas de La Concha y Ondarreta de los embates del mar, la isla de Santa Clara es, tal vez, el mayor emblema paisajístico de San Sebastián. Aunque accesible todo el año -cuenta con una pequeña playa y embarcadero- a bordo de embarcaciones privadas, es en época estival cuando parten, desde el puerto donostiarra, varias barcas diarias con destino Santa Clara. La isla es una fantástica opción para pasar un día diferente y relajado.
Monte Ulia: a principios del siglo XX, Ulia se convirtió en un saludable parque de recreo para los donostiarras, con restaurantes, instalaciones de ocio y un tranvía que ascendía hasta lo alto del monte. En la actualidad, Ulia sigue conservando su atractivo agreste y muchas señas de identidad de su pasado" Belle Epoque", Desde su vertiente occidental se obtienen algunas de las mejores vistas de San Sebastián y la playa de Zurriola, ideales para ser admiradas con las últimas luces del día.
Parque de Larratxo: vecino del popular barrio donostiarra de Altza, el parque de Larratxo es una vasta superficie verde que sirve de transición entre San Sebastián y el entorno rural que la circunda, Situado en la zona conocida como Lau Haizeta -cuatro vientos, en euskera-, este parque perfectamente acondicionado permite realizar largos paseos.
Artikutza: aunque alejado sensiblemente de la ciudad, Artikutza es el más verde pulmón de San Sebastián. La finca fue adquirida por el Ayuntamiento a principios del siglo XX y cuenta con un frondoso y colorista bosque de hayas, pi nos y robles. Existe, además, un programa de visitas guiadas para conocer estos dominios -uno de los parajes más lluviosos de España- en toda su complejidad.
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San Sebastián4 (cooficialmente en euskera Donostia)5 es una ciudad y municipio situado en el norte de España, en la costa del golfo de Vizcaya y a 20 kilómetros de la frontera con Francia. La ciudad es la capital de la provincia de Guipúzcoa, en la comunidad autónoma del País Vasco. La población del municipio es de 186 500 habitantes (2013), y su área metropolitana alcanza los 436 500 (2010). Es la cabecera de la Eurociudad Vasca Bayona-San Sebastián, una conurbación de más de 620 000 habitantes.
Sus principales actividades económicas son el comercio y el turismo,6 constituyendo en el pasado uno de los más famosos destinos turísticos de España. Su paisaje, dominado por la bahía de La Concha, así como su desarrollo arquitectónico moderno iniciado en la segunda mitad del siglo XIX, que configuró una ciudad de corte francés y aburguesado, propiciaron el desarrollo de la actividad turística a escala europea. Todo ello, unido a eventos internacionales como el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, el Festival de Jazz de San Sebastián o el Festival de Cine de Terror, ha dado proyección exterior a la ciudad, a pesar de sus pequeñas dimensiones. San Sebastián será Capital Europea de la Cultura en 2016 junto con Breslavia.
Toponimia
San Sebastián tiene diversas denominaciones:
San Sebastián
Es el nombre oficial en español.4 Su origen se debe a un monasterio consagrado a San Sebastián que se encontraba en la actual ubicación del Palacio de Miramar, junto al barrio de El Antiguo. La villa medieval fue fundada por el rey navarro Sancho el Sabio hacia 1180 en las cercanías del monasterio y este estableció en la carta-puebla que la villa se llamara por ello San Sebastián. Como el documento estaba redactado en latín el nombre que aparece mencionado es el de Sanctus Sebastianus, que evolucionaría en romance hasta dar el nombre de San Sebastián. San Sebastián ha sido el nombre oficial de la ciudad hasta 1980. Siempre ha sido la denominación más usada por sus habitantes en el habla coloquial a lo largo de la historia, es el nombre más conocido internacionalmente y del que derivan las denominaciones de la ciudad en otros idiomas. Así, la denominación habitual en francés es Saint-Sébastien y en inglés Saint Sebastian, sin acento en la a y pronunciado acentuando la sílaba -bas. El nombre en español se suele abreviar con Sn. Sn., S. S. (formas correctas), Sn.Sn., S.S., SnSn o SS (SS era la sigla que aparecía en las matrículas de los automóviles registrados en la provincia de Guipúzcoa hasta que se cambió el sistema en 2000).
Donostia
Es el nombre oficial en euskera. Según la teoría más aceptada, una forma derivada de la denominación eusquérica antigua del santo patrón, *Done Sebastiáne, y a la forma actual se llegó mediante los siguientes pasos, tal como los explica Koldo Mitxelena, insigne lingüista, hace ya más de medio siglo en su libro Apellidos vascos de 1953: «... el nombre vasco de San Sebastián, cuya evolución aproximada habrá sido "Donasa (b) astiai, Donasastia, Donastia, Donostia"» (2ª edición, 1955, p. 96). No hay que olvidar que en euskera se usa Donosti en dos referencias más a ese santo: la ermita de San Sebastián (en euskera Jaun Donosti) en Orendain,7 y otra medio derruida del mismo nombre en Arano. Otra teoría deriva el nombre del latín: Domine (San) Ostium (Ostia, puerto; o lo que es lo mismo, «señor del puerto», en alusión a Sebastián Mártir). Donostia no ha sido una denominación oficial hasta hace pocas décadas, aunque de ella derive el gentilicio de los habitantes de la ciudad (donostiarras) tanto en español como en euskera. Esta denominación es poco empleada al hablar en español, prefiriéndose la variante Donosti.
Donosti
Es una variante de Donostia. Como la -a final del euskera es un artículo, esta vocal se pierde al referirse a sustantivos indeterminados, como en nombres de pueblos y ciudades. Aún y todo, existe un grupo de sustantivos (comunes y propios) en los que la -a final se considera orgánica, como en el caso de Donostia, por lo que es incorrecto eliminarla. Sin embargo, Donosti es una denominación muy habitual, especialmente al hablar en español.
Donostia-San Sebastián
Fue la denominación oficial entre 1980 y 2012. Debido a su nulo arraigo social y a la confusión que esta denominación compuesta creaba, el pleno del Ayuntamiento, a propuesta del gobierno municipal,8 decidió por unanimidad adoptar la denominación oficial bilingüe, Donostia / San Sebastián, con el fin de oficializar el uso exclusivo de Donostia en las comunicaciones en euskera y San Sebastián para las comunicaciones en español.9
La Bella Easo o Easo
Es una denominación surgida por la creencia en los siglos pasados de que la antigua ciudad romana de Oiasso o Easo se encontraba en la ubicación de la moderna San Sebastián. El gentilicio easonense utilizado como variante culta de donostiarra, y actualmente en desuso, derivaba de esta creencia. Recientes hallazgos arqueológicos confirman que la antigua Oiasso se encontraba en Irún y no en San Sebastián. Como herencia del nombre Easo, el código IATA del Aeropuerto de San Sebastián es EAS.
Irutxulo o Hirutxulo
Que significa «tres agujeros» en euskera, es el nombre que los pescadores daban a San Sebastián, ya que desde el mar la ciudad se veía como tres entradas o huecos: el formado entre el monte Igueldo y la Isla de Santa Clara, el que se encuentra entre Santa Clara y el monte Urgull y el situado entre Urgull y el monte Ulía.
Sanse
Es una forma coloquial y cariñosa que deriva de San Sebastián, muy utilizada también por los vecinos de San Sebastián de los Reyes, Madrid.
Símbolos
Artículo principal: Escudo de San Sebastián
El escudo de San Sebastián muestra, en campo de azur, sobre ondas de azur y plata, un bergantín, de oro, de tres palos, habillado de plata y acompañado de las letras SS, de plata, una en cada cantón. Bordura de plata con la leyenda "Ganadas por fidelidad, nobleza y lealtad", en letras de sable. Al timbre corona real.
La bandera de la ciudad es blanca con un cantón de color azul, en una proporción de tres partes de largo por dos de ancho. Se corresponde con la contraseña de la Provincia marítima de San Sebastián.
Geografía física
San Sebastián se asienta a orillas del mar Cantábrico, teniendo varias playas (siendo la más conocida la de La Concha, en la bahía homónima) y un pequeño puerto al abrigo del monte Urgull. Posee además otras montañas, tanto promontorios costeros como tierra adentro, estando su cima más alta, Urdaburu (602 msnm), en un exclave homónimo. Aunque el relieve es accidentado se encuentran algunas zonas llanas de cierta amplitud en los valles, planicies donde se concentra buena parte del núcleo urbano.
Historia
Artículo principal: Historia de San Sebastián
Fundación
Si bien se desconoce de manera exacta su fundación, el primer dato lo aporta un documento —considerado falso por la mayoría de los historiadores— del año 1014 de Sancho el Mayor de Navarra, según el cual el monasterio de San Sebastián se pone en manos del abad de Leyre y obispo de Pamplona. Dicho documento será confirmado, en 1101, por el rey Pedro Ramírez (Pedro I de Aragón, rey de Navarra y Aragón). Las primeras noticias escritas de San Sebastián hacen referencia a un monasterio, situado en el barrio que aún hoy se denomina San Sebastián El Antiguo. A aquel lugar se le conoció primitivamente, según algunos historiadores, como Izurum. El término español San Sebastián y la palabra vasca Donostia surge etimológicamente de la evolución de la palabra Donebastian (de Domine o Done = Santo, y Sebastián).
En los siglos XI y XII, el monasterio de San Sebastián El Antiguo, al mismo tiempo que centro espiritual, lo era de la naciente vida social y administrativa de la población de esta zona, que, con el tiempo, de no ser por diversos avatares que tendrán lugar posteriormente, habría cristalizado en un municipio.
San Sebastián fue fundada hacia 1180 por Sancho el Sabio, rey de Navarra. Nace para ser puerto marítimo de Navarra, e inicialmente cumple su misión como tal. Guipúzcoa a partir del año 1200 rinde vasallaje al rey castellano Alfonso VIII, enemigo de Sancho el Fuerte. Tradicionalmente, se ha tendido a creer que ese cambio de un reino a otro se dio a través de una negociación o pacto. Sin embargo, a tenor de la relectura de fuentes históricas conocidas, parece que San Sebastián pasó a Castilla mediante conquista militar.16 17 18 En cualquier caso, los comerciantes de San Sebastián se acostumbraron rápidamente al cambio, puesto que pasó de ser el puerto de un pequeño estado sin posibilidades de expansión territorial (Navarra), a servir de salida al mar de una monarquía, la castellana, mucho mayor, más rica y en plena expansión.
Edad Media
Los Reyes de Castilla contaron en 1248 por primera vez con fuerzas navales de San Sebastián, que tomaron parte en inutilizar la escuadra de moros y el puente de Triana, cuyo resultado fue la rendición de la ciudad de Sevilla.
Alfonso VIII juró los fueros e inició la larga serie de privilegios otorgados a San Sebastián, tendentes a mantener unos vivo el tráfico navarro y otros una situación privilegiada de los comerciantes donostiarras en el mercado español. Esta prosperidad es la que la hizo resurgir de los múltiples incendios que padeció a partir de 1266, llegando a arder por completo seis veces en dos siglos y cuarto.
La Guerra de los Cien Años, las Guerras de bandos y la evolución de Navarra en dirección francesa por motivos dinásticos trajeron para San Sebastián, en la segunda mitad del siglo XIV, una consecuencia grave: el desplazamiento de las principales líneas de tráfico hacia Bilbao, sustituyendo a San Sebastián como centro de gravedad del tráfico comercial. En enero de 1489 un incendio redujo a cenizas la villa. Este desgraciado acontecimiento tuvo como medida la construcción en piedra de la villa. Este incendio sería el último de la época medieval de San Sebastián.
A partir del último cuarto del siglo XV, San Sebastián pasó de ser un emporio mercantil gracias su situación estratégica, a ser plaza militar y su puerto principal, Pasajes, de ser esencialmente comercial a cumplir las funciones de base naval.
Plaza militar: siglos XV-XIX
Tras la catástrofe de 1489, más que de una reconstrucción de la villa hay que hablar de una nueva forma de vida de la colectividad donostiarra. A partir del último cuarto del siglo XV, San Sebastián pasará, de ser un emporio mercantil por su situación estratégica, a ser plaza militar; y su puerto principal, Pasajes, pasará de ser esencialmente comercial, a cumplir las funciones de base naval de la Escuadra Cantábrica, fuerza marítima que mantendrá durante siglos (hasta el XIX) la lucha contra las escuadras francesa, holandesa y británica.
Este nuevo papel de San Sebastián como fortaleza, encargada de frenar las acometidas de los franceses, dará lugar a que la villa tome nuevos derroteros, por los cuales ganó los títulos de Noble y Leal. En el período entre los Reyes Católicos y Felipe V, trescientos años aproximadamente, la villa sufrió numerosos sitios. Este continuo estado de guerra supuso para San Sebastián un fuerte deterioro de su economía, motivado por los gastos en las fortificaciones, el mantenimiento de la guarnición y la continua caída del comercio marítimo, que, a partir de 1573, se agravó aún más, pues Sevilla adquirió el monopolio de las transacciones con América.
Después de llevar dos siglos cumpliendo heroicamente su misión bélica, Felipe IV le concedió en 1662 el título de Ciudad. Hasta su fundación sólo había pequeñas zonas residenciales en el barrio del Antiguo, en la Parte Vieja y en el valle del Urumea, emprendiendo hasta el siglo XV un lento proceso de crecimiento.
Plaza de la Constitución, antiguo coso taurino.
En 1719 San Sebastián fue tomada, por primera vez, por un poderoso ejército francés mandado por el duque de Berwick, quien se encontró una ciudad débil en fortificaciones y una pequeña guarnición con escasez de víveres y munición. La ciudad estuvo ocupada por una guarnición de 2000 soldados franceses hasta el 25 de agosto de 1721 en que fue evacuada por el Tratado de La Haya.
Durante la Guerra de la Independencia, San Sebastián fue ocupada en 1808 por las tropas napoleónicas. Nombrado José I (José Bonaparte) soberano de España, entró el 9 de junio en San Sebastián, recorriendo la calle Narrica, en la que permanecieron todas las ventanas cerradas. En junio de 1813 los aliados, las tropas anglo-portuguesas, bajo el mando directo de sir Thomas Graham y teniendo por generalísimo al duque de Wellington, con un fuerte contingente de tropas y armas, sitiaron la ciudad. Después de varios días de intenso bombardeo y un primer asalto fallido, el 31 de agosto tuvo lugar el asalto definitivo, realizado a través de la brecha abierta en las murallas, obligando a replegarse a las tropas francesas hacia el Castillo, donde capitularán el 8 de septiembre.
El saqueo de las tropas anglo-portuguesas causó un gran incendio, del que solo se salvaron las edificaciones situadas al norte de la calle de la Trinidad (iglesias de Santa María y de San Vicente y conventos de San Telmo y de Santa Teresa), así como treinta y cinco casas. Estas casas no fueron quemadas porque servían de alojamiento para los oficiales británicos y portugueses, mientras iniciaban el ataque al Castillo.
Siglo XIX: hacia el Ensanche
Plano del Ensanche de Cortázar, iniciado en la segunda mitad del siglo XIX y finalizado en 1913, un siglo después del inicio de la reconstrucción de la ciudad en 1813
Tras la guerra, los vecinos más representativos se reunieron en las afueras, en Zubieta, y decidieron reconstruir la ciudad.
La división del reino en cincuenta y dos provincias establece la capitalidad de Guipúzcoa en San Sebastián; hasta entonces ésta se había turnado entre San Sebastián, Tolosa, Azpeitia y Azcoitia, en función de dónde se realizaban las reuniones de Juntas y residiera el corregidor (representante del rey en la provincia). Tras un nuevo traslado a Tolosa (1844), en 1854 se declara San Sebastián capital de la provincia. Se decide el retroceso de las aduanas al Ebro y el cierre de San Sebastián como puerto habilitado para el comercio con América.
En la provincia se van formando dos bandos, carlistas y liberales, estos últimos partidarios de la Constitución. Ambos defendían los fueros, pero de diferente manera. San Sebastián optará por el liberalismo frente a la mayor parte de la Guipúzcoa rural.
En 1863, y tras un intenso debate, se procede a derribar las murallas, que limitaban el desarrollo de la ciudad. El 4 de mayo, a los acordes de una marcha expresamente realizada para tal acontecimiento, se procede a quitar la primera piedra, que, hecha pedazos, se repartirá entre los invitados de primera fila.
San Sebastián cambia de orientación. Terminada su etapa como fortaleza pasará a cumplir la función de capital de la provincia, comenzando su expansión reflejada en el plan de Antonio Cortázar para la nueva ciudad.
La Belle Époque donostiarra
La reina María Cristina fue clave en la consolidación de San Sebastián como ciudad turística y de veraneo de la burguesía. Enamorada de la ciudad, veraneó en ella todos los años (salvo 1898) entre 1893 y 1928, un año antes de su muerte. El ayuntamiento la nombró Alcaldesa Honoraria en 1926 y se le dedicó un puente, la calle Reina Regente y el principal hotel de la ciudad, además de diversas esculturas
A la muerte del rey Alfonso XII de España, en 1885, su viuda la Reina Regente María Cristina traslada todos los veranos la corte a San Sebastián, residiendo en el Palacio de Miramar. El Ayuntamiento de San Sebastián, en reconocimiento a la gran labor en favor de la ciudad, la nombrará alcaldesa honoraria. Más adelante, ya en pleno desarrollo del Ensanche Cortázar, que dotará a la ciudad de su actual atractivo arquitectónico, la construcción del Casino en 1887 aumentará el número de veraneantes.
De esta etapa son todos los edificios reseñables de la ciudad (aparte de los presentes en la Parte Vieja, los más antiguos), como la Catedral del Buen Pastor de San Sebastián, la Escuela de Artes y Oficios (actual sede de Correos) y el Instituto Peñaflorida (luego ocupado por la Escuela de Ingenieros Industriales y hoy en día por el Centro Cultural Koldo Mitxelena), el Palacio de Miramar, el Teatro Victoria Eugenia, el Hotel María Cristina, las villas del Paseo de Francia o la estación del Norte, así como el resto de edificios del Área Romántica, todos ellos con un marcado estilo francés que hizo acreedora a San Sebastián del sobrenombre de Pequeña París o París del Sur.
En 1914, y con el inicio de la I Guerra Mundial, San Sebastián se convierte en la ciudad más cosmopolita de Europa. En su Casino se darán cita todos los personajes de la vida europea, Mata Hari, León Trotsky, Maurice Ravel, Romanones, Pastora Imperio, el torero de fama, el banquero ostentoso...; son los tiempos de la Belle Époque donostiarra, y en San Sebastián actúan la compañía francesa de opereta, los ballets rusos, cantantes de ópera y muchos otros artistas famosos.
En 1930, la ciudad acogió la reunión de políticos republicanos que se dio en llamar Pacto de San Sebastián, que tendría una gran trascendencia en el posterior advenimiento de la II República el 14 de abril de 1931; de hecho, el primer gobierno republicano estará formado, en gran medida, por el núcleo de políticos participantes en el «pacto». La elección de la capital donostiarra se debió, por una parte, a la proximidad de la ciudad con la República Francesa y al hecho de que San Sebastián fuera la capital de verano de la Corte. Fernando Sasiaín, anfitrión del Pacto, sería el alcalde de San Sebastián durante la República.
Dictadura franquista
Al comenzar la Guerra Civil, el nacionalista vasco Telesforo Monzón se hace cargo de la Comisión de Orden Público, creada por la Junta de Defensa de Guipúzcoa, en la que se reunían nacionalistas vascos, republicanos, comunistas y socialistas. Constituido el Gobierno de Euskadi, el 7 de octubre de 1936, Telesforo Monzón ocupó asimismo el Ministerio de la Gobernación.19
Al poco de estallar la Guerra Civil Española, San Sebastián cae en manos de los sublevados el 13 de septiembre de 1936. La dictadura mantendrá a San Sebastián en el papel de Ciudad Capital de Veraneo. Franco residirá durante los meses de agosto desde 1940 hasta 1975 en el palacio de Ayete, que, comprado por el ayuntamiento, fue ofrecido al general. Durante este período se celebran en dicho lugar los Consejos de Ministros.
En 1946, durante el mandato de Rafael Lataillade Aldecoa, se lleva a cabo la recuperación del Gran Casino para reconvertirlo en Casa Consistorial.20
En 1953, y a iniciativa de un grupo de comerciantes de la ciudad, nace el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, con el doble objetivo de alargar el veraneo en la capital donostiarra y de devolver a San Sebastián la actividad cultural y el glamour perdidos desde la Guerra Civil. El éxito de la primera edición llevó a la dictadura a hacerse cargo del evento, que progresivamente iría ganando peso y prestigio hasta convertirse en uno de los eventos culturales más importantes y con mayor proyección exterior de España, y en uno de los mejores festivales de cine del mundo, escenario de algunos estrenos cinematográficos históricos y punto de encuentro de buena parte de las más importantes estrellas del séptimo arte.
Desarrollo moderno
En 1955 se inició el segundo y más importante proceso de ensanche de la ciudad, en lo que se denominó Ensanche de Amara, dando lugar a un barrio del mismo nombre (que aludía a las marismas que había en dicho terreno antes de su construcción). Uno de los primeros pasos en la construcción del ensanche fue el traslado de la Escuela de Artes y Oficios y Comercio, situada en el centro, a unas escuelas de nueva construcción, así como el del Instituto Peñaflorida, pasando a denominarse Instituto Usandizaga en su sección femenina. Puede considerarse que el proceso de consolidación del barrio de Amara finalizó en 1993, con la construcción del Estadio de Anoeta y la renovación total de la ciudad deportiva de la ciudad (situada en Amara).
Tras ambos ensanches la ciudad consolidó su eje principal, alrededor del cual continúa expandiéndose aunque a un ritmo mucho menor. Hoy las prioridades de la ciudad son la mejora de las infraestructuras (potenciación del aeropuerto, mejores comunicaciones ferroviarias, mejora de las carreteras), la regeneración de los barrios de la periferia, el mantenimiento y potenciamiento del turismo, principal fuente de ingresos, y hasta hace unos años la lucha contra el terrorismo de ETA y la violencia callejera, que castigaron a la ciudad con intensidad. El crecimiento urbanístico pretende combinarse con el cuidado del medio ambiente, la lucha a escala municipal contra el cambio climático y la sostenibilidad. Fruto de los esfuerzos realizados en dicha dirección, San Sebastián fue premiada en 2008 por la Federación Española de Municipios y Provincias como la ciudad más sostenible de España.21
A la muerte del dictador Francisco Franco se constituyó, en 1978, una gestora presidida por el socialista Ramón Jáuregui encargada de dirigir las instituciones municipales hasta las primeras elecciones municipales de la democracia, en 1979. En dichos comicios electorales resultó vencedor el PNV, siendo elegido primer alcalde de la nueva etapa democrática Jesús María Alkain. Le sucedió, en 1983, Ramón Labayen, también del PNV, quien a su vez sería sustituido por el nacionalista Xabier Albistur, de Eusko Alkartasuna, en 1987. En el marco de la fuerte reconversión industrial que vivió el País Vasco en la década de 1980 y el clima de tensión interno, algunos informes de la época situaron a San Sebastián como la ciudad con mayor proporción de adictos a la droga del mundo.22 El socialista Odón Elorza, del Partido Socialista de Euskadi, alcanzó la alcaldía en 1991 a pesar de ser el candidato de la tercera fuerza más votada, gracias al apoyo del PNV y el PP. El 23 de enero de 1995, en vísperas de las elecciones municipales de mayo, la banda terrorista ETA asesina al teniente de alcalde, Gregorio Ordóñez, candidato del Partido Popular. Ordóñez había mejorado progresivamente sus resultados electorales en el País Vasco, obteniendo la mayoría en las elecciones al Parlamento Europeo de junio de 1994. Tras su asesinato, el candidato del Partido Socialista, Elorza, reeditaba su cargo siendo el candidato más votado, y ostentando la alcaldía de la ciudad ininterrumpidamente desde entonces hasta su derrota en las elecciones municipales del 22 de mayo de 2011.
https://es.wikipedia.org/wiki/San_Sebastián
http://www.panoramio.com/user/2710001
https://www.flickr.com/photos/andonitebar/albums/72157645658976271
http://www.nocolor.es/san-sebastian-desde-el-mar-donostia-itxasotik/
https://eltrajedelosdomingos.wordpress.com/2013/05/27/como-hemos-cambiado-ii-alderdi-eder/
http://www.panoramio.com/user/1588164?comment_page=1&photo_page=329
http://tokitan.tv/rincones-donostia-desapercibidos-turismo
http://www.skyscrapercity.com/showthread.php?t=176154
http://www.skyscrapercity.com/showthread.php?t=140628
http://www.skyscrapercity.com/showthread.php?t=1520939
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